Las aventuras de Gilgamesh
Por Anonimo y Fernando Baldó
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Las aventuras de Gilgamesh - Anonimo
Capítulo
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Superando a todos los reyes, Gilgamesh gobernaba a su pueblo con más poder que ninguno. Sin embargo, no conseguía ni su amor ni su respeto.
Destinado a ser superior desde la cuna, su padre fue el poderoso rey Lugabando y su madre, la diosa Ninsún: dos tercios de él eran divinos; un tercio, humano. La fuerza de su cuerpo atemorizaba al más valiente. Era hermoso y, como un buey altivo, solía pasearse frente a sus súbditos. Nadie lo superaba a la hora de luchar y, con solo hacer batir el parche del tambor, sus ejércitos lo seguían a la batalla.
Construyó la ciudad de Uruk y la fortificó, rodeándola de unamuralla infranqueable.Nadie se atrevió en su tiempo a atacar aquellos muros que relucían al sol del atardecer como cubiertos de cobre. Ninguno de sus enemigos franqueó jamás sus puertas, caminó por sus terrazas, mutiló sus