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Equipado Para La Victoria
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Libro electrónico186 páginas3 horas

Equipado Para La Victoria

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Es un gran libro espiritual que motiva al creyente cristiano a crecer en su fe y a pelar la guerra espiritual en contra de las artimañas del enemigo y al mismo tiempo superar los obstáculos e inconveniencias que tiene que enfrentar en la tierra. Contiene excelentes consejos, estrategias e instrucciones bíblicas para pelear la guerra espiritual y obtener la victoria a través del Señor Jesucristo y la armadura espiritual que él ha provisto para todo aquel que cree en él.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento19 nov 2020
ISBN9781071575192
Equipado Para La Victoria

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    Equipado Para La Victoria - Yinka Akintunde

    Tabla de contenido

    CAPÍTULO 1: Raza Guerrera, Raza Ganadora.

    CAPÍTULO 2: Cinturón Para Tu Lomo

    CAPÍTULO 3: La Coraza

    CAPÍTULO 4: Buenas Nuevas, Buenos Pasos

    CAPÍTULO 5: La Espada Del Espíritu

    CAPÍTULO 6: Apague Esos Dardos Con El Escudo

    CAPÍTULO 7: Bajo La Divina Cobertura

    CAPÍTULO 8: La Oración Esta En Tu Armadura

    CAPÍTULO 9: El Que Está En Las Guerras

    INTRODUCCIÓN

    Las batallas personales son la madre de todas las batallas. Ellas son lo último en el mundo de las guerras. La humanidad ha estado peleando guerras desde tiempos inmemoriales, pero ninguna guerra se puede comparar con las batallas personales. Algunas de las guerras libradas más costosas en la historia se pudieron evitar, algunas fueron innecesarias mientras que muchas otras estuvieron fuera de lugar. Pero las batallas personales, esas no son opcionales. Usted no necesita realizar un desafío para la batalla. Tratar de ignorarlas no te exime de una. Las batallas personales no son nunca resueltas amistosamente; no hay ninguna resolución pacífica que sea lo suficientemente fuerte como para evitarlas. Estas batallas se tienen que pelear para ganar o perder y son las plataformas de la vida para victoria y para vencer. No hay empate en las batallas de la vida. O tú prevaleces o prevalece la fuerza desafiante.

    El primer error que puede cometer un cristiano es pensar que no hay una guerra en curso. La escritura claramente dice que estamos en guerra, y nuestro único objetivo e intención es ganar y subyugar a la fuerza desafiante.

    Porque, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, trayendo cada Pensado en cautiverio a la obediencia de Cristo, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta ... 2 Corintios 10: 3-6

    C A P Í T U L O 01 RAZA GUERRERA, RAZA GANADORA.

    ––––––––

    E

    l reino de las tinieblas estaría fuera de lugar para dejarte ganar en la vida sin presentarte algún desafío, habiéndote tenido en su custodia durante años antes de que vinieras a la luz. No importa qué tan temprano en la vida hayas nacido de nuevo, todavía estas en el erase una vez el campamento y reino de las tinieblas, no importa cuán moralmente recto fuiste en el reino de las tinieblas. Esencialmente la batalla que el enemigo está peleando contra ti es de celos porque cambiaste de dirección y posición.

    Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados... Colosenses 1:12-14

    Si te sientes deprimido y que no vales nada, no debes temer al fracaso. Me refiero a que tu pasado, presente y futuro, e incluso la totalidad de tu destino es inútil, el enemigo no se preocupará por ti. Pero, lamentablemente, eres una carga pesada, un digno ciudadano del reino de Dios. Muchos destinos están ligados al tuyo. Eres la extensión del brazo salvador de Dios en la tierra, y las cosas no tienen sabor sin ti. Eres la resistencia al mal, por lo tanto, no debe de extrañarte tu asignación de rango y misión, pero debes ganar. Nadie entra en una batalla que no quiere ganar. No importa lo mal equipado, lo mal preparado o incluso si es un guerrero incompetente comparado con el enemigo a enfrentar, todos se lanzan a la batalla con la singularidad intención y deseo de ganar. La triste realidad está en la intención y el deseo, porque, aunque estos sean buenos y fuertes, no son suficientes para llevar adelante una guerra exitosa en la vida.

    Las batallas personales se libran en diferentes frentes contra enemigos diversos, pero la última es la batalla contra las artimañas del diablo. Tan crucial y feroz es esta batalla que Dios te presta su propia armadura para que puedas proseguir con éxito la guerra y ganarla. No hay un buen padre que quiera que su pupilo pierda cualquier batalla, no importa cuán trivial sea esta. ¿Qué ganaría uno en ver a su hijo o hija roto, golpeado y maltratado frente a su enemigo? Dios no está listo para verte golpeado y maltratado una y otra vez por el adversario, así que Él dispuso su armadura disponible para ti. El arma de guerra puesta a disposición por el Dios Todopoderoso es de hecho poderosa, lo suficiente como para derribar cualquier desafío. Se nos contó que Goliat de Gat, a quien David mato, era un gigante. También lo era su armadura, pero David tenía el arma de Dios. Goliat no podría haber sido más alto que Dios, no importa lo alto que era. No es de extrañarse que él cayera cuando alguien apareció con la misma armadura de Dios. Una piedra no podría haber matado a un gigante de la estatura, experiencia y pericia de Goliat. Dios lo hizo a través de su armadura en la mano de David.  A ti se te ha entregado el arma poderosa del Dios Todopoderoso en la batalla de la vida. Ninguna batalla debería ser ¡demasiado grande para que la conquistes!

    De hecho, estás hecho para las más duras. Ninguna nación lucha contra pequeños maleantes con tanques blindados, misiles y gran artillería. Amigo deja de magnificar las cosas por las cuales estas pasando. Tienes armerías lo suficientemente poderosas para cualquier tamaño de batalla que estés librando.

    Todo lo que necesitas es involucrarlas. 

    Y tu ganarás.

    Finalmente, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo... Efesios 6:10-11

    Me encanta la palabra finalmente, que significa que no importa lo mucho que podría haber hecho o puesto en práctica en la vida, después de todas las titulaciones universitarias, los discursos motivacionales, después de todas las estrategias puestas en marcha como humanos, las victorias en las batallas de la vida solo se pueden garantizar en la plataforma de la armadura divina. Gracias a Dios que no te dio una armadura humana, pero te dio su propia armadura para pelear las batallas de la vida. La armadura del hombre no es suficiente para lidiar con las artimañas del diablo. Si Dios fuera un hombre aquí en la tierra, su misma armadura que Él usaría en la pelea es la que ha puesto a tu disposición en su sabiduría y bondad. Espero que sepas que Dios es un veterano que no pierde en la batalla. El Señor de los ejércitos es su nombre. Salmo 24: 7-10.

    Jesús vino a la tierra y demostró cómo participar en la armadura del Padre, y he aquí que, en tres años y medio, él fue tan victorioso que la noticia de su triunfo se mantiene fresca y proclamada diariamente miles de años después. Él llevó la batalla a la puerta del enemigo y le restregó la nariz en el piso. Por lo tanto, también estás calificado para la victoria en todas las áreas de tu vida.

    Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz... Colosenses 2:14-15

    La armadura de Dios es espiritual, destinada al hombre que participa primero del espíritu. Entonces los frutos de la victoria

    comienzan a mostrarse en el hombre exterior. Nuestra arma de guerra no nos pone en una posición de negociación con el

    enemigo. La armadura de Dios nos coloca en una posición ventajosa en el reino espiritual para que podamos derribar fortalezas, no importa lo fuerte que se sostengan contra ti.

    Las fortalezas son barreras, limitaciones y fortificaciones erigidas en contra de tu progreso. Estas son una serie de fuerzas que se pusieron en tu camino para negarte la libertad y victoria comprada para ti a través de los moretones, los golpes, crucifixión, sepultura y resurrección de Jesús. No debes tratarlas con delicadeza. Tienes que derribarlas. La buena noticia es que no importa cuán fuertes sean las fortalezas, estas caerán. Todo lo que necesitas hacer es tirar de ellas usando el arma de guerra disponible para ti en Dios por medio de Cristo Jesús.

    En realidad, eres un especialista, en virtud de tu nuevo nacimiento, tratando con situaciones difíciles. Las circunstancias serias pueden llamar por un llanto amargo a veces, pero un llanto amargo no creará el daño necesario a las incertidumbres que te preocupan. Las hará parecer más grandes de lo que son y tampoco resolverá el problema. Muchos en el mundo de hoy tienen el don de diagnosticar, analizar y magnificar problemas, pero solo unos pocos ofrecen soluciones o abordan los problemas para obtener el resultado deseado. Por la presente vengo a ti a través de este libro como mensajero de Dios, enviado para mostrarte la salida al lidiar con problemas serios.

    Cuando los problemas serios se levantan contra un creyente, la pregunta común que la gente hace es ¿por qué? El por qué es porque eres el portador del conocimiento de Dios en la tierra. 2 Corintios 10: 5 b.

    Cada vez que la maquinación satánica (imaginación) y aquellas grandes cosas que parecen insuperables vienen contra ti, el objetivo del enemigo es el conocimiento de Dios en ti. El objetivo no es tu dinero, aunque los desafíos pueden manifestarse en tus finanzas. El objetivo no son tus hijos, esposo o esposa, aunque los desafíos que estás viendo ahora pueden estar en la vida de tu familia. El objetivo no es tu cuerpo físico, aún si hay un problema de salud. El enemigo se propone hacer que el conocimiento de Dios en ti sea ineficaz. Cuando Satanás puso su imaginación maligna en contra de la humanidad en el Edén, y lanzó su fuerte control contra la familia del Sr. y Sra. Adam, lo primero que buscó fue el conocimiento de Dios en ellos. Génesis 3: 1-6.

    La columna vertebral de la conversación en el Edén entre la serpiente y la mujer principalmente involucro cuestionamientos y negaciones del amor y el cuidado de Dios, sus promesas y provisiones para la casa de Adán. Eva cayo en la trampa y ellos fueron despojados de la gloria. Satanás dijo, si a Dios realmente le importara como según él aparenta, él no solo habría hecho que te dieras cuenta de los beneficios de comer el árbol del conocimiento del bien y el mal, y tampoco habría puesto restricción en eso. Satanás no se casaría con Eva si ellos se hubieran separado. Tampoco iba a vivir en el Edén si ellos eran expulsados. Todo en lo que el enemigo de sus almas estaba interesado era el conocimiento de Dios en ellos.

    Intentó el mismo truco con Jesús en la Tierra, pero él prevaleció sobre las artimañas del diablo, Lucas 4: 1-13. No es de asombrarse que Jesús fuera proclamado valientemente como el digno ¡Cristo triunfante!

    Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos... Apocalipsis 5:2-5.

    En cualquier momento los desafíos y las cosas aparentemente altas de la vida se levanta contra ti, tenlo en el fondo de tu mente que la batalla es en contra del conocimiento de Dios en ti. Todos los problemas en la vida de un creyente son una afrenta directa al amor y voluntad, propósito, promesas y provisión de Dios. El enemigo quiere probar que lo que Dios ya hizo a través de Cristo no fue real. Él está dispuesto a probar que la agenda divina no existe y si hay algo como eso, no es lo mejor para tus intereses. Ese diablo es un mentiroso. La agenda divina es lo mejor para tus intereses. Es por eso que Dios no te ha dejado solo. Dios llama a las batallas de tu vida Su batalla también. Él está involucrado y se encargará de que ganes. Usted no tiene que ser caballeroso o lloriquear en los asuntos de la vida. No, lo que tú necesitas es estar erguido y listo para vengar la afrenta satánica en todos los sentidos y en todos los niveles. 2 Corintios 10: 6.

    Las armas divinas para tu triunfo en la guerra de la vida no son vagas. No son nebulosas. Ellas son reales, tangibles y utilizables. Eres un ser espiritual, así que tienes la capacidad de apoderarte de las armas espirituales. Las armas de Dios son espirituales, porque Dios es espíritu. Emplear la fuerza de la carne al involucrar el arma del espíritu, terminará en frustración y en una grande para ese caso. Necesitas saber cómo posicionar tu espíritu en el manejo de lo que Dios ha hecho disponible para nosotros en Cristo Jesús como tu arma de triunfo. Las batallas de la vida real no son las batallas contra tu vecino o tu jefe. No son las batallas contra personas que no comparten la misma perspectiva religiosa o convicciones como tú. Las batallas de la vida no son contra otra tribu, etnia o nación. Toda la guerra de la vida es en contra de las entidades espirituales. No es necesariamente una verdad que un demonio lucha contra ti cuando las cosas te van mal. Pero la realidad es que cuando las cosas salen mal es porque el reino de las tinieblas todavía tiene un control legal de manipulación en este sistema mundial, siempre y cuando al menos una persona que aún no ha sido redimida en el reino, todavía vive en la tierra representando así al primer Adán que dio la autoridad de la vida en la Tierra a el diablo.

    El reino de Dios vino verdaderamente, así como se les pidió a los apóstoles orar, después de la resurrección de Jesús, pero solo viene a individuos que, por elección, hacen de Jesús, el Hijo de Dios, su Señor y Rey. Lucas 17:21.

    A medida que aumenta el número de portadores del reino a través del nuevo nacimiento, el reino de Dios está creciendo y estableciéndose en la tierra. Esto continuará hasta Jesús regrese, para finalmente expulsar al diablo y su reino en el fin del tiempo. Hasta entonces, todavía vivimos en un mundo esencialmente sujeto a la maligna manipulación del malvado, así que necesitas un triunfo personal para disfrutar la victoria personal en este lado de la eternidad.

    Si nuestra guerra es contra espíritu, no es prudente pelear contra el espíritu en la carne. Tu hombre espiritual es el guerrero válido que necesitas para participar en derribar la fortaleza de la oscuridad. De hecho, las batallas finales de la vida no se libran contra el poder del diablo. Un monstruo con dos cuernos y cola puntiaguda o morderse la lengua está fuera de discusión en la

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