Mis más sinceras disculpas

Por ​​​​​​​Amaia Irigoyen Lassa

Mis más sinceras disculpas es un compendio de sentimientos, pensamientos y creencias, que se muestra como una especie de diario íntimo en donde la autora desnuda esa parte de su ser más profunda. Cada verso y cada poema llevan al lector a esa montaña rusa llamada «emociones». La autora Amaia Irigoyen Lassa logra externalizar una historia de amor con mucha sinceridad, demostrando que cada uno a su manera siempre se mantiene en esa lucha entre los miedos, las frustraciones y las ganas de amar y ser amado. Cualquier lector podrá identificarse con esas sensaciones comunes, por ejemplo, la falta de autoestima con la que se presenta en sus primeros párrafos. Y así la autora se va deteniendo en cada sentimiento logrando limpiar su conciencia de todo lo que la preocupa. A medida que el lector va adentrándose en esta fascinante historia se conecta más con esas emociones y las típicas dudas del amor, las mentiras, los recuerdos que los desamores dejan marcados en la memoria. Son versos que visualmente se aprecian independientes, pero que tienen un hilo invisible que los une en las esquinas de cada una de sus hojas. Permite al lector leer cada página de forma individual, pero si acepta la aventura de leer todo de manera continua se encontrará con un gran libro lleno de historia.

Amaia Irigoyen Lassa, en la actualidad compagina sus estudios de Bachillerato en Ciencias Sociales en el Instituto IES Plaza de la Cruz (Pamplona) con su mayor pasión: la escritura. A sus 16 años de edad, la joven decidió que ya era hora de mostrar su trabajo al mundo con su primera publicación: Mis más sinceras disculpas, un libro de poesía y prosa poética en el que quiso volcar cada uno de los sentimientos que padeció durante su proceso de escritura.

• Idioma: Español
• Editorial: Europa Edizioni
• Fecha de lanzamiento: 31 jul 2019
• ISBN: 9788855086394

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S.L.

Mis más sinceras disculpas

PRÓLOGO

La autora Amaia Irigoyen Lassa logra externalizar una historia de amor con mucha sinceridad, demostrando que cada uno a su manera siempre se mantiene en esa lucha entre los miedos, las frustraciones y las ganas de amar y ser amado.

Cualquier lector podrá identificarse con esas sensaciones comunes, por ejemplo, la falta de autoestima con la que se presenta en sus primeros párrafos:

«...Lo único que tienen en común todas ellas es a mí,

así que debo ser yo el problema.»

Y así la autora se detiene en cada sentimiento logrando limpiar su conciencia de todo lo que la preocupa. Pues, ¿quién no ha llorado alguna vez escondido, liberando así su alma de todo lo negativo? ¿Cuántos no hemos relacionado el amor con el dolor?:

«Lágrimas derramadas por este angustioso malestar,

ya me duelen los ojos de tanto llorar.»

A medida que el lector va adentrándose en esta fascinante historia se conecta más con esas emociones y las típicas dudas del amor, las mentiras, los recuerdos que los desamores dejan marcados en la memoria:

«Mi niña, cariño, querría haberte conocido antes, pues ahora solo eres dolor, ahora solo eres cicatrices, heridas de guerra.»

Pero luego de todo aquel recorrido humano dentro del ser, la autora nos lleva hacia lo que muchos consideran hogar, ese nido de protección y amor incondicional llamado «padres». Solo bajo su amparo ella demuestra que podemos luchar contra nuestros monstruos internos y ese sentimiento inexplicable nos hace salir renacidos de cualquier situación.

Mis más sinceras disculpas es en conclusión un compendio de sentimientos, pensamientos y creencias, que se muestra como una especie de diario íntimo en donde la autora desnuda esa parte de su ser más profunda. Cada verso y cada poema llevan al lector a esa montaña rusa llamada «emociones». Son versos que visualmente se aprecian independientes, pero que tienen un hilo invisible que los une en las esquinas de cada una de sus hojas. Permite al lector leer cada página de forma individual, pero si acepta la aventura de leer todo de manera continua se encontrará con un gran libro lleno de historia.

Quien crea conocer el sentir de los demás,

es que no conoce ni el suyo propio.

¿Normal?

Desde siempre he sido una persona extraña, diferente al resto. No sé qué es exactamente lo que me hace diferente, pero hay algo que me impide ser «normal».

Lo notan los demás, yo solo veo cómo se comportan conmigo. Soy una persona que a primera vista parece normal, agradable, maja… Todo lo que tú quieras. Pero luego, conforme voy acercándome a alguien, esa persona acaba por dejar de tenerme cariño, por querer alejarse, incluso puede que me acabe temiendo. No sé exactamente el por qué, pero todas las amistades que he tenido las he acabado perdiendo. No es normal que me pase lo mismo con todo el mundo. No creo que sean el resto el problema. Son demasiadas coincidencias como para que sean el resto el problema. Lo único que tienen en común todas ellas es a mí, así que debo ser yo el problema. Y lo peor es que yo no puedo remediarlo, porque no sé qué es lo que falla. Y eso me frustra, porque podría estar ahora mismo intentando enmendar eso, intentando resolver el problema y no puedo. Es un sentimiento muy frustrante, la impotencia.

Cada vez que veo que alguien se quiere acercar a mí, empiezo a tener miedo de que se quiera alejar, como han hecho todos. Intento que no se acerque demasiado, que no insista, pero al final acabo desistiendo yo. Siento que puedo confiar, y la cago, y entiendo que después