Dicen que Warren Buffet acostumbraba a conceder el tiempo que tardaba el ascensor en subir a la planta donde teía su despacho para que los candidates le explicaran sus ideas de inversión. Mito o realidad, lo cierto es que el llamado elevator speech o elevator pitch se ha convertido en toda una ciencia de la presentatión empresarial que en Estados Unidos ha creado ya escuela. A menudo la dinámica de los negocios hace que tengamos que vender nuestra idea en muy poco tiempo, en apenas unos minutos.
Y, como dice el refrán, la primera impresión es lo que cuenta. Lo que consigues con esa impresión initial no es cerrar un trato, sino comprar tiempo, pasar al segundo nivel para poder exponer tu proyecto. Está demostrado que muy buenas ideas mal expuestas en la forma no llegan a ninguna parte y, al revés, proyectos medios bien presentados pueden llegar muy lejos.
ES TU ÚNICA OPORTUNIDAD
Pocas cosas hay que un empresario o alto directivo valore más que su tiempo. Por eso si somos capaces de resumir una idea, proponer un proyecto, vender un negocio o presentar nuestra empresa en cinco minutos habremos conseguido ya la mitad del trabajo. No hay que olvidar que lo que hagas en el primer intento determinará el futuro de la