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Resiliencia
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Libro electrónico143 páginas1 hora

Resiliencia

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"Descarga este ebook ahora y lee las reflexiones que surgieron cuando el ave de la adversidad llenó de malos presagios el alma del autor, y este, en vez de doblegarse a ellos, los enfrentó y los convirtió en poesía".
En ese caos llamado oscuridad, encontró la luz de la poesía y se aventuró a ser libre, como un auténtico autodidacta, en la búsqueda del conocimiento y la creatividad poética. De allí salieron poemas sueltos que se pasearon por el mundo virtual. Hoy las historias compartidas regresaron llenas de experiencias, colmadas de vidas; y después de quitar, poner y acomodar, se juntaron para emprender un nuevo viaje, llamado: RESILIENCIA.

IdiomaEspañol
EditorialF.J. Malpica
Fecha de lanzamiento30 nov 2022
ISBN9781005643584
Resiliencia
Autor

F.J. Malpica

Florencio José Malpica (1965) Nacio en La Sabana,  Canoabo-Venezuela. Es Escritor y Poeta autodidacta, Ingeniero de Alimentos y Profesor con una especializacion en Educación Técnica y Profesional. Actualmente, labora como docente titular adscrito al ministerio de educacion. Recibió el diploma "nuevos escritores de Canoabo"; la mención estelar UHE, 2010, en el concurso "Homenaje al poeta virtual"; y el botón Ciudad de Bejuma por su trayectoria educativa. Ha publicado sus obras con el respaldo de Smashwords desde el año 2016.

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    Resiliencia - F.J. Malpica

    La palabra

    Hay poetas que nacen solos,

    otros vienen de estudiar las letras

    y están los que surgen de la palabra revelada

    o del misterio que se esconde tras la puerta.

    La vida te enseñará a ser poeta

    revelando versos en carne viva,

    cuando el mundo te arranque el corazón

    y sientas el frío del amor,

    como un pichón desabrigado,

    hambriento y abandonado,

    pía solo, en el vértice de una horqueta.

    Qué es aquello que nace con el peso del silencio

    y muere con la palabra que lo desterrará algún día;

    que nace bajo las sombras de la noche que muere

    y muere con la luz de un nuevo día.

    La cruz del camino es su destino.

    Lágrimas caerán donde antes había alegría.

    Verás ojos sin vida entre los rostros del viento

    y bocas sin lenguas flameando tormentos.

    Allí la conocerás, a ella,

    poniendo orden en tu mente incierta,

    transformando el sustantivo resiliencia

    o verbo no sustantivo contra la adversidad

    en un adjetivo para encontrar la verdad.

    El verbo hecho carne

    y la palabra hecha hombre,

    en la voz de aquel que no esconde

    ni las sombras con la que ha nacido.

    Serás un resiliente voraz

    amante de la palabra inquieta,

    aquella que animará tus versos

    saltando de tecla en tecla.

    La que de ti se enamorará

    tornándose en letra inversa,

    cambiando versos por besos

    como una chica coqueta.

    Por ella te enfrentarás al mundo,

    con ella la vida se te hará perfecta,

    sin ella serás un hombre iletrado

    y por ella serás un loco poeta.

    Ser bueno

    Vivimos en un mundo de injusticia

    donde la justicia peca por su gusto,

    atada a su mundo de prejuicios

    con el pañuelo que evidencia su invidencia.

    Para ser bueno

    no hay que ser demasiado amable,

    si no lo justo,

    no más allá de la frontera de lo confortable,

    donde lo bueno pasa a ser un disgusto;

    una sonrisa con la mueca de un gran susto,

    una moraleja con final desagradable.

    Para ser bueno, no basta ser bondadoso;

    debes reconocer la parte malvada y oscura

    de la naturaleza humana

    y en el libre albedrío de las cosas

    aceptar no ser parte de ella,

    de la alcurnia de las almas ensombrecidas.

    El hombre sobre la cruz entre otras cosas demostró,

    las cosas malas que le pasa a la gente buena,

    para que la gente mala goce de las cosas buenas,

    y aún, así optar por el perdón divino.

    ¡Porque el malo ha de arrepentirse

    por las cosas malas que ha hecho!

    ¿Pero el bueno porque ha de arrepentirse?,

    si este con lo malo no ha caminado ni un trecho.

    ¡Qué mundo loco, este donde vivimos!

    El bueno debe sentir la saña del mal

    en cuerpo y alma, ser justo,

    y pagar con arrepentimiento

    la vieja mancha que lo aqueja y quema por dentro.

    El malvado que de la mancha hizo su legado,

    al arrepentimiento acude condicionado

    a buscar en su oscuro corazón

    la luz que lo conduzca al divino perdón.

    ¡Bueno!, bueno es el ser por ser resiliente y valiente.

    ¡Malo!, malo es el ser por ser cruel y demente.

    ¡Qué mundo loco, este donde vivimos!

    Al cielo no se llega por las buenas obras,

    ni las malas obras te cierran sus puertas;

    el arrepentimiento es la llave

    y la verdad es el ajenjo de los lamentos.

    El bueno no tendrá más cargo

    que saborear lo dulce

    de una taza de café amargo;

    pero si sufre y llora, el malo en su arrepentimiento,

    pues, él libará la bilis que lleva la hiel por dentro.

    Pero los que saborean el pecado

    los que se revuelcan en él.

    ¡Esos llevan el demonio por dentro!

    Herederos son del infierno y sus aposentos.

    ¡Entonces!, yo te digo: olvídate del mundo.

    Conócete a ti mismo y se justo,

    así serás bueno; mejor aún con arrepentimiento.

    Serás un bondadoso alegre, ofreciéndole a la vida

    los sueños que nacieron contigo.

    Habrá sueños realizados,

    habrá sueños rotos

    habrá sueños de amor y paz

    y habrá sueños de libertad y alboroto.

    Caminaras con tus sueños acuesta

    cuando el mundo te eche al olvido,

    pero nunca olvides tus sueños,

    menos, aun, si están rotos o vencidos,

    porque los sueños rotos solo pesan al final de lo vivido,

    donde solo se mira atrás para contemplar el camino recorrido.

    La bondad es alegría, pero también es dolor en el alma.

    ¿y que es el dolor del alma?

    Es la aguda sensación eterna de un sueño roto.

    Mil trozos de vidrio etéreo

    que se acoplan en el claroscuro del tiempo

    formando un recuerdo que nunca muere.

    Que siempre regresa, que envejece contigo.

    Que revive en cada lágrima lo dulce de tu momento

    y que al final se disipa en el trago amargo que te dio la vida,

    ese destello de luz que se proyecta en el espejo del mar del tiempo,

    esa marejada de tristezas que derrapan de tus ojos

    y que regresan a los arrecifes de un corazón vencido

    para golpear con furia tu alma y romperse nuevamente en mil pedazos.

    No hay bondad sin dolor, sin sueños rotos;

    así como no existe el amor sin sacrificio,

    ni la oscura dificultad sin la luz de la resiliencia.

    El secreto del bondadoso efectivo es nunca darse por vencido

    ni dejarse comprar el alma por un error cometido.

    Su gran sueño, el más grande, sería ver todos sus sueños rotos

    salirse del costal y corretear alegres por los caminos del mundo.

    El mundo de mil caminos que te llevaran a Roma;

    con luces de neón, seductores rascacielos

    y del amor ni el cucú de una paloma;

    pero entre sábanas blancas la humedad transpira su calor.

    El mundo de Juan Gabino, ladrón de caminos,

    hecho de barro, sudor y aliento;

    el hombre de los mil cuentos de puras mentiras,

    y uno de verdad que te guiara a descubrir tu destino.

    Pero no te confíes del mundo

    y mucho menos si estás muy contento;

    y sí en algún momento con él te sintieras molesto.

    ¡Que se

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