Hace unas semanas se llevó a cabo en el Instituto de Física de la UNAM un acto de homenaje a Tomás Brody Spitz por el centenario de su nacimiento. Tomás fue mi compañero por 27 años, el padre de mis hijos Julián y Carlos. Su muerte prematura, producto de la violencia que impera en esta ciudad, todavía nos rebela y nos indigna.
El acto de homenaje fue muy valioso desde el punto de vista académico. Se presentaron ponencias muy interesantes en torno a temas que Tomás trabajó; por ejemplo, la inteligencia artificial. Son sorprendentes los avances que han tenido lugar en los