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Dos caminos, el bueno y el malo
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Libro electrónico268 páginas4 horas

Dos caminos, el bueno y el malo

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Los dos caminos de la vida ¿HAS ESCOGIDO EL CORRECTO?

Los caminos de la vida a veces son desconcertantes y enigmáticos.

Sin lugar a duda muchas veces las sendas que tomamos parecen encerrar un misterio indes

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento19 jul 2020
ISBN9781640866089
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    Dos caminos, el bueno y el malo - Claudia Sánchez

    INTRODUCCIÓN

    Una persona sabia aprende de los errores de los otros, en este libro, Claudia comparte parcialmente su camino recorrido que la ha llevado hasta reencontrarse con Dios, contando una parte de su historia donde conoció el mal, vivió una vida oscura de pecado que la llevaron a tomar malas decisiones, todos hemos recorrido el camino malo y bueno, los dos nos han enseñado lo que somos realmente, porque antes de amar fuimos traicionados, antes de que nos descubriéramos anduvimos perdidos, antes de que fuéramos oasis fuimos desierto, antes de sentirnos vivos nos sentimos muertos, antes de conocer a Dios conocimos el mal, antes de ser grandes fuimos pequeños, antes de que fuéramos todo vivimos sin nada.

    El camino malo nos lleva a tener una vida oscura, sin paz, con preocupación, vanidad, miedo, duda, avaricia, envidia, crítica, perdernos en el pecado sin tener un rumbo a dónde queremos ir, dónde dejamos apagar nuestro espíritu, cerramos nuestro corazón y nuestra mente, vivimos imitando cómo vive la sociedad siguiendo modas, estereotipos, comprando cosas materiales para llenar esos vacíos dentro de nosotros que nunca terminan llenándose. Sólo el amor de Dios es el que puede llenar esos vacíos, dar paz, estabilidad emocional, espiritual o mental, todos probamos lo más dulce y más amargo en la vida.

    Este libro te ayudará a tener una transformación desde adentro, que es la que todo ser humano necesita; si te sientes bien por dentro te sentirás bien por fuera, será un proceso lento, poco a poco, porque si queremos cambiar rápido te frustrarás, te desmotivarás, tendrás que ir desde tu niñez, que es donde empiezan todas esos miedos, inseguridades, creencias, traumas. Son costumbres que vamos cargando con los años y que nos siguen lastimando y manipulando.

    Deja que Dios entre a tu vida y haga cambios, que sane esas heridas que nunca han cerrado, que saque de raíz esas semillas que has dejado crecer y que llenaron de plaga tu jardín, deja que Él pueda podar todo lo malo para que tengas una vida de fe, esperanza, paz, amor. La vida siempre tendrá altibajos, pero con Dios será más fácil enfrentarlos, tomar mejores decisiones. Ir por el camino bueno que te llevará a ese propósito que Dios tiene para ti. El panorama de tu vida te cambiará, porque Dios te convertirá en su visionario, somos obra maestra de Dios. Tengamos una visión, imagen clara de lo que quiere que tú hagas y lo que quiere que tú seas, pero a través de la fe que entra en el plano espiritual y logra recibir esta idea creativa de Dios y la trae al plano natural con la ayuda del Espíritu Santo.

    Dios está morando en tu vida, pero no puedes oír su voz, porque estás aturdido con las voces de afuera, vives con duda, por eso, el poder de Dios se debilita dentro de ti y el Espíritu Santo se contrista, pero cuando crees en la palabra de Dios, a pesar de las circunstancias, oras, meditas, vives para Él, haces su voluntad y el poder de Dios tiene la libertad para desarrollarse sin ninguna clase de impedimentos, pero a diario debemos alimentar, fortalecer nuestro espíritu, mente, pensamientos, porque vivimos batallando continuamente contra un espíritu de incredulidad.

    Para tener motivación sana, ésta estará acompañada de pureza que contribuye al bienestar social y espiritual de la comunidad. Una visión correcta no produce alabanza personal, mundana, sino para Dios, y nos lleva a glorificar a Jesucristo y te esfuerzas por tener la mente de Cristo, todos debemos comprender que la única manera de lograr un cambio especial en nuestra vida y en lo que emprendemos, es con la intervención divina. Nuestro modelo, ídolo de imitar, es a Jesús, porque cuando encuentras a Dios, la búsqueda termina pero la travesía comienza si dejas que Dios entre en tu vida el final será perfecto.

    DEDICATORIA

    A DIOS, mi todo, el amor de mi vida, tú eres y serás el motivo que me impulsa a ser mejor cada día, sin ti no habría podido cambiar mi vida, dependo en todo de ti.

    A mi esposo ERIC OWUSU, te amo y te amaré eternamente, me motivas a ser mejor y cumplir mis sueños, Dios me dio un regalo y ése fuiste tú, el gran regalo que me llena de felicidad cada día, eres mi mejor amigo, compañero en esta vida y me hace muy feliz que seas tú quien me acompañe en esta vida.

    A mi papá BENJAMÍN SÁNCHEZ GARCÍA, gracias por todo el esfuerzo en trabajar para que no me faltara nada y por todo tu amor, por todos los consejos que me has dado, los que me han servido para toda mi vida. Estoy orgullosa de que Dios te escogió para que fueras mi papá.

    A mi mamá CLAUDIA ARMAS GARCÍA, aunque ya no estés en este mundo, gracias por traerme a esta vida, darme tu amor, tus enseñanzas buenas y malas, me hicieron ser quien ahora soy, te amo y me siento orgullosa de haber sido tu hija.

    A mis hermanos BENJAMÍN SÁNCHEZ ARMAS, ELOY SÁNCHEZ ARMAS, ADÁN SÁNCHEZ ARMAS, SIMÓN SÁNCHEZ ARMAS. Los amo, me han hecho reír, llorar, enojar, hemos compartido momentos inolvidables y hemos peleado, nos separa la distancia, pero no los sentimientos, nos ayudamos en las malas porque el amor todo lo puede, gracias por su amor y ayuda.

    A mi hermana CAMILA SÁNCHEZ ARMAS, aunque no siempre nos damos abrazos por la distancia, pero mi corazón está con el tuyo y queremos lo mejor una de la otra. Hemos peleado, reído, llorado, pero también hemos compartido momentos bonitos, nos hemos ayudado en las malas, superamos tiempos difíciles, te admiro por tu fortaleza, valentía, me orgullece ser tu hermana y mi mayor deseo es que cumplas todos tus sueños y seas muy feliz. Te quiero más de lo que te imaginas.

    A mi abuelita MARÍA TIMOTEA GARCÍA, el tiempo que compartí contigo fue especial en mi vida, tus pláticas, consejos, tu amor, comida deliciosa, todo eso lo guardo en mi corazón, te quiero, es una dicha tenerte de abuelita.

    A mis cuñadas, ANA ELISA ACEVAL CORIA, OBDULIA PEREZ AGUAYO. Qué afortunados son mis hermanos de tenerlas como esposas, siempre han dado todo su amor, esfuerzo por su familia, me han brindado siempre su amor, ayuda, paciencia, estuvieron y están conmigo en las buenas y en las malas, cuando las necesitaba me brindaron su apoyo, siempre tendrán un lugar en mi corazón muy especial.

    A mi sobrina ESTEPHANY DENISSE SÁNCHEZ PÉREZ, eres bella, inteligente, noble, bondadosa, cada día me das tu amor y ayuda a la distancia, estoy orgullosa de ser tu tía, deseo logres todos tus sueños, mereces todo lo mejor, siempre cuenta conmigo, te quiero.

    A mi tía EVELIA ARMAS GARCÍA Y LA SEÑORA LINDA DELGADILLO, por ayudarme a iniciar el cambio en mí, me dieron su amor, paciencia, me guiaron a ese proceso del camino del bien, me fortalecieron en esos momentos oscuros, toda la vida estaré agradecida por su ayuda, las amo y que Dios las siga usando para ayudar a más personas.

    A mi suegra DONNA QUINN por haber traído al mundo a la persona que más yo quiero. La admiro por su fortaleza, bondad y hermosura por dentro y fuera. Gracias por su amor y ayuda cuando la necesito, soy dichosa de formar parte de su familia.

    A mis amigas NASLA ANAHI JUÁREZ TORRE, ELIZABETH SÁNCHEZ LOMELÍ, DORA DUARTE LUGO, KAREN VILLA, ANGÉLICA NORIEGA, NORMA VARELA. Soy muy feliz de tenerlas en mi vida, porque siempre me dan su confianza, tiempo para hablar de cualquier tema, porque sé que siempre tendré su consejo y ayuda, son como unas hermanas para mí, nunca me cansaré de agradecer a Dios por ponerlas en mi camino, todos los años y tiempo que hemos compartido juntas, me han demostrado que son personas especiales en mi vida, que me quieren de manera incondicional. Gracias por darme la oportunidad de quedarme en sus vidas, las amo.

    A mi familia SÁNCHEZ ARMAS, no hay familia perfecta, todos discutimos y peleamos, nos ayudamos, nos aconsejamos, en ocasiones incluso dejamos de hablarnos, pero al final, la familia es la familia y el amor siempre estará ahí. La familia es una parte importante en nuestras vidas, te enseñan lo bueno y malo en el camino de la vida, siempre tendrán un lugar especial en mi corazón.

    A cada persona que formaron parte de mis experiencias de vida, aprendizajes buenos y malos que me hicieron crecer, madurar como persona y que, gracias a ustedes, soy quien soy, que en el tren de mi vida han subido y bajado muchas personas, pero dejaron enseñanzas y huellas. Gracias por haber sido parte de mi vida, Dios los bendiga y perdón por mis faltas y daños que les causé, espero ya me hayan perdonado, a todos les deseo amor, paz y felicidad.

    AGRADECIMIENTOS

    Gracias a Dios que me guió, fortaleció, ayudó a escribir este libro, fue mi motivación, inspiración, tú me impulsaste y usaste mi vida para poner de ejemplo de que nunca es tarde para cambiar de camino, fueron procesos largos, fuertes entre Dios y yo en lo privado. Horas de escribir, libros consultados, capacitaciones, orar, leer la Biblia, meditar, pero lo principal y más importante, vivencia personal, Dios es la mejor historia de amor que tocó mi corazón.

    Gracias a ti por haber comprado mi libro, es un placer que haya llegado a tus manos y deseo que este libro pueda servir para que encuentres eso que estás buscando y puedas hacer un cambio en tu vida, si es que lo necesitas, te invito a que camines por el camino bueno acompañado por Dios, no importa si eres de una religión, creencia o de donde seas, Dios es uno sólo, inmenso e infinito.

    Gracias a las personas que me ayudaron a hacer y crear este libro, con su ayuda no hubiera sido posible, Dios los bendiga y que sigan ayudando a más personas a crear sus libros.

    1. MI HISTORIA

    Si tuvieron o tienen un problema en su vida por todas esas fortalezas mentales que se fueron creando en su niñez, ahora les digo que se pueden destruir y Dios te renueva. Ahora te cuento una parte de la historia de mi vida que te quiero compartir de cómo fue caminar en lo malo y en lo oscuro.

    Cuando yo tenía siete años, en la escuela me pegaban y humillaban, les tenía que dar juguetes o comida para que no me trataran mal, mi maestra era muy mala, corajuda, al igual, ella me trataba mal y me humillaba, todos le tenían miedo a esa maestra. En mi casa, mi mamá siempre estaba ocupada trabajando, cocinando, limpiando; no ponía mucha atención a sus hijos. Le encantaba cocinar y comer, era algo que le hacía sonreír, era su momento para sacar todo su cansancio o enojo.

    Yo me fui acoplando a ella, comía bastante con ella para sacar mis tristezas, miedos de lo que sentía dentro de mí, me gustaba también leer libros, ver películas, caricaturas, jugar a las Barbie, me gustaba mucho fantasear, soñar.

    Mi mamá era muy corajuda, se la pasaba gritando a todos, dentro de ella había mucha ira, ansiedad. Para mí la comida fue un perfecto consolador, me hacía sentir feliz. Empecé a subir mucho de peso, mucho, pero no me importó mi físico. Me sentía tan estresada en la escuela, era muy desagradable para mí y en mi casa igual, eran puros gritos, peleas con toda la familia. Mi mamá rezaba mucho, era muy católica, cada domingo íbamos a misa, pero algo que yo veía en que mi mamá y papá es que eran muy ambiciosos por el dinero, sólo trabajaban mucho para ganar dinero. Mi papá, para irse a la cantina a tomar cada noche, era alcohólico y mi mamá, para comprar joyas, perfumes, ropa, zapatos, adornos para la casa; todo su dinero lo gastaba en lo material. Cada semana iban las cobradoras por los abonos del dinero y se quedaba sin dinero, todo era para lo material.

    Rezaba mucho, rezaba el rosario todos los días, pero seguía con su enojo, impaciencia, juzgaba mucho, pegaba mucho a mis hermanos, amor al dinero, lo material, era rencorosa, no podía perdonar, peleaba con mi papá, malas palabras y gritos, era racista catalogaba a pobres y ricos, aunque a veces ayudaba a la gente. Ella era muy gordita, por lo mismo que comía mucho, como yo, pero ella sufrió mucho de niña, con su padre acumuló mucho resentimiento, odio, traumas dentro de ella, nunca pudo liberarse de todos esos daños, fortalezas mentales que le afectaron en su vida y no pudo vencerlos, los siguió cultivando en su familia, pasándolo de generación en generación, porque, aunque se acercó a Dios y rezaba o fuera a misa, no era suficiente, nunca rompió esas fortalezas mentales, había esa barrera para que Dios entrara en su corazón o alma, su fe era tibia, en su forma de vivir, nunca lo demostró.

    Mi papá se dejó llevar por las tentaciones del mundo, el vicio, era igual, muy criticón, juzgaba a todos, amor al dinero, muy cerrado de su mente, vivía cegado. Así que crecí con la mentalidad de mis padres, fueron mis modelos a seguir. Mi mamá creía mucho en los brujos, ella estaba enferma e iba con los ellos para que la trataran de sanar los curanderos, me llevaba a mí también para que me limpiaran con un huevo, le daban yerbas, remedios para que se tomara, pensaba que esas personas la sanarían.

    Fuimos con muchos brujos, pero nadie la pudo sanar, sólo le quitaban su dinero. Yo, al ver eso, pensé que era bueno ir con brujos, porque ella lo hacía.

    A través del tiempo, en que iba creciendo, fui haciéndome como mis padres, mi mamá falleció cuando yo tenía 11 años. Me volví ambiciosa, pensaba que el dinero era lo más importante, era corajuda, envidiosa, criticona, egoísta, mentirosa, impaciente, no me quería a mí, menos a los demás. Iba sin dirección en la vida, seguía comiendo bastante, era lo único que me hacía sentir bien. En la secundaria me humillaron por estar gorda, se reían de mí, tenía una moto y me la tumbaban y me la escupían, los hombres fueron los que más daño me hicieron por ser gorda, fue creciendo en mí mucho odio a ellos.

    Cuando entré a la preparatoria, al igual, seguía gorda y algunos hombres me seguían ofendiendo, conocí a mi primer novio, así me quiso, gorda, pero fue bueno conmigo, al comienzo fui buena con él, pero después del tiempo sentí un miedo de que me dejara por ser gorda y me puse a bajar de peso con dieta y ejercicio, bajé mucho de peso y fue cuando empecé a cambiar. Los hombres empezaron a fijarse en mí y aproveché para vengarme de ellos, de todas las humillaciones que recibí cuando era gorda. Le hice daño a mi novio, no lo valoré, al igual dañe a más hombres, no tomé a nadie en serio nunca, a algunos sólo les sacaba dinero, a otros compañía, diversión sólo por atracción física, buscaba el amor de un padre, hermano o un amigo, lo que nunca tuve en mi casa, me volví muy mala mujer.

    Entré a muchos encuentros de Dios, sentía su amor, pero al salir de nuevo a la realidad del mundo, me ganaba la tentación del pecado y volvía a la misma vida mala.

    Entré a la universidad, me fui a vivir sola, a una casa vieja, por las noches escuchaba muchos ruidos en la cocina, como que se caían los platos y las luces se prendían y apagaban solas, me daba mucho miedo, pero algo en mí se sentía atraída a esa casa, sentía que tenía que estar ahí, hacía fiestas en la casa con compañeros y amigos. Conocí a un muchacho en una discoteca y nos hicimos novios; un día estábamos en mi casa discutiendo y se metió un espíritu malo a mi cuerpo, yo empecé a actuar mal, gritaba y lo golpeaba, me cargó y me llevó con su mamá, que era bruja, y me ayudó a volver a la normalidad, me dijo que se me había metido el espíritu de esa casa y que por eso no podía salir de ahí porque ella me detenía. Seguí yendo para que me curara con huevos y oraciones, ella tenía su pareja, que también era brujo y me pidió que le ayudara a dejar que las almas entraran en mi cuerpo para que hablaran con él, acepté hacerlo por curiosidad, aventuras, experiencias fuimos a varias casas

    Hacía una clase de oración larga y dejaba que intercediera por esa alma y entrara a mi cuerpo y lograba hablar con esas almas, pero después de un tiempo, yo no empecé a sentirme bien y fuimos con otros brujos para que me ayudaran, las almas me seguían, cada vez estaba peor, todo me salía mal, me metían en lumbre y me daban yerbas y líquidos para que me bañara con ello.

    Fui a que me leyeran el tarot, la mano, sentía que me estaba volviendo loca. Regresé a la casa donde viví de niña, me alejé de todo y de todos, volví a engordar, entré en depresión, ya no tenía motivos para vivir, me odiaba y odiaba a todo. Hasta que un día me levanté y me dije: basta, me fui a correr, a hacer ejercicio, a comer saludable, volví al cuerpo esbelto, volví a salir, a divertirme, volví a la vida de antes, pero ahora iba a misa, rezaba, creía en Dios, hice amigas para salir, empecé a hacer lo mismo con los hombres, a usarlos. Pero siempre supe que yo no pertenecía ahí, yo quería conocer el mundo que había más allá saber quién realmente era, viajar seguir mis sueños, nunca fui conformista dentro de mi sabía que yo tenía que irme de México yo no pertenecía ahí.

    Me fui a vivir a los Estados Unidos, después me puse a trabajar, conocí a mi tía Evelia y un día estábamos platicando, me abrazó fuerte y sentí mucho amor, paz y con ese abrazo me puse a llorar, me dijo que sentía mi alma vacía, que tenía muchas cosas no buenas dentro de mí. Ella es una mujer buena, acercada a Dios.

    Una ocasión fuimos mi hermana y yo a platicar con una amiga de mi tía que ayuda en la iglesia, su nombre es Linda, desde que la vi sentí odio, me molestó verla, en un momento nos quedamos solas para platicar y sentí ganas de pegarle, la veía feo, pero ella empezó a rezar y me calmé. Le dijo a mi tía que yo tenía un demonio dentro de mí, mi tía me llevó con un padre y le platiqué mi vida, me dijo que tenía que ir con alguien más preparado, que se enfocara más en esos casos. Fuimos con otro sacerdote, David que se dedicaba a esos casos y me dijo que yo necesitaba un exorcismo fuerte con un sacerdote que hiciera eso, porque no cualquier sacerdote lo puede hacer, requiere mucha preparación. Fuimos con el padre Gary, en Los Gatos, California, hicimos cita, después de un tiempo nos recibió, platicó conmigo, analizó mi caso con varias personas en una sala, fue un proceso muy largo.

    De todo el tiempo que esperé no podía dormir, tenía mucho miedo en las noches, porque mi cuerpo sentía escalofríos y era difícil a veces respirar, sentía mucha ansiedad, desesperación, no estaba nada tranquila, sentía que a veces mi cuerpo se paralizaba, como una energía que me sujetaba y no me podía mover.

    Llegó el día y había 5 personas con el padre para ayudarle, entramos al templo, se puso su manta, cruz, agua bendita y una Biblia, me sostuvieron dos personas y otras tres rezando, el padre empezó a echarme agua bendita y a leer y comencé a sentir mucho coraje, empecé a gritar, quería golpearlo, que se callara, lo escupía, me retorcía cuando me ponía agua bendita, sentía que me quemaba, me sacó dos demonios, pero el padre, para descansar, dijo que era la primera etapa, que el diablo engaña. Había más demonios dentro de mí, empezó la segunda etapa, me sentí más enojada hasta que sacó dos demonios más, terminó la segunda etapa, pensé que ya había terminado pero no dijo que quedaba el demonio más fuerte, mi cuerpo ya estaba agotado, sentía ya

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