En el pacífico Colombiano, entre esperanza e incertidumbre
Por Absalón Cabrera
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Resistir por la vida entre esperanza e incertidumbre.
Osvaldo Calvo decide levantarse de su cama. Se ha puesto una meta: caminar hasta el portón de su casa sin ayuda. Mientras lo transita, un torrente de recuerdos lo asaltan. Recuerdos que van desde su infancia, pasando por su padre, madre, amores, hijos, tragedias, alegrías, esperanzas e incertidumbres, que desembocan en sus reflexiones finales de vida. Osvaldo es un homenaje a la memoria de todos aquellos que logran hacer de su vida un motivo de resistencia frente a las adversidades del conflicto social en el Pacífico colombiano.
Absalón Cabrera
Absalón Cabrera. Licenciado en Filosofía por la Universidad del Valle en Cali (Colombia). Escritor aficionado desde temprana edad y amante de la lectura. Ha desarrollado la actividad docente incentivando la escritura libre en los jóvenes dentro de los espacios educativos. Comentarista en periódicos digitales, entre los que sobresalen los artículos «¿Se está repitiendo la historia?», «El insulto como expresión social y política» y «Es hora de abandonar la política del miedo». Ha dado conferencias sobre la enseñanza de la Filosofía en Colombia. Escritor del artículo «La filosofía en el plan de estudios en Colombia» publicado por la revista de estudiantes de Filosofía de la Universidad del Valle Revista Enphoques.
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En el pacífico Colombiano, entre esperanza e incertidumbre - Absalón Cabrera
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta obra son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados de manera ficticia.
En el pacífico Colombiano, entre esperanza e incertidumbre
Primera edición: septiembre 2018
ISBN: 9788417505349
ISBN eBook: 9788417533823
© del texto:
Absalón Cabrera
© de esta edición:
, 2018
www.caligramaeditorial.com
info@caligramaeditorial.com
Impreso en España – Printed in Spain
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Agradecimientos
Un agradecimiento muy especial para todos los amigos que, con sus comentarios, ideas, críticas, correcciones y mucha paciencia contribuyeron a la construcción de Osvaldo Calvo. Adicional, un agradecimiento enorme a mi amada madre, padre y hermanos que han hecho sacrificios enormes para ver a su hijo y hermano construyendo, con letras y fantasía, la posibilidad de un país democrático. Sin olvidar a los tíos, primos, profesores, estudiantes, compañeros de estudio y trabajo que han contribuido, de manera directa e indirecta, a ampliar las perspectivas de comprensión social. Para todos un fuerte abrazo.
I
Con los labios resecos a causa de las altas fiebres que en las últimas semanas ha soportado su cuerpo, pasan un algodón húmedo sobre ellos con el fin de postergar lo inevitable. La humedad en sus labios jamás fue tan intensa como en aquella tarde de invierno. Tarde en la que, como siempre para estas épocas, el silencio en las calles glosa los recuerdos e inspecciona con detalle sus entresijos. Contrae y prensa los labios, respira profundo —un largo silencio ocupa la habitación—.
En la cama a medio levantar, cubierto de sábanas con figuras de colores, al interior de un cuarto oscuro con paredes color pastel hasta la mitad y en la última hilera unas aberturas en los adoquines octogonales que permiten la entrada de rayos de luz, unas mujeres con atuendos blancos hacen de su espacio la morada más segura. Unas voces se cuelan por los agujeros y Osvaldo Calvo hace su mejor esfuerzo para levantarse y caminar. Escucha el murmullo del exterior y sujeto a un bastón de palo con un mango amplio y punta gastada por el continuo uso que le dio en los pasados días, le apuesta a salir de la habitación. Quita las sábanas que lo cubren y acomoda su atuendo, una bata de lana blanca que lo abriga desde el cuello hasta las rodillas.
Con el apoyo de sus acompañantes que lo sujetan a lado y lado