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Recursos humanos en guerra: Tomo 1: Aprendiendo del pasado
Recursos humanos en guerra: Tomo 1: Aprendiendo del pasado
Recursos humanos en guerra: Tomo 1: Aprendiendo del pasado
Libro electrónico481 páginas5 horas

Recursos humanos en guerra: Tomo 1: Aprendiendo del pasado

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Estudiar historia es, sin duda alguna, una fuente de nuevas estrategias para utilizar en la gestión integral de recursos humanos ¿Acaso San Martín al crear el Regimiento de Granaderos a Caballo no creó estructuras, administró recursos escasos y lideró personas transmitiendo un propósito colectivo? ¿No fue el victorioso Comandante Nelson un hábil comunicador y previsor al saber que su rival era uno de los grandes capitanes de la historia? ¿Qué sería del mítico y legendario mundo griego si trescientos espartanos no hubieran intentado frenar el avance persa en las Termópilas?
Todos aquellos que día a día trabajan en áreas de recursos humanos gestionan en escenarios complejos poniendo en juego recursos escasos, liderazgos, influencias, estrategias, tácticas y narrativas. Tienen, al final del día y salvando distancias, muchos espacios de conexión con esos grandes capitanes de la historia que han marcado a fuego el rumbo de pueblos dejando huellas de moral y estrategia a cada paso. Este libro es un intento por conectar la historia con el área de recursos humanos. Un intento novedoso por acercar a San Martín, Napoleón y Milcíades con cada profesional del área de recursos humanos que pone en juego su corazón y mente para que las organizaciones y sus miembros tengan una armoniosa relación. Encontrarán aquí cien patrones de comportamiento tomados de la historia con una única finalidad: continuar el proceso evolutivo de nuestra querida profesión.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 ene 2023
ISBN9789878387666
Recursos humanos en guerra: Tomo 1: Aprendiendo del pasado

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    Recursos humanos en guerra - Martín Saiz

    A la Memoria de Roberto De León Sánchez y a la Figura de Carlos Aldao Zapiola, mi principal referencia en la profesión.

    PARTE 1: INTRODUCCIÓN

    A.1 Prólogo de Miguel Ángel Martínez

    Estamos ante un libro que podría definir de maravilloso. Y no es un adjetivo elegido al azar ni menor, ya que su secreto se encuentra en la originalidad de hacer frente al tema de los recursos humanos y la historia. Dos cuestiones que a primera vista no tienen nada en común entre ellas. Por el contrario Martín Saiz, en una brillante estrategia logra descubrir los puntos en común. De la lectura de la obra se puede comprobar el rigor historiográfico utilizado por el autor para abordar distintas fuentes comparadas y aportar datos en la construcción de esta relación bifronte.

    Está escrito en un lenguaje accesible para distintos públicos con la intención de no ser, solo un libro técnico de recursos humanos sino un viaje a la historia para entenderla y proyectarla al futuro con gran maestría.

    Su currículum vitae, da un respaldo de seriedad a tan compleja trama, y me permito reproducirlo parcialmente ante la humildad del autor: Licenciado en Recursos Humanos, recibido con Diploma de HONOR en UADE, Maestría en Dirección de Recursos Humanos,también con Diploma de HONOR, Doctor en Administración de Empresas de UCA y Doctorando en Historia de la Universidad Di Tella.

    Como sé que la vanidad no es su fuerte, debo delinear su perfil profesional para que el lector desprevenido se sienta tranquilo de la responsabilidad con que está encarado el libro.

    Este primer tomo nos prepara en las experiencias del pasado, para entender el presente y su continuación, en un segundo tomo, nos pone al frente de los desafíos futuros. Con un análisis minucioso y erudito de todas las fuentes disponibles, logra efectuar aportes novedosos y dinámicos.

    Qué mejor momento para recordar las palabras de Don José Francisco de San Martín al referirse al estudio: la ilustración y fomento de las letras, es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos. En esta senda va mi amigo.

    Felicito cálidamente al escritor por este aporte a la bibliografía de los recursos humanos, de la historia y al espíritu sanmartiniano que lo guía en tan ardua labor, y auguro un genuino reconocimiento por la tarea realizada.

    MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ

    A.2 Palabras de Bernardo Hidalgo

    He tenido el privilegio de contar con Martín como alumno en la Maestría de Recursos Humanos en UBS –Uade Business School– durante 2011.

    Desde siempre incorporó miradas disruptivas y pensamientos diferentes los que incentivaban al grupo a desafiar sus propias visiones. Para la cátedra ha sido desafiante tener un espectador exigente que siempre iba por más.

    Este libro es un aporte diferente para pensar y repensar los vínculos entre las personas en entornos organizacionales. Las prácticas y las metodologías cambian, se adaptan, se perfeccionan y esto es una forma no vista hasta ahora.

    No se trata de un libro sino de varios. Por momentos me encontré leyendo hechos históricos descriptos con gran rigurosidad metodológica. Pero también descubrí un manual de prácticas que son de utilidad para el mundo actual. Martín los llama patrones los que permiten extrapolar la historia, ofreciéndonos una mirada diferente sobre la gestión de los recursos humanos en las organizaciones.

    Por este motivo sugiero que quien lo aborde haga una lectura inteligente, identificando aquellos fenómenos que pueda interesarle a partir de su búsqueda en el contenido.

    Como pequeño aporte a las preguntas que se hace Martín al comienzo, en el prefacio, me permito responder que este libro es para todos ya que el enfoque resulta enriquecedor no sólo para los especialistas en recursos humanos sino para las personas en general por su abordaje de los vínculos de éstos, estén dentro o fuera de empresas y en períodos de guerra o de paz.

    BERNARDO HIDALGO

    A.3 Palabras de Luciano Mangini

    El rol de quienes tenemos la responsabilidad de llevar adelante la gestión humana en una organización está constantemente atravesado por la dualidad negocio-personas. Debemos velar por el sostenimiento de los negocios de la empresa y sus resultados, sin dejar de perder de vista que nuestra función tiene como objeto a los recursos humanos de la organización.

    Trabajamos en la sustentabilidad a futuro de la empresa, planificando entre otras cosas el personal necesario para lograr los objetivos de la organización, pero siempre pensando en que las decisiones que tomamos afectan la vida de nuestros colaboradores y sus familias.

    En toda organización hay etapas con más foco en uno u otro lado, pero la constante en nuestro rol es mantener el equilibrio entre negocio y gente, números duros y bienestar de los empleados. Por eso pensar la tarea de liderar Recursos Humanos desde la perspectiva del conflicto o de guerra como titula este libro puede resultar polémico y controversial, o también puede considerarse disruptivo e innovador.

    En mi caso, me siento muy cómodo con la última opción. Funciona como un disparador, un paradigma nuevo desde el cual pararse a la hora de analizar nuestra función como líderes no funcionales de las personas que componen nuestras organizaciones.

    La doble especialización del autor (doctorando en Historia, experto en la gesta sanmartiniana, licenciado y magister en Recursos Humanos, docente universitario en esta especialidad) genera como resultado que de manera magistral nos vaya llevando capítulo a capítulo a tener una mirada diferente sobre cada una de las acciones bélicas que relata este libro, enlazándola con patrones de comportamiento aplicables a la gestión de personas.

    Sin embargo el resultado final, el hilo conductor que encontré en esta obra, no es la guerra, San Martín ni los Recursos Humanos en sí. Este libro es un Manual de Estrategias y Tácticas aplicada a nuestra profesión.

    Haciendo referencia entre otros a Clausewitz en su libro De la Guerra (también mencionado por el autor en próximas páginas), en todo conflicto bélico se proyectan escenarios y resultados posibles, se evalúan y deciden qué batallas combatir y cuáles no, se determinan los mejores momentos para actuar, qué líderes estarán involucrados, qué apoyo es necesario por parte del pueblo (y cuanto de ese apoyo podemos lograr), y la motivación moral y profesional de nuestras tropas para lograr el objetivo buscado. Estos principios fundamentales de la eficacia de la estrategia, son aplicables casi literalmente a la gestión organizacional, cambiando los vocablos batallas por gestiones, combatir por realizar, pueblo por stakeholders y tropas por equipos. Pero también Clausewitz dice que la estrategia no asegura la victoria, si no hay tácticas derivadas de esa estrategia que sean bien implementadas.

    Podemos mencionar muchos ejemplos en la historia de batallas muy bien planteadas desde lo estratégico, pero pobremente implementadas desde lo táctico, con la consiguiente derrota militar inevitable.

    Y obviamente también podemos mencionar muchas estrategias organizacionales planificadas correctamente, que a la hora de llevarlas a la práctica fallan por falta de competencias necesarias en el equipo o líder que las ejecuta. Por eso este libro nos hace recorrer constantemente el camino de la estrategia a la táctica, comparando los escenarios bélicos proyectados por los mandos militares con las acciones de combate reales que terminaron sucediendo en esos campos de batalla. Y al final de cada capítulo, asociando ambas, la estrategia y la táctica, con los patrones de comportamiento que el autor encuentra aplicables a la gestión de personas.

    Desde mi más humilde impresión personal, es una obra que terminará siendo de consulta en la biblioteca del profesional de Recursos Humanos, para subrayar, para resaltar y marcar capítulos. Una hoja de ruta con ejemplos de buenas y malas decisiones, con estrategias exitosas y erróneas, pero principalmente con reflexiones que nos ponen a pensar en nuestras propias acciones como conductores de equipos, algo que finalmente nos llevará a ser mejores líderes, para nuestros colaboradores y para la organización en la que trabajemos.

    LUCIANO MANGINI

    A.4 Prefacio

    Todo aquel que se interese en esta obra podrá preguntarse ni bien tome contacto con ella a quienes está dirigida. ¿A profesionales de recursos humanos? ¿A historiadores? ¿A amantes de la historia? ¿A managers de distintas especialidades interesados en la gestión de recursos humanos? ¿Al público en general? Probablemente pueda ser de interés para todos los públicos mencionados; a los historiadores y amantes de la historia les permitirá conocer el mundo de los recursos humanos. A los profesionales de recursos humanos les permitirá acercarse a la historia e incorporar una nueva visión y a los managers de distintas disciplinas les permitirá conocer ambas, tanto la gestión de recursos humanos como los hechos históricos seleccionados. Les ofrezco a todos ellos un amplio espectro de cien patrones de comportamiento para considerar su aplicación en la gestión diaria de sus negocios.

    Hace algunos años los caminos de estas dos pasiones empezaron a entrecruzarse. El límite ya no era tan claro en mis ideas. Cada vez que leía sobre alguna batalla o guerra de la historia, al instante surgían aplicaciones a recursos humanos o a situaciones de negociación laboral que pensaba podrían resultar efectivas ¿Acaso un escenario de guerra no guarda similitudes con la gestión de recursos humanos? Si bien en el área no tomamos decisiones que impliquen muerte, ¿en ambos escenarios no hay líderes, mandos medios, equipos de trabajo, recursos escasos, objetos de negociación, disciplina, compromiso, identificación, misiones, impactos colaterales, escenarios y lo más importante de todo, no hay personas con toda la incertidumbre y volatilidad que ellas conllevan?

    No habiendo bibliografía que relacione la historia con los recursos humanos ni debates en los círculos de la profesión sobre esto, empecé a considerar la siguiente hipótesis; analizar hechos históricos puede convertirse en una fuente de nuevas estrategias y maniobras para utilizar en la gestión de recursos humanos.

    La hipótesis resultaba ambiciosa pero no imposible. Porque nunca nada lo consideré imposible. Establecida la misma como objetivo principal de la obra, el proceso de escritura comenzó por seleccionar las batallas y guerras que serían objeto de análisis para identificar allí patrones de comportamiento y estudio a considerar para la gestión de recursos humanos. Aunque no lo crean, esta tarea introductoria me fue casi imposible al punto de poner en riesgo la continuidad del proyecto. El universo fue enorme, porque lamentablemente hemos tenido miles de conflictos armados de grandes dimensiones en nuestra historia. Luego, en una inmensa cantidad identificaba de primera mano patrones. Ante esto, el criterio para la toma de decisiones fue la riqueza de patrones de comportamiento a identificar, la importancia del conflicto para la historia y por último y tal vez el más decisivo, mi gusto personal.

    Una vez seleccionadas las batallas y guerras, comenzó la búsqueda de bibliografía sobre las mismas. Todo lo resumido a lo largo del libro cuenta con sus referencias bibliográficas, aunque los verdaderos aportes se encuentran en las aplicaciones y reflexiones sobre recursos humanos.

    Comencé por resumir las batallas y guerras en distintos capítulos para luego recorrer una por una intentando identificar los mencionados patrones de comportamiento y estudio de utilidad para la función de recursos humanos. Por último, el proceso de escritura tuvo su cierre con reflexiones sobre la profesión de recursos humanos, su perfil actual y futuro y más importante aún algunas ideas personales sobre el trabajo, la historia y la guerra.

    Yendo a la introducción específica del libro, vale decir que todo aquel interesado en la gestión actual de recursos humanos puede encontrar muchos libros y artículos sobre el tema, considerando además los constantes congresos y encuentros que se generan para debatir sobre el presente del profesional de recursos humanos y principalmente, su rol futuro. No desmerezco tal interés, de hecho lo comparto y me desvela en términos profesionales. Sólo considero que para hablar del presente y del futuro, primero hay que conocer y entender el pasado.

    Invito a quien le interese, el libro Dos siglos de recursos humanos en la Argentina del Dr. Carlos Aldao Zapiola para conocer cómo hemos llegado al actual nivel de evolución del área, así como también a leer cualquier libro de los cientos que existen sobre la historia del movimiento obrero argentino. Mi objetivo de identificar patrones de comportamiento y estudio no busca aleccionar en el presente sobre sucesos del pasado. La historia no alecciona, la historia no es la maestra de la vida. Pues si la historia fuera realmente la maestra de la vida, no se cometerían los errores que suelen cometer las sociedades y sus dirigentes y nosotros los historiadores seríamos no sólo asesores sino sacerdotes infalibles de gobernantes y gobernados¹. Debemos en pos de evolucionar la gestión del área y nuestro rol organizacional, conocer sobre nuestra historia y construir sobre lo edificado por nuestros antecesores. Sino incorporamos esta visión profesional en relación a nuestra riquísima historia laboral argentina existirá la posibilidad de repetirnos en errores del pasado y no comprender integralmente cómo y porqué llegamos al presente sistema de relaciones laborales.

    Aclarada la cuestión aleccionadora de la historia en relación a los recursos humanos, queda por establecer la importancia de la mirada del presente, ya que los aportes que se realizan en el libro están pensados por y para la actualidad y el futuro. Los historiadores manifiestan la dificultad de analizar el presente con rigor histórico porque se carece de perspectiva temporal y por ende las trampas de la subjetividad pueden desviar la correcta interpretación. Estuve siempre atento a esta cuestión, aunque valoré mucho más las palabras de Tucídides al explicar su brillante narración sobre la guerra del Peloponeso: …más en cuanto a las cosas que se hicieron durante la guerra no he querido escribir lo que oí decir a todos, aunque me pareciese verdadero, sino solamente lo que vi por mis ojos y supe y entendí por cierto de personas dignas de fe, que tenían verdadera noticia y conocimiento de ellas. Porque los mismos que están presentes en los hechos hablan de diversa manera, cada cual según su particular afición o según se acuerda. Mi historia no será muy deleitable ni apacible de ser leída u oída. Más aquellos que quieran saber la verdad de las cosas pasadas y por ellas juzgar y saber otras tales y semejantes que podrán suceder en adelante no es componer farsa o comedia que de placer por un rato, sino una historia provechosa que dure para siempre. Alineado con esta postura, aspiro a transmitir ideas y experiencias vividas sólo por mí y no a través de otros.

    Los profesionales de recursos humanos enfrentamos por estos tiempos contingencias y coyunturas de las más diversas, teniendo cada vez más la necesidad de acudir a cuanta fuente de conocimiento sea necesaria para resolver los problemas derivados de la gestión del personal. Sin diferenciar ninguna función de recursos humanos, todas presentan dificultades derivadas de las complicaciones de nuestros dos principales objetos de estudio: el hombre y el trabajo. La historia es el estudio del devenir del hombre, y la gestión de recursos humanos es la disciplina que estudia y gestiona la actividad del hombre en su trabajo. Valen las palabras de Bárbara Tuchman en su libro Cómo se escribe la historia: la respuesta radica en lo que yo llamo la variable desconocida, esto es, el hombre. Los seres humanos son siempre y finalmente el tema de la historia. La historia es la trayectoria del comportamiento humano, el tema más fascinante de todos. Me resulta reconfortante sentir que la historia viene determinada por el ilógico comportamiento humano.²

    A modo de cierre del presente prefacio, la principal motivación para realizar este libro fue dar forma a una relación que sostengo debería dar mucho rédito de aquí en adelante: la historia y los recursos humanos. A la luz de los tiempos que corren, los profesionales de recursos humanos ya ocupamos un lugar preponderante dentro de las estructuras organizacionales que debe ser redefinido constantemente para no caer en desgracia y resignar el lugar ganado. Espero mi amor por ambos, la historia y los recursos humanos, sea un puntapié para evolucionar nuestra querida profesión.

    MARTÍN SAIZ

    1 Félix Luna: 1993, 276.

    2 Tuchman: 1981, 293.

    A.5 Tomo 1: Aprendiendo del pasado

    Los romanos adoraban a un dios llamado Jano. Físicamente se presenta como un dios de dos caras del panteón celebrado por los collegia fabrorum de la época; bifronte lo llamaban también. Efectivamente una de sus caras miraba hacia el pasado y otra hacia el futuro, contemplando una tercera cara invisible que miraba hacia el presente. Uno de los principales simbolismos asociados a Jano enseña que para proyectar un futuro prominente es necesario mirar al pasado para no cometer mismos errores y por lo contrario repetir éxitos y buenas prácticas. Porque pasado y presente son parte de un continuo de una misma cosa.

    Estos años de trabajo me hicieron considerar un trabajo doble, ambicioso por demás. Dos tomos, uno dedicado al pasado y otro dedicado al futuro. Consideré necesario separar estas caras, porque realmente pienso que no puede entenderse una sin contemplar la otra. No imagino cómo podríamos pensar el futuro de nuestra profesión sin tener en cuenta el camino ya recorrido.

    El Tomo 1 de esta obra decidí titularlo Aprendiendo del pasado porque entiendo es el mayor provecho que puede sacarse de la historia. El Tomo 2 se titula Proyectando el futuro siendo su objetivo reflexionar sobre nuestro espacio organizacional en el contexto de la cuarta revolución industrial. Mi interesado consejo es considerar ambos trabajos como parte de un continuo, ya que pretendo compartir una idea final derivada de las dos miradas.

    Mirar para atrás en recursos humanos no es tarea fácil. Es una disciplina relativamente nueva en Argentina tanto en el plano académico como en el laboral, toda vez que existe un consenso alrededor de las privatizaciones y la llegada de las multinacionales como los principales dinamizadores del área y ese momento fue hace tan sólo treinta años aproximadamente.

    Existen libros, aunque pocos en relación al caudal de investigaciones académicas y producción literaria que se encuentran a disposición en Estados Unidos o en Europa. Y aun así, nos costaría llenar todos los estantes de una biblioteca tradicional. Esto no sucede en espacios considerados ciencias tales como la psicología, la historia o la filosofía, sólo por citar algunos ejemplos. Los trabajos sobre recursos humanos suelen encuadrarse dentro de la ciencia administrativa, sin embargo vuelvo a enfatizar en la imposibilidad de considerar un caudal difícil de conmensurar, cuestión que sí sucede en los espacios mencionados anteriormente.

    Es por esto que al utilizar la cara de Jano que mira al pasado, la bibliografía no es vasta ni los años de trayectoria de nuestra profesión tampoco. Tampoco es un desierto, más no creo que la mayoría de lo disponible sean obras lejanas a lo testimonial o a la experiencia particular de los autores. Las derivaciones de la palabra empirismo son un punto común en los trabajos sobre recursos humanos.

    Tal vez nada tenga de malo que la base de nuestro cuerpo de conocimiento sea el empirismo, en otras palabras, la práctica profesional misma. No estoy de acuerdo en que lo sea por completo. Dotar de cientificismo a nuestros programas estoy convencido nos elevará mucho más dentro de la academia. Es por eso que al mirar atrás, al observar nuestra historia, la ausencia me llevó a intentar algo novedoso: conectar a la historia con recursos humanos. Conectar una ciencia con nuestra disciplina.

    Intenté, sin vergüenza alguna, generar conocimiento abordando la historia. Lejos de utilizar métodos de investigación histórica, sino abordándola de una manera heterodoxa. De allí traté de sacar provecho para construir un futuro promisorio en la gestión de recursos humanos.

    Luego de intentar, aspiré a ofrecerle al lector interesado una visión continua de la profesión que permita aprender del pasado y proyectar el futuro. En este primer tomo, los invito a viajar en el tiempo y aprender la gestión integral de recursos humanos llevada a cabo por atenienses, espartanos y nuestro Padre de la Patria y Honorable General Don José de San Martín.

    Los espero al final del primer libro, para aventurarnos al futuro de los recursos humanos en el contexto de la cuarta revolución industrial.

    MARTÍN SAIZ

    A.6 Agradecimientos

    Realizar este libro requirió muchos años de mi vida, siendo siempre un proyecto paralelo a las obligaciones laborales, académicas y personales. Al haber pasado tantos años, debo admitir que a lo largo de todo el proceso muchas personas han aportado su grano de arena a esta obra. Algunas de ellas de maneras muy peculiares y definitivamente imprevistas.

    Respetando la estructura que caracterizó a la obra, he decidido organizar hasta los mismos agradecimientos. En términos laborales, valgan los apoyos inestimables de Roberto De León Sánchez. Habiendo sido mi primer Director General, indudablemente sus enseñanzas han excedido lo laboral al punto de haber compartido algo mucho más fuerte que una amistad. Sé que en la eternidad siempre estará apoyándome. Agradezco a Alejandro Scotti también, quien ha apoyado desinteresadamente mi desarrollo profesional siendo el primero que confió en mí allá lejos en el tiempo. Mismas palabras recaen sobre Carolina Osinalde. Bernardo Hidalgo tuvo, hace tiempo ya, un noble gesto conmigo que no voy a olvidar: por eso palabras suyas inician este libro. Luciano Mangini es otro colega que conocí hace poco tiempo, pero su interés por la profesión y sus esfuerzos por hacer crecer la disciplina merecen mis respetos: por eso palabras suyas también inician esta obra. Nicolás Morales, Damián Tomassi, Martín Llamas, Javier Noguera, Federico Martínez, Ailén Sincich y Natalia Carrara, merecen un agradecimiento particular ya que juntos compartimos nuestros días laborales. En la misma línea laboral Diego Ruiz, Julián Cancio, Marcelo Fridman, Martín Ramirez, Sebastián Chaar y Alejandro Werner. Todos ellos, sin darse cuenta creo, me ayudan desde hace tiempo a ser no sólo mejor en mi profesión sino también a ser mejor persona. Por último, recae un especial agradecimiento en Silvina Castro, quien diariamente me soporta y me enseña por igual. Sin su apoyo profesional y personal, tampoco podría crecer.

    Quisiera dedicar en el apartado académico unas palabras a alguien que cuando yo era un adolescente marcó caramente mi carrera estudiantil al punto de convertirse en el artífice motivacional de mi carrera docente. Roque (nunca supe su apellido) fue mi profesor particular de química y física en la secundaria. Era docente de escuelas públicas en zonas extremadamente humildes y en sus momentos libres daba clases particulares para sumar ingresos. Su valía vocacional era tan grande y la pasión que transmitía era tal, que sin dudas influyó en mi vida académica posterior. Nunca más tuve contacto con él y terminada la secundaria, supe que falleció de manera repentina. Siempre lo llevaré en mis recuerdos como una referencia; sean estas líneas más que un agradecimiento un humilde homenaje.

    Los agradecimientos personales seguramente son los más importantes. A diferencia de los laborales y académicos, los familiares son los que conocen a uno íntegramente soportando absolutamente todo. Este primer agradecimiento sin dudas no cabe en estos parámetros familiares, porque la persona no lo es. Aun así, su influencia en mí ha sido tal que decidí incluirlo en este apartado porque así lo siento. El Dr. Carlos Aldao Zapiola fue profesor de mi maestría en dirección de recursos humanos y el tutor de mi tesis final. Se convirtió en mi principal referencia profesional, académica y sin sus influencias este libro no hubiera existido. Gracias por compartir conmigo proyectos, tiempo, por ser mi tutor, por compartir la pasión por la historia y por transmitirme esa voluntad constante de ir siempre por más. En iguales términos, debo agradecer a Miguel Ángel Martínez quien me hizo parte de sus proyectos personales e impulsó mi crecimiento en varios ámbitos de mi vida. Su pasión por San Martín no tiene límites y él sabe que lo quiero mucho. Tener sus palabras en la introducción del libro es un gran honor.

    Otro grupo de personas me han influido de sobremanera desde hace ya varios años. Cada uno de ellos con sus diversas miradas y concepciones derivadas de su experiencia y formación han sido sin dudas parte de una de las mejores elecciones de vida que he realizado. Ustedes saben quiénes son y sus brillos justos y perfectos siempre han acercado luz a mi camino. Gracias a todos ustedes.

    Los amigos de la infancia merecen un párrafo aparte por haber aportado también, cada uno a su manera, un grano de arena. Enrique, Alfredo, Diego, Carlos, Emanuel, Darío, Mariano, todos ellos han contribuido a mi formación y al apuntalamiento de amistades que han perdurado hasta estos días. De manera indirecta, han contribuido a mis ideas de vida plasmadas en este libro también. La familia de mi esposa merece un agradecimiento especial; al abrirme las puertas de su casa hace ya tantos años han compartido conmigo mucho más que conocimientos. Haciéndome parte de su familia, bancándome horas de aislamiento por lecturas y generando espacios de debate de ideas, merecen mi agradecimiento también.

    Llegando así al círculo más íntimo, mi hermana fue la primera influencia vocacional al convencerme de estudiar recursos humanos terminada la secundaria. Fue la primera referencia profesional y eso no se olvida. Sin su apoyo constante y desinteresado, no hubiera logrado mucho de lo hecho. Mi madre es y será siempre el principal apoyo incondicional en todos los ámbitos de mi vida, habiendo sido indispensable para todo lo recorrido. Como bien siempre dice, el que da, recibe. Estas líneas no son una devolución a lo dado por ella, pero valgan como un reconocimiento más que como un agradecimiento. El último componente de mi familia aunque no menos importante es mi padre. Valga mi agradecimiento por toda la enseñanza formal sustentada y por el principal legado de vida que me ha dejado: ser enfermo de San Lorenzo.

    Por último y el mayor agradecimiento, va dirigido a mi incondicional compañera de vida Elizabeth. Su alto nivel intelectual y su inteligencia inconmensurable la dan un brillo propio generado internamente, no por resplandor. Sus aportes a partir de su formación como politóloga le dieron a este libro un valor diferencial. Gracias por andar juntos a la par, por la humildad intelectual y por el cariño constante e inestimable que recibo cada día.

    MARTIN SAIZ

    PARTE 2: BATALLAS DE LA HISTORIA Y LOS RECURSOS HUMANOS

    B.1 Introducción

    En este apartado se resumieron trabajos de historiadores e investigadores sobre determinadas batallas, para identificar patrones de comportamiento y estudio útiles para la gestión de los recursos humanos. Todos los capítulos presentan una estructura formada por un resumen de la batalla y luego, a continuación, un análisis en relación a recursos humanos.

    Ha sido difícil elegir batallas y guerras, a la luz de la cantidad que han tenido lugar en la historia. Las distintas etapas de la historia presentan conflictos de todo tipo y con las más variadas razones de ocurrencia, siendo algunas incomprensibles como el motivo de inicio de una contienda. Más allá de esto, todos los enfrentamientos presentan algún patrón de comportamiento o estudio digno de analizar.

    En primera instancia, se analizaron las batallas del General Don José de San Martín. Héroe de la independencia americana, libertador y prócer máximo de nuestra patria,

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