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El Arte del Terror: Volumen 4
El Arte del Terror: Volumen 4
El Arte del Terror: Volumen 4
Libro electrónico566 páginas7 horas

El Arte del Terror: Volumen 4

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El Arte del Terror viene en este volumen presentar un tema peculiar en el medio literario del género Horror.
En esta edición, el tema elegido es Cartas.
Desde una carta en papel de pan pasando por e-mail, escritos en paredes, recados, testimonios, entre otros medios de comunicación por escrito.
El Volumen 4 del proyecto que pretende divulgar nuevos y ya conocidos autores en el género Terror, viene lleno de cuentos y participantes.
En el caso de que se produzca un accidente de tránsito en la ciudad de Buenos Aires, en el caso de que se produzca un accidente,
Esta es la edición que marca un gran cambio en el proyecto El Arte del Terror y usted puede comprobar todo esto gratuitamente en varias plataformas. Por favor nos deje saber lo que piensa del proyecto y ayude a los autores evaluando sus cuentos y conociendo sus trabajos.
Bienvenido al Arte del Terror - Volumen 4.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 dic 2017
ISBN9781370498567
El Arte del Terror: Volumen 4

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    El Arte del Terror - Vários Autores

    FICHA DEL LIBRO

    VARIOS AUTORES,

    EL ARTE DEL TERROR — VOLUMEN 4

    COPYRIGHT DOS CONTOS © 2017

    ISBN: 9781370498567

    CAPA: Fernando Lima

    DIAGRAMAÇÃO E EDIÇÃO: Elemental Editoração

    CRIAÇÃO E FINALIZAÇÃO: Fernando Lima

    REVISÃO: Carlos H. F. Gomes e Luiz Henrique Cardoso dos Santos

    ORGANIZADORES: Faby Crystall, Donnefar Skedar e Carlos H. F. Gomes

    MÍDIAS DIGITAIS: Larissa Prado e Lucas Souza

    1. Coletânea 2. Contos 3. Português 4. Volume 4

    1. Título 2. Livro Digital 3. Coleção

    Todos los derechos sobre esta obra son de exclusividad del sello independiente Elemental Editoração, para cualquier tipo de informaciones o reproducciones sobre la misma, es necesaria la autorización anticipada por el sello y por autores participantes de este proyecto.

    SUMÁRIO

    FICHA DEL LIBRO

    ADVERTENCIA

    NOTA 1

    NOTA 2

    PRESENTACIÓN

    LAS JOVENES LEÓN

    NOCHE EN LA CIUDAD

    EL ROSTRO OCULTO

    UNA VERDAD INCONVENIENTE

    EMPALADA

    EL MÚSICO Y EL ESCAFIMO

    ANTRO MITRÍACO

    EL FIN DE LOS TIEMPOS VIENE DE LAS ESTRELLAS

    AL SEÑOR CUNHA

    PARA CALLIE

    DOS GEMELAS, UNA MUERTE

    DIARIO DE VIAJE

    DESPUÉS DE LOS CEREZOS DEPOIS DAS CEREJEIRAS

    DADA

    EL ACEITE DE OLIVA

    EL BULTO

    EL YANTAR

    LA CAZA

    ANNE

    LA SEGADORA

    LA CALAVERA DE VAMPIRO

    LA CARTA DE SANGRE

    MENSAJE A PEDRO, EL EREMITA

    EL IMPOSTOR

    HITLER INFERNAL 1/2

    HITLER INFERNAL 2/2

    LANA

    LIANNE

    EL CASO LIBÓRIO

    PECADOS

    AQUEL QUE HABITA EN TI

    PASIÓN SIN ROSTRO

    SOBRE COMO NOS HEMOS CONOCIDO

    AJUSTE DE CUENTAS

    CARTA DE RENUNCIA

    PARA MI MADRE

    PARA MI AMADA HIJA

    LAS ALMAS

    EL HOMBRE DE NEGRO

    POESÍA EN EL CHIQUERO

    GUSTO

    SECRETOS

    PARA MÁRCIA

    EL GENIO INCOMPRENDIDO

    VILLA DE LOS MUTILADOS

    VOZ DE LAS AGUAS

    JENGIBRE

    LA PROPUESTA

    YO TE AMO

    PARA SIEMPRE TE SEGUIRÉ

    SOBREVIVIENTE

    SOPA CALIENTE

    EL PASAJE DE LA ARAÑA

    DICEN QUE LOS MUERTOS NOS ESCRIBEN CARTAS

    AGENDA ENCONTRADA EN UNA RIBERA DE LA SIERRA DE AÇOR

    GUERREROS DEL MÁS ALLÁ

    CONFESIÓN DE UN ASESINO

    CARTA PARA PAPA NOEL

    MISA DOMINICAL

    RELATOS DE UNA CARTA

    YO HE MATADO A JONBÉNET

    EL ÚLTIMO ADIÓS

    VIAJE A VANINA

    HORROR RÁPIDO

    EL TERROR EN LA MANSIÓN KHOURI 1/2

    EL TERROR EN LA MANSIÓN KHOURI 2/2

    BANQUETE DE RATAS

    LA MUJER COLONIAL

    EL SAMHAIM DE MISTY HILL

    UNA BOTELLA PARA MARY JANE

    FE CIBERNÉTICA

    DE ODIO Y DE PIEDRA

    DEUDA

    EL DULCE AMOR DE LA MUERTE

    EL SUFRIMIENTO DE LA JOVEN ÁNGELA

    VIEJO, EL SABOR MÁS DULCE

    LOS RESTOS DE MIRANDA

    ALMAS DE LA LUNA

    LA SOPA DE INVIERNO

    ELLOS ESTÁN EN LOS ÁRBOLES

    INSANA CONSCIENCIA

    PERSIGUIENDO A FRANCISCO

    LA FASCINACIÓN DEL DESESPERO

    APOCALIPSISPAULISTANO

    VENGADA

    CARTAS SOBRE LAMINAS

    ENCUENTRA Y MUERTE

    CARTA REFERENTE AL DEPLORABLE ACONTECIMENTO OCURRRIDO EN LA ISLA DE LA COTINGA Y AL LAMENTABLE DESTINO DE LA TRIPULACIÓN DEL LOUISE

    CARTA A DICÉA

    CARTA A PEDRO

    CALORES Y ES ESCALOFRÍOS

    LA NUEVA ERA HA LLEGADO

    ES SIEMPRE CALMO ANTES DE LA LLEGADA DE LA TEMPESTAD

    CARTAS CÍCLICAS

    CAJA DE ENTRADA

    MÁS ALLÁ DEL DÉCIMO PISO

    COMO SE LLEGA AQUÍ

    DIOS DE SANGRE

    LA CASA ES MÍA

    UN LIBRO PELIGROSO

    PARA LUCAS, QUE LUEGO SERÁ OLVIDADO

    LA CURA

    MAGIA DE SANGRE

    EL ANFITRIÓN

    ROJO SANGRE

    MI GRANDE AMOR

    REGISTRO DE MIS DÍAS PASADOS EN AISLAMIENTO

    PRESENCIA SOMBRÍA

    PUBLICIDAD

    ADVERTENCIA

    Los textos a continuación son de cuño ficticio, ninguno de los datos informados o nombres presentados. Son reales.

    Cualquier semejanza con alguien o con un hecho es mera coincidencia.

    Todos los autores han creado textos para el entretenimiento del lector no estando los mismos envueltos en las cuestiones presentadas.

    Respetamos todas las razas, creencia so religiones.

    Se pide cautela al hojear las páginas, pues todos los textos contienen palabras fuertes y describen acciones que pudieran ser intensas para algunos lectores.

    Al iniciar la lectura, usted debe estar consciente de que podrá encontrar palabras obscenas y frases fuertes. Éstos son cuentos de terror y no textos infantiles, por gentileza no usar los campos de comentarios para decir que existen palabras o frases ofensivas, pues hemos usado este aviso para alertas a los lectores.

    NOTA 1

    En nombre del proyecto El Arte del Terror, vengo a por medio de esta nota a informar a nuestros lectores, tal como lo hemos hecho en nuestra pagina en Facebook y en nuestro Blog sobre la salida de uno de nuestros organizadores

    A los lectores que ya conocen el proyecto por los volúmenes anteriormente lanzados y a los nuevos que están conociéndolo a través de este volumen, informamos que, en esta edición, marcamos la salida de la Organizadora.

    Ella que ha estado escribiendo desde el Volumen 1, siendo la primera en juntarse conmigo (Donnefar Skedar), luego de la creación del proyecto, se mantuvo firme a lo largo de los otros cinco libros lanzados. En este, que es nuestro sexto libro, ella ha participado hasta el final del plazo de recibimiento de los cuentos, anunciando internamente su salida y a posteriori publicando una nota de despedida en nuestras redes.

    Faby Crystall ha dejado sus palabras que permanecerán en la pagina para los lectores que aún no tienen conocimiento y en esta edición nos ha saludado con su participación, que no será la última como autora. Mas, para los próximos volúmenes y ediciones del proyecto El Arte del Terror, no contaremos más con la participación de la misma en la Organización.

    Estamos felices porque ella no ha salido por motivos ruines, sino personales, teniendo siempre nuestra gratitud en cuanto al tiempo que ha estado en el proyecto en la participación del mismo. Sólo podemos dejar nuestro cariño y desear éxito a Faby Crystall en su vida literaria.

    Sin más, Faby, este volumen es para ti.

    Atentamente, Donnefar Skedar — Creador y Organizador

    NOTA 2

    Aún en nombre del proyecto, vengo en esta segunda nota a esclarecer a los lectores que después del saluda de la autora Faby Crystall de la Organización del mismo, Carlos (Organizador) y yo, hemos resuelto y hemos precisado incorporar a alguien para que nos ayudara a finalizar el Volumen 4, que como podrán notar, es voluminoso en comparación con los libros anteriores.

    Por eso, en reunión interna y después de la nota de nota da Faby en la página do proyecto, hemos decidido hacer dos convites que se han tornado tres. Los dos primeros para que cuidaren de nuestra Medios Sociales y el tercero para ser revisor. Debido al número de autores y de cuentos recibidos en la convocatoria del Volumen 4, hemos acabado por lidiar con una proporción inimaginable para el proyecto. Por eso, hemos decidido arriesgarnos y hemos hecho nuestros convites a los autores t también viejos participantes del proyecto, Lucas Souza y Larissa Prado.

    En medio d ellos convites y debido al intercambio de informaciones durante la organización, también hemos convidado al autor Luiz Henrique, que está debutando en el proyecto con un cuento de su autoría.

    Los tres han aceptado con presteza nuestras invitaciones, y después de una breve conversación, hemos decidido anunciar oficialmente en nuestra pagina que los autores Lucas Souza, Larissa Prado y Luiz Henrique, que tomo la libertad de denominar como las tres L, se han incorporado como parte del equipo como Organizadores del proyecto El Arte del Terror.

    Notad que no apenas el libro ha crecido en participaciones, cuentos y publico, sino el proyecto en si ha aumentado y eso os debemos a vosotros queridos lectores, por descargar nuestros libros, dar opiniones positivas en la pagina, avalar y dejar comentarios. Acreditamos que todo lo que hemos hecho está siendo pagado con la alegría de los autores y la cata de los lectores.

    En nombre del proyecto El Arte del Terror, doy la bienvenida a las tres L y espero que tengamos la oportunidad de satisfacer a nuestros lectores.

    Atentamente, Donnefar Skedar — Creador y Organizador

    PRESENTACIÓN

    POR DETRÁS DEL TEMA CARTAS

    Al surgir la propuesta del tema cartas, ha venido a la mente de inmediato las diversas posibilidades de creación de cuentos diferentes, privilegiando lenguajes peculiares, modos de hablar, dialectos, errores de escritura y otras formas de traer un realismo que la literatura epistolar proporciona a la creación de autor.

    Han sido muchos los autores que han utilizado esa libertad y nos han sorprendido, y te sorprenderán también. Hablaremos un poco de algunos cuentos que representan bien esa idea, sólo para tentarte un poco.

    Banquete de Ratas, del Lorenense, Lauro Elme, ha resuelto aceptar la alocada idea de nuestro equipo de revisión y ha dejado unos espacios en blanco en el texto de la carta simulando pasajes anulados por la sangre, la suciedad y la acción del tiempo. Leyendo el cuento, percibirás el motivo. Y además hay que decir que el cuento. ¡Mola mazo!

    Noche en la Ciudae, del siciliano, Alberto Arecchi, ha sido escrito en portugués europeo y así ha sido publicado (en la edición en portugués), en concordancia entre el autor y la organización, con la finalidad de preservar la belleza del idioma que ha dado origen al nuestro. Es cuento urbano, que nos traer cerca lo que preferimos que permanezca lejos.

    Y que decir de la curitibana Jordana Felix que ha estilizado con su propia arte, lo cuentos en papel de carta, de acuerdo con los temas que ha usado en cada uno de los tres. Ella realmente se ha lanzado de cabeza en el tema. Por desgracia su manejo con los papeles no estará disponible en todas las plataformas de publicación por motivos técnicos que exceden nuestra voluntad.

    ¡Más allá del Décimo Piso, del Paulistano Ricardo de Lohem, viene acompañado de Como se Llega Aquí!, un Cursillo que enseña como llegar al otro mundo". Los dos cuentos privilegian la manera de hablar peculiar del joven Toshio.

    El Paulistano Luyz Tadeu, en sus cuatro cuentos, Insana Consciencia, Persiguiendo a Francisco, La Sopa de Invierno y Ellos Están en los Árboles, utiliza dialectos diferentes de acuerdo a la historia contada y debido a quien la cuenta, mostrando al lector ambientes diferentes.

    La Mineira de Belo Horizonte, Marcella Sousa, llega con Fascinación del Desespero, el cual nos deja en un estado desesperado. En un lenguaje tranquilo y sarcástico, el remitente describe su Modus. Operandi con una claridad perturbadora.

    Nos gustaría hablar aquí de cada cuento, mas hemos escogido a apenas seis representantes para presentar un poco, más bien bastante poco, lo que encontrarás en el Volumen 4 de El Arte del Terror.

    Nos detendremos aquí y esperamos haberte convencido a leer todos los cuentos aquí publicados, cada uno con una historia diferente, con casos peculiares, con remitentes y destinatarios inusitados; en fin... Diversión garantizada. Desde cartas del asesino para la madre la victima, pasando por cartas de amor, cartas del mundo físico y del no- físico, cartas alucinadas, cartas más que claras, correos electrónicos, informes policiales, oficios, escritos encontrados en algún lugar y otros aún no encontrados. ¡Hay de todo aquí!

    Deseamos que tengas una buena lectura en este mar de cartas, que guardares para ti los secretos, y que escribieres cartas para compartir los casos que más te han agradado. Mas por encima de todo deseamos que te diviertas mucho.

    El Arte del Terror agradece

    Carlos H. F. Gomes — Organizador.

    LAS JÓVENES - LEÓN

    Título original: As Meninas Leão

    Alberto Arecchi

    Querida mía, estoy escribiendo desde el cuarto de mi hotel en Duala (Camerún). Sabes que he llegado hasta aquí porque un día leí en un periódico la noticia de un juicio penal. El reportero hablaba del caso con un gusto macabro e insistía en los detalles más obscuro. Se trataba de un grupo de niñas que habían sido raptadas en algunas aldeas rurales del lugar. Prisioneras por años en jaulas, fueron entrenadas para actuar como bestias carnívoras, como leones o leopardos, hienas o panteras. Mantenidas en condiciones de vida infrahumanas, apenas comían carne cruda y sanguinolenta y eran forzadas a capturar pequeñas presas para obtener el alimento. Después de completado el feral entrenamiento, habían sido utilizadas para realizar asesinatos por encargo. Ellas comenzaron como un grupo para abatir victimas, se presentaban cubiertas por pieles frescas que emanaban un fuerte aroma a fiera, utilizaban garras de metal en manos y pies. Su acción era difícil de distinguir de un ataque verdadero de depredadores, sin embargo, los hechos poseían una característica exclusivamente humana: Todos los animales en la naturaleza, matan apenas para obtener comida o alimentar a su prole; únicamente los animales enloquecidos – Y el hombre- matan en ausencia de la angustia del hambre.

    El mundo estaba convencido que el África negra no poseía ningún secreto más, por fuera de los intereses económicos sombríos y ocultos, que alimentan las guerras contemporáneas. Los tumultos el odio entre las tribus se confundía con la lucha por posesión de los recursos minerales y con el conflicto general entre los bloques opuestos presentes en todo el mundo.

    Las mujeres- león, mujeres- leopardo o – a veces- mujeres- hiena, mantenían una antigua tradición de chamanismo, propio del rincón más oculto de África. En la sociedad actual, la costumbre sobrevive, esporádica y secretamente, como una forma de lavado cerebral y de condicionamiento, controlada por personajes temibles del submundo criminal. Las jóvenes componen pequeños grupos de asesinas que no poseen una individualidad y aniquilan a los enemigos de sus maestros, por motivos de rencor, venganza o rivalidad. ¿Cuántas de las masacres atribuidas oficialmente a animales salvajes, podrían ser obra de los grupos criminales de las ferales jóvenes?

    Este proceso me intrigó y decidí por tanto realizar una investigación profunda sobre los artículos publicados en el periódico. Conseguí entrevistar a los abogados de las jóvenes acusadas y al Profesor Mbé, rector de la Universidad y Profesor de Antropología Criminal. Finalmente, mi curiosidad me llevo a los lugares que habían sido escenario de las masacres cometidas por las mujeres- león.

    En tres aldeas, no muy alejadas de las margenes de un lago, reuní pruebas de tradiciones, al mi entender, muy interesantes, Había grupos de poder, ocultos en las selvas del corazón de África, que no dudaban en ponerse bajo el servicio de quien pagara lo suficiente para realizar una matanza. El instrumento de muerte era esas pobres chavalas, secuestradas en una edad temprana, criadas en jaulas, mantenidas en cuatro patas todo el tiempo y alimentadas con carne humana. Finalmente, entrenadas para matar, con la esperanza de obtener una recompensa por el hecho. El disfraz feroz de las jóvenes asesinas servía para diseminar el terror y perpetuar la leyenda de los ritos ancestrales. Mucha gente lo sabía y no quería hablar, pues, la mayoría tenía miedo de hablar o hacer algo de más. Una pregunta, una palabra, podía ser cosa peligrosa, para el incauto y sus seres cercanos.

    Regresé con muchas impresiones y fotografías. Soñaba con frecuencia que era perseguido por manadas de mujeres- león, y como las pesadillas no me dejaban en paz, llegué a destruir todas las evidencias que creía haber encontrado. Permanecí diez días con fiebre, temiendo que cualquiera de las enfermeras que me atendían en el lecho del hospital pudiera ser una acólita de aquel culto infernal.

    Finalmente logré recuperarme. Quise olvidar, intenté con todas mis fuerzas olvidar todo lo que podía traer recuerdos de los terrores obscuros de las selvas primitivas.

    Ayer a la tarde, un cuadro preocupante resurgió de las profundidades de mi subconsciente. El televisor estaba sintonizado en una de esos terribles y alucinantes programas de la tarde: Una improbable bailarina y cantante estaba enfrentándose en un duelo amoroso con un Rodolfo Valentino de la periferia.¹

    Intenté alejarme de eso y concentrarme en la lectura de una revista, No consigo rememorar ahora cual era el artículo que me sorprendió: Las guerras, los niños soldados y las poblaciones más débiles reducidas a la esclavitud, o quizá tranquilos safaris fotográficos. El hecho es que la historia de las jóvenes- león resurgió con arrogancia en mi memoria. Percibí claramente en mis fosas nasales el olor irritante de la sangre estancada, oí el vuelo de las moscas zumbando en mis oídos y chillidos de los cigarras en una tarde soleada, en torno a una cabaña lejana, golpeada por el ala de la muerte. Vi a aquellos pobres cuerpos rasgados, No pude ignorar más las imágenes y sentimientos que había intentado remover, más que han permanecido grabados en mi memoria.

    Noche de verano. En el parque, a unos cientos de metros de mi habitación, otra victima. No falta la delincuencia, hay asesinatos también en esta parte del mundo. No hay necesidad de recordar a la jóvenes-león para sentir escalofríos en mi espina. Por las mañanas parece que leemos los boletines de una guerra trabada en las calles, delante de nuestros ojos cerrados, mientras estábamos durmiendo, pacíficamente inconscientes.

    Todas las noches hay muertos por causa de los accidentes automovilísticos, por sobredosis, o por guerras de pandillas... Sin embargo las dos victimas de ayer a la noche, han sido bastante extrañas. Sus heridas eran muy similares a cortes realizados con garras afiladas de metal. De nuevo la sensación de pesadillas que me acompañará el resto de la vida. La lectura del periódico me ha reabierto una herida, conjurando una terrible presencia que yo había intentado desesperadamente borrar de mi memoria. Las jóvenes- león están ahora entre nosotros, donde antes la delincuencia mataba únicamente con armas de fuego o puñales.

    El periódico publicó que una pantera gigante fue vista rondando en el parque publico, y que las fuerzas de seguridad están a la caza de ella, aun cuando no hay mucha certeza de la existencia de la fiera.

    Yo sé quién ha cometido las últimas masacres, y sé que no encontrarán ningún gato... Mas. ¿Quién creería en mí, si contara todas las pesadillas que habitan en mi memoria? Las jóvenes- león están persiguiéndome y no sé, querida, si lograré regresar a una vida normal... Sabes que te amo.

    Alberto.

    NOTA DEL AUTOR

    Entre los años 1982 y 1984, yo he vivido en Dakar (Senegal), mientras trabajaba en proyectos de cooperación internacional, para el desarrollo técnico. Un día, sucedió que leí la noticia de un proceso que tenía lugar en otro país del África francófona, quizá Camerún u otro lugar del África Central: Una historia sombría de Mujeres- león, que mataban gente de manera horrible. El articulo explicaba todo... Cuando procuré la noticia por segunda vez, no pude encontrar el recorte de aquel periódico, que en un primer momento había ignorado. La presente es aquella historia reconstruida, a través de la carta despachada en aquella circunstancia a mi esposa.

    NOCHE EN LA CIUDAD

    Título original: Noite na Cidade

    Alberto Arecchi

    Hola Joana,

    Esta ciudad está volviéndose cada vez más insegura.

    En el bar de la esquina no están más los habituales pequeños criminales, Ahora la vida en la noche se ha tornado más peligrosa, con atracadores en todas partes, en las calles y bajo los postes de iluminación del parque.

    Las luces titilan y se apagan, gritos atroces retumbando en la obscuridad. En la madrugada las calzadas son cubiertas con sangre seca.

    Yo suelo estar observando por detrás de la cortina de mi ventana en el cuarto piso, en las largas noches sin dormir. Siento un gran pesar en mi pecho y no consigo respirar, soy forzado a levantarme y – a pesar de mí- voltear mi atención hacia el mundo exterior.

    A veces abro la ventana y la noche densa de humores hincha mi habitación. No es el perfume mórbido del jazmín, que he conocido en mis estadías en África. Es un condensado de productos químicos y emanaciones de la refinería, cuya llama sube triunfante más allá de las siluetas de los últimos edificios.

    En los estacionamientos, en los suspiros de los neumáticos en las glorietas y en las rampas, me parece oír los gemidos de las niñas prostitutas desconocidas, destazadas sobre los arboles de las avenidas. Solamente los primeros resplandores de la madrugada en un cielo de plomo atormentado por batallas otorgan una precaria pausa a mis ansiedades. Las noticias de la mañana, en tanto, muchas veces me dicen que la realidad es peor que cualquiera de mis pesadillas. Todas las noches, en este barrio, actúa la horda de la obscuridad.

    Ayer alguien tocó la campana del portón de la calle. - ¿Quién está allí? - No hubo respuesta. Quizá era un simple sueño... Irritado pregunté nuevamente: - ¿Quién es? - Nadie... Después de tres minutos tocaron otra vez. Esa vez no respondí, mas me asomé por fuera de la ventana. Infelizmente no pude ver el pórtico desde ese lugar.

    Cinco, diez, quince veces. Finalmente decidí responder otra vez. Una voz estrangulada en el teléfono: - ¡A- yú-da-me!

    Parecía una broma de mal gusto, mas ¿Y si no era? Estaba a punto de desconectar el artefacto cuando en un momento de duda, pregunté: - ¿Quién es usted? - La misma voz: - ¡Ayúdame! ¡Por favor, déjame entrar!

    Esa vez, logré reconocer una voz femenina. Abrí a porta con el interruptor eléctrico. En un acceso de divina estupidez, descendí vistiendo las primeras prendas que hallé. Al salir del elevador no pude ver a nadie. El pomo de la puerta, las paredes y partes del suelo tenían manchas de sangre... Rastro que continuaba hacia el corredor obscuro que conduce a las calderas. Un lamento, casi un gemido salió quebrado de aquel compartimiento.

    La luz, allí abajo, ha desaparecido hace años. Maldije por dentro al administrador del edificio que nunca ha solucionado las fallas.

    Decidí subir, coger unas velas y unas cerrillas, antes de enfrentar los escalones que llevan a aquel sótano, pues no podía descartar la posibilidad de una trampa bien organizada...

    A pesar de todas preocupaciones tomadas, algo me distrajo. El gruñido de un ratón, el cual ocasionó que no notara la presencia de una substancia viscosa bajo mi pie. Me deslicé torpemente sin encontrar un punto de apoyo. Mi antorcha improvisada se extinguió y caí sentado y dolorido con las manos apoyadas en una lama pegajosa, cuya naturaleza no quería conocer.

    Los ojos empezaron a ajustarse a la obscuridad. En ese lugar había movimiento. Muchos ratones agrupados en torno a una mochila que parecía tener el tamaño y la forma de una persona.... Entonces en el medio de aquel silencio, escuché aquel suspiro: - Oh, ohhhh...- ¡El paquete se movía! Solamente en aquel momento pude percibir el aroma horrible que inundaba el sótano...El miedo me paralizó.

    Como una bola monstruosa de alquitrán, el paquete sacudió los ratones y rodó hacia mi dirección. Sentí el toque de la humedad entre mis piernas. El aroma de la sangre y mi oídos, el suspiro: - Ohhhh, Ohhh...- El cual concluía en una nota estridente y desagradable...

    Desperté en mi cama, jadeando y cubierto de sudor, envuelto en sabanas torcidas y mojadas. Precisé unos minutos para limpiar mi mente de la pesadilla experimentada. Seguramente debí haber gritado, pateado y luchado contra el fantasma cubierto de sangre y atacado por ratones.

    Aún no había abierto totalmente los ojos, cuando la campana comenzó a sonar. Una y otra vez, con insistencia imprudente. Vi que el reloj marcaba las tres de mañana.

    Corrí al comunicador y resultó ser nuestra amiga María: - ¡Por favor, Ayúdame, ¡déjame entrar! - Parecía una mera repetición de la pesadilla...

    Sin embargo esta vez, María cogió el elevador y llegó a mi puerta, dejando en el camino un largo rastro de sangre... Hasta caer inconsciente en el portal. Tenía un largo cuchillo clavado en un costado.

    Intenté arrastrarla hacia dentro, con delicadeza para no provocarle más daños. Todo parecía una situación absurda. Coloqué una olla con agua sobre el fuego y procuré paños limpios ¿Tenía que dejar el puñal en la herida o retirarlo? ¿Qué hubieras hecho tú?...

    María estaba viva, en ese momento hubo dejado de sangrar y afortunadamente no tenía otras lesiones. Retirar el puñal. Podía ser riesgoso y provocar una hemorragia incontrolable. Sin saber que hacer, solo deseaba que volviera en si y que pudiera hablar...

    En esa situación no podía contar con nadie. Seguramente había dejado un rastro de sangre que se extendía de la casa hasta mi casa...

    Finalmente comenzó a despertar y luego de unos instantes me observó con una expresión de sorpresa. Ojos vidriosos, un terror instintivo. Cuando logró reconocerme, me dijo con una voz muy débil: - Me duele mucho aquí...- Y empezó a relatarme con dificultades lo que había ocurrido.

    Cuando regresaba a su casa, alguien la había atacado, ella cogió su bolso intentando una defensa y ese individuo le clavó el puñal por tener la osadía de defenderse...

    Por suerte, la herida era apenas poco más que un arañazo superficial. Una buena dosis de licor, distribuida en dos copas, hizo todo el trabajo. Cantamos, nos arremangamos y fuimos hasta el elevador para limpiar los vestigios de sangre hasta el umbral del predio. Más allá del portón no era nuestro problema.

    Limpiar en el medio de la noche, es la solución para todos los hombres que permanecen entediados en la obscuridad sin poder dormir.

    Después de esos sucesos... Más de veinte horas seguidas de sueño. Ahora querida mía, estoy bebiendo un café, mientras el reloj me dice que es medio día.

    María está aquí y te saluda, besos desde la tierra de los fantasmas.

    Alberto.

    EL ROSTRO OCULTO

    Titúlo original: A Face Oculta

    Adriana Virtuoso Campos

    El primer recuerdo, que despuntó en mi memoria cuando desperté aquella mañana, fue tu sonrisa. No recuerdo haber parado mientes en ella antes... No de aquella forma. En mis sueños de chaval de suburbio obscuro, era como si la propia felicidad me estuviera sonriendo, iluminado mi existencia. Solo podía pensar en verla una vez más.

    La primera vez que vi a alguien realmente muerto, o mejor dicho, que no vi – Un lienzo mugroso escondió de mis ojos el rostro de la muerte- fue a los nueve años. La imaginación descontrolada y perversa descubría en cada noche una figura más horripilante que la precedente. Y por un largo tiempo esa memoria me persiguió en sueños, en una mezcla de euforia y pavor.

    Fue en un día soleado, un día de diciembre de calor infernal, el inicio del final. Cuando tus labios, Nerinha, tocaron los míos por primera vez, el suelo me engulló, mientras mi corazón danzaba frenético dentro de mi pecho. No sé el motivo por el cual te escogí, mas lamento profundamente haberlo hecho.

    Aquella noche regresé a casa, para soñar con un amor que nunca aprendiste a compartir. Caminé por la obscura calle, mientras el hambre producto de tu beso me sucumbía en el alma. Esperé que el deseo se desvaneciera de mi ser, como el agua de la lluvia que violenta las galerías de la ciudad y después sigue su camino para unirse al mar en un ocaso veraniego. Mas, cuanto más tiempo pasaba, peor me sentía. Viví noches enteras padeciendo aquella locura. Tu perfume remembraba el ardor que me incineraba el alma siempre que pasaba a mi lado... Aún puedo sentirlo.

    Y el recuerdo de aquella sonrisa me perseguía.

    Me alejé de ti creyendo que la distancia daría fin a mi tormento, mas me perseguías por doquier. Y yo tomado por un deseo absurdo, huía de tu presencia, de tu recuerdo, creyendo que un ardor así no debería durar. Aunque mucho te quisiera, nada te pediría. Nada. Y por andar demasiado junto a las serpientes, su siseo era todo lo que podías oír. Te dejé (a conferir) los bolsos y contando las monedas con mi partida. Nada llevé de allí, Nerinha, excepto, mi corazón partido.

    Y te perdoné por no comprender lo que mis ojos te decían. Te perdoné tantas veces, tantas, mientras mi cuerpo inflado de pasión reclamaba a tu ausencia. Creí que habría vida, incluso, sin tu abrazo. Luego, caminé lo más distante que pude, mientras, disimulada, me preguntabas: - ¿A dónde vas? ¿Por qué partes así sin razón? Gran tristeza me causó tus propuestas infames y criptografiadas por sentimientos mezquinos que me rebelaron tu lúgubre aura. Estuve dispuesto a olvidarte de una vez por todas, mas no sin llevar de ti una última memoria, en honor al sentimiento que habitaba en mí.

    Nuestro último momento debería ser, por lo tanto, aquel que recordaría por el resto de mi existencia. A partir de ese instante, cuando la nostalgia sobreviniese, tendría aquella última imagen de tu sonrisa para remembrar nuestro último instante, después de todos aquellos días sombríos. En cierta ocasión, el poeta dijo que la primera vez es siempre la última chance.

    Solamente tus fríos ojos testimoniaron los últimos segundo de mi vida. Jamas había percibido, antes de aquel momento, los pequeños vestigios de locura en tu sonrisa, la cual solo me parecía dulce. Creo que también fui un loco por cultivar deseos banales.

    Mientras observabas mi cuerpo caído en aquella estación vacía, con mi sangre coloreando tus pequeñas manos, pude finalmente contemplar el rostro de la muerte... Y tenía el rostro de vuestra merced, Nerinha.

    UNA VERDAD INCONVENIENTE

    Título original: Uma Verdade Incoveniente

    Alfredo José Durante

    Lunes, 20/03/2017

    Tarde, 16:53h.

    Delegación de Homicidios de Curitiba

    Informe Relatorio

    Al señor Delegado:

    Hemos recibido una denuncia de que algo extraño estaba ocurriendo en una industria próxima a Curitiba, más precisamente entre esta delegación y Piraquara. Consideramos que por los indicios y hechos sospechosos narrados es necesario realizar una investigación.

    Llegamos al lugar y nos encontramos con escenas que parecían cosas de ficción, no es algo a lo que estemos acostumbrados en absoluto. En una primera instancia el sitio parecía estar abandonada y vacío. Mas al penetrar en el inmueble, encontramos sangre por el corredor, identificamos el local como un frigorífico. Un fuerte aroma a carne podrida viciaba el ambiente. Nos adentramos en las salas de los escritorios, los documentos estaban desparramados en el suelo, manchados de sangre seca. El hedor aumentaba mientras avanzábamos cada vez más.

    Entrada en las salas del manufacturado cárnico

    Había cuerpos humanos colgando en los ganchos, (donde deberían estar los becerros, puercos, etc). Los cuerpos tenían los vientres abiertos ¡Había un total de diez!

    ¡La maquinaría en funcionamiento y las bandas transportadoras llevando pedazos de cuerpo hacia una maquina de procesamiento!

    No había nadie en el lugar, la maquina estaba encendida y realizaba todo el proceso de amontonado y empaquetado. Los órganos no eran descartados, todo era usa en el procesamiento de la carne: huesos, músculos, tripas, todo. Encontramos un camión grande, sin identificación en la carrocería, cargado con esos paquetes. No había refrigeración, todo estaba podrido. El hedor era insoportable. Es espeluznante solo de verlo ¿Quién podría haber hecho esto? No es trabajo para una sola persona, debe ser un grupo grande.

    Algunas huellas digitales fueron halladas en el lugar, los cuerpos colgantes fueron retirados. Tenían las crestas dactilares intactas, por tanto, conseguimos identificar a las victimas. Eran reos condenados de la penitenciaria de Piraquara.

    El frigorífico ha sido cerrado. Fue preciso utilizar muchos recursos para investigar y recolectar evidencias: Policías y vehículos para realizar el aislamiento del lugar, recoger pruebas y tomar recaudos para no contaminar la escena.

    Agentes policiales y de sanidad han realizado inspecciones en supermercados con el objetivo de incautar carnes y embutidos, de todas las marcas. Incluso se ha realizado la clausura preventiva de restaurantes y bares.

    Cierre del Informe Relator.

    Habrá un ataque de pánico en toda la sociedad. Cuando la noticia llegare a los medios. No es posible imaginar carne humana siendo vendida como carne animal. No ha habido un caso como éste en toda la historia del cuerpo policial de Curitiba.

    Curitiba, 20 de Marzo, de 2017

    ALFREDO JOSÉ RAVEDUTTI DURANTE

    Investigador Jefe — Seccional Curitiba — PR

    EMPALADA

    Alison Silveira Morais

    Te envío esta carta, para decirte que noche una vez más está majestuosa...

    Antes de partir, el sonido estridente de los murciélagos en las copas de los árboles que cubren mi cabeza, me dan el saludo que merezco.

    Y la luna, nuevamente, la cual todos adoran mucho describir, estaba por detrás de las más bellas nubes negras, presagio de un día color ceniza... Perfecto.

    Mis pasos son cadenciosos, y el viento helado golpea la piel de mi rostro, los cabellos al viento forman en mi sombra la imagen desfigurada de mi núcleo turbulento. Mis visiones han sido tantas, mi realidad hace mucho tiempo es otra.

    Las luces anémicas de los postes van pasando, el viento tornase tibio, embotado y sereno. La brisa sosegada un aroma pestilente que toma cuenta del aire que respiro. Al final, ha llegado la hora de la locura matinal.

    Todos los días mi mente es agredida por seres perturbados, tal vez de planos paralelos, tal vez frutos de mi mente vil y atormentada, mas que en épocas pasadas me causaban pánico y me arrancaban de la cordura a través de puñaladas de alucinaciones. Tal vez con el objetivo de forzarme a la total demencia y a la tormentosa frustración eterna. Y esos seres han sido exitosos ¡Todos ellos lo han sido!

    Vivencio las más tenebrosas visiones de la muerte, todas esas visiones que me han transformado en la persona que soy... y en la probable persona que siempre quise ser. Desapercibido y divagando, estaba siguiendo las secuencias de postes, el aroma se hubo vuelto putrefacto. En este momento percibo sobre la base de un poste de madera, grande lineas de color escarlata que corren y forman una poza negra en el suelo.

    Una vez más con los puños cerrados dentro del bolsillo del sobretodo, mezclándome y volviéndome una pequeña parte de la noche hosca y nublada. Una vez más encaro mis visiones grotescas, no tengo escapatoria. Me obligo a seguir observando el poste de encima, siguiendo el hilo de sangre, para descubrir otra de las pesadillas que me habitarán hasta el final de mis días.

    El poste de madera era cuadrado, con base gruesa y afilado a lo largo, como una lanza intimidante que desafiaba a los cielos. En su tope, había una mujer empalada.

    El poste se introducía entre sus flácidos muslos, lacerando su vagina y formando un relieve semi- cilíndrico en su pelvis. La aflicción toma mi cuerpo y las palpitaciones de un sentimiento bipolar y verdugo me posee. El deseo de lejos de la escena, es siempre rápidamente oprimido por mi ansia de capturar todos los detalles sórdidos de las escenas más subversivas, las escenas más grotescas, las son almacenadas en mi que subconsciente desesperanzado.

    El torso de ella estaba claramente dislocado y sus costillas acompañaban el relieve del poste. Conduciendo mis ojos alucinados sobre aquel cuerpo inerte, viendo el pescuezo estirado y la punta del poste sobresaliendo por la boca de la mujer, los brazos inmóviles y caucásicos contrastaban con la sangre que corría por una linea gruesa que descendía del labio inferior, se bifurcaba en su cuello en lineas más finas y seguía camino por la axila izquierda, tomando el antebrazo y goteando por el dedo del medio, en cuanto al otro camino éste seguía por entre los senos, ombligo, y la vulva hasta encontrarse con la madera...

    Toda la escena surreal me electrizaba, encaré el cadáver, estático, inmovilizado. Mas debes acreditar una cosa, el tormento matinal nunca se limita a unos breves momentos...

    Después algunos minutos, que parecieron una eternidad en mi mente, el viento gélido sopló desvergonzado nuevamente. La mujer irguió su brazo izquierdo y se apoyó en cúspide del poste, su pierna derecha desesperadamente se debatió en la esquina como cucaracha, su cuerpo inmediatamente empezó a convulsionarse y a moverse intentando liberarse del empalamiento. El sonido emitido por la mujer se asemejaba a un rugido gutural venido del infierno, una desesperación salvaje la poseyó.

    Su brazo derecho también se alzó, sus ojos inyectados de agonía y cólera se abrieron y su cuerpo lentamente empezó a subir centímetro a centímetro y finalmente logró zafarse fuera de la extremidad del poste, y en caída libre descendió los dos metros de altura, mientras se oía una risotada innoble.

    La mujer estrelló su rostro contra el suelo y pocos segundos pasaron hasta que empezara a levantarse. El cráter en su vagina permitió que sus órganos internos descendieran por entre sus piernas, su intestino grueso se amontonaba en el suelo y los huesos de pubis se volvieron visibles. El frenesí sanguinolento se dio en emanaciones violentas. Sin dientes y con el maxilar dislocado, su lengua se desplomó y cayo sobre una poza de sangre. Su cuerpo se convirtió en torrente de color escarlata vivo, y sus temblores agudos e impetuosos giraron sus pasos en mi dirección, largos y pavorosos.

    El aire se impregnó con el olor de la descomposición. La mujer seguía acercándose, la expresión que se marcaba en lo que había sobrado de su rostro era de profunda aversión hacia mí. Los pasos aumentaron de velocidad, finalmente llegó a ubicarse a algunos centímetros de mí, su cabello castaño avergonzado tocó mi rostro y yo encaré nuevamente mi maldición... Nuevamente estático.

    Su boca se abrió casa vez más, hasta que boca se partió por la mitad expulsando una masa de pus agria en mi rostro. Quedé ciego, y solamente las risotadas guturales fueron oídas, mientras su cuerpo se inclinaba hacia atrás y desaparecía.

    El sol rayaba en el horizonte.

    Fue una verdadera pena, al final la noche estaba majestuosa...

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