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Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar: Recuerdos
Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar: Recuerdos
Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar: Recuerdos
Libro electrónico159 páginas2 horas

Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar: Recuerdos

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Información de este libro electrónico

No es nada extrao que Amarilis Presilla haya titulado sus memorias: Algunas veces me gustara sentarme y llorar. Los recuerdos pueden ser muy dolorosos cuando ella mira hacia atrs y ve la sucesin de penas y maltratos que ha conocido, no solamente dentro de su familia sino tambin de todos los cubanos. Desde su llegada a los Estados Unidos desde la isla de Cuba en un vuelo directo siete aos atrs, ella ha escrito una parte de las cosas que tuvo que vivir all, reviviendo lo bueno y lo malo.

Su idlica niez en su pequeo pueblo dentro de un valle con un ro llamado Mayar que dur muy poco tiempo. Una enorme creciente del ro arras con todo, en conjunto con un fenmeno politico llamado Fidel Castro. Este libro es una historia pica de amor, familia, lucha por la supervivencia, por el propio desarrollo intelectual, y tambin de callada rebelin y desprecio a un rgimen poltico. Al final la salida y la reunin con toda su familia. Amarilis Presilla ahora comparte su historia con ustedes.

Jack Silbert, Hudson Reporter.

IdiomaEspañol
EditorialAuthorHouse
Fecha de lanzamiento21 oct 2014
ISBN9781496945549
Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar: Recuerdos
Autor

Amarilis Presilla

Nació y creció en Mayarí, Cuba, Amarilis ha sido maestra toda su vida, especialista en lenguas y literatura y ha enseñado desde los primeros grados hasta el nivel universitario. En los Estados Unidos fue también maestra y rercepcionista en una oficina médica. Ella es también escritora de ficción y poesía. Vive en Weehawken, New Jersey con su hijo, el arquitecto Gustavo Diez Presilla, cuyas ilustraciones aparecen en este libro.

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    Algunas Veces Quisiera Sentarme Y Llorar - Amarilis Presilla

    © 2014 Amarilis Presilla. Todos los derechos reservados.

    Ilustraciones de Gustavo Diez Presilla

    Ninguna página de este libro puede ser fotocopiada, reproducida o impresa por otra compañía o persona diferente a la autorizada.

    Publicada por AuthorHouse 10/20/2014

    ISBN: 978-1-4969-4555-6 (tapa blanda)

    ISBN: 978-1-4969-4554-9 (libro electrónico)

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Thinkstock son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Ciertas imágenes de archivo © Thinkstock.

    Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.

    Contenido

    PROLOGO

    PRIMERA PARTE

    EL MOMENTO GRACIOSO

    LA SAGA FAMILIAR

    LA CASA PRESILLA – MODAS ISOLINA

    KUNDELA – KUNDELA Y OTRAS RIÑAS

    MAYARI: VALLE, PUEBLO Y RIO

    MI TERRIBLE PESADILLA

    LA PLAYA DE JUAN VICENTE

    LA CRECIENTE DEL RIO MAYARI

    DIAS DE GUERRA: UNA BATALLA EN MAYARI

    LA CASITA DE NOE

    EL FANTASMA LUMINOSO

    DOS FENOMENOS Y LA NOSTALGIA

    SEGUNDA PARTE

    LA TIERRA CALIENTE

    LA UTOPIA

    EL PERIODO ESPECIAL EN TIEMPOS DE PAZ

    LOS AVATARES DE LA TERCERA GENERACION

    COMPRANDO BARRAS DE CHOCOLATE

    EL LUGAR MISTERIOSO

    EL PATRIARCA MISERABLE

    EL SUEÑO PERDIDO

    ESCOGIENDO LA PAREJA EQUIVOCADA

    DOS CLASES DE PRISIONES

    UN ANGEL EN LA HABANA

    UNA CIUDAD ROMANTICA

    EPILOGO

    Para mis hijos:

    Mis compañeros,

    mis maestros y

    mis amores.

    PROLOGO

    Escribir un libro fue siempre mi sueño. En realidad yo estudié toda mi vida tratando de preparame para hacerlo, pero la vida que me tocó vivir estuvo siempre jugando conmigo, haciéndome trampas todo el tiempo. Los años pasaron y fui perdiendo la esperanza en el agotante tráfago de los días dentro de la gran prisión en la que mi destino me encerró: Cuba, el país de mi nacimiento. Un gran obstáculo me prohibió alcanzar mi sueño y fue el gobierno totalitario de Fidel Castro, que se ha convertido en la tiranía más larga del mundo. En este momento él ha estado ahí por más de cincuenta años, pero quién sabe, a lo mejor ese hombre va vivir más que Matusalén.

    Allí, si quieres, puedes escribir, pero nunca podrás publicarlo, ni siquiera si pudieras pagar para que lo hicieran, si tu libro refleja la más minima crítica sobre el gobierno. Tampoco puedes escribir nada negativo sobre las personas que ocupan altas posiciones de cualquier naturaleza, o acerca de las terribles condiciones en las que viven los ciudadanos, o sobre las corruptas o absurdas leyes, las injusticias o las mentiras que usan como banderas los que gobiernan, o que aparecen día tras días en todos los medios de comunicación, o acerca de los atropellos que se cometen subrepticiamente en todos los lugares a tu alrededor, o de las mentiras constantes, la doble cara que tiene todo el que te rodea, hasta los niños, ocultando siempre lo que verdaderamente sienten y mucho más.

    En ese país todas las personas a tu alrededor han sido amordazadas durante todos los años en que ese gobierno se ha mantenido, porque los que se han movido a su alrededor han recibido un bloqueo sicológico que les ha transformado la conciencia en un enorme filtro que solo deja salir fuera lo que debe salir: los lineamientos de Fidel Castro y nada más. Por esta razón desde el comienzo de esa horrible tiranía con banderas comunistas, ese hombre tuvo el cuidado de adoctrinar a todos los que lo han seguido, el cuidado extremo también de poner a todos los intelectuales bajo sus pies, aplastados, silenciados. Desafortunadamente sabemos lo que él siempre supo: que todos los movimientos revolucionarios alrededor del mundo han sido la obra de esa clase.

    Yo soñaba todo el tiempo con un lugar donde las oportunidades para alcanzar tus sueños estuvieran a tu alcance, usando sólo el esfuerzo de tu intelecto, de tus manos, de tu cuerpo, de tu educación. He tenido que esperar casi una vida. Quizás fui detenida por mi destino en nombre del amor. Soñaba con America pero no podia dejar atrás a mis padres, viejos, enfermos y solos, porque yo fui la única que les quedó, los otros se fueron y yo sabía que mi adiós sería para siempre; tampoco podía dejar a ninguno de mis hijos porque usualmente ellos te deben dejar a ti pero no tu a ellos, además, vinieron al mundo por mi, han sido mis maestros, mis amigos, el verdadero sentido de mi vida, el gran amor de mi corazón.

    Al fin mi momento llegó y empecé a dar los primeros pasos para alcanzar ese sueño, sin olvidar que debo de construir un momumento para todas las personas que he amado y que ya no están, siento que tengo el deber de recordar, de publicar, de decir a todos el sufrimiento, la pérdida, la agonía de haber vivido los mejores años de mi juventud y haber sido testigo de la muerte inútil de todos aquellos que gastaron su vida en la tierra de los desposeídos, donde el tiempo no es una realidad y todo el país es una odiada prisión. Una prisión que ha ido destruyendo las vidas de tantas personas que lo perdieron todo en el nombre de cierta clase de sueños macabros de una irreal igualdad, una irreal solidaridad, una irreal fraternidad, de un insignificante hombre llamado Fidel Castro: un maniático que se convirtió en presidente de un bello país a través de un camino lleno de mentiras, al que ha destruído de una forma sistemática sólo con el uso de una política diabólica y sucia.

    Hoy, no tan tarde, estoy a las puertas de mi sueño. Me ha dado un gran placer escribir, aunque al principio fue difícil, como cuando tu sabes tocar un instrumento pero dejas de hacerlo por un tiempo largo. Cuando empiezas de nuevo sientes que no sabes nada, que lo has olvidado todo, pero no es verdad, todo lo que necesitas es empezar, redescubrir los caminos. La llave está ahi, dentro de ti, si has aprendido bien algo una vez, lo sabes para siempre.

    He escrito este libro primero en lengua inglesa, que se ha convertido en mi segunda lengua, porque mi primer interés fue que mis hermanos americanos, que quizás no estuvieran suficientemente informados sobre las cosas que pasan en un lugar que ha producido una gran emigración a su país, supieran verdades que no conocen porque no salen en los medios de difusión, ellos no saben realmente el porqué vinimos para aquí en vez de luchar contra el dictador. Esa es mi meta más importante, dar a conocer a todos aquellos que lean mi libro que Cuba no es un país de cobardes, que sepan algunas de las trampas y mentiras que fueron usadas para atraparnos. Los cubanos somos un pueblo de personas mayormente inteligentes y buenas en sentido general, aunque algunos aquí dicen que hablamos mucho. Sin embargo, somos amistosos y solemos auxiliar a aquellos que no han tenido suerte en la vida. La lengua inglesa se nos da de maravilla, nos integramos a este país por completo, le damos nuestra inteligencia y nuestro trabajo, y muchos de nuestros hijos son ejemplos.

    Yo creo que el pueblo cubano ha sufrido doble porque ha tenido que tragarse toda la euforia de los primeros años de la Revolución de Fidel Castro, cuando la mayoría pensó, llevados por un hombre loco y enfermo por la ambición del poder, que ellos eran el pueblo escogido por la fortuna, que ellos eran únicos. Ese estúpido hombre y aquellos desafiantes discursos siempre contra el imperialismo yanqui que nunca dio un centavo por todo el bla, bla, bla, inútil de sus palabras, todos aquellos desfiles militares rimbombantes imitando a Hitler y a los Soviéticos (Otro pueblo al que le hicieron pensar que estaban escogidos también por la fortuna y hoy andan alrededor del mundo como los cubanos o peor), que mostraban un poder que al final no los hacían infalibles. Quizás sólo hubo algún riesgo en la posesión de aquellos cohetes que Nikita Kruschov se atrevió a darle a Fidel sin saber que estaba tratando con un paranoico al que le fue conferido por la naturaleza cierto peligroso encanto. Todos esos sueños de grandeza están ahora en la parte del corazón donde se guardan los más dolorosos recuerdos.

    Ese ha sido el gran pecado del pueblo cubano, inteligente pero ingenuo, listo pero crédulo, instruido pero tonto. Ese pueblo necesita perdón y ayuda, ellos no saben qué hacer, están ofuscados por todos esos años de pérdida y confusion. La única cosa que conocen es la puerta para salir fuera de esa cárcel en la que viven. No son mártires todavía, pero quién sabe, quizás el día está cerca.

    He aquí algunas de mis experiencias personales y recuerdos, crónicas de mi vida que pueden ser tristes, graciosas, algunas veces trágicas y otras llenas de melancolia, en las que los sueños perdidos están mezclados con los nuevos, y por encima de todos ellos, esa nostalgia que estará para siempre en mi corazón.

    PRIMERA

    PARTE

    thefunnymomment1.jpg

    EL MOMENTO GRACIOSO

    Hay miles de cosas muy malas que tengo que recordar y otras, quizás no tan malas que he olvidado, desde que la tiranía de Fidel Castro comenzó en mi país. Sin embargo, hay un momento gracioso que nunca olvidaré: Toda mi familia estaba reunida alrededor de la mesa del comedor esperando a que el reloj diera las doce campanadas para recibir el nuevo año con un brindis, cuando alguien entró y dijo que el dictador, Fulgencio Batista, que había gobernado el país hasta ese día se había ido. Alguien propuso un brindis por el triunfo de Castro y todas las copas fueron alzadas, pero mi madre no lo hizo. Todos se quedaron mirándola asombrados.

    Entonces, muy despacio, ella dijo: Yo he vivido muy bien hasta ahora y me preocupa lo que este nuevo gobierno pueda traernos, es por eso que no voy a brindar por ese hombre. Riendo y gritando empezaron a tirarle pedacitos de manzanas y uvas, esa fue la última vez que comí esas frutas en más de cuarenta años.

    Todas las cosas empezaron a ir mal en todos los niveles de la vida desde el principio. La euforia era tan descomunal que pienso que la mayoría de las personas creía que les había llegado una especie de Mesías. Eso fue tan patético que si no hubiera sido por todo lo que perdí, por todo lo que he sufrido a partir de ese momento y por todo lo que en mayor o menor proporción ese hombre le hizo a mi familia, a mis amigos, a mi modo de vida y a mi país, quizás podría sentir alguna pena por todas esas personas que permitieron que ese hombre egocéntrico fuera presidente pero no podría. Eso es muy triste porque no los voy

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