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La mentira del Covid: - desenmascarada -
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Libro electrónico430 páginas5 horas

La mentira del Covid: - desenmascarada -

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Este libro es el primero que examina el fenómeno Corona en su totalidad y descubre muchas contradicciones. Una gran cantidad de información es corroborada con cientos de fuentes, poniendo en duda el relato oficial sobre el virus, la enfermedad y el significado de las medidas. Se revela el trasfondo político responsable del declive económico.

El libro responde a preguntas importantes como: ¿Puede la prueba PCR detectar las infecciones? ¿Con qué precisión? ¿Por qué las estadísticas muestran un número de casos demasiado elevado? ¿Cómo de peligroso es el virus realmente? ¿De qué murieron los "infectados de corona"? ¿Cuál es el beneficio y el perjuicio de las mascarillas? ¿Pueden ayudar los confinamientos y las reglas de separación? ¿Puede proteger la vacunación? ¿O hay que preocuparse por los efectos secundarios? ¿Estaba planificada la crisis? ¿Hubo preparativos? ¿Quién tiene interés en una crisis mundial? ¿A dónde nos llevará? ¿Está en peligro la democracia? ¿Qué será de nuestros derechos fundamentales?

A partir de miles de documentos, el autor ha investigado los hechos que no se mencionan en los medios de comunicación y los presenta de forma fácil de entender incluso para los profanos. A pesar de las explicaciones científicas, el libro se lee con facilidad, ya que el autor sabe aligerar el complejo tema con ocasionales comentarios irónicos.
IdiomaEspañol
Editorialtredition
Fecha de lanzamiento18 jun 2021
ISBN9783347340602
La mentira del Covid: - desenmascarada -

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    La mentira del Covid - Hermann von Bering

    ¡J'accuse!

    ¡J'accuse! - ¡Yo acuso! era el comienzo de una carta abierta escrita por el escritor francés Émile Zola al Presidente de la República Francesa en 1898. Se trataba del llamado Caso Dreyfus, un escándalo de espionaje político de enormes proporciones. La acusación de Zola fue objeto de un intenso debate que acabó por destapar el escándalo, condenar a los culpables y reformar la Constitución en aras de los derechos humanos.

    ¿Por qué empiezo mi libro con esta vieja historia? Porque hoy, una vez más, ha llegado el momento de posicionarse abiertamente sobre una tragedia que está provocando grandes sufrimientos a la humanidad en todo el planeta y que urge aclarar antes de que el mundo se vea abocado a una dictadura con el pretexto de una pandemia que en realidad nunca existió. Sé que se trata de acusaciones serias que deben ser demostradas. Por lo tanto, las pruebas deben ser tan minuciosas y concluyentes como lo serían en un tribunal. El jurado son ustedes, mis lectores. Ustedes decidirán, después de que yo haya presentado mi caso, si los cargos son válidos.

    Denuncio que se está arruinando el sustento de muchas personas sin que haya habido un debate público y democrático sobre los pros y los contras de un confinamiento. Hubiera habido tiempo para ello y debería haberse tomado en vista de las drásticas consecuencias.

    Acuso de que los métodos de detección de la infección por Covid19 son inciertos y están sujetos a errores. Las pruebas PCR son manipuladas.

    Denuncio que nunca se ha demostrado de forma concluyente que el SARS-CoV2 cause todos los casos de enfermedad que se le atribuyen.

    Denuncio que las estadísticas sobre infecciones y muertes están deliberadamente manipuladas al alza para dar la impresión de una peligrosa pandemia.

    Denuncio que los críticos, incluidos científicos, médicos y abogados, son ignorados, vilipendiados y amordazados hasta el punto de perder sus medios de vida.

    Acuso que los derechos y libertades fundamentales constitucionales están permanentemente restringidos. Los decretos especiales no están legitimados democráticamente.

    Acuso que el miedo de la gente a la enfermedad se ha agudizado hasta llegar a una psicosis de miedo colectivo por los meses de sugestión mediática para sofocar cualquier resistencia a las medidas coercitivas.

    La psicosis de masas se ha extendido tanto – especialmente a través de los medios de comunicación – que los críticos se ven ahora obligados a refutar la construcción del Corona con hechos. En realidad, los gobiernos tienen la carga de demostrar que la base científica de sus acciones es sólida. Pero en lugar de hechos, sólo hay afirmaciones, pero se repiten cientos de veces. Sin embargo, las supuestas pruebas de que el virus Corona es peligroso son fácilmente refutables con un poco de experiencia y una buena investigación. Eso es exactamente lo que haré en este libro. También abordaré las preguntas que siguen surgiendo:

    • ¿De dónde procede el número de personas supuestamente infectadas?

    • ¿De qué murieró realmente la gente?

    • ¿Y qué hay de las imágenes de terror como los ataúdes en Italia?

    • ¿Por qué los políticos arruinarían la economía de su país si no hubiera una pandemia?

    • ¿Cómo es posible que (casi) todos los países del mundo le sigan el juego?

    Todas estas preguntas son legítimas. Para responderlas hay que examinar de cerca muchos ámbitos, no sólo en la medicina. Sostengo que la crisis del Coronavirus es una ofensiva muy compleja, preparada a lo largo de muchos años, y difícil de comprender. Pero es posible. Los motivos son, como tantas veces, el dinero, la codicia y el poder. Si sigues los hilos de la tela de araña, acabarás encontrando a la araña.

    Me doy cuenta de que este tipo de investigación es difamada como teoría de la conspiración. Pensar que no hay conspiraciones cuando hay mucho poder en juego sería ingenuo. Los ha habido en todo momento de la historia y los habrá siempre. Cada vez ha formado parte de la estrategia para ridiculizar a quienes quieren arrojar luz sobre ellos. Entonces, ¿a quién hay que condenar? ¿El practicante de la conspiración o el teórico que descubre sus pistas? Así que cuando, como en el caso Corona, hay pruebas claras de un complot real, no sólo es el derecho sino incluso el deber de todo escritor de investigación seguir las pistas.

    Se nota, querido lector, que estoy enfadado por todo esto. Sin embargo, seguiré siendo objetivo y dejaré que los hechos hablen. Actualmente todos vivimos en una trampa psicológica muy hábilmente construida, y esa trampa es el miedo. El miedo es la clave de la trama del Corona. Muchos tienen miedo del virus y del contagio. Otros tienen miedo al castigo, al ostracismo social o a un estado policial. Todos tememos el desastre económico que suponen las medidas coercitivas y los confinamientos. Y tememos por nuestros hijos. Pero el miedo siempre ha sido un mal consejero. ¿Pero qué podemos hacer?

    Nuestros instintos primarios, que compartimos con los animales, permiten tres reacciones ante un peligro, como un depredador: 1. atacar, 2. huir o 3. hacerse el muerto. Por eso, cuando quieren obligarnos a quedarnos en casa, a llevar mascarillas, a dejar de visitar a nuestra familia, a aceptar la prohibición de viajar, a hacernos pruebas o a vacunarnos con sustancias apenas probadas, quieren enfrentarlo. Pero no se puede debido a las sanciones. El Estado tiene la sartén por el mango. Entonces, ¿correr? ¿correr a dónde? Esta vez es una pandemia, no hay dónde ir. Así que, hazte el muerto, sabiendo que es inútil. Ni siquiera nos queda la supresión, porque nos enfrentamos a la miseria todos los días. Vivimos en un estrés permanente, y sus consecuencias psicosomáticas son bien conocidas. Luego hay una mascarilla por encima, de modo que ni siquiera se puede respirar a través de ella.

    Yo me sentía igual hasta que me di cuenta de que gran parte de mi miedo es en realidad rabia. Rabia reprimida. Decidí enfadarme en lugar de tener miedo, ese fue un primer paso hacia la liberación. El segundo fue decidir llegar al fondo de la historia del Corona. He investigado durante meses. Tuve tiempo debido al confinamiento, y lo utilicé. Enterarme de todo el engaño me trajo otro pedazo de liberación. Y entonces decidí pasar a la acción, haciendo lo que se me da bien, que es escribir.

    Este libro es el resultado de mi búsqueda y también debería traerles la liberación al miedo. Si conseguimos transformar la ira en acción, también podremos cambiar algo. Sin embargo, el arma más importante en esta lucha es un conocimiento sólido de todo lo que ocurre. Así que les invito a seguir conmigo la invitación del filósofo Immanuel Kant:

    "¡Sapere aude!

    Tengan valor para usar su propia mente."

    P.D.: Unas palabras sobre la estructura del libro. Tiene dos partes:

    La primera trata del virus, la enfermedad, las pruebas y las cifras reales de la infección. Me fijé mucho en la prueba PCR, porque todas las medidas coercitivas se basan en sus resultados. Si la prueba se cae, entonces se caen los fundamentos del encierro, las mascarillas y todo lo demás.

    Demostraré que Covid19 no es una pandemia peligrosa y señalaré lo que realmente está ocurriendo. También hablaré de las vacunas en general y de la vacuna Corona en particular. Aquí le explicaré exactamente por qué no debe vacunarse con ella bajo ninguna circunstancia.

    La segunda parte explora las cuestiónes: ¿Qué sentido tiene? ¿Qué hay detrás? ¿Quién se beneficia de ello? ¿Cuáles son los objetivos?

    Esta dicotomía es importante porque refleja los dos aspectos más importantes de la propia crisis: el médico y el político. Se puede entender el aspecto médico si se analiza sistemáticamente, pero la pregunta siempre queda en el fondo de la mente: ¿por qué alguien pondría en escena algo así? Sólo se entiende realmente cuando se ve la imagen completa. Si desconocemos el trasfondo político la crisis del Coronavirus sigue siendo un misterio.

    El tercer obstáculo para la comprensión es que la mayoría de la gente puede imaginar el chantaje, el fraude y la corrupción, pero no a escala mundial. Esto es algo que la gente rehúye, y sin embargo es así, porque la locura se vuelve invisible cuando alcanza proporciones muy grandes.¹ Pero esto no debe disuadirnos. Sólo si calamos los hechos podemos sacar las conclusiones correctas.

    Como soy alemán he investigado en primer lugar la situación en Alemania.² La situación con Corona es similar en todos los paises del mundo y así que las conclusiones son similares. El virus, las estadísticas, la política y la corrupción son las mismas – no importa en que país.

    Algunos lectores se sorprenderán de que entro en tanto detalle y aporto tantas notas a pie de página. Recuerden que este libro es una acusación, y dicha acusación debe estar bien respaldada con hechos y fuentes. Todas mis afirmaciones están fundamentadas, porque sólo con pruebas claras puede el jurado, es decir, ustedes, mis lectores, llegar a un veredicto. No tienen que seguir cada detalle, pero si quiere, tiene la oportunidad de hacerlo. Muchas de las notas a pie de página son muy interesantes y proporcionan referencias adicionales.

    En la universidad teníamos un dicho que decía que el alumno tenía que saber todo, el ayudante tenía que saber dónde estaba escrito y el profesor tenía que conocer a alguien que supiera dónde estaba escrito. Al menos saben Ustedes dónde buscar.

    Que se diviertan leyendo!

    Cómo se manipulan los números: los trucos más importantes

    Una epidemia siempre afecta a muchas personas en una cierta zona. En el pasado, cuando no teníamos que ir al colegio por el sarampión o las paperas, nuestros amigos solían estar también afectados. O si una ola de gripe se extendía durante el tiempo frío y húmedo, entonces conocíamos a bastantes otros colegas y amigos con resfriados y tos. Eran epidemias, aunque pequeñas, que afectaban a la mayoría de la población.

    Con Corona, todo es diferente. La mayoría no esta afectada. Los afectados no son niños ni adolescentes y pocas veces adultos. Son loa ancianos, entre ellos los ya debilitados de otras enfermedades con una edad media de más que 80 años. También han muerto personas que dieron positivo. Pero, ¿fue el coronavirus SARS-CoV-2 el desencadenante? ¿O hubo otras causas de muerte? Eso debería ser lo primero que hay que aclarar.

    En cualquier caso, no parece una epidemia, si no fuera por las elevadas cifras de las estadísticas que se anuncian a diario en todos los medios de comunicación, como los informes sobre el nivel del agua en una riada. Al parecer, una epidemia se está produciendo en otros lugares, pero no en nuestro pueblo o distrito. Sí, se está produciendo, pero en el espacio virtual, porque las cifras de un test dudoso son la única prueba de esta pandemia.

    Para que siga siendo así, hay que mantener estas cifras en un nivél alto. No se falsifican directamente, eso sería demasiado llamativo, pero con algunos trucos siempre se manipulan agradablemente hacia arriba. Especialmente cuando se necesita urgentemente una segunda oleada, o una tercera etc.. Estos trucos no son nuevos, pero aún así funcionan. Al menos, hasta que se investiga de forma detallada.

    Truco n° 1: Los números simplemente se suman

    Con los datos del Corona obtenemos sobre todo este tipo de mensajes, que dicen cuántos seres humanos en España o en el mundo hasta ahora murieron o se infectaron.

    Eso no significa nada al principio. Un ejemplo: el número de víctimas mortales de tráfico en Alemania en 2019 fue de algo más de 3.000 (y, afortunadamente, ha disminuido en comparación con años anteriores). A nadie se le ocurriría simplemente sumarlos a lo largo de los años. Porque entonces tendríamos 6.000 muertos en carretera el año que viene y 9.000 el siguiente. Todo el mundo puede ver que esto es un disparate, pero así es exactamente como lo hacen con los casos de Corona. No hay periodo de tiempo: ¿por día, por mes, por año? Pero aquí sólo los suman, así que el número sólo puede crecer.

    El número de personas que se dicen infectadas es poco interesante. La pregunta debe ser: ¿Cuántos de ellos enfermaron en primer lugar? ¿Cuántos de los que enfermaron se han recuperado desde entonces? ¿Y cuántos han muerto en la última semana en comparación con las semanas anteriores? Estas son las preguntas relevantes sobre el curso de una epidemia.

    La mera acumulación de números de casos no es una estadística honesta. Sólo sirve para sugerir un aumento constante (siempre hay más, nunca menos) y para presentar las cifras más altas posibles con el fin de sembrar el miedo y el terror.

    Otro truco que se utiliza muchas veces es el siguiente: si una persona da positivo en varios tests, cada prueba se cuenta por separado en las estadísticas, aunque se trate de la misma persona.

    Truco n° 2: Los datos de referencia se les ocultan

    Incluso si se da un período de tiempo como: De nuevo más de 2.000 nuevas infecciones al día o: Tenemos el doble de infectados que hace 5 semanas, eso sigue sin decir nada sin el marco de referencia. ¿Cuántas pruebas se hicieron hace 5 semanas? ¿Y cuántos son ahora? Sólo cuando se descubre, tras una larga búsqueda, que se ha hecho el doble de pruebas, es lógico que también aparezcan el doble de aciertos. Eso no significa que la tasa de infección se haya duplicado, sino que se ha mantenido constante.

    Un ejemplo: envías a alguien al bosque a recoger bayas. En el bosque hay muchas moras y también raras frambuesas de bosque. Las moras representan la gran mayoría de los no infectados, las frambuesas representan los infectados. Nuestro amigo ahora recoge todas las bayas que encuentra. A mediodía vuelve con 1.000 moras y una frambuesa. Al día siguiente envías a dos personas a recoger, y ahora traen 2.000 moras y dos frambuesas. Ahora bien, si alguien concluyera de esto que el número de frambuesas en el bosque se ha duplicado desde ayer, entonces tiene un problema de lógica. Pero eso es exactamente lo que quieren que creamos sobre los números de los casos Corona

    No es que los expertos hayan olvidado sus nociones de estadística. Saben muy bien lo que hacen. En una entrevista en la cadena alemana de televisión ARD, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, se desahogó advirtiendo que el exceso de pruebas da lugar a muchos más falsos positivos que positivos reales, a pesar de que la incidencia de la infección está disminuyendo. Esto se debe a que la prueba no es cien por cien precisa.⁴

    Aquí, por una sola vez, el caballero tiene razón. Pero la política no se ha ceñido a ella, ya que desde el momento de su entrevista (14.6.2020) hasta finales de agosto se triplicó el número de pruebas⁵, por lo que lógicamente también se ha triplicado el número de positivos, lo que se nos vende como una segunda oleada, aunque la proporción de positivos por cada 1.000 pruebas se mantuvo constante. ⁶

    La Canciller Merkel ya había utilizado el mismo truco en marzo para justificar el confinamiento previsto: En sólo una semana, las cifras de casos comunicadas por el RKI⁷ se habían triplicado, pasando de 8.000 a 24.000. Merkel habló de un aumento exponencial y de que las cifras se dispararían. Muy bien, la gente se dijo, donde hay mucho humo, debe haber fuego, y se encerró obedientemente. Pero no había humo, sólo niebla escénica del espectáculo. De hecho, el RKI había olvidado anunciar que el número de pruebas por semana también se había casi triplicado: de 130.000 a 350.000.

    En realidad, la proporción de resultados positivos de las pruebas apenas había aumentado, del seis al siete por ciento. El virólogo Hendrik Streeck confirmó posteriormente en una entrevista que nunca se había producido un aumento exponencial. ⁸

    Estos trucos también se utilizan con gusto en todo el mundo. El senador estadounidense Ron Paul escribe que en EE.UU. casi se quintuplicó el número de pruebas, por ejemplo, en Houston se ofrecieron pruebas de Corona gratuitos en todas partes, lo que propició una 2a ola propagandística. ⁹

    Aunque (¿o porque?) está bastante claro que más pruebas traen consigo más cifras de falsos positivos, se exige una y otra vez: Prueba, prueba, prueba, por ejemplo el jefe de la OMS¹⁰ o en el diario de TV.¹¹ Desde el principio, la gente estaba ansiosa por presentar las cifras más altas posibles.

    Truco n° 3:

    Los falsos positivos se incluyen en el recuento

    Todas las pruebas tienen un cierto margen de error, no hay forma de evitarlo. Como resultado, se hacen pruebas como positivas a personas que no lo son. Esto se llama entonces falso positivo. A la inversa, también hay resultados falsos negativos en las pruebas, pero éstos sólo serían matemáticamente significativos si la gran mayoría estuviera infectada. Pero como la gran mayoría de las personas no están infectadas en absoluto, pueden ser ignoradas. Esto es matemático porque, por ejemplo, el 2% de una gran mayoría es más que el 2% de una pequeña minoría.

    Según los propios fabricantes, la tasa de error se sitúa en torno al 1-2%. Eso suena bien al principio, pero cuantos menos infectados reales hay, más se nota el error.

    Podemos hacer las cuentas utilizando el ejemplo de la mora: De nuevo, recogemos 1.000 moras y una frambuesa. Supongamos que nuestro coleccionista ha olvidado sus gafas y tiene un porcentaje de error del 2% al clasificarlas, al igual que la prueba Covid19. Así, clasificará erróneamente 20 moras, el 2% de las 1.000, como frambuesas porque pueden parecer un poco rojizas. Así que 21 bayas terminan en el bote de las frambuesas, por lo que hay 20 falsos positivos y uno verdadero.

    Ahora la pregunta del cuestionario: ¿Qué probabilidades hay de que, si la prueba ha sido positiva (es decir, ha acabado en la cesta de las frambuesas), seas realmente una frambuesa? Sencillamente, 1 de cada 20. En otras palabras, ¡hay 20 falsos positivos por cada uno verdadero! Porque el 2% de 1.000 es mucho más que uno de cada mil. Es increíble, pero es la ley de las matemáticas. Por lo tanto, la precisión de la prueba se reduce a menos del 5% en estas circunstancias.¹²

    Sabiendo esto, y los expertos deberían saberlo, habría que hacer una segunda prueba a todos los que dieron positivo para eliminar los resultados falsos, preferiblemente con un nuevo frotis y el test de otra empresa, y en todo caso en otro laboratorio. Pero esto casi nunca se hace, por lo que la gran mayoría de los falsos positivos son estigmatizados, asustados y enviados a cuarentena, ¡sólo para inflar las estadísticas!

    Pero ni siquiera la supuesta precisión del 98% se mantiene en la práctica. El ICMR (Consejo Indio de Investigación Médica) de la India, por ejemplo, examinó la prueba de PCR LightMix Modular de Roche¹³ más de cerca y descubrió que las especificidades de dos de los fragmentos de genes probados con ella eran sólo del 67% y el 60% respectivamente.¹⁴ Esto significaría que en lugar de 20, al menos 330 moras fueron mal clasificadas. Ahora ya sabemos por qué siempre se dan a conocer cifras tan fantasiosas de todo el mundo. No están necesariamente falsificados, sólo se basan en pruebas defectuosas con una prevalencia simultáneamente baja, es decir, la baja distribución real del virus.

    Por supuesto, las mismas pruebas defectuosas se aplican también a las personas fallecidas, que así se aseguran el mayor número posible de muertos de Corona en las estadísticas, aunque hayan muerto de algo completamente diferente. Ahora hay cientos de informes en la red sobre pacientes con cáncer terminal, enfermedades cardiovasculares graves, incluso muertes accidentales de tráfico registradas como muertos de Corona. Todo lo que se necesita es una prueba de PCR positiva. Así que si alguien fue positivo una vez, incluso falso positivo, pero nunca enfermó, y meses después es atropellado o se suicida, esto es oficial: ¡un muerto de Corona!

    Así es como se falsean las estadísticas en todo el mundo.

    El internista y neumólogo Dr. Wolfgang Wodarg¹⁵ afirma en la revista Rubikon: Lo que existe son orgías de pruebas que crean una falsa dinámica. Dada la baja prevalencia (frecuencia) de las infecciones por el SRAS-CoV-2, una prueba positiva no dice nada en absoluto. El número de casos ahora encontrados es igual al número de personas sanas que se esperaría que dieran un falso positivo. Cuantas más pruebas se realicen, más falsos positivos se encontrarán en personas sanas. Esto no tiene nada que ver con la enfermedad, y todo con las costosas pruebas de las que se abusa para meter miedo.¹⁶

    Esto significa en lenguaje llano: las tasas de falsos positivos son siempre de al menos un 1-2%, incluso sin virus, ¡porque la prueba los genera artificialmente!

    ¿Dónde hay un virus real cuando las cifras de casos en Alemania desde mayo de 2020 están en el rango de error de menos del 1%?

    El número total real de pruebas se oculta en su mayor parte para que nadie pueda calcular la cuota de positivos. Una mujer de Würzburg escribió en una carta al director al periodista Boris Reitschuster:

    Estimado Sr. Reitschuster, como seguramente habrá oído, Würzburg es un foco de Corona". Lo que quizá no sepa es hasta qué punto se han realizado pruebas aquí. Incluso después de intensos intentos de averiguar el número de pruebas diarias o semanales que realmente se han hecho en la ciudad de Würzburg, ni yo ni un periodista logramos averiguarlo por escrito.

    Nos hubiera gustado ver la progresión de la tasa de positivos, ya que la sospecha sugiere que los casos positivos sólo representan el ruido del fondo del margen del error. Al fin y al cabo, ahora tenemos el testimonio verbal de que hubo hasta 2.900 pruebas en un día de la semana pasada. En un solo día.

    Sin embargo, el número de pruebas positivas no está en absoluto relacionado con el número de pruebas. Tampoco está claro si este número se añadió también a los resultados de las pruebas en el caso de las pruebas múltiples. De modo que a veces teníamos una incidencia de 7 días de más de 70. Y de ello se derivaron medidas poco razonables. Würzburg se convirtió en una zona de riesgo y en un punto caliente con restricciones adicionales a los derechos personales. Me dirijo a usted porque nos indignamos contra todos los responsables de Würzburg, se nos engatusa con cifras poco transparentes y no nos gusta sentirnos en esta impotencia."¹⁷

    El Dr. Wodarg tiene toda la razón cuando dice:

    Declarar casos, infectados o positivos sin información concurrente sobre la población analizada y el número total de pruebas realizadas en el proceso debería ser castigado con una fuerte multa por engañar a la opinión pública.¹⁸

    Para explicar la táctica de las autoridades sanitarias de otra manera:

    Si se somete a un millón de hombres a una prueba de embarazo con una especificidad del 98% (como en la PCR), se encontrarán 20.000 hombres embarazados.

    A continuación, se declara confirmado científicamente.

    Examen indeseable

    Otro problema es que la prueba debería tener dos partes: una prueba de búsqueda, con alta sensibilidad pero menor precisión, busca primero el llamado gen E, que también se da en otros virus. Si esto es positivo, entonces una prueba de confirmación más precisa busca el gen RdRP, el gen S o el gen ORF1, que supuestamente sólo se dan en el SARS-CoV-2 (Covid19). Sólo la segunda prueba alcanza una alta especificidad de >98%. La primera prueba está muy por debajo de esto, por lo que produce muchos más falsos positivos. Sólo si ambas pruebas tienen éxito, la persona que se somete a la prueba es positiva.

    Hasta aquí la teoría. En la práctica, sin embargo, basta con una prueba de detección positiva, ya que la normativa y las recomendaciones de la OMS y del Instituto Robert Koch permiten conformarse con una sola prueba parcial positiva en el caso de las pruebas de dos partes.¹⁹ Sólo se requiere una alta prevalencia (frecuencia) del virus para ello, pero no se prescribe.²⁰

    Por ello, los laboratorios se lo ponen fácil, como muestra la página web de un laboratorio de Augsburgo, donde se señala que, siguiendo la recomendación de la OMS, los hallazgos se notifican como positivos si sólo se encuentra el gen E.²¹ Y ahí se acaba la supuesta "alta especificidad", porque un positivo en la prueba de búsqueda inespecífica ya es suficiente. Así lo explica también una información técnica del fabricante de la prueba Biovis Diagnostik.²²

    A petición del interesado, el RKI confirmó de forma breve y sucinta que no es habitual la repetición de las pruebas estándar.²³ Al parecer, al RKI no le importa lo que esto significa para los afectados, que luego tienen que pasar dos semanas en cuarentena, y en el caso de los escolares, toda la clase al mismo tiempo.

    Para mantener las cifras siempre bonitas y altas, por supuesto no interesa hacer segundas pruebas. Si ocurre, la PCR suele tener mala pinta. El 23 de junio de 2020, la radio HR informó de que 14 pruebas positivas del distrito de Vogelsberg habían sido negativas tras ser comprobadas por otro laboratorio, porque el primero sólo había analizado un gen. El responsable del departamento de salud criticó que los afectados tuvieran que someterse a dos pruebas y que esto no debería ser una situación permanente.²⁴

    La privación de libertad de cientos de personas en dos bloques de pisos en Göttingen también puede atribuirse a pruebas defectuosas, ya que en 600 segundas pruebas sólo cuatro fueron positivas, con lo que se levantó el acordonamiento de los bloques de pisos. ²⁵

    En un hospital de la Alta Baviera, 60 personas habían dado positivo, pero esto no se verificó mediante segundas pruebas. Sólo se confirmaron dos. Supuestamente, el laboratorio había utilizado reactivos erróneos.²⁶

    El autor y editor Peter Haisenko escribe: "Las pruebas de revisión sólo existen cuando el resultado de la primera prueba tiene consecuencias incómodas. Recordemos el caso de Turingia, donde un diputado dio positivo en las pruebas y, como consecuencia, no pudo celebrarse la votación en el parlamento estatal. Pronto hubo una segunda prueba, que por supuesto resultó negativa.

    Este patrón es evidente en un gran número de casos. En la mayoría de los casos, la segunda prueba de control fue negativa. Esta es probablemente la razón por la que generalmente se desaconseja hacer una prueba de control, porque demuestra claramente la falta de fiabilidad de las pruebas. ¡Eso sería una prueba concluyente!"²⁷

    Haisenko sospecha que la prohibición de los grandes eventos como los partidos de futbol o los conciertos con mucho público sirve para evitar que se nota que de estos eventos no haya habido infecciones, igual que las grandes manifestaciones nunca llevaron a un aumento del número de casos en las estadísticas.

    También es lógico que las pruebas secundarias sean a menudo negativas, porque son las pruebas con

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