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Libro electrónico154 páginas1 hora

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El contenido de este libro es una copia editada de su primer libro “Llévame te Alentaré” escrito a sus 19 años. En él, se recogen varios textos de cuentos, poesías y frases, en los que se muestra a un adolescente con una inusual sabiduría adquirida a pesar de su corta edad. Este mensaje tiene mucho valor, aún luego de 22 años de ser publicada esta obra.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 mar 2021
Día a día
Autor

Eduardo A Borges

Escritor desde sus 19 años, Life Coach del método «DreaMax» y de parejas, orador y fundador de una editorial con base en Oregon USA. Sus ideas sobre la profundidad de vida, le llevaron a crear varios talleres de crecimiento personal. A través de ellos tiene la oportunidad de ser reconocido internacionalmente como un hombre que reconoce la bondad en los demás y se olvida de los «defectos». Con 43 años de edad tiene una perspectiva de la vida tan simple que su mensaje llega a cualquiera: niños y adultos. Le apasiona la lectura, la escritura y vivir la vida a cada momento para no perderse los detalles que le trae el presente. No busca admiración ni reconocimiento, pero estos le siguen ya que su humilde trabajo ha tocado la vida de muchos que le rodean.

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    Día a día - Eduardo A Borges

    Prólogo

    Veinticuatro años atrás, y con solo diecinueve años de edad, Eduardo A. Borges escribió su primer libro: Llévame… te alentaré, el cual estaba lleno de «horrores ortográficos». Dicho libro salió a la luz pública en diciembre de 1998, colmado de todas las esperanzas y experiencias del autor.

    Muchos le desalentaron, ya que su libro estaba lleno de errores de todo tipo, sin embargo, Eduardo pudo cumplir su cometido: miles de copias fueron impresas. Sus amistades más cercanas hicieron lo impensable para venderlo. Fue en aquel entonces que Eduardo se dio cuenta que su libro había cumplido su cometido.

    Este libro fue un «milagro», porque a pesar de todos los contratiempos para el mercadeo, sirvió de sustento y aliento para muchos.

    Eduardo recibió cerca de dos mil correos electrónicos de personas a las que les había gustado el libro y le incitaban a continuar escribiendo más.

    Con más ganas, Eduardo quiso seguir vendiendo esta primera edición, pero ahora con una introducción que leía: «Al igual que un ser humano no deja de ser importante para la vida por padecer alguna enfermedad o condición física, este libro cumplía con su capacidad de llevar un mensaje a pesar de sus errores».

    La confianza en su arte le motivó y pudo escribir su segundo libro titulado: Aprendiendo a relacionarse. Cuya aceptación de los lectores fue inmediata.

    La carrera de escritor de Eduardo no ha sido un camino libre de obstáculos. Gracias a ello, ha vivido vastas circunstancias que le han provisto de experiencias necesarias para ser el escritor que es hoy en día. Con una trayectoria de veinticuatro años de escritor, creador del programa DreaMax, ocho años como Coach de vida utilizando su método DreaMax, tallerista internacional y fundador de su propia publicadora de libros en el estado de Oregon, llamada Special Novels; Eduardo sigue haciendo lo que le apasiona: escribir. Su inspiración es devolver todas las bendiciones que la vida le ha brindado en todos estos años de trayectoria y aportar ese rayito de luz a la vida de todos sus lectores.

    A continuación podrá leer una copia exacta, (sin errores ni horrores), de la primera edición de su libro: Llévame… te alentaré. El lector encontrará que el contenido de este libro es la experiencia y madurez del escritor hace veinticuatro años atrás. Precisamente, tiempo en el que las vueltas de la vida le han llevado a reconectarse con dicha sabiduría que la prisa de la vida adulta nos hace olvidar.

    Introducción

    A mis diecisiete años de edad, escribí mi primer manuscrito. No tenía experiencia alguna en la publicación de libros, así que cometí muchos errores. Llevé mi manuscrito a una compañía publicadora de libros donde me atendieron de forma muy amable.

    El propietario de la compañía, me pidió dos semanas para revisar el libro. Fueron dos semanas de mucha ansiedad y desesperación. Imaginaba cómo sería tener por primera vez mi libro. La primera foto junto a mi libro. Celebrar junto a mi madre, y tener muchas entrevistas en la televisión relacionadas al mismo. Me sentía muy liviano al imaginar todas esas cosas. Era como esos pensamientos están en total armonía con quien eres, y a su vez, están en sintonía con tu destino. Cuando esos pensamientos ocupaban mi mente, podía sentir que nada me perturbaba.

    Pasadas las dos semanas, no recibí ninguna llamada. Era el año 1996. A pesar de que ya existían los teléfonos celulares, no tenía otra forma de comunicación así que debía estar en casa de mi madre esperando la llamada de la publicadora.

    Para no parecer desesperado, espere tres días más para llamar. Me respondieron amablemente que mi manuscrito se había perdido. Como no tenía ninguna experiencia, y no fui orientado correctamente cometí el error más grande de mi vida: Nunca tuve los derechos de autor de dicho manuscrito, pues no sabía siquiera qué significa el no tenerlos. Tampoco tenía una copia del mismo. Me tocó perder.

    Pasé casi un año en profunda depresión. Disimulaba delante de los demás para no darle más preocupaciones a mi familia. Fue un momento muy oscuro a tan corta edad. Para mí, era fallarle a la energía que me escogió para ser un instrumento creativo.

    Cerca de un año y medio después de aquel disgusto, volví a sentir ese impulso de escribir. Me hallé solo en mi departamento por tres días consecutivos. Nacieron estas 144 páginas durante esos tres días. Fue una especie de medicina para mi alma, pues el alivio que sentí al terminar impulsó mi vida a una aventura indescriptible.

    Mi pareja en aquel momento, me hizo el favor de pasar todo a computadora. Esta vez ya no confiaba en una publicadora, así que decidí yo mismo llevar el manuscrito a una imprenta, ser el distribuidor y encargarme del mercadeo. Sería todo para ese libro.

    Sucedió que la imprenta solo utilizaba el programa Corel y mi pareja me entregó un floppy de mi manuscrito hecho en el programa Windows 3.1. ¡Bendito error! Los programas eran incompatibles. Así que al trasladarse al Corel, perdió las tildes y todos los arreglos de editaje que se le habían hecho. Razón por la cual, luego de ser impreso, fue rechazado por todas las librerías de mi país. El libro no tenía errores, sino que tenía horrores ortográficos de inmensa magnitud. Aún así, imprimí cuatro mil copias.

    Dos amigos me ayudaron a ir a los semáforos públicos para vender mi libro. Increíblemente, se lograron la venta de las cuatro mil copias en solo tres meses (eso es otra historia). Le escribí a cada libro una introducción que leía lo siguiente (más o menos):

    «Este libro posee algunos errores ortográficos. Los cuales no lo invalidan o inhiben en su trabajo de ayuda para con los demás. De la misma forma que una persona no deja de ser una persona normal por padecer alguna enfermedad o condición física. El mismo, continúa ayudando a todo aquel que lo lee con sus mensajes positivos. Sus páginas no están numeradas, ni posee un índice, porque está hecho con la idea de abrirse en la página que contenga e mensaje que necesita en el momento. Hubiese querido llamarle borrones que ayudan, pero sería muy obvio. En cambio, el título: Llévame... te alentaré, encierra ese misterio de ayuda que no cesa de trabajar por aquel que lo lee, necesita o simplemente desea ampliar su conocimiento interior.»

    Eventos y dificultades que he experimentado en estos últimos cinco años me hicieron detener mi marcha. Muchos de los errores que he cometido durante este tiempo pude haberlos evitado si tan solo hubiera releído este libro.

    Ahora, me es fácil entender que esos tres días en los que me fue imposible parar de escribir no fueron en vano. Este libro está lleno de mensajes para mí. No solo para sanar aquella depresión que experimenté

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