Naranjalandia

Por Gabriela Gabriela

En las aldeas de las frutas, Manguito, una fruta curiosa y llena de preguntas, emprende un viaje en busca de respuestas hacia la mitológica aldea de Naranjalandia en la que se dicen que están las parejas perfectas y el verdadero amor. Este libro para niños desarrolla la importancia de la curiosidad, el amor y la tolerancia para vivir en sociedad.

• Idioma: Español
• Editorial: Gabriela Gabriela
• Fecha de lanzamiento: 15 ago 2022
• ISBN: 9786125041227

Vista previa del libro

Agradezco a Dios por la enorme creatividad que me ha otorgado, a mis padres por el incentivo constante en la lectura desde mi niñez, a mis hermanas por el gran apoyo en mis ideas y a aquellas amistades que son como familia.

 NARANJALANDIA

Gabriela Arelí Flores Vaccaro

ACUEDI EDICIONES

Naranjalandia

© Asociación por la Cultura y Educación Digital, 2022

© Gabriela Arelí Flores Vaccaro, 2022

Diseño y diagramación: Héctor Huerto Vizcarra y Carolina Velásquez

Diseño de cubierta: Gerardo Espinoza

Ilustraciones del interior: Gonzalo Yauri

Editado y publicado digitalmente por:

Asociación por la Cultura y Educación Digital

ACUEDI Ediciones

Calle Vertiente N° 179 – La Molina

RUC: 20546738419

[e-mail]

Telef. 993258125

Primera edición: Junio 2022

Edición digital en EPUB

ISBN: 978-612-5041-22-7

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2022-05226

El génesis

Era una mañana más en la tropical ciudad de los mangos, cuando el rocío caía gentilmente en cada una de las hojas del árbol en el que habitaba Manguito, una fruta particularmente curiosa entre los otros mangos. 

La aldea de los mangos se caracterizaba por su afición a las competencias. Entre todas las frutas, los mangos eran considerados como «los reyes de las frutas». Es por este motivo que los mangos se esforzaban por mantener este título y organizaban constantes competencias entre las distintas variedades de mangos. 

Los de la aldea de Manguito eran de la especie Haden, conocidos por ser suculentos y firmes. Normalmente se enfrentaban a los de la aldea AtKins, quienes eran ligeramente dulces y se jactaban en ser mayores en número. Lo mismo sucedía con los de la aldea Keitt, los cuales eran muy suaves y hacían alarde de ello. Por otra parte, estaban los de la aldea Kent, que aludían ser jugosos y deliciosos, pero inmediatamente los de la aldea Ataulfo alardeaban de su fama de ser aromáticos y de tener una textura tan suave como la mantequilla. Los de la aldea Francine no se quedaban atrás, ellos alegaban que eran el mango perfecto, pues poseían dulzura, aroma, suavidad y fuerza. Por todas estas rivalidades cada aldea tenía su propio sabio, un mango anciano que poseía mayores conocimientos en toda la aldea. Las rivalidades habían llegado al punto que un mango de una aldea no podía pasar a la otra si no era por alguna competencia. Las parejas mango siempre tenían problemas con el orgullo y eran competidores innatos hasta entre ellos, lo que no les permitía durar mucho tiempo. 

Manguito percibió que incluso las amistades entre los mangos eran por conveniencia