100 poesías y canciones que nunca fueron cantadas

Por Juan Carlos Solórzano

Juan Carlos Solórzano nació un 10 de julio de 1969, en Tucumán, Argentina. Escribió estas poesías y canciones en su adolescencia y juventud. Le dedica esta obra a sus hijos, familiares y amigos. Quienes comparten con él, el día a día.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Autores de Argentina
• Fecha de lanzamiento: 11 oct 2022
• ISBN: 9789878728391

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Oración secreta

Desde hoy nací…

por convicción

ascendí.

Yo soy tu perdón.

Yo soy el señor

yo soy consciente

de lo que soy.

Yo soy pura emoción,

pura imaginación,

con deseo, del corazón .

Soy tu padre,

soy tu madre,

soy todo eso

y mucho más.

Hace años comprendí

que él vive en mí,

pero no lo entendí

hasta que hoy lo asumí

y lo vivo en el presente

con mucha fe .

Ya no hay secretos,

para mi felicidad,

mi mente decreta

tu poder en mí.

Gracias por las bendiciones

que recibí

te agradezco

por la vida

que viví

y desde hoy

comienza:

El yo soy.

Descripción

Cero mensajes de WhatsApp

un hombre junto al celular

dos cuerpos que se unen

tres dioses, en un solo dios verdadero,

cuatros puntos cardinales

cinco alaridos de muerte,

en un hospital.

Seis, un número mágico

siete pecados capitales

ocho horas que pasaron

y el mismo hombre

esperando… esperando

que se cierre su ciclo

con el número nueve.

Dos meses largos,

que quedan por sobrevivir,

tres, el número de Tesla

cuatro estado de mi mente

cinco minutos que parecen siglos

seis niños que nunca nacieron

siete padres que nunca serán padres

ocho horas de tristeza

y el mismo hombre esperando

un colectivo número dos,

que nunca pasará.

Cientos de poemas que escribí,

para otros que vivieran en mí,

un niño en la puna

sin padre,

un barco que se hunde

una esperanza, que muere

y el mismo hombre

y ese maldito celular,

que no suena,

para decir simplemente

…te bloqueé…

Gorrión del aula

Albo gorrión del aula

expresión de libertad

tu noble presencia

inquieta el turbulento mar.

Un mar de ilusiones

de dudas y creatividad

porque tu enseñar

impresiona

y desciende la paz.

Ese deslizarse sereno

que aun, el error suaviza

esconde el torbellino, inquieto

que tu espíritu enraiza.

Eres maestro, eres ave

eres el volar

tu vuelo vaga en silencio

porque no precisa más.

Cuídate frágil criatura

que para ti,

todo es enseñar

tu saber

surca las tibias aulas

perdida en la inmensidad.

Acercándose llega un día

y tu vuelo reposera

y en medio desde las montañas

las aguas se agitaran

y tú solo con tus alas

estarás frente a frente

con tu triste desierto,

en soledad…

y necesitarás mucho aire

y necesitarás mucha agua

para poder calmar

tanta ansiedad,

que te hace tremular

y en la vibración de tus fibras

podrás al fin encontrar

el difícil sendero ya marcado

que siempre supiste caminar.

Tu alma es muy frágil

susceptible de quebrar

aderézala con tu

arte de enseñar

como el aliento del espíritu

que tu hermanos

supiste convidar.

Pero pasado

el viento Zonda

y la terrible pandemia…

dar sosiego

dar silencio

darse

darse de dar.

Lo diste todo

cuanto has tenido

descansa…

gorrión del aula,

duerme ya en paz.

Llamas de luz

Cien veces me caí

cien veces me destruí

y al final, me integré

en un cuerpo

que era al revés.

Me construí en un Dios

y al final

de ese túnel

veo la luz

espiritual

de donde nació el Big Bang.

Eres tú el que llena de luz

esta gran esfera azul

ese soy yo

el que llena

de amor a un Dios

que el mundo, lo creó.

No soy yo, mi karma

ni solo tú, tu dharma,

somos simplemente

llamas de luz,

cada cual lleva su cruz,

aprecio y gratitud

es lo que quiero