EL DESPERTAR DE UNA CONSCIENCIA CÓSMICA

Por Emiliano Martín Pistorio

Joaquín Bautista es un chico de 24 años que trabaja en un importante Banco del "Centro Porteño". Un día como cualquier otro, en el viaje a su trabajo, se topa con pensamientos que al parecer no son suyos. Estos lo van a ir llevando a diversos encuentros mágicos con personas que van a ir cambiando su forma de ver la vida.
A medida que va avanzando en su despertar espiritual recibirá diversas canalizaciones de lo que parecen ser seres interdimensionales; tendrá sueños lúcidos y hasta viajes astrales que le van a indicar diferentes lugares a donde ir y lo van a llevar a conocer nuevos maestros y personas que le hablarán de ciudades míticas como ERKS y que le van a mostrar qué es vivir en la magia de un mundo que no es el que él conoce.

Dentro de este libro vas a encontrar de forma práctica y para llevar a la vida cotidiana varias enseñanzas esotéricas, conceptos sobre energía, civilizaciones de otros planetas, mensajes de seres de otras dimensiones, ciudades intraterrenas como ERKS y su implicancia dentro de nuestro mundo 3D.

Éste es el primer libro de Emiliano Pistorio, quien trata de bajar un poco a tierra el recorrido de varios años de estudios esotéricos que en esta era de Acuario van a empezar a salir a la luz.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Autores de Argentina
• Fecha de lanzamiento: 5 jul 2022
• ISBN: 9789878726724

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Emiliano Martín Pistorio

EL DESPERTAR DE UNA CONSCIENCIA CÓSMICA

Bajada

Pistorio, Emiliano Martín

El despertar de la conciencia cósmica / Emiliano Martín Pistorio. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-2672-4

1. Ensayo. I. Título.

CDD A864

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com

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Tabla de Contenido

Gracias por estar acá

Prólogo

Capítulo uno

Donde todo comenzó

Capítulo dos

La despedida

Capítulo tres

¿Nada que ver con nada? ¿O todo que ver con todo?

Capítulo cuatro

Los sueños lúcidos

Capítulo cinco

El principio del fin

Capítulo seis

Un viaje que comienza

Capítulo siete

Las casualidades no existen

Capítulo ocho

Una charla cósmica

Capítulo nueve

La frecuencia correcta atrae a la gente correcta

Capítulo diez

El Uritorco y la mitica ciudad de Erks

Capítulo once

La vuelta a casa

Capítulo doce

El momento de la verdad

Capítulo trece

Las puertas del cielo están abiertas

La lógica te llevará de la A a la Z;

la imaginación te llevará a todas partes.

Albert Einstein

Gracias por estar acá

Una vez en una de mis clases de meditación charlando con mi maestro Devachan–Ji, él me contó que la mejor forma de comenzar con un nuevo día es siendo agradecido por el simple hecho de estar vivos.

Estar agradecidos por la salud, por poder simplemente abrir los ojos y tener un día más de existencia en este plano.

Así fue como, dando un pasito más, se me ocurrió también sumar ese estado de agradecimiento antes de comenzar con cada proyecto personal, para comenzarlo con esa fuerza de expansión que trae el ser agradecido.

Lo hago cada vez que comienzo un curso, una sesión, alguna iniciación de Registros Akáshicos, clase de Access o meditación grupal que realizo. Y esta vez no va a ser la excepción. Gracias a todos los que fueron fuente de inspiración en estas páginas, cada uno sabe quién es. Ustedes fueron el motor que movió la energía de los personajes que acá aparecen.

Gracias a Claudia Alejandra Altobelli, la correctora literaria de esta pieza; llegaste a poner armonía y sinónimos que ni siquiera hubiese imaginado, le diste el toque que estaba esperando conseguir a través de las palabras.

Gracias a Juan Manuel Tavella por incentivar a que este libro existiese en este plano, por las charlas, las sesiones compartidas y por mostrarme con tu escucha integral, que a veces no necesitamos que nos digan nada en particular o ninguna frase motivadora, quizá solo necesitamos un espacio para hablar de lo que sentimos y tratar de ordenar los pensamientos a los que no tenemos forma de acceder conscientemente.

Gracias a mi familia de origen, por darme lugar en este árbol en el cual encarné para traer un poco de orden o romper con esos miedos y ataduras que vienen de generaciones anteriores, por los valores y por aceptar que vemos el mundo diferente pero que aún así está todo bien.

Gracias a Jessi, mi compañera en esta vida, gracias por acordar en el espacio entre vidas volver a juntarnos para despertarnos cada vez que nos dormimos en esta 3D tan densa. Gracias por enseñarme que todo llega a mí con facilidad, gozo y gloria, y gracias por ser el puente canalizador de Joaquín en este plano. Verlo jugar todos los días, contemplar su sonrisa desde que se despierta y sus AM cada vez que quiere comer o tomar algo y esos besos espontáneos que regala es lo mejor que me pudo haber pasado en esta existencia.

Gracias por ser despertador, compañera, de mente abierta, por el amor incondicional y por enseñarme que todo es posible cuando la actitud es la correcta. Ya sé por qué teníamos que estar juntos en este plano; sin vos, nada sería igual.

Por último, gracias a vos que estás teniendo este libro entre tus manos, quiero que sepas que sos el canal por el cual estas palabras van a cobrar vida. Sin vos esta semilla de enseñanzas esotéricas no saldrían a la luz. Espero que tengas un pronto despertar espiritual y que puedas ser uno de esos que van a traer el cielo a la tierra, en el momento que todo deje de ser como lo conocemos.

Prólogo

Tuve el privilegio de asistir a la gestación de este libro. Con Emiliano nos conocíamos –pero no tanto– por haber compartido ensayos y escenarios con el proyecto musical de una amiga en común. El año pasado me llamó porque estaba transitando una crisis y estaba buscando un espacio terapéutico para hablar de eso, así que empezamos a juntarnos una vez por semana para, café de por medio, desenredar el hilo. Sentí muy pronto que quería que él –terapeuta también– me ayudara a mí con algunas cosas sobre las que necesitaba trabajar; y así empezamos un proceso (poco ortodoxo) en el que nos turnábamos en diferentes días para escucharnos.

Estoy convencido –y no soy el único– de que si uno, como terapeuta, no sufre una transformación en su relación con el consultante, tampoco puede servir de ayuda: el encuentro profundo de dos personas transforma a ambas. Esto fue así con él, sin duda. También estoy convencido –y el tiempo me lo confirma– de que ningún encuentro es casual: la vida, aún cuando pataleamos y perdemos la fe, trabaja amorosamente para ayudarnos. Esos encuentros, que se extendieron por algunos meses, creo que fueron transformadores para los dos.

Hay momentos en los que ciertas cosas que antes funcionaban, se desmoronan, caducan, empiezan a dejar de tener sentido, y aparecen otras luces en el horizonte, pero todavía se ven borrosas, y uno siente que anda a oscuras pisando territorio desconocido. Como suele pasar, llevamos en nosotros las respuestas, pero a veces necesitamos hablar con otro que nos ayude a sacar afuera todo y verlo con más claridad; que nos ayude a atar cabos, a encontrar tranquilidad en el proceso, y animarnos a emprender ese camino incierto en su compañía.

Desde esos primeros encuentros aparecía el tema del libro, de un libro que estaba queriendo nacer, que lo llevaba por tierras nuevas, que lo empujaba, de a ratos, como un torrente de entusiasmo creativo que a veces lo mantenía despierto hasta altas horas de la noche. Es este libro que tenés en la mano ahora.

Emi es un terapeuta que juega a remover las estructuras que nos limitan, los prejuicios y los preconceptos que no nos dejan ver todo lo que la vida todavía puede ser. Así, parte de la terapia es ver todo lo que ponemos de ficción sobre eso que creemos que es la realidad. Por otro lado, los libros siempre me enseñaron que puede haber mucha verdad en las ficciones. Hay libros que me cambiaron la vida de una forma muy real. Entre esas dos márgenes va navegando este libro, que –un poco con la excusa de la ficción– nos habla de realidades profundas y de vidas reales. Porque lo cierto es que, cuando nos sumergimos en la vida a fondo, esta nos empieza a mostrar que su propia trama es más misteriosa, fantástica y extraña que cualquier ficción.

Contar historias es una afición sagrada, porque las narraciones pueden despertar algo en nosotros, le hablan a una parte nuestra que es más profunda que la razón, abren nuevas posibilidades, nos alientan a tener el valor para emprender la aventura de vivir.

Cada uno de nosotros estamos inmersos –lo sepamos o no– en un viaje de transformación, y ese viaje es único y personal. Pero emprender ese camino, nos hermana. La historia del Buddha, las epopeyas de los héroes mitológicos, los cuentos sufis, son, también, nuestra propia vida. En algún momento, la superficie se resquebraja y la vida nos llama a indagar en lo hondo de su significado, para que podamos descubrir el tesoro que tiene para darnos, nuestra identidad verdadera.

Vi al autor de este libro agarrarse a él como un salvavidas en la tormenta, y salir vivo para contarlo. Ahora este libro sigue su viaje, tiene su propia vida, sale a re–crearse en el encuentro con otros, otros encuentros que tampoco van a ser casuales; y probablemente se convierta, a su vez, en un buen salvavidas para muchos. Porque todos necesitamos un buen amigo en la tormenta.

Brindo por eso.

Juan Manuel Tavella

Gaia, Pcia. de Buenos Aires

Marzo 2022

Si tu alma resonó con este libro que tenés entre tus manos, es porque ya estás listo para acceder a un nuevo nivel de consciencia dentro de tu vida. Donde la magia se vuelve moneda corriente, donde las causalidades estén a la vuelta de la esquina y donde entiendas que todas las situaciones que pasan en tu camino son perfectas tal cual son y no podrías haber vivido otra cosa diferente.

Te invito a que te dejes llevar por cada palabra que tienes aquí escrita y que no las razones, que no las pases por el filtro de tu mente, ya que este libro está canalizado para trabajar a niveles energéticos sutiles de los cuales la razón todavía no sabe ni que existen.

Dejá que la magia te atraviese por completo y que tu semilla estelar se encienda dentro de tu corazón.

Al leer este libro, algo adentro tuyo se va a ir modificando. No vas a saber qué. No trates de entenderlo... pero algo dentro de tu corazón se va a despertar para que vibres en una nueva frecuencia de consciencia.

Y si no sucede nada de esto, disfrutá de una buena historia pochoclera que te saque, aunque sea por un momento, de la realidad que estás viviendo.

Que tengas un lindo viaje...

Emiliano Martín Pistorio

Capítulo uno

Donde todo comenzó

Cuántas veces nos pasa que pedimos o queremos un cambio en nuestra vida, uno verdadero, desde el fondo de nuestro corazón. Le pedimos a Dios, a Buda, a la deidad que conozcamos o al UNIVERSO mismo para que pase algo que nos cambie la historia. Algo que nos saque del estado automático en el que vivimos. Ese estado que nos deja siempre en el mismo lugar, completamente apáticos. En donde el día, la noche, el maravilloso mundo que nos rodea, se reduce a la insignificante rutina de tener que despertarse con una alarma que parece una tortura para nuestro cuerpo, a una hora que no nos gusta. En una casa llena de defectos que vemos en cada rincón que habitamos.

Cuántas veces nos pasó de levantarnos de esta manera para desayunar apurados alimentos procesados sin ningún tipo de nutrición, porque debemos salir corriendo a tomar un transporte público lleno de gente que está en la misma situación. O si tenés suerte, subirte a tu auto, que no es el que te gusta, pero que fue el auto que pudiste pagar con tus ahorros.

Todo esto para estancarte en un tráfico que te hace perder dos horas de tu monótona vida y que, peor aún, te lleva a ocupar otras ocho horas diarias en un trabajo que no te gusta, porque necesitás tener una falsa estabilidad económica que te va a comprar una felicidad pasajera.

Cuántas veces nos rodeamos de personas rotas por dentro (mental, emocional y espiritualmente) que se pelean por ver quién es el que peor la pasa, o que se enorgullecen y alardean sus anécdotas más terribles para ganar así el título del pobrecito de la semana, del mes, del año.

Cuántas veces le pedimos al universo que cambie esta forma de vivir, que tengamos un golpe de suerte en nuestro camino.

Que a fin de cuentas solamente PASE ALGO. Algo que nos haga sentir que la vida es hermosa y que nos mueva a vivirla, a sentirla, a crear desde el corazón todo lo que siempre soñamos.

Pedimos que pase algo tan distinto a lo que vivimos, solo para que nos haga mover de nuestra simple carrera hacia el fin de nuestra existencia. Una existencia que no termina y que perdura en las siguientes vidas (si creés en la reencarnación) o que, con suerte, si nos portamos bien y somos las mejores personas del mundo, vamos a llegar a ese paraíso donde seguramente vamos a poder ser FELICES DE VERDAD, porque nos vamos a reencontrar con las personas que ya no están, que son más dichosos que nosotros y están en paz, porque viven en un estado de consciencia plena, que solo se alcanza cuando no estás en el cuerpo físico y obviamente luego de una vida dura y sacrificada en este plano.

Así de dormidos estamos que nos convencieron de que lo mejor siempre está por venir, que estamos a un paso de ser felices, que vamos a alcanzar algo especial. Que cuando hagamos algo nuevo, vamos a tener esa paz que tanto anhelamos y que nunca conseguimos porque siempre FALTA ALGO...

Entonces con más fuerzas que antes, le pedimos al UNIVERSO que nos mande ese ALGO NUEVO, ese hecho trascendental que nos va a cambiar la vida para pasar a ser las personas más dichosas en la faz de la tierra y así empezar a SER REALMENTE FELICES.

Tan equivocados y perdidos estamos, que cuando esa petición que le mandamos al universo, de casualidad, nos llega en forma de oportunidad, la miramos desde nuestro puesto de GERENTE GENERAL DEL UNIVERSO y decimos que no es lo suficientemente buena para nosotros, que hay algo mejor que eso esperándonos y que cuando llegue nos vamos a dar cuenta, porque el propio cielo se va a abrir y de sus puertas doradas llenas de rayos crísticos y niebla celestial de colores azul, rosa y dorado, Jesús con sus 12 apóstoles van a bajar desde el PARAISO acompañados de una horda de Ángeles guardianes para darme ese ALGO que me va a cambiar la vida. Porque YO SOY ESPECIAL, no soy como cualquiera de los mortales que viven en este plano y pisan esta tierra. YO REALMENTE SOY ESPECIAL. Además, está escrito en eso que llaman Carta Natal.

Qué lindo sería poder saltarse todo esto y poder ser solamente FELIZ. Qué lindo sería poder ser como esa gente que está de buen humor y es súper positiva todo el tiempo. Yo no sé cómo hacen, deben ser de otro planeta. Pareciera que no viven en el mundo real; no podés estar feliz todo el tiempo y que nada te afecte en lo más mínimo. Es imposible. ¿Sonreír todo el día? Algo deben estar ocultando, seguro están metidos en cosas ilegales y viven todo el día drogados o tomando cosas raras. Sí, seguro es eso. Pero bueno... ¿En qué estaba?

¡Qué raro! No sé de dónde salió todo esto, pero es algo que me pasó por la cabeza mientras voy viajando en tren camino a mi trabajo en el Microcentro Porteño. Pero bueno... mejor dejo de pensar tantas cosas y vuelvo al mundo real.

A propósito. Buenos días. Mi nombre es Joaquín Bautista, tengo 25 años y vivo en Olivos, partido de Vicente López en Buenos Aires, Argentina.

No sé por qué, pero desde que me desperté tengo la sensación de que hoy no va a ser un día como cualquier otro, siento que hoy va a ser un día diferente. Aunque hoy es lunes y los lunes son el peor día de la semana.

Vuelve a arrancar la rutina y se hace difícil volver a pasar por el Microcentro, todo lleno de gente, todos apurados, con cara de tristes, con todo el ruido de motos y las bocinas de los autos que se insultan en cada esquina. Menos mal que ya estoy acostumbrado a todo esto, es algo que veo todos los días.

Ya van casi siete años desde que trabajo por el Microcentro, apenas terminé el secundario conseguí este trabajo. No conozco otra cosa y uno se va acostumbrando a venir todos los días a este caos, es más, mientras más tiempo pasa, más normal se me hace todo lo que veo.

Aprovecho y mientras camino por la calle Florida voy repasando todas las cosas que tengo que hacer en el Banco. Mi trabajo es en un Banco muy reconocido internacionalmente que tiene su sede central en Microcentro.

Mi trabajo no es tan malo, es normal. Digamos... A ver. Tengo días y horarios fijos, la paga es muy buena, estoy en blanco, tengo una buena cobertura médica y las vacaciones siempre llegan en enero. Todo funciona como un reloj suizo; algo que es muy difícil conseguir en Argentina.

Según una amiga que estudia astrología, para mi Capricornio es algo fantástico estar trabajando en un Banco. Un lugar donde me siento muy cómodo y que seguramente sea un trabajo que no vaya a cambiar, porque los cambios (según ella) no son lo mío, pero la