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La generación X: enter en la zona norte
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La generación X: enter en la zona norte
Libro electrónico233 páginas3 horas

La generación X: enter en la zona norte

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Ni siquiera las dosis filosóficas e ideológicas que suponen la creación y existencia de seres artificiales, o si nuestra sociedad e influencia se extienden más allá de la Tierra, impedirán que haya que contener la respiración en los últimos capítulos de una obra literaria ágil, divertida y entretenida.

***

En el siglo XXII, los artificiales de la generación x, el mayor logro de la corporación x, pueblan gran parte de la mitad conocida de la Vía Láctea junto a las razas orgánicas dominantes.

En 2114, un equipo compuesto por ocho artificiales recibe y acepta la arriesgada misión de viajar hasta la zona norte, territorio inexplorado, con el fin de rescatar a un científico de nombre Keneth McKenzie.

Lo que nadie les hubiese podido decir nunca es que la peligrosa travesía no se podría equiparar al final del trayecto.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 nov 2022
ISBN9788468572017
La generación X: enter en la zona norte

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    La generación X - Miguel Ávalos

    ANTECEDENTES

    En el siglo XXII llegó un cambio. Obra del ser humano en parte. El tiempo no pasaba para esta especie y sus características. Asustada, con un enorme desequilibrio en su sociedad y en la búsqueda del sentido a su existencia. Para comprender el trayecto hasta este momento, hay que revisar los antecedentes, que datan del siglo pasado y le supuso tocar fondo. Tantas cosas que se podrían nombrar. La crisis económica, el surgimiento de las redes sociales y de la gente que las mal utilizaba, el aumento de partidos políticos, el empeño de ciertos medios en generar más temor del normal, machismo vs feminismo, los problemas de las viviendas, la cada vez más tardía jubilación, la corrupción, Messi vs Cristiano Ronaldo y no olvidemos a su verdadero diablo, el desequilibrio económico.

    Para bien y para mal, su color es el gris. Todavía quedaba gente razonable para intentar huir de todo lo mencionado y recomenzar. Esa oportunidad estaba delante, pero no conseguían vislumbrarla, hasta que, como todo en esta vida, lo hicieron. Energía renovable. El ser humano empezó a concentrar sobresalientes esfuerzos en ese campo y lo demás vino progresivamente. La humanidad se calzó los muelles y tras siglos y siglos llegó el momento. El espacio profundo e ilimitado le abría sus maravillosas puertas, incluido el entablar conexión, comunicación y convivencia con razas alienígenas de la Vía Láctea.

    Desde el año 2040 intervinieron las grandes corporaciones. Estaba tan claro como la luz que la energía renovable y la exploración espacial iban a traer estas consecuencias. La gente con poder, osease dinero, siempre quiere más y dos palabras cobraron mucho sentido para ellos, inteligencia artificial. Dentro de ese campo se hallaba la avanzada robótica y comenzaron la creación de los seres artificiales. Los primeros modelos fueron simples, pese a su apariencia humana parecían más máquinas que otra cosa y su labor consistía en colonizar mundos. Los siguientes no mejoraron en mucho a sus predecesores aunque durasen más y tuviesen algunos trabajos de poca importancia fuera de La Tierra. No fue hasta el año 2070 que por fin las grandes corporaciones lograron los primeros seres artificiales dignos de mención bajo el criterio de sus creadores. Al menos se integraron con más facilidad en la nueva era.

    No obstante, se presenta otro punto inevitable. Si escarbas demasiado dentro de un territorio, en este caso la robótica avanzada, más pronto o más tarde surge alguien que consigue vislumbrar una cercanía a las obras maestras y superar a la competencia. La Corporación X es su nombre e irrumpió justo cuando un siglo convulso e irregular decía adiós y otro cuya publicidad ya estaba cuñada y sellada. Llegó el siglo XXII y con el los seres artificiales que representaban el sueño de la robótica avanzada cumplido con letras de oro y adornos en forma de joyas, La Generación X.

    Hicieron en un lustro lo que sus antecesores en medio siglo. Su producción no ha hecho sino aumentar y su corporación es de oro. Saltaron al espacio poblando multitud de mundos donde no había vida inteligente y que fueron fertilizados para asegurar el hábitat. Quienes llegaban a ellos buscaban lo mismo, dejar atrás La Tierra. Los humanos por libertad propia y los artificiales obligados por las leyes. Una vez se consideraba que habían cumplido en la colonización de mundos, se les dejaba cristalino que al Sistema Solar no tenían acceso. Ya os podréis imaginar en cuanto a su tercer planeta. Las capacidades de La Generación X no tenían parangón, superaban en todo a los anteriores modelos. Su aparición supuso un cambio en el que se les debe atribuir mucho mérito, cuanto menos laboral. Porque al fin parte de la humanidad pudo tener oportunidades de granjearse una vida humilde y tranquila donde quizás no ganara grandes sumas, pero sí despertar todas las mañanas sabiendo que ni tienen deudas ni dificultades. Ya es todo un regalo poder despertarse así.

    Por desgracia, existe un lenguaje universal conocido como la guerra. En una galaxia como la Vía Láctea se cumple el patrón. Siete años después de la irrupción del nuevo siglo, llegó la guerra intergaláctica de 2107 a 2110. La única diferencia es que habían más civilizaciones orgánicas inteligentes, amen de los seres artificiales, máximos representantes del bando de los humanos y las razas orgánicas aliadas. En la otra parte nos encontramos con los krachiack, una raza corpulenta apodada los orcos espaciales. Su estrechez de miras y su odio hacia los artificiales de La Generación X, así como su especie creadora, les ha valido esa etiqueta. Si ellos representan la agresividad, sus aliados los mangasugos son santo y seña de la repulsión. Digamos que no es positivo que les veas comer ni que ellos se percaten de que les miras. En cuanto a carácter violento se pelean por cualquier cosa. Ambas razas fueron de las más relevantes en el bando opuesto. Su excusa era la de siempre, más territorios galácticos y privilegios en forma de materiales y créditos. Tres años de una guerra en la que perdió la galaxia. La Generación X contribuyó mucho a su conclusión y trajo mejoras en progreso, tecnología, recursos y expansión. Filosóficamente, para el humano representaban el mismo significado en triunfo y tristeza. Un reflejo que no puede alcanzar.

    Claro que, los artificiales no están libres de pecado. Algunos se sienten tan privilegiados por ser quienes son que le da igual cómo conseguir lo que quieren. Por consiguiente muchos pueblan los bajos fondos y cometen crímenes entre ellos y contra las civilizaciones orgánicas, incluida la terrestre. Ni los organismos militares ni de La Federación Intergaláctica lo ven precisamente adecuado. Tampoco La Generación X. Más humanos que los propios humanos. Mejores en todo. Si un prófugo o una prófuga de su condición ha cometido crímenes contra orgánicos y sobre todo contra humanos, sus deseos cableados para la búsqueda y captura son voraces, pero nada de tomarse la justicia por su cable. Las autoridades no ven con buenos ojos a grupos corruptos ni a lobos solitarios.

    No es casual pues que miembros de La Generación X hayan formado grupos especiales para la detención de criminales, bajo la autorización de La Federación Intergaláctica y la supervisión militar. Muchísimos casos han aparecido, pero dos de ellos resaltan. El primero es el del artificial Jason Mathews, pero no adelantaré acontecimientos. El segundo alborotó la galaxia. Un artificial asesinó en 2110 a un miembro de su corporación creadora y se fugó. Los grupos, voluntarios y lobos solitarios surgieron en masa, la caza comenzó, pero nadie logró encontrarlo. En el año 2112 supuestamente fue localizado, pero volvió a desaparecer. Nos plantamos en la época actual,el año 2114, donde esta historia tiene lugar.

    1.

    LA NOTICIA

    El tercer planeta del Sistema Lambda 24, en la zona este de la Vía Láctea. ¿Qué os puedo decir de el? Lo ideal para describirlo sería tener a un individuo con el pelo verde, traje morado y zapatos de payaso. Porque el planeta en cuestión es, muy aburrido. El típico mundo industrial donde quienes habitan hacen lo de costumbre, despertar, acudir al trabajo, tomarse un breve descanso, volver al tajo, finalizar y volver a sus casas. No sin antes compartir las charlas que vienen acabada la jornada y acompañadas de cerveza. No hay excepciones, orgánicos y artificiales por igual comparten la rutina. Ni la base militar tan llamativa situada cerca de la ciudad es un adorno apreciado en exceso por los habitantes. Después a dormir y mañana será el mismo día. Tal vez, lo único apreciado en este planeta es que hay algo de luz y consigue que se distinga la mañana de la noche. Más allá de eso, es un planeta soseras como tantos otros. Dos artificiales de La Generación X han acabado de currar y por fin es viernes. Dos motivos para estar de cervezas en un bar. Se debe disfrutar de las pequeñas cosas.

    —¿Así que han vuelto a localizar a ese artificial en el oeste de la galaxia ?—preguntó Michael.

    —Sólo era cuestión de tiempo, alguien tan buscado y con esos crímenes a sus espaldas más pronto o más tarde termina igual, las paredes de los bajos fondos oyen —contestó Marc.

    —¿Y en cuántos sistemas se han ofrecido voluntarios a estas alturas? Vamos colega, puedes decírmelo — Michael disfrutaba.

    —Al menos por el momento en más de cien —contestó Marc.

    —Hay que ver, los artificiales somos muy quisquillosos es cierto. Michael saboreaba cada palabra.

    —Saca tus conclusiones, a mí la noticia ya me aburre, sólo me dejo llevar —dijo Marc.

    —Viejo amigo tal vez trabajemos descargando en la industria de este jodido planeta, pero ambos sabemos dónde está nuestra vocación, además de nuestro lema orgánico o mecánico nos premian en metálico —Michael lo había clavado.

    —Amen hermano, pero alguien así es objeto de deseo de la federación o alguien peor —Marc lo suscribió.

    —La Federación Intergaláctica, nuestra corporación, la competencia… misma sopa, misma mierda. En cualquier caso, si tenemos la más mínima oportunidad de echarle el cable, sólo tenemos que reunir al escuadrón, equiparnos a saco y habrá movida de la guapa —antes de que Michael continuara Marc ya se sabía el resto.

    —Te veo con muchas ganas Maiki —Marc sabía que la conversación había llegado a su cable álgido.

    —Las mismas que tú ¿A quién crees que engañas? —replicó Michael.

    —No te diré que no, pero después de tres años de guerra, pegar tiros se hace cuesta arriba —reconoció Marc.

    —Conste que no estoy orgulloso de lo que voy a decir y tú estás de testigo colega, pero las guerras son un lenguaje multiversal ¿Cruel? Sí, pero igual de real —Michael era frío y realista a la vez.

    —Las guerras son el fracaso del diálogo Maiki —Michael quedó cablepasmado con la frase de Marc.

    —¿Quién o qué dijo eso, si puede saberse? —preguntó Michael.

    —Una actriz llamada Natalie Portman en una película muy antigua —Marc sabía que la charla viró el rumbo.

    —¿Esa en la que salen sectarios con espadas de luces? —preguntó Michael.

    —La misma —contestó Marc.

    —Pff donde estén los dibujos animados que se quite el resto. Por cierto, el otro día vi unos muy curiosos, van sobre un chaval que tiene una especie de bolas y cuando las lanza salen criaturas, unas tiran rayos, otras fuego, otras son plantas… hermano ya tenemos las guerras de las estrellas aquí, son de verdad y los culpables los capullos de siempre —Michael hablaba claro.

    —No sé ni para qué te escucho friki de mierda. Vale de acuerdo, quieres ir a buscarle y que nuestro grupo se encargue del asunto, como si lo viese —Marc fue al grano.

    —Yo diría que has contestado tú solo, lumbreras —sentenció Michael.

    —Y das por sentado que Jack, nuestro amigo, compañero y capitán va a decir que sí —dijo Marc.

    —No solo él, Diana también, Jenna y Marv se van a entusiasmar y bueno digo yo que de algo hablaréis Lory y tú después de… —vaciló Michael.

    —No sigas por ahí —Marc ganó el duelo.

    —Vale, vale… en cuanto a Iris, que fue la última en incorporarse al grupo, no le pidió a Diana que la adiestrara por hobby ¿No te parece? —Michael se volvió a poner serio.

    —Pues estás bien protegido chaval —bromeó Marc.

    —Amen —bromeó también Michael.

    —Está bien, hablaré con Jack largo y tendido para exponerle lo que hay y a partir de ahí haremos lo que esté en nuestros cables, pero Maiki, si nos dan la misión lo querrán vivo, así que nada de tomarse la justicia cableada por nuestra mano —Marc se puso serio.

    —Odio admitirlo, pero tienes razón —Michael lo sabía.

    —Bien don cable de hielo, con ese tienes razón te has coronado por hoy. Ahora apaga el frikismo y vamos a buscar a las chicas. Ya ha habido política de sobra por un Viernes —vaciló de nuevo Marc.

    2.

    CHARLA DE VIERNES

    Marc Hauser, creado en el año 2102. Michael Ambrose, creado en el año 2103. Ambos pertenecientes a un grupo de La Generación X de búsqueda, captura y o eliminación de criminales orgánicos y artificiales. Un grupo de confianza para realizar dichas misiones. Se conocen desde hace mucho tiempo y su amistad es tal que parecen hermano mayor y hermano pequeño. Para más información, son los dos hombres en punta de su escuadrón, su precisión con las armas de fuego es muy reputada. Si Marc Hauser y Michael Ambrose apuntan y disparan, aciertan, y si van a por ti, básicamente, alza las manos en señal de rendición.

    Si a bote pronto se tuviera que nombrar una virtud de cada uno que los distinguiera puede que lo más correcto fuese decir que Marc Hauser es más sensato y Michael Ambrose más intuitivo, pero lo mejor de estos dos colegas es que cuando se encuentran en pleno tiroteo, parecen disfrutarlo como si de un videojuego de sus favoritos se tratara y quien pierde invita. El número de veces en las que Marc ha evitado que su amigo se extralimite en las misiones del grupo y se cargue a los prófugos artificiales, solamente Marc lo sabrá, pero lo cierto es que Michael es un artificial de cable chispeante y por tanto de gatillo fácil, algo que en más de una misión no conviene pese a que el código de honor de La Generación X sea bien estricto. Marc ha sacado de más de un posible apuro a su buen amigo. A cambio, Michael ha aportado su sexto sentido para utilidad del grupo.

    Marc no es menos exigente que el resto de los suyos y las suyas en referencia a los artificiales que crean estar por encima de las leyes. Nada más lejos de la realidad, le hierven los cables como a cualquiera de su condición. Michael ha madurado más despacio que el resto de su escuadra. Se ha ganado el apodo de bloque de hielo pues hace justicia a su carácter en ese ámbito y a la hora de ejecutar de frente no le tiembla el pulso. Fue el último del grupo en encontrar pareja, sus compañeros y compañeras sintieron alegría y alivio. Por fin alguien domaba al lobo de hielo. Las mujeres tienen muchas virtudes y pueden hacer que un hombre sea mejor y se auto supere. Y así, con esta especie de historial, los dos se personan en uno de los pubs más decentes del planeta, donde sus parejas les están esperando mientras conversan tranquilamente. La ventaja del viernes. Lorraine Travers, Generación X creada en el año 2102, alias Lory. Iris Madison, Generación X creada en el año 2105. Grandes amigas que son conscientes de la situación actual, pero miran hacia delante. Lory es la pareja de Marc e Iris la de Michael.

    —Y dime ¿Qué tal con las solicitudes que has enviado? —preguntó Lory.

    —He mandado hasta a diez empresas y estoy esperando respuesta, ojalá vuelva a estar calculando todo el día delante de una gran computadora. Ser supervisora en la fábrica está bien, pero no es lo mío —contestó Iris.

    —Cielo, si no te cogen es que son idiotas o están en contra de las artificiales. En tu primera misión con el grupo nos dejaste alucinadas, por no hablar de que gracias a ti volvemos a ser pares —sonrió Lory.

    —Gracias —dijo Iris.

    —Desde hace tiempo eres como una hermana para nosotras y los chicos y no creo que haga falta recordarte que Michael pasó de vivir sus peores momentos a los mejores de su vida cableada cuando te conoció, sabía que acabaríais juntos, se lo dije a Marc y él también lo intuyó —dijo Lory.

    —Sí, yo también sentía que Michael iba a ser mi pareja. Sé que estuvo enamorado de Diana, y enamorarse de alguien como ella es lógico, es una chica genial en muchas cosas, pero Diana y Jack estaban destinados. Cuando me contabais las anécdotas de ella y él fue lo que pensé. Por no hablar de Marv y Jenna —ambas amigas se echaron a reír.

    —Ya ves, son tal para cual, pero menuda pareja de moda —dijo Lory.

    —Ya puedes decirlo, pero aún queda otra más —dijo Iris pícara

    —¿Ah sí? —Lory se unió a la comedia.

    —Tengo el mismo don para calcular que tú trazando rutas estelares ¿Recuerdas? —dijo Iris.

    —Ya veo —sonrió Lory.

    Marc y Michael aparecieron en ese momento.

    —Vaya, hablando del Rey de Roma y el dúo asoma —ironizó Iris.

    —A ver qué excusa se inventan —Lory no se quedó atrás.

    —Hola chicas —saludó Marc—, veo que habéis empezado sin nosotros.

    —Al final, de tanto llegar tarde pensaremos que sois amantes —atacó Lory.

    —¿Pero qué dices? Si yo fuese un artificial gay a este no le presentaría ni a

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