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Creación y bendición: Dios me habló para ti
Creación y bendición: Dios me habló para ti
Creación y bendición: Dios me habló para ti
Libro electrónico93 páginas2 horas

Creación y bendición: Dios me habló para ti

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Durante una exitosa carrera en el mundo del espectáculo, Miriam Brit siente un gran vacío en su interior que la lleva a buscar algo más. Miriam inicia su viaje espiritual alrededor del mundo; un viaje en el que se encuentra con su propia "muerte" y comienza entonces a escuchar a Dios, que le habla y la guía durante su recorrido. "Dios me anunció que estaría escribiendo este libro que nos daría a todos bendición y un gran entendimiento, incluida a mí. Solo soy un instrumento en esta misión. Todo empieza cuando Dios me dice: Y ahora, escribe".

A sus 33 años, Miriam publica este libro tras una trayectoria y recorrido de viajes físicos constantes que la llevaron al mejor de los viajes: el conocimiento espiritual de la mano de Dios. El 10% de los beneficios de este libro se destinará al crecimiento de una organización guiada por Miriam Brit para el pobre y el afligido.

IdiomaEspañol
EditorialMiriam Brit
Fecha de lanzamiento17 jul 2012
ISBN9781476065274
Creación y bendición: Dios me habló para ti

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    Creación y bendición - Miriam Brit

    PRÓLOGO

    Este libro es un libro para bendecir a todo aquel que anhela en su corazón seguir la ley divina. No es un libro para una u otra religión. Dios no desea que el ser humano se desgaste espiritualmente en competencias que el mundo crea imponiendo una religión sobre otra pues Él nos dio la libertad para elegir y encontrar la verdad a los que la buscamos.

    Imagínate a Dios viéndonos discutir y creando guerras y conflictos desde que el hijo del hombre bajó de los cielos. El mundo ha deteriorado la palabra de Dios, se han creado conveniencias políticas de la verdadera raíz divina.

    Dios te hablará a través de estas páginas de una manera fácil y sencilla de entender. Hablará a aquel que haga el bien, que permanezca en la luz, que intente seguir los mandamientos (la ley de Dios) o que se encuentre en conflicto religioso influenciado por la sociedad. Si esa persona eres tú, te pido por favor que durante esta lectura dejes de lado la mente distorsionada que el hombre ha querido controlar durante siglos; solo déjate llevar por la luz, por lo bueno, por lo que el Cielo mueve en la Tierra. Y si eres de los que dicen no creer en nada, pero llevas una vida justa, recta y dedicada a hacer el bien, Dios te quiere bendecir porque estás en su camino. Él te puede regalar la fe.

    Me eduqué en una religión católica. Con el tiempo, me perdí y me alejé confundida. Viví experiencias del bien y del mal, del mundo y de lo espiritual. Dios me tendió la mano y, cuando esto ocurrió, algo cambió en mí. Un día, sin más, coincidiendo con el día de la celebración del Espíritu Santo, me encontraba en mi habitación en Los Ángeles, cuando pasaba una temporada descubriendo más de aquella hermosa ciudad, y recibí un gran mensaje. Dios me habló y me encomendó esta gran tarea. En ese momento, me dictó el titulo de su obra: Creación y bendición. Yo obedecí, y una fuerza divina me invadió y me hizo sentir un respeto absoluto a lo que se me reveló. Así comenzó esta obra dictada por el Señor. Yo no entendía nada en ese momento, pero allí, en mi computadora, lo dejé escrito.

    Unos meses más tarde, después de muchísimo sufrimiento, sentí que tocaba fondo en todos los aspectos de mi vida a pesar de que Dios ya me había tendido su mano. Entendí que ese ciclo en mi vida tenía que acabar; tenía que morir y dejar todo atrás para volver a nacer. Así fue como Dios me llevó desde Tenerife, la isla donde nací y me encontraba en esos momentos, a Sevilla, coincidiendo con la Semana de la Pasión de Cristo. Empecé a sentir mi propia muerte y el calvario de Jesús; sentí su dolor. El cuerpo físico casi no me respondía, y esto se mezclaba con un dolor muy profundo en el alma. En esos momentos, una amiga me escribía desde Los Ángeles para preguntarme si me encontraba bien porque había tenido un sueño en el que me veía sangrando con la marca de la corona de espinas de Jesucristo. Efectivamente, así me sentía, viviendo el calvario. Sentí que me moría y hasta me faltaba la respiración. En ese momento, casi sin fuerzas ni para orar ni para decir una palabra, completamente exhausta, Dios me manda una revelación mediante el arcángel Miguel, el mismo arcángel que unas semanas antes se le había aparecido en medio de la noche a una amiga de Tenerife. Ella me dijo que Miguel Arcángel le dio un mensaje para mí, que le comunicó: Esto es para Miriam, y le dio una llave hermosa, como esas antiguas de oro, y le repitió: Es un mensaje para ella.

    Cuando el arcángel Miguel se me presenta en la agonía y en el rendimiento de esos dolores, me entrega una espada de luz y con voz firme, como la de un gran sargento, me dice: Lucha y continúa tu camino, allí donde vayas adquirirás destreza y fortaleza. Se refería a Los Ángeles. Entonces fue cuando entendí el sueño y el mensaje de mi amiga. ¡Aquella llave era el nuevo camino a seguir, la nueva puerta!, ¡la puerta al camino de Dios! Mientras esto ocurría, empecé a sentir escalofríos por todo el cuerpo y temblores muy fuertes. Estaba casi inconsciente por el dolor, un dolor imposible de describir con palabras. Sentí la muerte y el dolor indescriptible del pecado. Coincidía con el Viernes de Crucifixión. Ya no podía más; tras un largo suspiro, quedé como dormida.

    Cuando desperté, los dolores habían cesado, pero me encontraba cansada y exhausta. Fue una sensación extraña. Era como si no estuviera, pues no sentía nada, ni malo ni bueno; era una especie de limbo. Llegó el día de la celebración, el Domingo de Resurrección, y por fin empecé a sentir una gran luz que me invadía, una gran energía y entusiasmo, un gran gozo en mi interior. Cristo había resucitado de entre los muertos y, con Él, su gran salvación para el mundo. Yo había renacido. Fue entonces cuando Dios me habló de nuevo diciéndome: Y ahora, escribe. Y así fue como Dios empezó a dictarme el por qué de mi historia, revelándome mientras escribía respuestas a tantas dudas y a tantos conflictos que me invadían desde mucho tiempo atrás y que me llenaron de entendimiento, entendimiento que, a través de estas páginas, el Señor también a ti te quiere ofrecer.

    CREACIÓN Y BENDICIÓN

    Cuando estamos desolados, la vida parece que se desmorona; cuando las cosas no nos van como queremos, nos enfadamos con Dios; cuando la vida no nos sonríe, todo parece una farsa. Pero lo cierto es que, cuando uno mira en su interior, allí nos encontramos con nuestro ser divino, el Todopoderoso.

    A través de Él, encontraremos las respuestas, nos acercaremos a su verdad.

    Por mediación de estas páginas, seremos capaces de reafirmarnos en nuestra fe porque esta gran misión es la causa por la que he venido a este mundo, para pasar pruebas y tribulaciones que me acerquen más a Dios, y para dar testimonio del antes y el después de mi reconciliación con Cristo en esta era en la que todo está perdido, en estos tiempos en los que la fe no es un regocijo, en este mundo en el que la vida ya no se ve con los ojos del espíritu.

    Aquellos que en sus manos recojan este libro, sabrán que están preparados, que la grandeza de Dios les llega a través de estas páginas y, por lo tanto, su bendición. Hablaremos de la Verdad. Es necesario tener el corazón abierto para recibir los mensajes que aquí les dejaré.

    Somos lo que somos porque así lo hemos decidido. Desde que nacemos, llegamos a este mundo con luz divina. Poco a poco, con el tiempo esa luz en nuestro interior se oscurece sin darnos cuenta, mas a aquel que en Dios confíe se le devolverá la magnificencia de esta luz. Traemos bendiciones que nos son dadas, traemos el perdón divino, ¿por qué entonces no los utilizamos?

    Mi

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