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Reporte sobre la familia en México 2022: Retos y transformaciones en clave de esperanza
Reporte sobre la familia en México 2022: Retos y transformaciones en clave de esperanza
Reporte sobre la familia en México 2022: Retos y transformaciones en clave de esperanza
Libro electrónico185 páginas2 horas

Reporte sobre la familia en México 2022: Retos y transformaciones en clave de esperanza

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Este reporte está diseñado para ofrecer al público datos actualizados sobre la situación derivada del COVID-19 acompañados de una reflexión meditada sobre su impacto en las familias. Para ello se parte de una doble lectura de los contextos y los acontecimientos sociales. Por un lado corresponde el análisis sociopolítico y jurídico sustentado en la información derivada de fuentes oficiales, es decir, la información que nos da el estado de la cuestión. El segundo corresponde a la reflexión antropológica, filosófica y teológica de los hechos que profundiza en las luces y sombras que devienen de la pandemia.
IdiomaEspañol
EditorialEditorial NUN
Fecha de lanzamiento2 feb 2023
ISBN9786075950631
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    Reporte sobre la familia en México 2022 - José Guillermo Gutiérrez Fernández

    Introducción

    La pandemia originada por el covid-19 ha sido un evento histórico que ha modificado la realidad de las personas, sus estructuras e instituciones en todo el mundo. Durante casi dos años los titulares de las noticias fueron acaparados por actualizaciones sobre el número de fallecidos y contagiados, críticas y dudas sobre las medidas implementadas para evitar su propagación e indicios sobre lo que podría ser una vacuna que en el mejor de los casos terminaría con la pandemia. El mundo cambió. Vivimos un tiempo de incertidumbre, pero con una certeza indiscutible: nuestras familias fueron nuestra principal red de apoyo.

    Con alegría, y en ocasiones con temor, las personas han comenzado a salir para visitar aquellos lugares que dejaron de frecuentar. Las escuelas han abierto sus puertas después de un cierre que pareció eterno. Los hospitales han sido re-reconvertidos y no es ya una preocupación diaria el número de camas y ventiladores disponibles para los contagiados. Las parroquias han dejado de depender de las transmisiones en vivo para compartir su mensaje. El tránsito vuelve a apoderarse de las calles y poco a poco retomamos nuestras actividades cotidianas. Las familias han vuelto a reunirse. Pero la huella de la pandemia no es fácil de olvidar; aunque las cifras de contagios y decesos han disminuido, apenas somos conscientes de sus efectos. ¿Cómo afectó el covid-19 a las familias en México y el mundo? ¿Cuáles son secuelas que deberemos atender los próximos años? ¿Qué necesita la familia en esta nueva etapa? ¿Hay esperanza en todo ello?

    El Reporte sobre la familia en México 2022, retos y transformaciones en clave de esperanza elaborado por el Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad (Cefabios) de la Universidad Pontificia de México es un documento de divulgación científica cuyo objetivo es analizar y reflexionar sobre los eventos más significativos ocurridos durante la pandemia (2020-2022) que incidieron en las familias, especialmente en México. A lo largo de sus capítulos se podrán consultar problemáticas, reflexiones, respuestas y propuestas que brindan luz sobre los retos que enfrentan las familias en la nueva normalidad. Además, este reporte busca ofrecer, con un carácter realista pero esperanzador, datos concretos sobre el estado de la familia para que tomadores de decisiones, incluyendo gobierno, empresas, académicos, sociedad civil, así como público en general, reconozcan la importancia de la familia como un bien público que hay que procurar, y se sumen, legislen, decidan y construyan poniendo en el centro a las familias para atender sus realidades concretas.

    Este reporte no agota todas las problemáticas, pero sí ofrece un acercamiento a las más inmediatas: salud, economía, empleo y educación. Si bien en todo momento partimos de las familias, quedamos en deuda con aquellas que pertenecen a sectores de la población que viven una crisis dentro de la crisis: migrantes, refugiados, personas privadas de su libertad, víctimas de trata, por mencionar algunos. Tenemos un fuerte llamado a reconocer que hay quienes necesitan aún más ayuda puesto que la pandemia los afectó de una manera más profunda.

    La pandemia se ha enmarcado no sólo como un asunto sanitario sino como un problema moral, y para atenderlo hay que comprometerse. Los datos presentados, junto con sus reflexiones, nos permiten acercarnos a la experiencia del otro, a conocer un poco más de cerca la herida para ayudar a curarla. Es así como inicia la empatía y se transmite la esperanza.

    ¿Qué características presenta la familia que enfrentó la pandemia? En el capítulo introductorio, La importancia de la familia en México y sus principales dinámicas de cambio, el doctor Fernando Pliego presenta los resultados de la Encuesta Mundial de Valores y del Estudio Europeo de Valores (wvs-evs), relativos a la importancia de la familia en 81 países, en la cual se posiciona como la institución más importante para las personas, con independencia del tipo de gobierno que tienen, tradición histórica, lengua en que se comunican o religión que profesan. En un segundo momento, el doctor Pliego se sitúa en el caso especial de México y analiza con datos que van desde el 2000 al 2020 las principales características de la familia en nuestro país y los procesos de cambio actuales. Ante la pregunta sobre por qué los matrimonios están disminuyendo, la unión libre aumentado y cómo la cultura digital está impactando a los jóvenes al momento de tomar una decisión trascendental, como lo es el matrimonio, este capítulo resultará de especial interés.

    El segundo capítulo, La familia en la pandemia, brinda un panorama sobre cómo la vida de las familias mexicanas se ha visto trastocada en distintas esferas. Los números pueden parecernos fríos, pero dicen mucho: México se encontró dentro de los primeros cinco lugares a nivel mundial en el número de defunciones. Esto impactó sin duda a las familias, donde quedaron en orfandad más de 130 mil menores, quienes perdieron a su padre, madre o ambos.

    El sector salud fue sin duda uno de los más rebasados. La pandemia puso de manifiesto que un servicio tan básico como el de la salud debe ser una tarea de primer orden. Los débiles castillos del sistema de salud se vieron fuertemente golpeados e incapaces de atender, al mismo tiempo, a las personas contagiadas y a aquellas que ya tenían alguna enfermedad o condición que requería de atención médica y que no pudieron recibirla, ya sea porque los hospitales habían sido reconvertidos, porque no contaban con los suficientes insumos médicos o porque existía un fuerte temor de contagiarse en esos espacios. La pandemia se convirtió en el más grande reto de la medicina contemporánea. Sin duda, otro de los resabios que dejó la pandemia fue la fuerte afectación en la salud mental de todos aquellos que vivieron alguna situación límite: la pérdida de un ser querido, la incertidumbre ante el desempleo, la ansiedad generalizada y más. Ahí la familia fue la primera en extender su mano. Tenemos ahora la oportunidad de sentar las bases para re-pensar y aprender a vivir la salud y la enfermedad con una conciencia más amplia de su valor para la vida personal y para la sociedad.

    Una de las medidas tomadas en casi todo el mundo para paliar la transmisión del virus fue el cierre de las escuelas. Lo que comenzó como una suspensión repentina de las clases presenciales se prolongó por casi dos años. Dos años en los que los padres se convirtieron en profesores y los comedores en aulas. En el mejor de los casos, algunos –la minoría– pudieron seguir con su instrucción académica en línea, mientras que otros, quienes no podían costear la compra y mantenimiento de varios dispositivos electrónicos, tuvieron que decidir entre quiénes tomaban clase y quiénes se educaban con los pocos recursos con los que contaban sus padres. No hay que dejar de lado que, en cualquier caso, el distanciamiento social no es el mejor ambiente para el aprendizaje, pero es posible rescatar el re-encuentro

    que se dio en los hogares, el involucramiento de algunos padres con sus hijos. Ahora toca que las autoridades, padres y sociedad civil diseñen políticas eficaces y herramientas educativas que contrarresten estos dos años a fin de que este golpe no abra aún más la brecha de desigualdad.

    La economía y el empleo se vieron afectados profundamente. Las cifras nos alertan sobre la cantidad de personas que perdieron sus empleos -formales e informales-, una de sus principales fuentes de seguridad. Pero no se trata sólo de lo económico, sino de la importancia vital que un empleo digno y formal tiene para el desarrollo individual y para la consolidación y fecundidad de las familias. Es un asunto de justicia social. El trabajo no sólo permite a las familias sobrevivir, sino desarrollarse, lo que requiere de condiciones dignas que abracen el respeto a los derechos laborales, la provisión de prestaciones y la provisión de ingresos suficientes. Nos encontramos ante la urgencia de humanizar el trabajo bajo una comprensión auténtica de su fin y del fin del dinero.

    En Más acá de la pandemia: ¿qué futuro nos espera? el doctor Alberto I. Vargas nos propone hacer una valoración antropológica de este momento histórico y de cómo la libertad humana se ha visto interpelada. Nos dice que hay una pandemia más profunda que aún no termina donde todavía hay virus silenciosos por descubrir. A lo largo de su intervención, el autor reflexiona sobre el futuro, la intimidad, el miedo -muchos tipos de miedo-, y la angustia, ofreciéndonos la oportunidad de repensar un nuevo mundo, pero sobre todo de una nueva humanidad, contemplando realidades abiertas.

    El tercer capítulo, La oportunidad del Estado, es el apartado destinado a hablar sobre las deudas pendientes de los poderes públicos con la familia". Si bien las familias son una estructura viva, con voz, capaces de dirigir su camino, no todo lo pueden lograr por sí mismas. Existe una estructura más amplia que enmarca el tipo de intervenciones políticas y el sistema jurídico vigente.

    Una familia no puede sólo con su voluntad salir de la pobreza, acabar con la violencia o fortalecer el sistema de salud. Requiere que el Estado participe activamente en la formulación de políticas públicas que trabajen por su bienestar. La gran pregunta es, ¿hasta qué punto debe intervenir el Estado en la familia? Si sostenemos que las familias tienen un fuero interno que debe ser respetado, ¿no resulta contradictorio que exijamos al Estado que participe para salvaguardarlas? Para responder esas preguntas recuperamos los enfoques de perspectiva familiar, política familiar y política social familiar a fin de clarificar el tipo de intervenciones de política pública que puede erigir el gobierno. Posteriormente, tomando como ejemplo el caso de la corresponsabilidad, el trabajo de cuidados y la participación de la mujer en el espacio público, entramos en la discusión medular: hasta dónde debe el Estado inmiscuirse en la familia.

    La protección de la familia recae también en nuestro sistema judicial. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (scjn) es el máximo tribunal constitucional de nuestro país. Ahí se toman decisiones que sin duda pueden abrir o cerrar puertas. Reconociendo eso, en este apartado se reflexiona sobre las principales decisiones que se han tomado en el Pleno y en las Salas durante el periodo de la pandemia, analizando si los jueces han actuado velando por la dignidad de la persona en todas sus etapas y cómo cada resolución ha impactado en la familia. Durante este tiempo, la scjn se ha pronunciado respecto a los no nacidos, el aborto voluntario y el ejercicio de la objeción de conciencia; la maternidad subrogada y el cambio de género en las actas de nacimiento en los menores de edad; y el concubinato y la poligamia conocida ahora como poliamor. No sorprende que respecto a los adultos mayores no haya habido ningún asunto relevante, pues es signo de algo de lo que somos testigos: una población vulnerable olvidada.

    El cuarto capítulo se presenta como un apéndice. La sociedad civil que ayuda y necesita ayuda es un apartado que nos ayuda a recordar que la pandemia también ha golpeado a quienes se dedican a ayudar. Con el cierre temporal de sus instalaciones, la imposibilidad de trabajar en tierra cara a cara con las personas y la cancelación de sus financiamientos, cumplir con sus tareas ha sido particularmente complicado y en algunos casos imposible. Sumado a ello, se enfrenta a un gobierno que parece tener una animadversión directa hacia ella.

    Finalmente, en el quinto capítulo, La esperanza de la Iglesia, el doctor. El presbítero Guillermo Gutiérrez nos recuerda que a pesar de las heridas que ha dejado la pandemia y los datos que refieren que actualmente los jóvenes muestran una resistencia a unir sus vidas

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