Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Flor Celestial
Flor Celestial
Flor Celestial
Libro electrónico92 páginas1 hora

Flor Celestial

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Los seres humanos cuando nos enamoramos entregamos nuestra alma, cuerpo y corazón sin condición alguna. Como consecuencia, nos olvidamos de cuidar una individualidad divina portadora de la verdadera felicidad. Una infidelidad cambiará el destino de dos seres que desde muy jóvenes saborearon el sutil encanto del noviazgo y aunque durante muchos años su relación se basó en un amor genuino, sin saberlo, la costumbre, la dependencia y las rutinas los alejó de su verdadera esencia.

Ambos, desde diferentes realidades irán experimentando un despertar de conciencia, con mensajes y experiencias que serán sus grandes maestros. Ella al sentirse perdida, vive momentos transcendentales que con el tiempo le permitirá honrar su segundo nombre y ser una verdadera «Flor Celestial», él deberá descubrir que el ego y la arrogancia solo han sido malos consejeros que lo alejarán de quienes siempre habían estado a su lado.

Entre recuerdos universitarios, rutinas, familiares, amigos y nuevos romances se desenvuelve una historia de amor en la que los dos deberán encontrar su verdadera esencia, para así descubrir sus caminos hacia la felicidad. Tendrán aprender a ser los artistas de sus destinos para finalmente reencontrarse, sin sentir que la vida ha sido injusta al separarlos.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 jun 2022
ISBN9781005153724
Flor Celestial
Autor

María Gabriela F.D.

Autodidacta, amante de observar la vida, soñadora y creyente de la ley universal de la atracción. Desde muy joven deseaba (aún sin saberlo) encontrar mi propósito personal, crear algo maravilloso y ser reconocida.La vida me ha enseñado que cada segundo es una lección y cuando decides aprender de estas, podrás pasar a un nuevo nivel. No ha sido fácil, pero cuando hago una introspección, veo un recorrido lleno de ensayos y errores que me han permitido crear un presente del cual me siento orgullosa.He vivido triunfos, derrotas, alegrías y tristezas, también he sido buena y mala, con luces y oscuridades. Soy un ser humano que ha ido recopilando de cada momento una moraleja, e intento entender el porqué de las cosas y si soy la causante de alguna mala experiencia, comienzo el recorrido hacia la sanación, para no volver a causar daño.Al elegir ser la creadora de mi destino, pude volver a reencontrarme con mis sueños, esos que por «Falta de tiempo» dejas de vivir y hoy puedo darme por servida al escribir mi primera novela ligera, mi primera hija, mi «Flor Celestial».La he escrito para alimentar mi alma y espero que también sea de inspiración, si en este momento vives alguna decepción amorosa o has permitido que el ego domine tu camino. No somos perfectos, pero afortunadamente tenemos la dicha de poder perdonar nuestro pasado y construir un futuro que nos permita ser felices.Saludos, María Gabriela F.D.

Relacionado con Flor Celestial

Libros electrónicos relacionados

Romance contemporáneo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Flor Celestial

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Flor Celestial - María Gabriela F.D.

    Agradecimientos

    Vivir en estado de agradecimiento te permitirá aceptar, respetar, así como amar una realidad que has ido construyendo con el tiempo.

    Primero agradeceré por cada experiencia que me armó de valor para comenzar a vivir por mis sueños, de estas aprendí y ahora puedo ver que han sido mis grandes guías.

    Gracias al amor incondicional de mi padre, hermanas, sobrinas y sobrinos. A mi amigo Carlos Ruffo por ayudarme a mejorar detalles en esta novela y a mi compañero de vida Francisco Luque, por enamorarse de esta historia y obsequiarme un valioso tiempo para poder escribirla.

    Gracias, gracias, gracias

    01

    Ella, su mente, y su corazón

    Limpio de mi rostro una triste lágrima y salgo con toda la dignidad posible, de ese lugar al que le había dedicado varios años de mi vida. Yo trataba de asimilar cada suceso y mientras transcurría el día, mi mente divagaba entre pensamientos que me lastimaban. Desde hace unos meses me siento sola y ahora me encuentro sin empleo, definitivamente no estoy viviendo los mejores momentos de mi vida.

    Pienso en escribirle, pero ayer me dejó bien en claro que ya no deseaba seguir a mi lado, me dijo que no quería hacerme daño; él había conocido a alguien más, se enamoró de otra mujer. Anoche me esperaba con sus maletas y me habló sobre sus sentimientos, también tuvo el cinismo de abrazarme, de decirme que era importante para él y que deseaba mi felicidad. En shock total lo vi marcharse de un departamento que fue testigo de un final infeliz.

    Caminaba por las calles de una ciudad en la que todos corren para no perder el tren, en donde las personas luchan para sobrevivir día a día sin imaginarse que, si estuviesen en sus zapatos, simplemente no sabrían cómo actuar y lo más increíble es, que todos se quejan a diario, pero dependen tanto de esos tediosos empleos, que rara vez uno de ellos renunciará para comenzar a crear su propio camino.

    Decidí ir a la plaza por la que a diario caminaba, pero siempre ignoraba por falta de tiempo.

    —Qué ironía, falta de tiempo —digo en voz baja, pero con suficiente sarcasmo— ¡Ahora el tiempo me sobra y no sé qué hacer con él!

    Preferí no pensar en los problemas. Estuve sentada allí por un buen rato y solo observaba a las personas yendo de un lado a otro, a una pareja discutiendo sin percatarse sobre quienes los veían y a los ancianos hablando acerca de las nostalgias del pasado. Por lo visto a nadie le importaba si ella era parte de ese caos, si era feliz o si estaba a punto de llorar; a nadie le interesaba si había perdido su empleo o si el hombre al que le había entregado trece años de su vida ahora estaba loco por otra mujer.

    —¡No pensar ja, pues eso haces! —dijo una voz que estuvo en silencio por un buen tiempo, era la voz de mi propio corazón.

    Después de ignorarlo y andar sin rumbo por el centro de una ciudad, que me traía tantos recuerdos junto a él, por fin decido ir al departamento. Al llegar lo observé y estaba tan descuidado, que por un instante sentí que era el reflejo de mi propia vida. No sé en donde estará, no sé en donde vivirá, él ahora es un total desconocido.

    —Pero eso no es importante para mí en este momento —expresé en tono cortante—. Lo que necesito es enfocarme en encontrar un nuevo empleo.

    —¿Pero, no era tiempo lo que deseabas para vivir por tus sueños? —cuestionó mi insistente corazón.

    Él era tan terco y yo lo conocía a la perfección, pero últimamente no estábamos de acuerdo, creo que se enojó conmigo y desde entonces no me hablaba. Pero ante tanta persistencia respondí:

    —No, lo que necesito es dinero para dejar todo en orden y continuar con mi vida.

    —¿No eras tú la que te quejabas de tu trabajo y de lo insoportables que eran tus compañeros? —volvió a interrogar, intentando retarme.

    —¿Y ahora vienes de sabiondo a dar consejos sobre cómo debo vivir? — pregunté ya bastante alterada.

    —Siempre he estado para ti, siempre te he escuchado, te he gritado y aconsejado; pero tú elegiste ignorarme —respondió resentido.

    Entonces mi corazón se tomó unos segundos para decirme todo lo que tenía guardado y continuó:

    —Tú has elegido trabajar en un lugar en el que ya no eras feliz, en insistir en que continuáramos amando a ese hombre que hoy no nos corresponde y en hacer las cosas esperando la aprobación de los demás, en vez de vivir por tus sueños como antes, ¡Recuerda que eres la responsable de tu pasado, presente y lo serás también de tu futuro!

    En ese instante entendí que desde hace un buen tiempo, él me tenía preparado ese discurso y se estaba armando de valor, para asumir también las consecuencias de mis acciones. Era muy duro escuchar que había sido yo, quien elegía cada paso y que nadie tenía la culpa de lo que estaba viviendo, así que decidí tomarme unos minutos para reflexionar, ¿En qué momento elegí perder mi camino?, antes solía ser una persona optimista, alegre y segura; ahora soy tan distante, tan callada y no me gusta lo que refleja mi espejo.

    A mi mente vienen tantos recuerdos y me pregunto ¿Cuándo comenzamos a distanciarnos? En la universidad éramos considerados la pareja más cool y con nuestros amigos siempre tratábamos de vivir una nueva aventura. Desde que él y yo nos conocimos, solo sentíamos el deseo de estar juntos, realmente nos amábamos y éramos cómplices en todos los sentidos. Ahora mi alma siente un vacío, un dolor que habla del fin de una época con tantos momentos a su lado.

    Sinceramente ya lo presentía y desde hace un buen tiempo estaba notando sus sutiles cambios, aun así me aferraba a no admitirlo. En nuestros días libres, él se excusaba

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1