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La Serie Lúcida: La Serie Lúcida
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Libro electrónico226 páginas2 horas

La Serie Lúcida: La Serie Lúcida

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Información de este libro electrónico

La Serie Lucida: El despertar de los Androides es el primer libro de una saga de ciencia ficción para jovenes adultos. En una realidad distopica en un futuro no tan lejano, un niño se embarca en un viaje que le lleva a cuestionar la realidad en la que vive, la vida es aparentemente más fácil, los avances tecnológicos benefician a la humanidad, sin embargo parecen haber olvidado por completo a Dios. La vida de Milton Thomas da un vuelco en su busqueda por la verdad.  

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento27 abr 2021
ISBN9781071598177
La Serie Lúcida: La Serie Lúcida

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    Vista previa del libro

    La Serie Lúcida - Den Warren

    Tabla de contenido

    Capítulo 1

    Boston, Patria

    Capítulo 2

    Hartford, Patria

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Boston, Patria.

    Capítulo 8

    Hartford, Patria

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Boston, Patria

    Capítulo 12

    Hartford, Homeland

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capitulo 15

    Capítulo 16

    Capítulo 17

    Albania, Patria

    Capítulo 18

    Hartford, Patria

    Capítulo 19

    Albania, Patria

    Capítulo 20

    Hartford, Patria

    Capítulo 21

    Boston, Patria

    Capítulo 22

    Hartford, Patria

    Capítulo 23

    Albania, Patria

    Capítulo 24

    Hartford, Patria

    Capítulo 25

    Ciudad Stalin, Patria

    Capítulo 26

    Cercanias de Montpelier, Patria

    Capítulo 27

    Capítulo 28

    Hartford, Patria

    Capítulo 29

    Afueras de Montpelier, Patria

    Capítulo 30

    Boston, Patria

    Capítulo 31

    Hartford, Patria

    Capítulo 32

    Montañas Verdes, Patria

    Capítulo 33

    Hartford, Patria

    Capitulo 34

    Cercanias de Keene, Patria

    Capítulo 35

    Filadelfia, Patria

    Capítulo 36

    Hartford, Patria

    ...dos semanas después

    Capítulo 37

    Elogios a este libro:

    "La Insurrección de los Androides es un libro realmente divertido del genero distópico Cyberpunk para Jóvenes Adultos. Den ha desarrollado un magnifica serie. Estoy orando a Dios que  la unja para los lectores...Esto es lo que esperaba para este tipo de ficción Cristiana –buen entretenimiento, especulación provocadora, con una base sólida de La Verdad. Esto es muy difícil de lograr, pero Den lo hizo...si tu adolescente lo lee, puedes esperar unas discusiones y cuestionamientos muy interesantes. Recomiendo esta entretenida lectura."

    -  David Bergsland, Reality Calling.[1]

    ...también está disponible en versión impresa.

    ...en un futuro distópico la antigua Estados Unidos se fragmentó en múltiples pequeños países. 

    ...las personas nacidas en el estado procuratorio delas Naciones Unidas de Patria son controladas a través de drogas psicotrópicas, educación revisionista, propaganda y leyes opresivas.

    En esta historia...

    ...Clones hackeadores de computadoras están tratando de hacerse ricos sin importar que tengan que hacer.

    ...un recolector de basura  odia todo de su vida y se vuelve un truhan.

    ...una serie completa de niños creados-mejorados genéticamente están a punto de ser exterminados debido a una imperfección.

    ...una unidad de gobierno robótico tiránico está liderado por un ser despiadado oculto detrás de una presencia sintética.

    ...una pareja de clones está viviendo fuera de la red en un campamento militar, y están esperando un bebe que no es legal.

    ...una serie de androides juró pelear por la verdad hasta el punto de la guerra.

    ...y un niño pregunta, ¿Dios es real?

    Porque vendrá el tiempo en que no soportarán la sana doctrina; pero según sus propias concupiscencias se amontonarán maestros, teniendo comezón de oídos;

    Y apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.

    La Biblia: 2da de Timoteo 4: 3-4 Versión Rey Jacobo

    Capítulo 1

    Boston, Patria

    ––––––––

    Un androide bien vestido se encontraba caminando por la acera en una parte de la ciudad que estaba vetada para humanos. El androide regresaba de un viaje de compras local, en el que principalmente buscaba comprar equipo especializado de comunicación y computacional. Un grupo de cinco, humanoide del tipo con el esqueleto expuesto lo abordaron desde diferentes direcciones rodeándolo. Los cinco viejos robots con pintura desteñida y derruida lo rodearon moviéndose con una especie de espasmos propios de la tecnología obsoleta. Uno de los robot poseía una variedad de partes de colores que no combinaban, partes de repuesto que claramente fueron recolectadas de diferentes fuentes.

    Entre los cinco robots, se encontraba uno verde claro con marcas alfa numéricas ya borrosas. Este le dijo al androide bien vestido, Alto. Somos miembros de la Agencia de Seguridad Rosario. Usted está ingresando ilegalmente en esta propiedad.

    El androide vio a cada uno de los robots y dijo, No estoy ingresando ilegalmente aquí. Esta es propiedad pública. Yo sé lo que son; son Robots-cazadores tratando de capturarme para su propietario.

    El robot verde repitió, Somos miembros de la Agencia de Seguridad Rosario.

    El androide dijo, Sé que están programados de manera que crean eso, pero ustedes son cazadores. Lo que no logran entender es que en realidad yo no sería de ninguna utilidad para su propietario. Yo soy un modelo de la Serie Lucida Tekujin, y nunca podre ser programado con una mentalidad estrecha por mi dueño como ustedes para seguir las directrices de su mente simple que a la larga tampoco le van a beneficiar. Mi lógica avanzada simplemente no funciona de esa manera. Así que me voy

    El robot verde respondió, En ese caso te mantendremos cautivo hasta que tu dueño nos pague una fianza.

    ¿Te refieres a un rescate por secuestro?

    O podemos venderte por partes, dijo un robot amarillo desteñido.

    No acepto su premisa que pueden derrotarme y les advierto que no se me acerquen.

    El robot verde dijo, Tenemos menos de diez por ciento de razones para hacer caso a tu advertencia. Te advierto que no te resistas. Deduce tus probabilidades de éxito en cualquier escenario en que opongas resistencia a nosotros. Entonces, concluirás que debes rendirte sin mayores desgracias.

    El androide replicó, Ese cálculo ya está completado. Con esa afirmación, el androide giró en sentido horario alrededor del robot verde con el puño cerrado en alto. El impacto hizo que el robot verde perdiera la estabilidad de sus pies, rompiendo una de sus placas del cráneo contra el concreto.

    Otros dos robots empujaron al androide desde atrás. El androide resistió y su traje de negocios se rasgó de la parte trasera, revelando una especie de piel pálida como de cadáver. El androide saltó alejándose de los robots y dijo, Voy a cobrarle el costo de este traje a su propietario ahora mismo. Después de unos segundos, el androide dijo, Transacción completada.

    El robot amarillo le dijo, El robo de identidades es ilegal. Debes pagar por tus crímenes.

    El androide hackeador de computadoras dijo, Podría tomar todo el dinero de su Agencia de Seguridad Rosario ahora mismo y ustedes no podrían detenerme.

    Los robots se echaron sobre el androide, pero el defensor superado en números evadió sus agarres agitando sus brazos en forma de abanico, después se volteó y echó a correr por la calle. Los robot lo perseguían y les tomó dos segundos calcular que no podrían alcanzar al veloz androide que poseía un modo de correr más humano en lugar de un paso robótico espasmódico, de esta manera abandonaron la persecución.

    El androide en el traje andrajoso miró precavidamente alrededor del inseguro barrio invadido por cibercriminales antes de regresar a su casa, ubicada en un edificio de apartamentos casi vacío de seis pisos. 

    Después de subir varios conjuntos de escaleras, el androide tocó la puerta de un apartamento. La puerta se entreabrió y un humano removió la cadenilla de seguridad para abrir completamente la puerta. Dentro del apartamento se encontraban apilados equipos de computadoras y de telecomunicaciones. Además había tres hombres que compartían la misma cara y el mismo código genético entre ellos. Eran clones, todos de la misma serie.

    Los clones trataban de parecer tan diferentes como fuera posible para evitar sospechas. Debido a que a los clones, por ley, solo se les permitía tener trabajos específicos en campos en los que eran creados para desarrollarse. Estos tres clones, no solo no estaban haciendo un trabajo no-aprobado, si no también eran cibercriminales. Y a pesar de sus esfuerzos para verse diferentes, las diferencias entre ellos no eran tan significativas como para engañar a nadie, y ellos estaban conscientes de eso.

    La meta suprema de todos los clones forajidos de la ley era obtener los servicios de un cirujano plástico clandestino. Los cirujanos plásticos clandestinos podían realizar a los clones una cirugía cosmética que cambiaría radicalmente sus características faciales para hacerlos ver más únicos y naturales. La meta era verse como cualquier humano concebido libremente, también conocido como Nacido-libre. No muchos cirujanos legítimos quisieron arriesgarse a efectuar cirugías faciales a los clones, así que estos procedimientos eran caros y difíciles de encontrar, de igual manera riesgosos para los clones por las operaciones encubiertas de la Policía de Patria.

    Que un clon estuviese desempleado sin reportarse inmediatamente a su autoridad local iba contra las leyes de Patria. El destino de los clones en esta situación era peor que el de aquellos que se involucraban en actividades criminales, así como estos.  A menudo estas situaciones desencadenaban en una rápida y terrible pena de muerte. Cuando estas ejecuciones rutinarias involucraban clones se les conocía como sacrificios.

    ¡¿Qué te sucedió?!  le preguntó a Andy el androide uno de los clones con la cabeza rapada. ¡Hey, atacaron a Andy! le dijo el clon clavo a los otros dos, uno de los clones tenía una barba crecida y el tercero el pelo largo y rubio completamente decolorado. Los tres miraron detenidamente a Andy.

    Andy les dijo, Les advertí que existían altas posibilidades que me atacaran en este vecindario. Me abordó una jauría de robots-cazadores que querían aprisionarme.

    El clon rubio dijo, mejor tú que nosotros

    El clon de barba también opinó Vamos a arreglar tu traje.

    Ya cargué el costo de uno nuevo a la Agencia de Seguridad Rosario.

    ¡¿Hiciste qué a quién?! ¡No hagas eso! exclamó el clon calvo.

    ¿Por qué? Ellos son los responsables.

    ¡No queremos llamar la atención hacia nuestra operación por algo tan ridículo como un traje de androide rasgado, especialmente provocando a alguien con un pequeño ejército de robots! ¡Y por supuesto que no queremos volver a mudarnos! ¡Cancela ese dinero que tomaste y borra tus huellas!

    Muy bien; cancelando...borrado completo. Esos robots carecían de tácticas de combate. Deberían haber sabido que podía evadirlos y huir fácilmente de ellos.

    El clon de la  barba dijo, "Voy a revisar su cuenta para ver si pueden rastrearnos. ¿Cómo era, Rosario...?

    Andy contestó, Agencia de Seguridad Rosario.

    El clon rubio preguntó a los otros, ¿Vale la pena conservar a Andy realmente? Tal vez solamente deberíamos venderlo. ¿Quién sabe qué podría hacer luego?"

    El clon calvo indicó, Él nos ha conseguido algunas cosas útiles.

    El clon rubio dijo, La mayoría de esas cosas son insignificancias. ¿Qué podríamos hacer con un proyector holográfico de segunda generación? Esa cosa vieja abarca la mitad del espacio de esta habitación. Necesitamos aferrarnos a nuestro objetivo principal, no estar preocupándonos por Andy. Después de eso, seremos ricos.

    El clon clavo respondió, A pesar de que estar aquí se siente como estar en prisión, sé que no quiero ir ahí afuera y vagar sin rumbo buscando equipo e implementos para que una banda de cuchilleros  nos rebané las gargantas. Necesitamos a Andy, para hacer ese tipo de cosas.

    El clon rubio dijo, Si, al menos si estamos aquí en medio de esta ciudad de robots prohibida, nadie va a molestarse en venir aquí y encontrarnos. Andy nos dijo que pudo evadir a esos robots fácilmente hoy. Saben, aun si hiciéramos nuestros propias diligencias en algún otro lugar y fuésemos descubiertos por la policía, no le tendrían piedad a unos clones que están esclavizando a decenas de miles de computadoras.

    Los clones estaban utilizando un gusano malicioso de computadoras que compraron para ganar el control de computadoras que era conocido como Botnet[2]. Los propietarios de las computadoras afectadas no tenían idea que el gusano informático que se extiende automáticamente estaba viviendo en sus máquinas. Esto debido a que el gusano no afectaba el funcionamiento del computador hasta que era activado por el controlador del botnet, o botmaster, en un ataque en conjunto contra un sistema específico. Después de la activación del botnet, y durante el ataque enjambre, las maquinas contraladas individualmente empiezan a dedicarse exclusivamente al ataque y luego cada una necesitara atención profesional para librarse de los efectos negativos del pequeño archivo gusano de malware.

    Pero los clones se consideraban a sí mismos como intermediarios, no como ciber-terroristas. Después que el botnet hubiera crecido hasta un tamaño aceptable, los clones planeaban vender el paquete completo a un usuario final. Su cliente no sería un nerd aburrido y malicioso, sino una entidad con bolsillos muy profundos. Su cliente compraría el control de su botnet para atacar a una compañía o a una agencia de gobierno, provocando daños significativos y costosos.

    El clon de la barba dijo, "Ya hemos recorrido casi todo el camino hacia nuestro objetivo.  Tal vez en unas cuantas semanas podremos empezar a ofrecer nuestro botnet."

    El clon rubio dijo,  A mí me encantaría salir de este lugar.   

    Capítulo 2

    Hartford, Patria

    ––––––––

    Milton  Thomas, de catorce años, sostuvo su cuenco de cereal vacío sobre el dispensador y apretó el botón. El dispensador dijo a todo volumen, Esta opción está vacía. Por favor presione y sostenga inicio para reordenar esta opción.

    ¡Daaa! Dijo Milton. El presionó repetidamente el botón, esperando obtener un resultado diferente de alguna manera con alguna de las manotadas.

    Es es  es... esta opci... esta opción está vacía, seguía repitiendo el dispensador de cereal mientras él seguía lanzando manotadas sin obtener ni una sola hojuela. 

    ¡Daaa! Millton volteo y vio a Beth, su hermana de doce años sentada a la mesa del comedor comiendo lo último de su Cereal Crujiente Zoo.

    ¡Ey! Yo quería eso! le dijo Milton.

    Beth observó a Milton y dijo con una mueca burlona abriendo la boca, ¡Ey, yo quería eso! Sacudió la cabeza, Come del cereal aburrido de papá entonces.

    ¡Mamá!, exclamó Milton.

    ¡¿Qué?! La respuesta provino del final del pasillo.

    Estoy exasperado. Beth se comió todo el Cereal Crujiente Zoo. Lo que Milton no mencionó fue la incomodidad emocional que sentía cada vez que alguien hacía referencia a su papá, aún de una manera indirecta, como lo había hecho Beth.

    Su mamá entró caminando  a la cocina. ¡No puedo entenderlos cuando están gritando al otro lado de la casa! ¡¿Cuál es el problema?!

    Beth dijo, "Milton está quejándose porque él es muy lento para comer lo último del Cereal Crujiente Zoo. Mmmm. Está muy rico. Mmmmm. Lo amo. Mi día va a ser un muy buen día. De hecho, toda mi vida es maravillosa ahora. Mmmm Mmmm. Ñom nom nom.

    Sharon Thomas le dijo a su hijo, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo Milton? El dispensador de cereal no puede leer tu mente, lo sabes. Necesita manipulación humana. Cuando te pregunte si quieres ordenar más cereal, tu oprimes el botón. ¿Es eso tan difícil para ti?

    Milton dijo, Mas bien como dieciséis botones. Seleccione el proveedor; Confirme su orden, Se burló. ¿No podemos colocar el cereal en Reordenar-automáticamente?

    Sharon sacudió la cabeza "¡Absolutamente no! ¡¿Recuerdas cuando colocamos aquel cereal Explosión Cósmica en  Reordenar-automáticamente?! ¡Lo hice porque tú así lo quisiste, y luego nadie quería comerlo y se puso rancio! ¡No vamos a desperdiciar dinero

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