ASOMBROSOS PERO OLOROSOS
¿Has escuchado hablar de los mefítidos? Se llama así a los mamíferos carnívoros miembros de la familia Mephitidae. Pero ¿qué los distingue? ¿Será su brillante pelaje negro adornado por franjas blancas rectas o con peculiares patrones a lo largo de su cuerpo? ¿Su cola esponjosa? ¿Que algunos sean acróbatas –pueden pararse y caminar de manos–? No, su característica principal está en su trasero: sus desarrolladas glándulas olorosas anales, ¡y lo mucho que apesta lo que excretan por ahí!
Los zorrillos o mofetasos mofetas –de los que hay tres géneros y al menos 10 especiesmenos especies– tienen cuerpo largo, patas cortas con cinco dedos y pelaje negrocon negro (en algunos casos café o gris) con un patrón que puede ser una o dos franjas blancas rectas o varias que parecen semicirculares o cuadriculadas. Sí, son asombrosos, pero no te les acerques, mucho porque si malinterpretan tus intenciones, por buenas que sean, comprenderás por qué, al verlos, todos huyen: cuando se sienten amenazados, rocían un líquido producido en esas glándulas que apesta a… pues a zorrillo, y créenos: no quieres saber a qué huele eso.
PERO ¡CÓMO APESTA!
Los zorrillos usan ese tufo tan desagradable como arma de defensa cuando se sienten amenazados.
El líquido que arrojan, un compuesto de químicos y ácido sulfúrico que producen en dos glándulas (una a cada lado del ano), es amarillo y aceitoso. Y este >ejem< “perfume” es cosa seria: aleja osos, coyotes, perros, lobos y cualquier depredador que les vea cara de almuerzo.
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