Brisa y rocío: Plegarias para orar y celebrar en Adviento y Navidad
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Florentino Ulibarri Fernández
Conocer, gustar y vivir la Palabra: Sugerencias para orar con el Evangelio Ciclo A Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConocer, gustar y vivir la Palabra: Sugerencias para orar con el Evangelio Ciclo B Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAl viento del Espíritu: Plegarias para nuestro tiempo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEncrucijadas y encuentros: Plegarias para orar y celebrar en Cuaresma y Pascua Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMomentos y lugares con duende para orar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConocer, gustar y vivir la Palabra: Sugerencias para orar con el Evangelio Ciclo C Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Brisa y rocío
Libros electrónicos relacionados
Maná: Hay Esperanza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlabanzas Y Poemas a Mi Salvador Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJesús de Nazaret Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Somos Tierra Santa!: La paz de Melville Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Mirada de la Infancia Corre, corre Niño Pastorcillo Vegano Vegetariano Rescata tus Ovejas: Los Hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes y Viajeros 13.Libro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsperanza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSemillas: De Fe... Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCamino, comunión y vida: Notas al pie de la Senda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa estrella de belén Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTensión del junco: (Poemario) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa fuente de la vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeví el publicano I el plan secreto: Leví el publicano, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesÉste es mi hijo amado: Homilías Ciclo A Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOh capitan mi capitan Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Camino espiritual: Diálogos con el Sabio, #1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La túnica inconsutil: El corazón de Jesús en la Pasión de Cristo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Hijos de los Peregrinos Pioneros Caminantes: La pequeña Peregrina Palomita de la Paz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Profeta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGetsemaní hojas curativas del jardín del dolor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Jardín De Sumati Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Profeta (Traducción: David De Angelis) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRoser de tot l'any Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn La Redondez Del Tiempo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNavidad: Dios apuesta por la humanidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTú eres mi canto, Jesús Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHorizonte de las Alondras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNuestra Señora en la poesía española actual: Antología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeshojando abril Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo eterno sin disimulo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras de devoción (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Cristianismo para usted
La oración: Experimentando asombro e intimidad con Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Comentario de los salmos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Devocional en un año: Los lenguajes del amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía esencial de la Biblia: Caminando a través de los 66 libros de la biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Desafío del Amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las cuatro estaciones del matrimonio: ¿En qué estación se encuentra su matrimonio? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conversaciones con Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración es la clave del éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi debilidad, Su fortaleza: La vida anclada en Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Textos fuera de contexto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Discipulado Biblico Guía de Estudio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual de liberación y guerra espiritual: Guía para una vida en libertad. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Ayuno - Una Cita con Dios: El poder espiritual y los grandes beneficios del ayuno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Demonología: Guía de Todo lo que Querías Saber Acerca de los Demonios y Entidades Malignas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ocho decisiones sanadoras (Life's Healing Choices): Liberese de sus heridas, complejos, y habitos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dios no tiene favoritos, tiene íntimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una mujer sabia: Principios para vivir como Dios lo diseñó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año con Dios: 365 devocionales para inspirar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El secreto de Salomón / Solomon's Secret: Encuentre la sabiduría para manejar sus finanzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Limpia tu mente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sé líder: 12 principios sobre el liderazgo en la iglesia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Cómo ordeno mi vida? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Búsqueda De Dios: Un Clásico Libro Devocional Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Usos y costumbres de los Judíos en los tiempos de Cristo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año en los Salmos: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No desperdicies tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dios te escucha: 365 devocionales de mujeres para mujeres Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mentiras que creemos sobre Dios (Lies We Believe About God Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Santa Biblia Reina Valera 1909 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Brisa y rocío
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Brisa y rocío - Florentino Ulibarri Fernández
Sumario
Presentación
Para su uso
Plegarias
A cántaros
A ti gritamos, Señor
A veces, Señor, a veces
¡Abre los sentidos!
Acércate a Belén
Afirmación de fe en Navidad
Ain Karem
Aire puro
Al terminar este año
Alabado seas por tu Palabra
Alguien viene
Allanad los caminos
¡Alzad la vista!
Andar por la vida cada día
Anhelando y preguntando como un niño
Ante la puerta
Aprendiendo de tu bautismo
¡Aquí estoy, Señor, tú sabes cómo!
Así
Aunque solo sea un momento
Aunque yo no lo viva
Aventar
Bendición a los niños
Bendición al iniciar el año
Bendición de Navidad
Bendición de Nochevieja
Bendición del árbol de Navidad
Bendición del belén
Bendición en nacimientos y bautismos
Bendición irlandesa para el inicio del año
Bendición para el día de Epifanía
Bendición para la cena de Nochebuena - 1
Bendición para la cena de Nochebuena - 2
Bendición para la cena de Nochebuena - 3
Bendiciones para el Año Nuevo
Bendito seas por siempre, Señor
Benedictus
Brisa y rocío
Cada día en la encrucijada
Callar, cerrar, abrir...
Callar, esperar, gozar
Caminar ya no es como antes
Caminos de Adviento
Cántico de Simeón
Canto de María tras la Anunciación
Carta a los Reyes Magos
Como uno de tantos
Concédeme el don de ser niño ante ti
Confesiones de Dios
Conversión
Corazones y corazones
Credo confiado
Cruzar el umbral
Cuando la Palabra se hace cuerpo
Cuando menos lo esperas
Cuando tú nada dices...
De María...
Deseos
Despiértanos, Señor
Dichoso quien tropieza contigo
Dios de exiliados y refugiados
Dios del silencio
Dios emigrante
¡Dios está muy cerca!
Dios nos ha tomado la delantera
Ejercicios para orar en Adviento
El testigo
En Belén
En el reverso de la historia
En el silencio de la noche
En este camino
En Navidad, buscar es mi oficio
Enséñame, Señor, tus caminos
Esas huellas...
Esperándote por si pasas
Esperar como María
Espiritualidad encarnada
Está mi puerta abierta
Esto es Adviento
Estrellas de Navidad
Excéntrico
Guíame, Señor
Hágase
Hasta que tú me alcances
He aquí la esclava del Señor
He salido a buscarte
Heme aquí
Himno de la Carta a los Colosenses
Hoy creo un poco más
Hueco que se ofrece
Hueco virgen
Imágenes de Adviento
Iniciar una vida nueva
Jardines del Vaticano
La niña de mis ojos
La puerta de esta casa...
La sorpresa
La voz que clama
Las cuatro velas de Adviento
Las velas de Navidad
Lecciones de Dios
Levántate, escucha, camina
Ligeros de equipaje
Llega la hora de la alborada
Llegará un nuevo día
Lloved, nubes, al Justo
Lluéveme, Señor
Los primeros gestos de Jesús
Luces en el camino
Magníficat
Marginación
¡Mira que eres loco!
Mira que estoy a la puerta...
Mirando las estrellas
Nanas
Navidad, a la vuelta de la esquina
Navidad es...
Navidad, muchas respuestas
Navidad para...
Navidad, tiempo para creer
Nazaret
No había sitio para ellos
No vivas como huésped
Noche de Dios, noche de paz
Nos despiertas y recreas cada día
Nos tomas en serio
Oración de Ana: Aquí estoy, Señor
Oración por los hijos
Padre nuestro esperanzado
Para anunciar el Adviento
Para anunciar la Navidad
Para estar contigo
Para no perderse en la vida
Para preparar tu venida
Pasa, entra
Peregrino de ilusiones
Por el don de la palabra
Por este tiempo tan propicio
Preparación
¿Preparados?
Profesión de fe con imágenes humanas
Programa para Adviento
Pronunciaré tu nombre
Que el año que nace...
Que nada pase por inútil
¿Qué pasa...?
¡Qué raro se nos hace!
¿Qué tenemos que hacer?
Quiero verte, Señor
Quisiera callarme, Señor
Reconocimiento
Regálame un nuevo reloj
Rocío
Rompes nuestros esquemas
Rondar
Rumor de ángeles
Sacramentos de tu presencia
Se hizo carne
Señales de Adviento
Si cantaras tu canción
Si volvieras...
¡Siempre estás!
Siete velas
Silla de mimbres
Sin prisas
Sin sueños, caminando
Soñando a la sombra del retoño de Jesé
También llegaron mujeres sabias
Te damos gracias con fuerza y ternura
¿Te importan...?
Ternura
Tesoros deseados
Testigos
Tiempo de anhelo y súplica
Todo mi ser se alegra y danza
Tomo la palabra
Tomo la palabra de nuevo
Tú das el primer paso
Tú eres...
Tu nombre
Tú nos salvas
Tus caminos
Un belén diferente
Un belén sorprendente
Un nuevo día
Una ciudad alegre
Una gran noticia
Una inmensa caravana
Una luz en el camino
Una vez más
Vacíos
Velando
Velas
Ven
¡Ven, Señor, no tardes!
Ven, Señor, y habítame
Verbos navideños
Voy a callarme, Señor
Vulnerables
Y cuando vengas, Señor...
Y desapareció la traba de su lengua
¿Y si tú fueras mi hijo...?
Ya llega nuestro Dios
Yo espero...
¡Yo sí te conozco!
Yo te saludo, María
Plegarias para domingos y fiestas
Créditos
Presentación
1. Adviento es tiempo de anhelo, ilusión y espera. Es un tiempo de ojos abiertos, de miradas largas como el horizonte y de pasos ligeros por oteros y valles. Es tiempo de anuncios, pregones y sobresaltos; de vigías, centinelas y carteros; de pregoneros, trovadores y profetas. Es el tiempo de las salas de espera, de los sueños buenos que soñamos y de los embarazos de vida.
Adviento es tiempo de salir y andar, ligeros de peso y equipaje, erguidos, libres y dispuestos, por las calles del mundo sin miedo; es tiempo de tocar la creación que se nos ofrece y saludar a la gente; de escuchar el rumor de la vida, dejarse empapar por ella, alumbrarla con luces divinas y regalar cántaros de esperanza.
Adviento es tiempo de luces, candiles y velas; de puertas y ventanas entreabiertas; de estrellas, susurros y sorpresas; de sendas, cayucos y pateras; de brisas que mecen y refrescan; de huellas en el cielo y la tierra y, también, en el corazón de las personas. Es tiempo de romper cadenas, saltar vallas y abrir cárceles y fronteras; es tiempo de cierzos y rosadas, y de hojas que vuelan y caen con buenas noticias.
Adviento es tiempo de pobres y emigrantes, de parias, exiliados y desplazados, de los desahuciados de sus casas que se mojan y empapan en la calle, y de todos los que no tienen nombre y malviven en el reverso de la historia. Es el tiempo de quienes caminan y sueñan, caen y se levantan, no llegan y rezan; de hogares que se renuevan y recrean, de las personas que disciernen serenamente y de las que sufren la crisis, más fuerte, a pesar de tantas promesas electorales. Es el tiempo de los hombres y mujeres que anhelan una vida nueva
Adviento es tiempo de iniciar o de retomar la partida, de promesas sembradas y florecidas, de tener la vida y la historia a flor de piel y mantenerse sereno y con sonrisa. Es tiempo de buena esperanza, a pesar de lo que vemos y nos anuncian los agoreros de la historia cada día.
Adviento es tiempo de caminos, sendas y autopistas de búsqueda y esperanza para recorrerlos a ritmo ligero, de la mano de Isaías, profeta de un mundo nuevo; de Jeremías, atento a los signos de los tiempos y sensible a la historia; de Juan Bautista, precursor humilde y consciente; de José, con la vida alterada por el proyecto divino y la persona que ama; de María, embarazada y con los ojos fijos en quien va a nacer en cualquier lugar y circunstancia.
Adviento es tiempo de volver con los pies polvorientos, el corazón enternecido y preñadas las entrañas; de contar lo que nos ha sucedido, escuchar a todos como amigos y cantar con voz humana alabanzas al Dios de la vida que nos visita y se queda. Es tiempo de estar en silencio contemplando el misterio y cuidando la vida que está floreciendo.
El refrescante rocío mañanero o la escarcha serena y gratis del cielo es su imagen; su símbolo, el tronco seco reverdecido, adornado por la corona de vida y las velas que alumbran y abren paso en la tiniebla; el lila, el color de su ropa y espera; la sombra del Espíritu, lo que nos protege en la travesía, y su brisa, lo que nos empuja a seguirla.
Adviento es tu tiempo y es mi tiempo; es nuestro tiempo para vivir como personas, como cristianos y cristianas, como hijos e hijas del Dios que nos ama, nos acaricia y preña; es tiempo de prepararnos para el encuentro con el Señor, que se encarna.
Discernir y abrirse a las señales de su llegada es nuestra tarea y esperanza. En este mundo que nos sobrecoge y en nuestro entorno más cercano, cada día afloran mil señales de vida. Pero hace falta estar despierto y hacer silencio, o entrar dentro de uno mismo, subir a los oteros y salir a los caminos, ser sabio y ser niño...
El susurro de la brisa, el murmullo del arroyo, el batir de las olas en la orilla, el olor de la tierra que descansa, el perfume de las plantas, las hojas que caen maduras, el rugido del mar bravío, el viento huracanado, el fuego que crepita, el canto de los pájaros y todos los ruidos de la naturaleza... son señales de un Adviento que se anuncia y llega gratuito.
La luz de la mañana que despierta, el sol que se levanta, el agua juguetona y cantarina, la tierra arada y sembrada, el atardecer que todo lo recoge, las estrellas que parpadean, las nubes que van y vienen, la luna con sus guiños y fases, los caminos que no desparecen, el rocío que viste prados y montes, esa silla pequeña y vacía... son señales de un Adviento que se anuncia y llega gratuito.
Niños que gimen y lloran, unos padres que se levantan, ancianos que sueñan y sueñan, jóvenes que viven y cantan, personas que acarician y aman, campesinos que esperan tras la jornada, trabajadores que cuidan y transforman, emigrantes en busca de la vida, solidarios llenos de ternura y vista, profetas de una humanidad nueva... son señales de un Adviento que se anuncia y llega gratuito.
Y, a medida que vamos leyéndolas, orándolas y viviéndolas, las señales siguen y siguen, y se multiplican... para vivir en esperanza y despertar esperanza.
2. Navidad es tiempo de gozo y vida, pues un niño nos ha nacido, Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros. Demasiado hermoso, pero Dios es así. No es un ser excelso y sublime al que no podamos llegar, sino alguien cercano, a nuestro alcance. Alguien tan pequeño como nosotros. Dios no pretende avasallarnos desde fuera; viene a nuestra vida indefenso, necesitado como un niño. Podemos acoger su misterio en nosotros, porque se nos ofrece en la ternura, con gratuidad, sencillez y amor. No hay que buscar señales externas o llamativas para reconocerlo. Sigue manifestándose en lo que es cotidiano y pobre pero está surcado de amor.
Navidad es tiempo de gracia y gratuidad. Dios se nos revela y ofrece gratuitamente y sin complicaciones; siempre da el primer paso derramando su ternura a nuestro lado; quiere que le entendamos, tiene puesta su complacencia en nosotros, se ha encarnado en nuestro mundo e historia y nos ama como solo él sabe amar. Su amor desborda todos nuestros tiempos y espacios.
Navidad es el tiempo de Dios-con-nosotros, del calor en el corazón y en los hogares, y hasta entre los pueblos y las naciones. Es el tiempo de la infancia recobrada, de la madurez adulta y de las promesas cumplidas. ¡Tiempo del misterio encarnado!
Navidad es tiempo de cartas y abrazos, de encuentros y familias unidas, de treguas y años nuevos. Es tiempo de paz y alegría, de murallas abiertas y estrellas luminosas; de lloros, despojos y vida desvalida. Es un tiempo de temporada: nos invita a juntarnos para salir a calles, plazas y mercados; a manifestarnos, a ser epifanía.
Navidad es también nuestro tiempo, el tiempo de todos, sin excluidos, pues todos somos hijos, hijas, y como tales hemos de vivirlo, aquí y ahora.
Cada año, una vez más, la Navidad viene a nosotros como noticia gozosa y también como encrucijada, como momento de encuentro y de decisiones, de parto y vida.
Ya sabemos junto a quiénes tenemos que buscar al que ha venido a estar con nosotros. Lo encontraremos siempre donde haya ternura y debilidad, pobreza y solidaridad. No hay otro lugar donde podamos aprehenderlo más que ese descampado de Belén de Judá, en el que un grupo de los que no saben, no pueden y no tienen está en vela en medio de la noche.
Navidad es rondar por esos lugares donde alguien ha nacido y empezado a existir para los demás; acercarnos a él sin intentar artificialmente vaciarnos de nosotros para parecernos a él, pues solo después de haber encontrado un tesoro se vende gozosamente todo lo demás, y