Cuentos de detectives para amigos inseparables
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Cuentos de detectives para amigos inseparables
Libros electrónicos relacionados
Cuentos que parecen ciertos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos que encierran misterios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa casa de la barranca: Novela policial para chicos curiosos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gato canoso: Cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos fantásticos que dan miedo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos policiales para chicos curiosos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa bruja Baba Yaga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExtraño viaje hacia Frontera La Vieja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos a Santi Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMiguel Strogoff Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa lógica Lautaro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntiguas leyendas de héroes y princesas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemorias del Viejo Diciembre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de arriba, cuentos de abajo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSandokán: Los tigres de Mompracem Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExtrañas criaturas: Cuentoes espantosos para noche de brujas, campamentos y pijamadas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La suerte dobló la esquina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pirata Patarata y su abuela Celestina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi vecino de abajo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHormigas en la mano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa luna de Juancho y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDoña Hortensia (Madam Hortensia) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBillie Black y los Secretos de Transilvania Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl misterio de la casa abandonada: ¡Elige entre 15 posibles finales! Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBestsellers: Infantil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA los pies del halcón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPájaros de la tarde Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos cuentos de mi abuela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa puerta abierta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCipariso (Cyparissus) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Cuentos de misterio y detectives para niños para usted
El gato negro y otros cuentos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Asesinato en el Canadian Express Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El Sabueso de los Baskerville Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa de los espejos humeantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMisterio en la Cueva del Milodón: Otra aventura de R y M investigadores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Corazon del Mago Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPupila de águila Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El club de la neblina Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La moneda de la muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos policiales para chicos curiosos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Quién mató a Alex?: El secreto desvelado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Rita y los ladrones de tumbas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl misterio de la cañada Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El regreso de Anna Crowell Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sherlock para Niños: Estrella de Plata Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El muu…sterio de la vaca descoyuntada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Tercera Frida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSherlock Holmes: El dedo pulgar del ingeniero Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El rostro de la sombra Calificación: 2 de 5 estrellas2/5La calle de los muertos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Moby Dick o la ballena blanca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSherlock Holmes adaptado para niños 3 in-1 : El Carbunclo Azul, Estrella de Plata, La Liga de los Pelirrojos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fátima y el robo misterioso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMisterio en el campamento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El verano en que llegaron los lobos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos misterios de Charlotte Holmes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSherlock Holmes: Sherlock Para Niños: Los Seis Napoleones. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La libertad de los parques Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl enigma del scriptorium Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSherlock para Niños: La Liga de los Pelirrojos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Cuentos de detectives para amigos inseparables
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Cuentos de detectives para amigos inseparables - Adriana Ballesteros
· 1 ·
Natalio y Juan Simón
Humo de dinamita
~
Esa mañana recibí un mensaje en mi celular. Era de Natalio:
¿Cómo te ves yendo a Runchales?
¿Runchales? ¿Dónde queda? Me sonaba vagamente; algo había oído en la tele sobre el lugar, pero no había prestado atención.
Con Nat somos amigos desde la escuela y si bien cursamos distintas carreras (yo elegí Letras y él, Criminología), la amistad sobrevivió. Nat recién está en primer año de la carrera, pero les aseguro que es el mejor detective del mundo.
¿A qué iríamos? ¿Y cuándo?
, contesté.
Al instante recibí un enlace. Lo abrí, y leí:
Portal de noticias de Runchales
PURA DINAMITA
La dinamita dispuesta para la mina de la empresa Silver en nuestra pequeña localidad ha desparecido. Fuentes indican que habría sido sustraída en el horario cercano al mediodía
.
La noticia seguía con diferentes conjeturas que iban desde venganzas personales hasta posibles conexiones con el crimen organizado o con el terrorismo internacional. Por el hecho estaba detenido Roberto Robera, maestro de la escuela.
Entendí el interés de mi amigo en el caso. En cuanto a mí, hacía poco había rendido los últimos exámenes y contaba con tiempo libre.
¿Cuándo iríamos?
, le escribí ansioso.
Mañana a las 8 sale el tren
, respondió.
***
—¡Qué suerte que pudiste venir! —dijo mi amigo Natalio cuando me vio llegar con el bolso.
Apenas nos acomodamos en el tren, comencé con las preguntas:
—¿Fue un robo? El link habla de contactos con una banda internacional, ¿puede ser?
Mi amigo sonrió.
—Vamos a un pueblo chico. Lo más probable es que de un grano de arroz hayan hecho una paella, pero hasta que no lleguemos no podemos probar ni descartar nada.
Eran casi las cuatro de la tarde cuando llegamos a Runchales.
Nos esperaba en el andén un hombre fornido que se presentó como el comisario Poper. Nos llevó en su auto hasta el hotelito en el que habíamos reservado una habitación.
—Los dejo descansar y paso por ustedes a eso de las seis.
A las seis y cuarto, estábamos en el lobby (una salita con algunas mesas) cuando el comisario se presentó.
—¿Estudiando el caso? —Poper se acomodó en nuestra mesa y pidió un café—. ¿Les molesta que fume? —Y antes de que pudiésemos responder encendió su cigarro—. Muchachos, para mí el caso no tiene muchas vueltas. —Las volutas de humo tapaban el cartel que indicaba no fumar
—. Pero, claro, entiendo a la familia del maestro. Seguramente el abogado les habló de usted, Natalio, y quieren su opinión. Ya les expliqué que no hay nada que puedan hacer que no haya hecho yo antes. Los contactaron a través de una red social, ¿no?
¿Qué sabemos de Roberto Robera?
—Un día como hoy, pero en 1452, nacía Leonardo Da Vinci —explicó el maestro ese viernes a los chicos de la escuela—. Era artista, y además inventó todo esto.
Les alcanzó un libro con láminas para que las hicieran circular por el aula.
Los chicos miraban los inventos.
—¿Con esto volaba? —preguntó Juani.
—No, pero porque nunca pudo terminar de hacerla.
—¿Y por qué no la terminó?
—No tenía las herramientas que necesitaba, tampoco el tiempo ni el dinero para fabricarlas porque Da Vinci no era rico; trabajaba para un conde que le pedía que le hiciera máquinas de guerra, ¿ven? El maestro les mostró las imágenes de las máquinas.
—¿Y por qué no lo llamamos al conde y le pedimos que le deje hacer la máquina de volar? —preguntó Daniela.
—Ojalá pudiéramos —respondió el maestro.
Apenas concluyó la clase, el maestro Roberto Robera se subió en su camioneta y tomó el camino que conducía a las afueras del poblado.
Natalio asintió, sin aclarar nada más. Me había comentado que además de la familia un grupo de vecinos (mamás y papás de los chicos de la escuela) le habían escrito a su página pidiendo su ayuda.
—Acá habla de una banda internacional —dije, mostrando las noticias que estábamos revisando.
El comisario sonrió.
—El periodismo siempre exagera. Pero los medios tienen razón en algo: fue el profesor.
—¿Por qué está tan seguro? —inquirí.
—No solo lo vieron partir en dirección a la mina en el horario exacto de la desaparición, sino que es el único que tenía motivos para hacer semejante cosa. ¿Me permite?
Tomó la tablet de Natalio, buscó, y nos mostró unas cuantas fotos. El maestro aparecía en todas las protestas contra la Silver Company y su firma rubricaba cada uno de los petitorios.
—Sí, ya las vi —dijo Natalio— y también leí las declaraciones en las que asegura no haber ido a la mina, sino a la laguna.
—Sí…, las declaraciones —asintió Poper—. En fin.
—Todavía es de día —dijo Nat—, ¿podríamos hacer una primera visita a la zona?
El comisario negó con la cabeza.
—El camino está cortado por las lluvias, pero mañana los llevo sin falta.
Tras decir esto, se incorporó y se marchó.
—Bueno