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El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica: Su papel como catalizador de la vinculación, la docencia y la investigación social
El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica: Su papel como catalizador de la vinculación, la docencia y la investigación social
El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica: Su papel como catalizador de la vinculación, la docencia y la investigación social
Libro electrónico455 páginas5 horas

El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica: Su papel como catalizador de la vinculación, la docencia y la investigación social

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IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 may 2022
ISBN9786074178548
El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica: Su papel como catalizador de la vinculación, la docencia y la investigación social
Autor

José Antonio Farías Hernández

Doctor en Ciencias Sociales y Políticas, y maestro en Derechos Humanos; ambos títulos por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Entre sus libros y artículos recientes destacan: La tradición en política y su valor como fundamento de los derechos humanos: históricos y emergentes (UIA); Cómo John y Yoko aplican los valores Ibero en su vida (UIA); y, San John Lennon: el Maestro en el cielo eterno del rock. Es académico de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

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    El servicio social en la Universidad Iberoamericana en perspectiva histórica - José Antonio Farías Hernández

    Imagen de portada

    El servicio social en la Universidad

    Iberoamericana en perspectiva histórica

    Su papel como catalizador de la vinculación,

    la docencia y la investigación social

    El servicio social en la Universidad

    Iberoamericana en perspectiva histórica

    Su papel como catalizador de la vinculación,

    la docencia y la investigación social

    José Antonio Farías Hernández
    Universidad Iberoamericana

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    D.R. © 2022 Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Versión electrónica: abril 2022

    ISBN: 978-607-417-854-8

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    ÍNDICE

    PRÓLOGO

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1 - LA MEMORIA ESCRITA Y LAS FUENTES HISTÓRICAS DE ESTE TRABAJO

    La importancia de alimentar nuestro archivo histórico universitario y del servicio social

    Las fuentes históricas de este trabajo

    Las historias escritas del servicio social Ibero

    La historia en las periodizaciones del servicio social Ibero

    Otras síntesis históricas incidentales

    CAPÍTULO 2 - EL SERVICIO SOCIAL EN MÉXICO Y EL LUGAR DE LA IBERO

    Fuerza social inclusiva universitaria

    La persistencia de inercias burocráticas en el servicio social

    La política pública de servicio social

    Marco jurídico: la influencia del modelo Ibero en la ley vigente

    El lugar de la Ibero en el medio nacional del servicio social

    CAPÍTULO 3 - ANTECEDENTES DE NUESTRO MODELO DE SERVICIO SOCIAL

    El derecho humano fundamental a la libertad educativa

    El asalto católico a la extensión: la Unión Nacional de Estudiantes Católicos

    La opción por la universidad: el Centro Cultural Universitario

    Equivalentes funcionales al servicio social en la época del ccu

    Despegue y crisis de la uia

    El servicio social incorporado

    Resurgimiento de la uia: el gran paso curricular del servicio social

    CAPÍTULO 4 - LOS FUNDAMENTOS DEL MODELO Y EL CENTRO DE SERVICIO Y PROMOCIÓN SOCIAL

    Los fundamentos del modelo

    Modelo educativo de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (2019)

    La organización por departamentos y el Centro de Servicio y Promoción Social

    CAPÍTULO 5 - EL SERVICIO SOCIAL IBERO COMO PROCESO ACADÉMICO

    El naciente modelo de servicio social

    La evolución del modelo

    Esquema homogéneo, etapas e inventario de prácticas académicas

    CAPÍTULO 6 - VINCULACIÓN

    De servicio a vinculación

    Base heredada de la época incorporada: vinculación gubernamental y endógena

    El motor autónomo de la vinculación comunitaria y popular experimentales

    Llegada a un esquema homogéneo: la vinculación intermediada profesional con base en organizaciones de la sociedad civil

    Otras formas de vinculación social

    CAPÍTULO 7 - DOCENCIA

    Bases del proceso formativo escolar situado

    El Taller de Reflexión sobre el Servicio Social como materia curricular

    El taller como proceso pedagógico

    El asesor de servicio social

    La formación social intensa en verano y estancia externa

    La formación social profunda en vinculación curricular

    CAPÍTULO 8 - INVESTIGACIÓN

    Acción conjunta con la difusión

    Investigación

    Difusión

    CAPÍTULO 9 - UNA OBSERVACIÓN DE LA INJUSTICIA SOCIAL DESDE LA IBERO

    Congregación general 36. Decreto 1

    Trazando el rumbo: proceso de reflexión crítica de la realidad

    Algunas líneas estratégicas de nuestro rector, Mtro. David Fernández S. J.

    CAPÍTULO 10 - LA JUSTICIA SOCIAL Y EL APRENDIZAJE SOLIDARIO HOY

    Esbozo de una idea propia sobre la justicia social

    Una observación al aprendizaje y servicio solidario

    CAPÍTULO 11 - CONCLUSIONES

    ANEXO - SUGERENCIAS ESTRATÉGICAS PARA EL PSSU

    Relacionadas con el modelo de servicio social

    Relacionadas con el aprendizaje y el servicio solidario

    BIBLIOGRAFÍA

    A todas y todos mis colegas docentes y

    compañeras y compañeros de trabajo en esta

    gran responsabilidad y aventura académica

    llamada servicio social de la Universidad

    Iberoamericana, desde quienes lo idearon

    y fundaron hace 50 años, hasta la más

    novel compañía de hoy.

    PRÓLOGO

    Tenemos ante nosotros la sistematización de una historia de 50 años de servicio social en la Universidad Iberoamericana. El trabajo de José Antonio Farías de recuperación de la experiencia universitaria era necesario. Como él mismo nos dice, no fue sencillo, pues la documentación que encontró para hacerlo es escasa y fragmentaria, pero logró recuperar la poca que había, y llenar las lagunas de información con su propia memoria y con la de varios de sus colegas. Es un trabajo encomiable porque el servicio social en la Ibero, que ha pasado por varias etapas desde que comenzó en 1971, no solamente ha generado conocimiento sobre las metodologías para formar al estudiantado universitario en el compromiso de la acción social, sino que ha inspirado a otras universidades y tuvo una influencia decisiva, si bien poco reconocida, en la legislación sobre el servicio social en nuestro país, que es a la vez pionero en hacerlo obligatorio.

    La Ibero inició con proyectos propios en el sur del Valle de Toluca, en los que participaron profesores y estudiantes, trabajo que se mantuvo hasta mediados de los años ochenta del siglo pasado. Pero su mudanza a Santa Fe después del sismo de 1979 —que la destruyó— condujo a considerar el entorno geográfico, y concretamente el pueblo de Santa Fe, como el espacio natural para la vinculación mediante el servicio social, lo que inició en 1988 después de algunos años de experiencia con proyectos propios en zonas urbanas. El año de 1990 marca una profunda reestructuración, ya que el servicio social se organiza por problemáticas sociales que definen áreas de trabajo. La Ibero deja de tener proyectos propios y se vincula con organizaciones civiles que tienen proyectos transformadores en las áreas que la universidad define como prioritarias. El trabajo en gobierno se enfoca en los espacios de mayor impacto social, y su participación en el total de proyectos se reduce; asimismo, se excluye la posibilidad de hacer servicio en nuestro campus. Éste se vuelve obligatorio en el ámbito nacional; así lo indicaba ya la legislación en el tema, pero, como dice el autor, de no haber sido así, la Ibero lo habría establecido, dada su filosofía transformadora.

    En efecto, el fundamento del modelo del servicio social radica en la búsqueda de la justicia social. Farías sostiene que la libertad académica —que él llama autonomía—, obtenida por la Ibero en 1971, le permitió diseñar un modelo propio con la capacidad de aportar a la concepción del servicio social en el país y más allá de sus fronteras. Entre sus características centrales, y que lo distinguen de otros, se encuentran: su valor curricular, es decir, no se considera como un elemento adicional a la formación profesional, sino constitutivo de ella, con 16 créditos que le otorgan la carta de ciudadanía académica; se realiza con organizaciones mediadoras (actualmente se trabaja cada semestre con entre 300 y 400); el taller de reflexión, espacio interdisciplinario que se lleva a cabo cada semana, y que acompaña la acción social de los estudiantes; y el hecho de que ha dado lugar a la existencia de dos figuras académicas que no existen en otras universidades: el asesor de servicio social (personal docente en la Ibero que conduce el taller de reflexión), y el coformador (personal de las organizaciones en las que los estudiantes realizan su servicio social), que asume un rol, como su nombre lo indica, de formador in situ del estudiante y de evaluador de la eficacia y la calidad de su participación.

    El modelo de servicio social de la Ibero se desarrolla a través de tres modalidades. La más generalizada es la que se realiza a lo largo de todo un semestre académico en una organización del área metropolitana de la Ciudad de México. Pero también existe la modalidad de verano, que consiste en dos meses intensivos de estancia en alguna localidad atendida por una organización de la sociedad civil, fuera de la zona metropolitana. La tercera es la estancia externa, en la que los estudiantes —seleccionados con cuidado— se trasladan durante todo un semestre al lugar del interior del país o del extranjero donde realizarán su servicio, y cursan a distancia las otras materias de su plan de estudios. Esta modalidad les exige características especiales de orientación social, personalidad, apertura y disposición al trabajo en equipo.

    Farías sostiene la tesis de que el servicio social ha actuado históricamente como un catalizador de las funciones de docencia, investigación, difusión y vinculación de la Ibero, pues en él se fusionan y se potencian los propósitos transformadores de estas funciones sustantivas. A lo largo de los últimos 30 años se consolidó el modelo, y se definieron con claridad las áreas de interés, de acuerdo con su filosofía transformadora hacia la justicia social. Éstas abarcan los temas de salud, educación, economía solidaria, ciudadanía, derechos humanos, población, medio ambiente, discapacidad, vejez, cultura, comunicación y desarrollo comunitario. En torno a ellas se seleccionan las organizaciones de la sociedad civil en las que los estudiantes llevan a cabo su servicio social, y se organizan los talleres de reflexión que acompañan dicho servicio, los cuales brindan la ocasión de reflexionar sobre lo vivido y sobre lo aportado y, hacia el final, considerar lo que la experiencia significó para el proyecto de vida. Ya no alcanzó a sistematizarse en este trabajo, pero conviene mencionar aquí que la pandemia obligó a la Ibero a innovar, sin traicionar el modelo, para que fuera posible la realización del servicio social a distancia. No sin dificultades, pero los estudiantes no tuvieron que renunciar al aprendizaje en servicio y solidario y al aprendizaje situado ante las condiciones impuestas por la emergencia sanitaria.

    El libro es sin duda una de las muchas maneras como habrá de celebrarse el medio siglo de la experiencia fecunda de formación social en la Ibero. Estamos en vísperas de abrir una nueva etapa en el servicio social. Esta rica experiencia nos ha hecho ver el enorme valor de la formación en la acción para el desarrollo del compromiso social, sello que buscamos desarrollar e instalar en los estudiantes. Tan importante ha resultado que nos ha parecido que ha llegado el momento de profundizarla, ahora que en otoño del 2021 comenzarán a operar los planes de licenciatura denominados Manresa, totalmente renovados. Se ha diseñado una trayectoria de formación social que se da a lo largo del proceso de educación, y no sólo al final de la carrera. Desde el taller de integración a la universidad, en el primer semestre, se conoce la filosofía ignaciana orientada al compromiso y a la transformación para la justicia social desde la Ibero. Poco después, en el tercer semestre, y a partir de una materia de su propio plan de estudios, los estudiantes tendrán una primera experiencia de inmersión en la realidad social de la población marginada. La formación social y humanista que proporciona el Área de Reflexión Universitaria tendrá un enfoque interdisciplinario y se centrará en problemas. Se definirán proyectos de servicio a través de los de vinculación de los departamentos, de las prácticas que tienen algunas carreras, y de la propia Dirección de Formación y Acción Social, de manera que los estudiantes participen en una trayectoria de formación social a lo largo de sus estudios. Además, se mantiene el taller de servicio social a lo largo del proceso.

    Celebro la publicación de este libro porque gracias a él podemos contar la historia de medio siglo en que la universidad se ha propuesto desarrollar en sus alumnos la indignación por las injusticias, el trabajo para contribuir a transformar la realidad, y el compromiso resultante como el sello que esperamos permanezca en los egresados a lo largo de su vida. Gracias a él también podemos fundamentar la necesidad de

    una nueva etapa, esperamos más profunda y productiva, de servicio social. Deseamos acompañar esta nueva etapa con la adecuada documentación para seguir escribiendo la historia, y de proyectos de investigación capaces de profundizar en el conocimiento de la pedagogía de aprendizaje-servicio y de aprendizaje situado, y en la explicación de los resultados y el impacto tanto en nuestros estudiantes como en las comunidades a las que queremos acompañar.

    Termino con la manera como esta nueva etapa ha formulado el propósito de la trayectoria de formación social universitaria, inspirada en las preferencias apostólicas universales de la Compañía de Jesus: acompañar a la juventud en el trabajo desde el discernimiento para favorecer la justicia social y ecológica, caminando con las poblaciones vulneradas de nuestra sociedad (Minakata, 2021, p. 118). (1)

    Sylvia Schmelkes

    Ciudad de México, febrero del 2021

    1. Minakata Quiroga, M. J. (2021). "Trayectoria de Formación y Acción Social Universitaria (FASU): Nuevo Modelo de Formación Social de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, DIDAC, 77, 118-124.

    INTRODUCCIÓN

    Desde hace 50 años el servicio social (SS) de la Universidad Iberoamericana (UIA) ha destacado en el país por ser un proceso académico con la vocación propia de la educación universitaria jesuita, la cual encontró en esta política pública el terreno propicio para accionar el motor de la justicia social que le es consustancial. Sin embargo, y quizá sin saberlo, con su modelo autónomo, la Ibero cumplía el mandato nacional original en la materia, el cual, en voz del presidente Lázaro Cárdenas, pedía que el servicio social se incorporara en los programas académicos de las universidades, a fin de que el estudiantado conociera y discutiera las principales problemáticas sociales. Mientras la mayoría de las instituciones de educación superior del país abrieron oficinas administrativas de SS, la Ibero creó un centro académico no sólo para vincular instituciones sociales donde las y los estudiantes tuvieran una auténtica experiencia del valor de la solidaridad con las personas y los grupos más necesitados, sino para que esa experiencia contara con una materia de valor curricular para la formación social del y de la estudiante, y, aún más, para que ese centro documentara, reflexionara, produjera y difundiera obra académica; investigara, en una palabra, el quehacer social desde la universidad. Entonces, desde 1971, el servicio social de la Ibero escribe y de él se escriben textos académicos. En casi un siglo de existencia de esta política pública, las universidades del país hoy tienen claro que el SS debe dirigirse a problemas sociales apremiantes y no a actividades burocráticas, lucrativas o simuladas. Sin embargo, no comprenden aún cómo en la Ibero se enseña el SS en una materia común a todos los planes de estudio, y mucho menos cómo es que se escribe, investiga y difunde sobre esta experiencia.

    El propósito de este libro es doble: crear una nueva historia escrita del servicio social tal como lo asume la Universidad Iberoamericana, a la vez que extraer de este ejercicio enseñanzas útiles que podrían enriquecer nuestro modelo; a esto se suma el brindar una visión completa de nuestro modelo, en cuanto a la explicitación y la expresión actual de su valor fundamental —la justicia social—, así como de sus procesos pedagógicos básicos. Se trata de contar con una narrativa de divulgación (hacia afuera) con la cual tanto los miembros de nuestra comunidad y del Sistema Universitario Jesuita, como otras y otros actores externos, sobre todo en el medio de la educación superior, se aproximen de manera amable y fluida a nuestra rica tradición autónoma de SS de 50 años, con la posibilidad de que encuentren ideas o recursos útiles en sus contextos. El doble propósito responde al hecho de que las historias en torno a la función catalizadora del servicio social hacia la docencia, la investigación, la difusión, la vinculación y la extensión (educación continua), en el tema social, como parte de nuestra universidad, se han escrito como evaluaciones (hacia adentro), incluida la monumental historia del 25 aniversario de nuestro modelo, El Centro de Servicio y Promoción Social. Su proceso durante 25 años. 1971-1996, publicada en 1997.

    Conviene precisar por qué se habla del papel catalizador del SS. Si hoy podemos distinguir al rectorado actual del P. David Fernández S.J. como centrado en resignificar la acción y la incidencia social en nuestro quehacer universitario, este tipo de golpe de autoridad a fines de los años sesenta del siglo pasado representó un dramático llamado a la justicia social desde la Ibero —esa vez en voz de la máxima autoridad jesuita mundial—, so pena de cerrar nuestra universidad. En ese momento (1971) se crea el Centro de Servicio y Promoción Social

    (CSPS) y se ubica como polo generador para enseñar, investigar y vincular con sentido de justicia social. El mismo CSPS empujó estas actividades con producciones y creaciones propias, desde luego en una presuposición recíproca virtuosa con la academia, pues la experticia especializada de los departamentos académicos de la Ibero pobló con su profesorado al nuevo centro, el cual, a su vez, exploró y aportó los temas de docencia en formación social, investigación acción participativa y, desde luego, lo que podríamos llamar vinculación social inclusiva. De ahí el título que hemos dado a este libro.

    Nuestro ejercicio consiste en construir un texto con perspectiva histórica, y no en historiar en sentido estricto en cuanto a la búsqueda y reunión de fuentes primarias para, a partir de éstas, dar un testimonio cronológico riguroso del hecho historiográfico. (2) La narración se construye a partir de la disposición de los dos únicos archivos existentes en el Programa de Servicio Social Universitario (PSSU), bajo el doble enfoque utilitario-relator que acabamos de enunciar; en suma, se saca raja de estos retazos para llenar el vacío de una historia del SS en la Ibero en modo de difusión. De manera complementaria, en el desarrollo de este esfuerzo recurrimos a fuentes secundarias, con preguntas puntuales a los artífices tanto históricos como actuales del modelo; asimismo, a las voces de estudiantes, profesores y autoridades universitarias que lo han vivido. Ahora bien, respecto de las conclusiones y enseñanzas estratégicas operativas de esta historia, éstas obedecen al momento y a la ubicación actual del servicio social, los cuales definen un escenario de innovación y reforma precisamente para proyectar el modelo de manera mejorada hacia el futuro.

    En cuanto a la estructura del texto, ésta no sigue una organización lógica de investigación en ciencias sociales, pues se trata de un trabajo de rescate testimonial para reescribir la historia del servicio social de la Ibero en los términos divulgativos apuntados. Es por eso que el gran bloque de la historia del servicio social y su papel catalizador de las funciones de vinculación, docencia e investigación en el tema social ocupan el primer lugar del libro, y de manera posterior aparece la reflexión sobre la justicia social y la pedagogía para la formación social a partir del ss. Por último, por ser más materia útil para el equipo actual encargado de este programa en nuestra universidad, se vierten conclusiones y sugerencias estratégicas, las cuales podrían enriquecer al modelo en este momento de reforma.

    En detalle, en el capítulo 1 preguntamos cuál es la importancia de contar con una memoria escrita del SS no sólo en el PSSU sino en la Ibero, junto con el análisis de las fuentes primarias. En el capítulo 2 situamos nuestro lugar como modelo autónomo de servicio social en la ya añeja política pública nacional. Penetramos en los equivalentes funcionales al servicio social en la época previa a la fundación de nuestra universidad, y en la manera como nuestro modelo evitó que la Universidad Iberoamericana cerrara sus puertas, en el capítulo 3.

    Superada la crisis institucional, en el capítulo 4 analizamos en perspectiva histórica los fundamentos teóricos y filosóficos del modelo y del Centro de Servicio y Promoción Social. De ahí precisamos el carácter académico de nuestro servicio social, en el capítulo 5. Después, en los capítulos 6, 7 y 8, nos adentramos en las funciones de vinculación, docencia e investigación, respectivamente, como forma evolutiva de nuestra tradición. Concluida esta visión de tipo historiográfico, y en clara relación con el tema, en el capítulo 9 reflexionamos sobre las injusticias sociales en el México de hoy vistas desde la comunidad Ibero. En el capítulo 10, con aires teóricos, pensamos la justicia social con la insinuación de una propuesta propia sobre el concepto basamental de nuestro modelo, así como con una observación al paradigma pedagógico del aprendizaje y servicio solidario (AYSS), dominante hoy en América Latina y en nuestra institución en cuanto a la universidad como agente del cambio social. En el último capítulo presentamos las conclusiones, a lo cual se suma un anexo con sugerencias estratégicas.

    La justificación de tomar las funciones universitarias de docencia, investigación y vinculación como base de nuestro trabajo, junto con la difusión ligada a la investigación, se desprende de las fuentes históricas primarias consultadas, en especial, la citada historia del 25 aniversario del servicio social Ibero. A esto se agrega la extensión de nuestro esquema, en su parte de educación continua, como un brazo de la vinculación con fines de promoción social. En todo caso, la vinculación resulta ser la novedad en nuestro medio universitario, no en el sentido de que no existiera y no se hiciera —tanto la social como la dirigida al aparato productivo—, sino en su visibilidad actual en la estructura organizativa de la universidad. En forma precisa, nuestro Programa de Servicio Social Universitario (PSSU) es, al momento de plasmar este texto, parte de la joven Dirección de Formación y Acción Social (DFAS), a su vez dependencia de la Dirección General de Vinculación Universitaria. (3)

    Antes de adentrarnos en el tema, repasaremos brevemente cómo el modelo educativo de nuestra universidad asimila las funciones universitarias sustantivas, así como la forma nominal en que éstas aparecen en el panorama universitario actual. Tales aspectos se consideran elementos de un marco teórico que, aunque más propio de un estudio técnico sobre el tema, da sustento a nuestra narrativa histórica a partir de las fuentes documentales puestas a nuestra disposición.

    En su modelo tal como opera hoy, la Ibero tiene la misión de:

    Contribuir al logro de una sociedad más libre, solidaria, justa, incluyente, productiva y pacífica, mediante el desarrollo y la difusión del conocimiento y la formación de profesionistas e investigadores de gran calidad humana e intelectual, competentes a nivel internacional, comprometidos en el mayor servicio a los demás, e inspirados por valores auténticamente humanos, sociales y trascendentes (UIA, Modelo educativo jesuita). (4)

    Esto implica la investigación con la difusión del conocimiento más la docencia como funciones básicas, bajo un esquema de dos pilares. Además, otro aspecto de la misión se formula así: contribuir al logro de una sociedad más justa, solidaria, libre, incluyente, productiva y pacífica, mediante el poder transformador de la docencia, la investigación, la innovación y la vinculación, en estrecho contacto con la realidad (UIA, Modelo educativo jesuita). Se añaden a la docencia y la investigación-difusión la innovación y la vinculación, en la que, en esta última, se ubica el Programa de Servicio Social Universitario. El esquema suma bajo esta definición cuatro pilares. Hasta aquí, y sin valorar, entendemos la docencia, la investigación (con la difusión del conocimiento integrada), la vinculación y la innovación como las funciones sustantivas de nuestra universidad; las tres primeras, clásicas; la vinculación, como una de reciente visibilidad en nuestro medio, y la innovación, como novedad.

    En la visión de la Universidad Iberoamericana del plan 2030 se establecen las siguientes funciones básicas como tres de cinco grandes temas fundamentales:

    La Ibero es una universidad incluyente, diversa y plural, en estrecha vinculación con sectores académicos, sociales y productivos, tanto locales como globales.

    La Ibero es una universidad de excelencia, con pertinencia social, que genera conocimientos, y forma hombres y mujeres para los demás.

    La Ibero, como actor social, contribuye a la solución de problemas complejos con creatividad e innovación (UIA, Plan estratégico de acción institucional rumbo al 2030). (5)

    Los otros dos puntos hablan de la crítica propositiva y el liderazgo humanista e intelectual para la justicia en el mundo, y de la vida universitaria como vocación de servicio. Hasta aquí no se menciona la extensión universitaria, la cual, en nuestro medio, se asimila en el tema educación continua; no así en otros medios, como veremos a continuación, en los cuales la extensión es un término clásico, sinónimo de la vinculación.

    En cuanto a nuestras fuentes primarias, en el documento Fundamentación general de servicio social en la UIA (1976), se define que las funciones esenciales de nuestra universidad son la docencia, la investigación y el servicio, esta última, según creemos, como algo más propio de una universidad jesuita que la vinculación; de carácter jesuita, si se quiere ver así. Desde esta perspectiva, la vinculación podría verse como un mecanismo de servicio a la comunidad, en tanto función universitaria sustantiva.

    En cuanto a otros contextos universitarios mencionados de manera incidental en nuestro texto, el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS) habla de la extensión como el tercer gran pilar de la vida universitaria, junto con la docencia y la investigación, en referencia al famoso modelo de los tres pilares. En éste, la extensión se entiende en dos vías: como compromiso con las realidades nacionales y como transferencia de saberes hacia el conjunto de la sociedad; el servicio social y sus equivalentes funcionales en otros países se ubicarían en la primera. Compárese esta triada con la nuestra de docencia, investigación y servicio, esta última asimilada hoy como vinculación.

    Para ciertos autores, como Oscar M. González (2011), la universidad se ha vuelto compleja funcionalmente en el tiempo, desde su origen circunscrito a la docencia, hasta integrar la investigación —la cual conlleva la difusión del conocimiento— y la extensión, que incluye, esta última, la vinculación con la sociedad. Por su parte, Bogado y Fedoruk (2011) coinciden al señalar los tres pilares, y precisan la extensión como la función que cumple la universidad con el medio externo, la cual, apoyada en la docencia y la investigación, diseña proyectos que articulan los conocimientos científicos y técnicos con los saberes y las experiencias del entorno. De esta manera, la universidad interactúa —se vincula— con gobiernos, sectores sociales, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones populares, además del aparato productivo. Finalmente, Pedro Soto (2010), desde la experiencia de una universidad católica, admite también los tres pilares clásicos, salvo que prefiere el concepto de servicio social o servicio a la comunidad y no el de extensión, bajo la idea de que estos tres conceptos, más la vinculación, son sinónimos que las universidades utilizan hoy a libre albedrío, según la personalidad o carisma de cada una.

    Con estos elementos podemos concluir que la Ibero se ha regido bajo el modelo de los tres pilares de la educación superior, la docencia y la investigación, junto con la extensión, como servicio en un principio, hoy como vinculación. A partir de lo anterior, la difusión del conocimiento —unida a la investigación— y el agregado contemporáneo de la innovación complementan la triada. En cuanto a la extensión universitaria, en nuestro medio se asimila como educación continua, es decir, lo que llamaríamos transferencia inclusiva de saberes hacia el conjunto de la sociedad. En nuestro modelo de servicio social esta extensión de tipo educativo ha sido parte de la vinculación social, la cual se ha concretado en diplomados y cursos a sectores y movimientos populares urbanos, tanto en el espacio universitario como en el centro comunitario ubicado en las colonias pobres de Santa Fe, entorno de nuestro campus. En la figura 1 lo resumimos de manera esquemática.

    Figura 1. Funciones sustantivas de la Universidad Iberoamericana según el plan 2030

    imagen ilustrativa

    Se ponen en cursivas los tres pilares clásicos en el medio universitario mundial.

    De vuelta a nuestras fuentes históricas primarias, el SS como catalizador o potenciador de las funciones de docencia (en formación social), investigación (social, participativa y con su respectiva difusión) y vinculación (con un brazo en la educación continua) se contiene en las siguientes acciones estratégicas del Centro de Servicio y Formación Social, a partir de su nacimiento en 1971 (Bascuñán, 1997):

    1) Vinculación: generar y vincularse a acciones y procesos que favorezcan la organización popular y el fortalecimiento de la conciencia de clase de los grupos explotados, desde una experiencia de creación de modelos de colaboración profesional desde la UIA.

    2) Docencia: […] crear un sistema de Servicio Social que relacione a los estudiantes directamente con la realidad social del país, con la injusticia y, como elemento formativo, que oriente su profesión en beneficio de la comunidad […].

    3) Investigación-difusión: proporcionar una instancia de reflexión y sistematización sobre la experiencia de promoción [social] [a lo que se vino a sumar como actividad complementaria la difusión, en ese entonces como necesidad de retroalimentar a la UIA con los resultados de esa realidad social reflexionada] (Bascuñán, 1997, p. 9).

    Como se ha dicho, la docencia en formación social se ha concentrado en su totalidad en la materia curricular de SS, y se ha dejado de lado la formación social en o desde las materias disciplinares como centro y dirección de formación social hacia toda la universidad. Pensamos que es buen momento para retomar esto último en colaboración con los departamentos académicos en sus esfuerzos para cumplir esta misión.

    En cuanto a temporalidad, como se detalla en el capítulo primero, la mayoría de los textos base disponibles para elaborar este ensayo documentan en forma amplia nuestro modelo de SS entre 1971, año de creación del Centro de Servicio y Promoción Social, y 1999. (6) A partir del año 2000 la información presenta un carácter testimonial y se basa en fuentes secundarias, como preguntas puntuales a actores relevantes del proceso, sin dejar de considerar fuentes documentales textuales aisladas. Con todo, esto permite contar con una historia fiel, fluida y completa del SS, a lo que contribuye el hecho de que la resolución actual del modelo, consolidada al inicio de la década de los noventa, no ha variado en el tiempo, lógicamente con algunos matices según las circunstancias en estos últimos 20 años.

    Mencionamos tres datos de salida con la intención de invitar a la lectura de la obra: el inadvertido de que nuestro modelo autónomo, nacido en 1971, se tomó como referencia del reglamento vigente del servicio social a nivel nacional, que data de

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