Dios y Padre

Por Nardo Silvestre

Este es un pequeño homenaje a mi padre quien fue el que escribió este libro y estoy completamente seguro que le encantaría verlo publicado para que cualquier persona que tenga temor de Dios lo pueda ver, de ahora en adelante, como un Dios y Padre.

• Idioma: Español
• Editorial: Nardo Silvestre
• Fecha de lanzamiento: 5 ene 2021

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PROLOGO DEL AUTOR

Si leemos con detenimiento la Sagrada Biblia encontraremos en ella, como argumento principal, la manifestación del amor de Dios a los hombres.

Podemos decir también que su objetivo es el anuncio y posterior cumplimiento de la redención del mundo pecador; pero, esa misma redención, no es acaso la manifestación más explicita de ese amor?

Y tras esa manifestación de amor, se nota fácilmente el deseo de ese Dios de que todos lo reconozcamos y lo confesemos como Padre; y no puede ser de otro modo porque, si Él fue nuestro creador y si Él vela siempre por nosotros y si Él es nuestra meta final, a quién mejor podremos llamar Padre?

Y si Él es nuestro Padre, por qué se habla tan poco de Él? Por qué dialogamos tan poco con Él?

Infinidad de libros tenemos que tratan de Jesucristo, su Hijo; lo hay también abundantísimos cuyo tema es el Espíritu Santo (escritos con mayor profusión ahora que está en marcha el maravilloso movimiento carismático) pero de Dios, como Padre, parece ser menor el número de libros que lo dan a conocer como tal.

En la redacción de esta obrita no se siguen las pautas de la gramática española como profano que soy en este aspecto; así, no obstante, la ofrezco como un granito de arena para la enorme obra que todos tenemos por hacer; la de conocer y dar a conocer a Dios como Padre. Consta de sólo cuatro capítulos, que sintetizamos así:

El Primero, recoge solamente algunas palabras dirigidas por Dios mismo a sus siervos los Patriarcas y Profetas, dando a conocer la grandeza de su amor a los hombres, sus permanentes cuidados y su afán porque todos nos hagamos acreedores al gran premio de su gloria, premio que nos ofrece con tanta insistencia, tan cariñosa y amorosa, como conviene a nosotros ignorantes de las cosas del cielo (Sagrada Biblia – Antiguo Testamento)

El Segundo, recoge parte mínima de todo cuanto dijo Jesucristo para darnos a conocer la dulce y amorosa paternidad de su Padre celestial, paternidad que abarca tanto a Él, su Hijo, como a nosotros mortales y pecadores (Sagrada Biblia – Nuevo Testamento)

El Tercero, como apéndice de los dos anteriores, es la consecuencia lógica del estudio y cumplimiento de las leyes divinas, tantas veces recomendadas por Dios y por su Hijo Jesucristo, que dan como resultado la práctica de una vida nueva; ésta lleva a conservar el alma en gracia y, como fruto de lo anterior, el merecimiento de la gloria eterna en las mansiones de el cielo. Son los tres temas de que trata este capítulo.

El Cuarto, recopila algunas citas de autores sagrados que han sabido comprender la inmensidad del amor de Dios, lo han correspondido con corazón amplio y generoso y lo han pregonado al mundo con valor y entusiasmo; incluye también citas de otros autores y, finalmente, un hermoso poema.

Esto es lo que, a grandes rasgos, encontrará usted por la lectura pausada y cuidados de estas paginitas, escritas con el mayor cariño por parte del menor de los hijos de nuestro Padre celestial; tan menor que apenas puede compararse con una de las flores más simples de este inmenso y hermoso jardín de Dios como es la Creación. De ahí la razón del seudónimo con que suscribo la presente obrita.

Si usted, pues, querido lector, no ha conocido, pero desea conocer y gustar algunas intimidades del Corazón amoroso y tierno de Dios, pasemos desde ya al Capítulo Primero.

¡Echemos a volar, cual dos abejitas, sobre ese grandioso bosque florido que es la Sagrada Biblia, extraigamos de ella unas gotas siquiera de su precioso néctar y almacenémoslas en el panal de nuestros corazones, para que sirvan de alimento a nuestras almas, tan hambrientas de Dios y de eternidad!

NARDO SILVESTRE

CAPITULO PRIMERO

Antes de empezar a recorrer las maravillosas páginas de la Sagrada Biblia escuchemos cómo, a manera de presentación personal se dio a conocer Dios del justo Job. Parece innecesaria esta presentación, pero si estamos atentos a ella, comprenderemos mejor cuán grande y poderoso es ese Dios y, por lo mismo, cuánto tiene qué anonadarse para tratar con nosotros, mortales y pecadores:

"Dime, dónde estabas cuando Yo echaba los cimientos de la tierra? Sabes tú quién tiró sus medidas? O quién extendió sobre ella la primera cuerda? Qué apoyo, dime, tienen sus basas? O quién asentó su piedra angular, mientras que me alababan los nacientes astros y prorrumpían en voces de júbilo todos los ángeles o hijos de Dios? Quién puso diques al mar, cuando se derramaba por fuera como quien sale del seno de su madre, cuando le cubría Yo de nubes como de un vestido y lo envolvía entre tinieblas como a un niño entre los pañales? Lo encerré dentro de los límites fijados por Mí