Una Mascota Para Tom

Por Joan Pont

Tom tiene diez años, va al colegio, publica videos en Tik-Tok y... se niega a comer carne humana.

Un día hace algo que cambiará por completo su vida y la de miles de animales de todo el mundo.

"Una mascota para Tom" te ayudará a ver el mundo que te rodea de una forma distinta, a aprender que los seres humanos dominamos el planeta solo por pura casualidad y que, a lo mejor, algún día las cosas pueden ser diferentes.

Joan Pont vive en la isla de Mallorca. Ex-guardaespaldas de autoridades militares y broker de bolsa, actualmente se dedica en exclusiva a la literatura. Es autor de las célebres sagas "El Quinto Origen", "La Venganza de la Tierra" (publicada con el pseudónimo J.P. Johnson) y "El Diablo sobre la isla" , además de la serie de autoayuda "Sí, quiero. Sí, puedo" y el libro de literatura infantil "Una mascota para Tom".

LIBROS DE J. P. JOHNSON
Serie El Quinto Origen

Stonehenge
Nefer-nefer-nefer
Un Dios inexperto
El sueño de Ammut
Gea (I)
Gea (II)
Serie La Venganza de la Tierra
Mare Nostrum
Abisal
Phantom
Un mundo nuevo
Ultra Neox
Éxodo.

OBRAS DE JOAN PONT.
Serie El Diablo sobre la isla

1-El Diablo sobre la isla.
2-Venganza.
3- Perros de Guerra.

Benet. Jamm Session. (La primera entrega del detective Toni Benet)

NO FICCIÓN

Serie "Sí quiero. Si puedo". (Traducida a múltiples idiomas)
Cómo escribir tu primer libro y publicarlo online.
Consejos imprescindibles para prosperar económicamente en la vida.
¡Socorro, mi hijo quiere ser youtuber!
Los 12 mandamientos de la autopublicación independiente.
Serie juvenil

Una mascota para Tom (traducido a múltiples idiomas)

• Idioma: Español
• Editorial: JPJohnson Books
• Fecha de lanzamiento: 2 feb 2021
• ISBN: 9781005601737

Joan Pont

Joan Pont, que publica sus grandes sagas con el pseudónimo J. P. Johnson, vive en la isla de Mallorca. Ex-guardaespaldas de autoridades militares y broker de bolsa, actualmente se dedica en exclusiva a la literatura. Es autor de las célebres sagas El Quinto Origen, La Venganza de la Tierra y El Diablo sobre la isla, además de la serie de autoayuda Sí, quiero. Sí, puedo.LIBROS DE J. P. JOHNSON.Serie El Quinto Origen1-Stonehenge2-Nefer-nefer-nefer3-Un Dios inexperto4-El sueño de Ammut5-Gea (I)6-Gea (II)Serie La Venganza de la Tierra1-Mare Nostrum2-Abisal3-Phantom4-Un mundo nuevo5-Ultra Neox6-Éxodo.Glaciar. (Ecothriller)La Chica de la Gran Dolina. (Tecnothriller)The Black Book. Una historia del metaverso.OBRAS DE JOAN PONT.Serie El Diablo sobre la isla1-El Diablo sobre la isla.2-Venganza.3-Perros de Guerra.Serie Benet.1- Jamm Session. (La primera entrega del detective Toni Benet)2- Puro MediterráneoNO FICCIÓNSerie "Sí quiero. Si puedo" (Traducida a múltiples idiomas)1-Cómo escribir tu primer libro y publicarlo online.2-Consejos imprescindibles para prosperar económicamente en la vida.3-¡Socorro, mi hij@ quiere ser youtuber!4-Los 12 mandamientos de la autopublicación independiente.5-En Busca de Tu Equilibrio. Las claves del pensamiento estoico.Serie juvenilUna mascota para Tom (traducido a múltiples idiomas)Encuentra a J. P. Johnson / Joan Pont en:Email: [e-mail]: pontailor2000.wixsite.com/jpjohnsonTwitter: @J_P_JohnsonFacebook: facebook.com/pontgalmesInstagram: j.p.johnson1

Vista previa del libro

UNA MASCOTA PARA TOM

Joan Pont

Para Cristian

Una mascota para Tom.

© Joan Pont Galmés [2021)

Todos los derechos reservados.

pontailor2000.wixsite.com/jpjohnson

email: [e-mail]

Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros

George Orwell.

1- DIFERENTES PUNTOS DE VISTA.

Aquella mañana, fría y gris, Tom caminaba hacia el colegio con su padre.

Su padre estaba enfadado por algo que él no entendía, pero tampoco le preocupaba demasiado.

¡De qué vas a preocuparte a los diez años!

El colegio no estaba muy lejos de casa, así que iban y venían siempre a pie. A Tom le hubiese gustado ir más veces al colegio en coche, como muchos niños que tenían sus casas en otras zonas de la ciudad, pero ellos vivían cerca y su padre siempre le contaba la misma historia: Si vamos caminando, no contaminamos el aire.

Su padre estaba siempre con las historias de la naturaleza, el reciclaje y el rollo de ir a pie a todos los sitios posibles. Tom echaba a correr siempre que pasaban frente al taller mecánico y uno de los coches que estaban reparando expulsaba humo maloliente por el tubo de escape. Le daba asco tener que oler aquel humo apestoso. En ese caso su padre tenía razón, pero solo en ese.

Se detuvieron en un cruce a esperar a que un coche que venía demasiado rápido y no les había visto pasara de largo. Mientras tanto, al otro lado de la calle, alguien paseaba a un perro. El animal era de color blanco con manchas negras y llevaba un bozal en la boca, aunque no parecía en absoluto peligroso. Tom se lo quedó mirando con una inmensa tristeza. El perro intentaba liberarse del collar con las patas delanteras, pero su dueño tiraba de él. La escena era penosa, pero atraía la mirada de Tom de una forma que no podía evitar.

-¡Tom! ¿Qué te pasa hoy?

Su padre estaba de mal humor aquella mañana. Se había peleado con su madre durante todo el desayuno. Ella se había ido a trabajar sin darle ni siquiera un beso a Tom ni decir adiós.

F, pensó en aquel momento, mientras cruzaba el paso de peatones y el pobre perro y su cruel amo se alejaban.

F significaba tristeza en el mundo robloxiano, o sea, los que jugaban a Roblox. Si te sentías triste decías Efe y deslizabas tu pezuña mejilla abajo, imitando a las lágrimas. Tom empezó a pensar en qué le diría a su amiga Jennifer cuando llegara al colegio y se encontraran en la fila. Ah, sí, le diría:

-Estoy al borde de la suicidación. He visto un pobre perro y… F.

Jennifer le entendería perfectamente. Ella le respondería que su padre le había comprado por fin los diez euros en robux que llevaba semanas pidiéndole. Los robux eran la moneda de Roblox. Con robux podías comprar cosas en el juego, como pases VIP y prendas de vestir chulas para tu avatar. El padre y la madre de Jennifer estaban separados, pero a ella no parecía importarle demasiado.

Cuando sonó el timbre Tom se olvidó por completo del pobre perro blanco con manchas negras luchando por arrancarse el bozal y no volvió a recordarlo hasta la hora del patio. El patio de su colegio estaba rodeado por una valla metálica que permitía ver el exterior. Normalmente Tom y Jennifer merendaban siempre juntos, sentados en las gradas de cemento, formando una especie de burbuja en medio del griterío, pero aquel día, por un extraño motivo, Jennifer estaba hablando con Marine sobre algo muy interesante y dejaba de lado a Tom. Él se distrajo mirando hacia la calle mientras sacaba su merienda. En ese momento vio pasar de nuevo al perro.

-¡Oh, no! F… ¡Jennifer! ¡Jennifer!

Pero ella estaba demasiado lejos y de pronto Tom se había sentido un poco ridículo al concederle demasiado importancia a ese asunto. Al parecer el animal ya se había rendido. Aceptaba llevar aquel accesorio que le impedía abrir la boca y, para eso lo habían inventado, morder a alguien.

Se concentró en lograr abrir el tupper con su merienda.

-¡Pero papá! ¡No! ¿Otra vez?

Su sándwich era de jamón dulce con mantequilla. Tom lo abrió con una mueca de asco y, con la punta de las pezuñas, sacó la rodaja de jamón y la tiró a la calle por encima de la valla. Alguna de las muchas gaviotas que bajaban al patio después del recreo daría buena cuenta de ella y no quedaría rastro de su fechoría, aunque se lo pensaba decir a su padre mientras estuvieran almorzando en casa.

-¡Papá, te he dicho mil veces que no me pongas jamón! ¡Me dijiste que era carne momificada!

Eso era totalmente cierto y su padre no podía discutirlo. Se lo dijo él mismo después de leerlo en una revista: -Tom, ¿sabes lo que es realmente el jamón serrano? Pues carne humana momificada.

A Tom se le revolvieron las tripas al escucharlo.

-¿Ca-carne momificada, papá? ¿Mo-mi-fi-ca-da?

Su papá asentía, satisfecho y preocupado a la vez, intuyendo que acababa de crear un problema.

-Pero solo el jamón serrano, Tom, el otro no…

Pero Tom no escuchó el otro no. ¡Jamás volvería a comer esa cosa repugnante!

-¿Qué te han puesto hoy? - Jennifer estaba de nuevo a su lado y Tom le sonrió de una manera cómplice. Le encantaba Jennifer, se sentía más seguro a su lado que con cualquier otro niño o niña del colegio. En realidad no tenía demasiados amigos, solo dos… o tres...

-Otra vez carne de humano momificada.

-¡Qué asco! Se lo conté a mi hermano y me dijo que es verdad, y además… - ahora Jennifer bajó el tono de voz para que se volviera más confidencial. -El mejor jamón de todos, el más caro, lo hacen solo con carne de hembras humanas… ¿te imaginas?

A Tom le entraron arcadas al escuchar aquello, aunque en realidad no había entendido muy bien lo de hembras humanas. ¿Qué más daba la carne femenina o masculina? Se guardó la pregunta para hacérsela