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La comunicación de la ciencia: Miradas intersciplinarias con responsabilidad social
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Libro electrónico337 páginas3 horas

La comunicación de la ciencia: Miradas intersciplinarias con responsabilidad social

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La comunicación pública de la ciencia es una responsabilidad social para construir una Cultura Científica que contribuya a incorporar el conocimiento a la práctica cotidiana y al quehacer colectivo, alcanzar una sociedad de la información y llegar a la sociedad del conocimiento. En este libro, de forma innovadora, investigadoras e investigadores so
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2021
ISBN9786076350485
La comunicación de la ciencia: Miradas intersciplinarias con responsabilidad social
Autor

Lizy Navarro Zamora

Lizy Navarro Zamora obtuvo la licenciatura en periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, el doctorado en la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Es Perfil Prodep, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, nivel 2. Obtuvo el Premio Universitario 2011 a la Trayectoria de Investigación Socio-Humanística, Científica y Tecnológica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (uaslp). Desde el año 2000 es profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la uaslp, tanto en licenciatura como en posgrado y en la Maestría en Educación de la Facultad de Psicología.

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    La comunicación de la ciencia - Lizy Navarro Zamora

    Prólogo

    Una de las expresiones más avanzadas que tenemos los seres humanos en el desarrollo cultural es la producción de conocimiento: en particular, la producción, la circulación y la aplicación de conocimientos sistemáticos que constituyen la ciencia. Como cualquier actividad social, y socialmente relevante, la labor científica comienza y culmina en procesos comunicativos diversos.

    Por ejemplo, la necesidad de actualización y revisión del estado de la cuestión con que suelen comenzar los proyectos científicos, constituye y se satisface a partir de procesos comunicativos, por medios escritos o de otra naturaleza. En lo que no habíamos reparado es en que todo el proceso de indagación científica se realiza y se fundamenta en procesos comunicativos.

    Los productos científicos, los resultados de la investigación, suelen ser comunicados, usualmente primero a los pares científicos, en procesos de corto alcance, más bien especializados, y en el mejor de los casos esos resultados pueden (quizás deberíamos decir deben) ser comunicados más allá de las pequeñas comunidades de expertos. Se trararía de los diferentes circuitos socioculturales de los que hablaba Abraham Moles (1978).

    El párrafo anterior pretende sostener la pertinencia del análisis de la ciencia y la investigación científica como fenómenos y procesos comunicativos. De ahí también la pertinencia de que exista en la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, un grupo de trabajo como el que presenta esta importante aportación (y varias otras). Entonces, podemos referirnos a la comunicación científica en diversos niveles: en primer lugar, los procesos comunicativos normales, que constituyen el trabajo de la producción social del conocimiento (por ejemplo en los micromedios de los grupos científicos o en los llamados colegios invisibles, donde hay comunicación entre personas que incluso pueden no conocerse o interactuar cara -a- cara).

    Además del plano descriptivo, pueden introducirse consideraciones normativas, éticas e incluso políticas. Por ejemplo, cuando las personas se preguntan ¿para qué sirve la investigación científica? nos damos cuenta de que no hay una sola respuesta, sino muchas. Una respuesta posible se referiría a las probables aplicaciones del nuevo conocimiento producido, por ejemplo, para que los resultados de la investigación tengan repercusiones más allá del micromedio en el que se producen, pues esos resultados deberán ser dados a conocer.

    Las políticas públicas propiamente informadas en parte serían resultado de comunicaciones adecuadas hacia los polos decisores apropiados. Que los ciudadanos estén enterados de las novedades que surjan de la investigación depende de procesos comunicativos. La generación y generalización de una cultura científica propicia a la ulterior producción de más conocimiento nuevo depende de procesos comunicativos. Las representaciones sociales sobre la ciencia, los científicos y la investigación surgen y dependen de procesos comunicativos. Por ejemplo, los estereotipos se forman y se desarrollan a partir de informaciones equívocas; por lo tanto, la manera de corregir esos estereotipos se fundaría en comunicaciones apropiadas.

    Si bien los ámbitos escolares y universitarios serían considerados los normales para que ocurriesen procesos de comunicación de la ciencia, y de comunicación científica propiamente, hay muchos otros planos donde éstos pueden suceder socialmente. Desde luego, desde micromedios como la familia y otros grupos sociales, hasta macromedios y procesos como aquellos que ocurren en los llamados medios de comunicación, tanto en los ya tradicionales como el cine, la prensa, el radio y la televisión, como en los nuevos que giran alrededor de internet, la digitalización y la convergencia tecnológica.

    De todo esto y más trata este libro, producto del Grupo de Trabajo de Comunicación de la Ciencia de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (amic). Se trata de una serie de contribuciones de muy buen nivel académico, bien informadas, que a su vez se constituyen en ejemplares de aquello que estudian: comunicación de la ciencia.

    Enrique E. Sánchez Ruiz

    Bibliografía

    Moles, Abraham (1978), Sociodinámica de la cultura, Buenos Aires, Paidós.

    Introducción

    La comunicación de la ciencia:

    miradas interdisciplinarias con responsabilidad social

    La comunicación pública de la ciencia es una responsabilidad social que no excluye la realización de productos y actividades concretas orientados a divulgar ciertos conocimientos o procesos en particular, pero debe tender a objetivos más amplios, que incluyan proyectos encaminados a construir una cultura científica de planeación social y prevención de riesgos, los cuales contribuyan a incorporar efectivamente el conocimiento científico a la práctica cotidiana y al quehacer colectivo, llegar a la sociedad de la información y pasar a la sociedad del conocimiento.

    No sólo hay diversas variantes en las formas de dar a conocer el conocimiento científico al público en general, sino también en las intenciones y las estrategias a partir de las cuales se realiza esta tarea, desde los grupos de científicos interesados en hacer públicos sus hallazgos y sus descubrimientos en torno de la comunicación de la ciencia, hasta las grandes cadenas televisivas que descubren este nicho de mercado y construyen la audiencia para sus programas de divulgación científica, pasando por los grupos de investigadores y académicos que reflexionan en torno de una propuesta concreta de profesionalizar la divulgación de la ciencia, que deriva en planteamientos teóricos y metodológicos en un espacio inherentemente multidisciplinario, en el que pueden confluir disciplinas asociadas tanto a las ciencias naturales y exactas, como de las ciencias sociales, las artes y las humanidades.

    El GT3 de Comunicación Pública de la Ciencia es un grupo de trabajo-investigación científica de la Asociación Mexicana de Investigadores Comunicadores (amic) que tiene el propósito de propiciar un diálogo entre académicos e investigadores que genere propuestas para pensar nuevas formas de comunicación y percibir la ciencia y la tecnología en México. Entre las líneas de trabajo que compartimos se pueden mencionar: la comunicación de la ciencia en instituciones de educación superior; cómo se realiza y se promueve la comunicación pública del conocimiento científico que se produce en las instituciones de educación superior; la comunicación de la ciencia por los organismos gubernamentales; cuál es el estado actual de las políticas públicas y de los proyectos de apoyo a la comunicación pública de la ciencia por parte de organismos gubernamentales; la comunicación de la ciencia y las organizaciones ciudadanas, ya que la participación de la sociedad civil ha sido uno de los fenómenos característicos de este fin de siglo; cuáles son los proyectos encaminados a la apropiación del conocimiento científico por parte de los ciudadanos, y cómo se fomenta la ciudadanía participativa a través de estos proyectos; la comunicación de las ciencias desde museos y otros centros similares.

    Cómo se comunica, divulga y ciudadaniza la ciencia en museos, planetarios, observatorios, jardines botánicos, acuarios, zoológicos, etc., sus objetivos, su metodología y sus alcances; la comunicación de la ciencia en espacios informales (ciencia de la calle); actividades de comunicación de la ciencia y la tecnología en el café, en el transporte público; los murales en la vía pública, en los túneles del metro, en las plazas públicas y en otros espacios; la comunicación de las ciencias desde los medios de comunicación, y cuál es el estado actual de la comunicación pública de la ciencia en medios de comunicación como televisión, radio, prensa, revistas, internet y, ahora, redes sociales.

    Considerando estas líneas temáticas, se convocó a académicos e investigadores para dar a conocer sus trabajos, los cuales se publican en este libro colectivo: un esfuerzo editorial participativo y colegiado.

    La obra consta de ocho capítulos. En el primero, titulado Los científicos: cómo se exhiben en tv y cómo son percibidos por estudiantes. Caso de estudio de The Big Bang Theory (sitcom) de Silvia Domínguez Gutiérrez, parte de enunciar algunos postulados que toman como fundamento la teoría de las representaciones sociales, así como algunas relaciones de esa teoría con el conocimiento científico y el conocimiento popular de la ciencia; lo anterior con el propósito de mostrar qué tanto lo que se presenta en series televisivas como The Big Bang Theory, y lo que opinan de ella los estudiantes universitarios, está permeado del sentido común que pocas veces se cuestiona y que llega a influir en gustos o en rechazos hacia los científicos y lo que los circunda.

    Es importante resaltar el trabajo que ha realizado la doctora Domínguez Gutiérrez a través de su incursión en la investigación científica en este tema, la impartición de conferencias y talleres y su participación en congresos nacionales e internacionales. Uno de los elementos fundamentales también ha sido la formación de recursos humanos a través de los cuales se ha investigado una gran diversidad de temas significativos. Su aportación a este grupo ha sido muy significativa.

    En el segundo capítulo, de Lizy Navarro Zamora, "Comunicación de la ciencia y apropiación social a través de las tic: el streaming en la plataforma de YouTube", la autora presenta un estudio exploratorio de la comunicación de la ciencia que se desarrolla a través de los canales de YouTube. En el objeto —canales de televisión en internet—, se aplicó un análisis morfológico a los videos que integran cada uno de los espacios digitales de comunicación de la ciencia. Internet y, sobre todo, YouTube representan el espacio más pertinente en la actualidad para el desarrollo de la comunicación de la ciencia, fundamentalmente porque las políticas públicas están enfocadas a prescindir del papel impreso, como en el caso del Diario Oficial del gobierno; además, poseen una empatía muy importante. Sin embargo, hasta el momento no se han encontrado las estrategias educomunicativas para lograr el impacto que tienen otros canales. Se presentan elementos fundamentales, como la interactividad, que permiten los nuevos espacios, y a través de una encuesta, aplicada a jóvenes, se ubican los elementos más significativos que deben tener los videos streaming o en vivo que se proyectan a través de YouTube.

    Asimismo, se presenta el modelo del Proyecto de Divulgación de la Ciencia a través de las diversas plataformas mediadas por internet. Describe cada uno de sus elementos en radio, prensa, blog, pero, sobre todo, en uno que ha desarrollado como Laboratorio de Comunicación de la Ciencia que es el de ¡Eureka! tv: de Ciencia y Tecnología a Tu Alcance. Los conocimientos teóricos generados se han puesto en práctica.

    En el tercer capítulo, La comunicación y su compromiso con la salud en México, de Reyna Verónica Serna, Magda García Quintanilla y Alma Elena Gutiérrez. Las autoras de este capítulo afirman que la diabetes mellitus se ha constituido en un problema de salud a nivel mundial, derivado de las nuevas prácticas de sedentarismo y de alimentación rápida e industrializada. Ha sido tipificada como una sindemia, ya que durante un periodo y en un lugar específicos han coexistido dos o más epidemias que comparten factores sociales y que se retroalimentan entre sí causando secuelas complejas. Su trabajo reporta una discusión teórica que forma parte de un proyecto de dimensiones más amplias, en el que se busca vincular a las ciencias de la salud con las ciencias sociales. Su objetivo es que la comunicación y la divulgación de la ciencia influyan en la prevención de esta enfermedad. Se conceptualiza la educación en diabetes y los modelos de comunicación que podrían ser pertinentes para promover una cultura de la salud y la prevención de la diabetes. Uno de los problemas derivados de esta sindemia son las repercusiones económicas que sufren pacientes, familiares e instituciones. La propuesta de su capítulo se concreta en el análisis de los modelos de educación existentes en torno de la diabetes.

    Jade Rivera Rossi y Eulalia Pérez Sedeño, en el cuarto capítulo, titulado Las científicas como fuentes expertas en la prensa escrita. Caso de estudio en España y México, presenta un modelo para analizar la comunicación de la ciencia desde la perspectiva de género, tomando como caso de estudio las fuentes de información publicadas en revistas de divulgación popular y en suplementos de periódicos especializados en ciencia y tecnología de España y México. Como en toda práctica valorativa, las creencias, los estereotipos y las representaciones son parte del conocimiento previo de las personas y, en el caso de los profesionales del periodismo científico y de la divulgación, estos patrones socioculturales pueden influir en la elección de las fuentes de información. Por esto se propuso determinar si la invisibilidad de las científicas en los medios de comunicación es producto del sesgo de género introducido por los profesionales del periodismo y si esta situación es común a ciertas disciplinas científicas. Para resolver estas interrogantes se utilizó un test estadístico. El modelo incluye también un estudio cualitativo, con entrevistas semiestructuradas a profesionales del periodismo y de la divulgación de la ciencia que colaboraron con los medios de comunicación estudiados para conocer su visión acerca del futuro del periodismo científico.

    En el quinto capítulo, titulado Ciencia: sustantivo femenino de Verónica Ortega Ortiz, la autora afirma que, en la actualidad se pueden encontrar ejemplos de buenas prácticas que buscan fomentar la equidad de género a través del reconocimiento de acciones de distintas mujeres en diferentes campos como el deporte, el arte, los negocios, la tecnología y, por supuesto, la ciencia. La imagen femenina que difunden los medios de comunicación en ocasiones son estereotipos que se proyectan con la finalidad de aumentar las ventas de los productos que ahí se anuncian. A partir de un estudio exploratorio de medios impresos y páginas de redes sociales digitales dedicados a la divulgación de la ciencia, que abordan a la mujer desde su labor científica, se exponen algunos casos de éxito de medios de comunicación masiva que muestran a la mujer como un ejemplo de labor científica en diversos campos académicos, desde las ciencias formales hasta las ciencias factuales, en México y el mundo. Mujeres científicas siempre han existido, señala la autora, pero todo parece indicar que apenas se está visibilizado que la ciencia es un sustantivo donde está presente el género femenino.

    En el sexto capítulo, La ciencia que construimos: una lectura de niñas y niños de Jalisco sobre la ciencia en el Museo Interactivo, René Alonso Morales Rojo analiza las formas simbólicas y los significados de la ciencia construidos por niños y niñas en la interacción con la Sala de Ciencias del Museo Trompo Mágico (mtm), en Jalisco, México. Por medio del interaccionismo simbólico de Herbert Blumer y la propuesta de las formas simbólicas de John B. Thompson, el autor analiza los constructos que desarrollan los infantes sobre la ciencia. Para el estudio fueron aplicados ocho grupos de discusión con niñas y niños entre los nueve a trece años de edad que viven en la zona metropolitana de Guadalajara. En los resultados se cataloga al museo como una herramienta para la educación no formal que permite el acercamiento de la sociedad a la ciencia. Los infantes perciben una dualidad en la ciencia; aunque reconocen que las actividades científicas han generado cambios positivos en el mundo, también le confieren características desfavorables, vinculan a la ciencia con la contaminación generada por las fábricas que existen en el planeta.

    Vanesa del Carmen Muriel Amezcua nos presenta en el séptimo capítulo, Itinerarios: una mirada retrospectiva a la investigación, la producción y la divulgación académica sobre comunicación en México, un recorrido al desarrollo que ha tenido la investigación de la comunicación en nuestro país, dividiendo en décadas la evolución de este campo de estudios. La autora destaca que parte importante de las formas de organización de los grupos académicos se encuentra relacionada con las diversas tareas intelectuales que realizan. En ese vínculo sobresalen las múltiples prácticas habituales que se dan en una disciplina, las cuales se correlacionan estrechamente con los dominios de investigación, es decir, que las prácticas académicas se objetivan a través de la producción científica y en conjunto van marcando trayectorias académicas que encuentran su cauce en los mecanismos de intercambio formales, como son las publicaciones, la participación en congresos u otra actividad de socialización académica. Las trayectorias se definen en función de esas prácticas, las cuales articulan las dimensiones científicas y profesionales donde, a partir de un proceso de construcción, interiorización y reconstrucción, se pueden identificar referentes disciplinares de un grupo dedicado a una actividad específica como la investigación de la comunicación.

    Jorge Sadi Durón y Lizy Navarro Zamora, en el octavo capítulo, Divulgación de la ciencia en la radiodifusión universitaria: acción discursiva radiofónica, presentan un avance de la investigación de seis radiodifusoras universitarias del Estado de Coahuila (Torreón y Saltillo) y su habitus, utilizando como herramienta metodológica el estudio de caso. Con la acción como eje central, analizan la acción discursiva radiofónica para la divulgación de la ciencia a través de los discursos de sus agentes: productores, programadores y directivos, desde la epistemología genética, los sistemas complejos, la interdisciplinariedad y la cibercultura, considerando las perspectivas teóricas de Bourdieu, Habermas, Piaget y Jensen, principalmente. Como resultados preliminares de este primer acercamiento, encontraron que no se le da el valor o la importancia debida a la radiodifusión universitaria; no hay presupuesto suficiente para cubrir los requerimientos de producción y programación de las radiodifusoras; no hay recurso humano disponible para asignar a labores de divulgación de la ciencia; no hay un acercamiento de los científicos a la radiodifusión; la programación como discurso de divulgación es inadecuada, pues sólo se acomodan tiempos, pero no hay un plan programático; en la producción se atienden las necesidades diarias de la estación pero no se tiene propiamente producción de divulgación de la ciencia, sino sólo apoyo para las labores de colaboradores, sin trabajo de interdisciplinariedad; no hay guionistas que interactúen con los científicos; la selección de fuentes es propiamente investigación en fuentes fiables de internet, revistas de divulgación, etc.

    Finalmente, agradecemos a las y los autores de este libro colectivo sus aportaciones, su compromiso y la originalidad de sus colaboraciones, las cuales esperamos que enriquezcan el amplio campo de estudios sobre la comunicación pública de la ciencia.

    Sirva este texto para las y los investigadores de la comunicación, las y los estudiantes, para las y los divulgadores de la ciencia y para los constructores de políticas públicas que actualmente se están definiendo en México y en el mundo. Este grupo de trabajo-investigación continuará con proyectos significativos cumpliendo la responsabilidad social que tenemos como científicos sociales.

    lizy navarro zamora,

    Universidad Autónoma de San Luis Potosí,

    coordinadora del Grupo de Trabajo Comunicación Pública de la amic

    lucila hinojosa córdova,

    Universidad Autónoma de Nuevo León,

    coordinadora y fundadora del Grupo de Trabajo Comunicación

    Pública de la Ciencia de la amic

    Octubre de 2019

    I. Los científicos: cómo se exhiben en tv

    y cómo son percibidos por estudiantes.

    Caso de estudio de The Big Bang Theory (sitcom)

    Silvia Domínguez Gutiérrez*

    Presentación

    No es de extrañar que la serie de televisión The Big Bang Theory¹ se siga transmitiendo capítulo tras capítulo, tanto por televisión abierta y de paga, como por algunos canales de YouTube, y sea comentada en algunos blogs. Esto nos indica que los científicos —a través de esta serie— están presentes en el imaginario social.² Aunque originalmente fue pensada para transmitirse por televisión, se ve por diferentes pantallas (celular, Tablet, computadora portátil…) dado su éxito y su popularidad, no sólo en México, sino también en diversas partes del mundo. De hecho, ha sido tomada como ejemplo por Sedano y Cómitre (2016) para subtitular algunos capítulos de la serie para las personas sordas y con discapacidad auditiva en España.

    Una forma de analizar esta serie tan popular es a través de la teoría de las representaciones sociales (rs, de aquí en adelante). Las rs de algo o de alguien —en este caso de los científicos y de lo que gira a su alrededor— se construyen a lo largo de la vida de las personas y son diferentes los factores que intervienen en su construcción. De ello dan cuenta diversos estudiosos, no únicamente desde la óptica de la teoría de las representaciones sociales (los clásicos como Moscovici, 1976, 1979, 1993, 2000; Moscovici y Markova, 2006; Jodelet, 1986, 2011, 2013, y Farr, 1986), sino también desde otras disciplinas, así como por parte de clásicos como Bourdieu (2000, 1997, 1984); Berger y Luckmann (1968); Piaget, Lazarsfeld, Mackenzie y

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