La Oración Intercesora de Cristo: Las Prioridades que Dinamizan la Vida Cristiana
Por Warren Wiersbe
()
Información de este libro electrónico
Según Wiersbe, la oración intercesora revela las prioridades y preocupaciones de Jesús mientras enfrentaba las últimas horas antes de su muerte. Al estudiar esta oración, los cristianos podemos aprender qué era lo más importante para Jesús y hacer nuestras sus prioridades.
La Oración Intercesora de Cristo se enfoca en los temas más apremiantes de la vida cristiana contemporánea, como el desarrollo de una vida de oración eficaz, la comprensión de la salvación, hacer discípulos, el uso de recursos espirituales, la madurez en Cristo, la formación de una genuina comunidad de creyentes y el equilibrio de la verdad y el amor."
Relacionado con La Oración Intercesora de Cristo
Libros electrónicos relacionados
Nunca antes pasamos por este camino / We’ve Never Been This Way Before: Confía en Dios en todo tiempo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesde la Cruz Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La oración que prevalece: Un estudio exhaustivo sobre el tema de la oración Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesColaboradores en el Evangelio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa oración que prevalece Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Vida del cristiano centrada en Cristo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5A Guía de 12 meses para orar mejor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Antes De Ir . . . Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJesús nuestro hombre en gloria: Doce sermones relevantes de la Carta a los Hebreos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Visión de la cruz a través de las Escrituras Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La oración que abre el cielo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Que todos alaben al Señor: El significado de la vida cristiana Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Muchos son llamados Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tu vida en Cristo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una Luz Para Guiar Tu Vida - Tomo 2: Devocionales para cada día del año con versículos escogidos de la Biblia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cristiano de rodillas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Nehemías: Modelo de pasión y fidelidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPasos para el crecimiento espiritual: manual para creyentes Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los planes de Dios para su vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Discípulo Cueste Lo Que Cueste Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa obra del Espíritu Santo en nuestra salvación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna Vida Cristiana Más Profunda Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Soldados para Cristo: Efesios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Acercarse a Dios: Para conocer más al Padre y lo que Él espera de Sus hijos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa esperanza del Cristiano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa oración y los hombres de oración Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Qué pasó con el Evangelio? / Whatever Happened to the Gospel?: Redescubra lo más importante. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Fe de Otro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Poder de la Oración Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones5 formas de orar durante una crisis global: Oranciones que transforman en tiempos de tribulación Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Religión y espiritualidad para usted
El libro de Urantia: Revelando Los Misterios de Dios, El Universo, Jesus Y Nosotros Mismos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mentiras que creemos sobre Dios (Lies We Believe About God Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año con Dios: 365 devocionales para inspirar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El libro de Enoc Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Limpia tu mente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jesús de Nazaret: Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La oración: Experimentando asombro e intimidad con Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas del Diablo a Su Sobrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sé líder: 12 principios sobre el liderazgo en la iglesia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5No desperdicies tus emociones: Cómo lo que sientes te acerca a Dios y le da gloria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo leer tu Biblia: Guía de interpretación de literatura bíblica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un año en los Salmos: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Este es tu momento: Activa tu fe, alcanza tus sueños y asegura el favo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Ayuno - Una Cita con Dios: El poder espiritual y los grandes beneficios del ayuno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Torá Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mujer verdadera: El maravilloso diseño de Dios para tí Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Ministerio Del Matrimonio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de Enoc: Edición Completa (todos los libros de Enoc) Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Revolución sexual: Una mirada bíblica y científica Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Secretos de un modo de orar olvidado: El poder oculto de la belleza, la bendición, la sabiduría y el dolor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un año en Su presencia: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sufrir nunca es en vano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi debilidad, Su fortaleza: La vida anclada en Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Contra la brujería: Manual para prevenir, diagnosticar y contrarrestar los efectos de ls hechicería Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Transformados a Su imagen: Tu santificación a través de tus circunstancias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los Hijos de Lilith: Íncubos y Súcubos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Manso y humilde: El corazón de Cristo para los pecadores y heridos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Felices por siempre: 30 lecturas devocionales para parejas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Colección de Oraciones Espiritistas: Premium Ebook Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para La Oración Intercesora de Cristo
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
La Oración Intercesora de Cristo - Warren Wiersbe
Copyright © 1.997 por Warren W. Wiersbe
Originalmente publicado en inglés bajo el título The Intercessory Prayer of Jesus
por Baker Books, una division de Baker Publishing Group
Grand Rapids, Michigan, 49516, U.S.A.
Todos los derechos reservados.
Esta edición es publicada por
Ediciones Berea
para el mundo hispano.
Todos los derechos reservados.
A menos que se especifique, todas las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional 1.999 por la Sociedad Bíblica Internacional.
Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de este libro puede ser duplicada, copiada, transcrita, traducida, reproducida o almacenada, mecánica o electrónicamente, sin previa autorización de
Ediciones Berea
Editor General: Héctor Hernán Gómez Iriarte
Traducción: Adriana Marcela Aranguren Medina
Diseño de Carátula: Germán Arenas
Diagramación: Catherine Niño
Primera edición en castellano: 2.014 por
Ediciones Berea.
Calle 100 No.49-97 Int. 12-418. Tel.: (571) 257 8886
www.edicionesberea.com
ISBN: 978-958-44-1040-5
Impreso en Colombia
DEDICATORIA
Dedicado a la memoria de mi amigo Philip R. Newell, por muchos años el director de la Liga de Oración por la Gran Comisión, un hombre de oración que animó a muchos de nosotros a pedirle a Dios las cosas más importantes.
Contenido
PREFACIO
Capítulo 1
LA ORACIÓN MÁS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS
Capítulo 2
LA ORACIÓN: EL ENTRENAMIENTO BÁSICO
Capítulo 3
TRES DONES EXTRAORDINARIOS
Capítulo 4
LO QUE SUCEDIÓ ANTES DE QUE EL MUNDO EXISTIERA
Capítulo 5
LA DINÁMICA DEL DISCIPULADO
Capítulo 6
SALVO Y SEGURO
Capítulo 7
EL HOMBRE QUE NUNCA DEBIÓ NACER
Capítulo 8
¿CÓMO QUE EN EL MUNDO?
Capítulo 9
LOS SANTOS SON MUY ESPECIALES
Capítulo 10
LOS CRISTIANOS… ¿UNIDOS O DESUNIDOS?
Capítulo 11
EL MUNDO, LA IGLESIA Y EL PADRE
Capítulo 12
LAS PRIORIDADES
PREFACIO
La hora ha llegado para que la Iglesia ponga sus prioridades en orden, y una de las mejores maneras de hacerlo es descubrir lo que era importante para Jesucristo. Juan 17, la Suprema Oración Sacerdotal de nuestro Señor, nos enseña sus prioridades en ese entonces y que son aplicables en nuestros días.
Este libro no es una exposición detallada de Juan 17, sino un estudio práctico de los principales temas de esta profunda oración. Mucho de este material fue presentado en la radio, en el programa La Biblia dice
(durante febrero y marzo de 1982). Sin embargo, yo he notado que es posible escribir cosas en un libro que no pueden ser expresadas al aire.
Mi oración es que Dios utilizará estos estudios para llevar a la iglesia a retornar a su curso. Hay un precio que pagar, pero habrá un precio mayor si continuamos a la deriva.
Cada uno de nosotros debe hacer su parte, sin importar el costo.
Warren W. Wiersbe
Capítulo
1
LA ORACIÓN MÁS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS
Algunos hermanos oran largamente; pero la verdadera oración es medida por su peso y no por su longitud.
Así habló el predicador bautista británico Charles Haddon Spurgeon; ¡y tiene razón! La oración más grande de todos los tiempos está en Juan 17, y se toma aproximadamente seis minutos para leerla de manera reverente y en voz alta. ¡No es muy larga, pero ciertamente tiene mucha profundidad y peso! Según el Dr. Herbert Lockyer Sr., hay 650 oraciones registradas en la Biblia, pero ninguna de ellas ni otra alguna registrada fuera de la Biblia, se compara a La Suprema Oración Sacerdotal
de nuestro Señor Jesucristo en Juan 17.
¿Qué tiene esta oración que la hace tan grande? Permítame sugerirle cuatro razones:
1. Es grande debido a quién hizo la oración.
Esta persona no es ninguna otra que Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios. Él no sólo es el Hijo de Dios, sino que es Dios Hijo, Dios eterno que vino a la Tierra en carne humana, pero sin pecado.
Cada uno de los cuatro Evangelios tiene un énfasis propio: el de Mateo es Cristo como Rey, el Mesías prometido en las Escrituras del Antiguo Testamento; el de Marcos, es el Evangelio del Siervo y Lucas, describe al compasivo Hijo del Hombre; pero el propósito de Juan al escribir su Evangelio, fue presentar la deidad de Cristo Jesús. Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre, tengan vida
(Juan 20:30-31).
Esto explica por qué Juan incluyó esta oración en su Evangelio, pues ella magnifica la imponente verdad de que Jesucristo es Dios eterno y casi cada versículo de Juan 17, expresa esa gran verdad.
Solamente Dios Hijo podía pedirle al Padre que lo glorificara (v.1). Moisés pidió ver la gloria de Dios (Éxodo 33:18), pero Jesús pidió recibirla y se refirió a ella como la misma gloria que Él tenía antes de que el mundo existiera
(v.5). Sólo una persona desequilibrada o el mismo Dios Eterno, exigiría tener la gloria o cualquier otra cosa que hubiera antes de que el mundo existiera
.
Además, solamente Dios puede darle la vida eterna a los pecadores (v.2). Y note en el v.3, que Jesús se puso al mismo nivel de Dios. El pecador recibe la vida eterna cuando él llega a conocer por fe al único Dios verdadero, y a Jesucristo...
Usted puede intentar poner allí el nombre de cualquier otro y ver si eso tiene sentido. En esta sencilla declaración, Jesús afirmó ser Dios.
Cuatro veces en esta oración, Jesús afirmó que fue Dios Padre quien lo envió (v.3, 18, 21, 25). Cualquier apóstol o profeta puede afirmar ser enviado por Dios, pero ningún ser humano podría declarar haber venido de Dios mismo (v.8; cf. Juan 16:28). Cualquier cristiano puede orar, todo lo mío es Tuyo
, pero sólo el Hijo de Dios podía agregar y lo Tuyo mío
(v.10). ¡Jesús declaró poseer todo que el Padre poseía! Él también afirmó ser uno con el Padre (v.11 y 21).
La misma manera en que Jesús oró revela que Él es Dios. Él no empezó diciendo Padre nuestro
, sino simplemente Padre
. Jesús nunca oró diciendo Padre Nuestro
. Jesús le dijo a María Magdalena esa primera mañana de Pascua, ve más bien a mis hermanos y diles: 'Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes'
(Juan 20:17). Dios es nuestro Padre por la gracia, pero Él es el Padre de Jesús por naturaleza. Y la palabra que Jesús usó para rogar, orar o pedir
(vv.9, 15 y 20), no es la misma utilizada para tal fin en el Nuevo Testamento; la palabra usada por Jesús significa pedir como de un igual
. Usted y yo no podríamos usarla porque no somos iguales a Dios. ¡Pero Jesús la usó tres veces! ¿Por qué? Porque Él es Dios Eterno.
En el v.24, Jesús dijo audazmente, Padre, quiero...
(en la Versión Reina Valera, el texto se tradujo con el sentido de querer
o desear
desde el punto de vista de la voluntad personal). No fue una petición, sino una exigencia. Ningún creyente podría orar con ese tipo de autoridad; no sería una oración fruto de la fe sino de la presunción. Sólo Dios Hijo puede dirigirse a Dios Padre de esa manera, porque son iguales: ¡Jesús es Dios!
Hay otras evidencias de la deidad de nuestro Señor en esta oración, pero nos detendremos en el v.24: Me amaste desde antes de la creación del mundo.
Es verdad que Dios ama a su pueblo con un amor eterno
(Jeremías 31:3), pero Él no podía expresar ese amor hasta que ellos existieran realmente en la Tierra. No obstante, el Padre amó al Hijo desde la eternidad. En el v.24 se reúnen la gloria y el amor eternos.
Si cualquier otra persona orara de esta manera e hiciera estas exigencias, concluiríamos que tal vez esté confundido o mentalmente perturbado. Sólo Jesucristo, Dios Hijo, podía orar de esta manera. Pero esta gran verdad de que Jesucristo es Dios, plantea un pequeño interrogante: ¿Por qué Dios tendría la necesidad de orar? Los Evangelios nos presentan a Jesús como un hombre de oración. Yo he contado en los Evangelios al menos diecinueve ocasiones en las que Jesús está orando. ¿No hay una contradicción aquí? No, porque durante su ministerio en la Tierra, Jesús en todo dependió totalmente del Padre. Él dijo, Así como me envió el Padre viviente, y Yo vivo por el Padre,....
(Juan 6:57). Sus obras y sus palabras vinieron del Padre (Juan 5:36 y 14:24). Día tras día, Jesús dependió del Padre. Satanás tentó a Jesús para que usara su poder divino en Él mismo, pero Jesús no se rindió (Mateo 4:1-11).
En otros términos, nuestro Señor vivió por fe y dependió de la oración durante su vida y ministerio en la Tierra. Ahora, si Jesucristo, con todo su poder y perfección tenía que depender de la oración, ¡cuánto más usted y yo, con nuestras múltiples imperfecciones y debilidades, necesitamos depender de la oración!
El ensayista francés Montaigne escribió: Hay pocos hombres que se atreven a publicar a todo el mundo las oraciones que ofrecen al Dios Omnipotente.
¡Jesucristo nos ha dado esta oración, y gracias a Dios que lo hizo!
2. Es grande debido al momento de la oración.
Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad.
Si Neil Armstrong hubiera hecho esa declaración mientras jugaba a la rayuela con los niños del barrio, nadie le hubiera prestado atención. Pero él hizo esa declaración cuando saltó de su nave espacial para ser el primer hombre en caminar sobre la Luna. La situación le dio peso a sus palabras.
¿En qué situación se encontraba nuestro Señor y qué tenía qué ver con esta oración? Para empezar, Jesús apenas había terminado de instruir a sus discípulos (Juan 13-16). Ahora Él rogaba por ellos, porque la oración y la Palabra de Dios van juntas. Si conocemos toda la Biblia pero no nos ejercitamos en la oración, podemos tener una gran cantidad de verdad pero nada de poder. Seríamos luz sin calor.
Por otro lado, si sólo nos dedicáramos a la oración sin la enseñanza de la Biblia, estaríamos en peligro de volvernos fanáticos, calor sin luz
! El celo es algo bueno, pero el celo sin conocimiento es generalmente destructivo.
Un balance apropiado de oración y estudio de la Biblia es muy importante para una vida cristiana equilibrada. El profeta Samuel dijo: que el Señor me libre de pecar contra Él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñándoles el camino bueno y recto
(1 Samuel 12:23). Observe el balance entre la oración y la Palabra de Dios. Ahora los encomiendo a Dios (la oración) y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados
(Hechos 20:32). Pablo sabía la importancia del balance espiritual y también los demás apóstoles: Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra
(Hechos 6:4).
La única manera en que la Palabra de Dios puede hacerse realidad en nuestras vidas es a través de la oración y la obediencia. Una razón por la que tenemos cristianos desbalanceados en nuestras iglesias es la falta de oración que refuerce el estudio de la Palabra de Dios. Es mucho más fácil lograr que los cristianos asistan a un estudio Bíblico que a una reunión dedicada a la oración, pero las dos son necesarias. Jesús enseñó a sus discípulos y después oró por ellos.
Pero esta oración no fue sólo por los discípulos; también fue por Jesús. Recuerde que Él estaba enfrentando la cruz. Cuando nuestro Señor empezó su ministerio y fue bautizado, Él oró al Padre (Lucas 3:21). A través de todo su ministerio, Él oró al Padre. Durante todo su ministerio, Él dependió de la oración. Se levantaba temprano en la mañana para orar (Marcos 1:35) e incluso oró durante toda una noche (Lucas 6:12). Él oró en el Monte de la Transfiguración (Lucas 9:28). Ahora Él estaba orando al enfrentar la agonía del Calvario.
En los primeros cinco versículos de Juan 17, Jesús ruega por Él mismo, pero eso no significa que fuera una oración egoísta. Esta es la diferencia: si Jesús no hubiera orado para que el Padre lo glorificara y lo recibiera de nuevo en el cielo, usted y yo no tendríamos hoy salvación. Al orar por Sí mismo, Jesús realmente oraba por nosotros.
Piense en lo que debe haber significado para el Salvador tener esa comunión con su Padre. La copa que Él estaba a punto de beber vendría de la mano del Padre (Juan 18:11). Llegaría la vergüenza, el dolor e incluso la muerte y la separación temporal del Padre; pero Jesús no tuvo miedo, pues con ese propósito había venido al mundo y el Padre lo vería en su gloriosa victoria.
Es interesante contrastar este tiempo de oración con algunos otros de intercesión registrados en las Escrituras. En Génesis 18, leemos que Abraham intercedió por la ciudad de Sodoma. Pero en Juan 17, Jesús intercedía por el mundo entero y moriría para salvar a los pecadores. Moisés intercedió por toda una nación, el pueblo de Israel (Éxodo 32), e incluso se ofreció a sí mismo para que ellos pudieran ser perdonados. Pero Jesús sí murió y por su muerte, todos los que confían en Él son perdonados y reciben la salvación eterna. Salomón hizo una oración extensa (1.050 palabras en algunas versiones) en su dedicación del templo
, pero la oración de nuestro Señor en Juan 17, significó la creación de un templo espiritual, la iglesia (1 Pedro 2:5).
Nuestro Señor nos da un gran ejemplo: la oración es esencial, no sólo en los asuntos cotidianos de la vida, sino sobretodo, en las crisis de la vida. Phillips Brooks dijo: