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Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:: Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara atribuidos al poeta Kālidāsa
Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:: Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara atribuidos al poeta Kālidāsa
Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:: Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara atribuidos al poeta Kālidāsa
Libro electrónico267 páginas5 horas

Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:: Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara atribuidos al poeta Kālidāsa

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Kālidāsa es uno de los poetas líricos más reconocidos e importantes de la historia del subcontinente indio. Su vida y su obra han trascendido fuera de las fronteras de la India y han sido estudiadas por muchos historiadores, poetas, filólogos y dramaturgos de todo el mundo. Su vasta obra se ha traducido a muchas lenguas modernas, principalmente sus
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 sept 2020
ISBN9786075642062
Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:: Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara atribuidos al poeta Kālidāsa

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    Tres joyas de la lírica erótica sánscrita: - Sergio Armando Rentería Alejandre

    Tres joyas de la lírica erótica sánscrita:

    el Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara

    atribuidos al poeta Kālidāsa, Sergio Armando Rentería Alejandre

    Primera edición impresa: 2020

    Primera edición digital: 2020

    DR © El Colegio de México, A.C.

    Carretera Picacho-Ajusco 20

    Ampliación Fuentes del Pedregal

    Alcaldía Tlalpan

    C. P. 14110

    Ciudad de México, México

    www.colmex.mx

    ISBN impreso: 978-607-564-186-7

    ISBN digital: 978-607-564-206-2

    Hecho en México

    A Carla y Narayan, a quienes les debo todo.

    A mi familia, quienes siempre están conmigo.

    Con profundo amor a quien me guía en este mundo, a mi padre, Sergio Armando Rentería Pedroza (in memoriam).

    A mis maestros, de quienes he aprendido todo.

    A mis amigos y a mis alumnos, quienes siempre

    me dejan muchas enseñanzas y aprendizajes.

    A la maestra Cynthia Godoy

    y a María Magdalena Bobadilla Gómez

    por su amistad e inestimable apoyo con este libro.

    ÍNDICE

    Presentación

    Estudio preliminar. Un pasado áureo y la grandeza de los clásicos sánscritos

    Vida de Kālidāsa

    La obra de Kālidāsa

    El Ṛtusaṃhāra, el Śṛṅgāratilaka y el Ghaṭakarpara en el marco de la lírica sánscrita

    Las estaciones del año, la flora y la fauna en la lírica de Kālidāsa

    El imaginario poético de la lírica de Kālidāsa

    La prosodia, la métrica y las figuras retóricas en la lírica de Kālidāsa

    Transmisión y traducción del Ṛtusaṃhāra, del Śṛṅgāratilaka y del Ghaṭakarpara

    El ciclo de las estaciones

    ऋतुसंहारम्

    El ornamento del erotismo

    शृङ्गारतिलकम्

    El cántaro roto

    घटकर्परकाव्यम्

    Referencias bibliográficas

    Sobre el traductor

    PRESENTACIÓN

    Una vez que terminé mi licenciatura en letras clásicas y mi formación en filología clásica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, estudié mi maestría y doctorado en estudios de Asia y África con la especialidad en el sur de Asia (India) en El Colegio de México (una de las instituciones más importantes de México, prestigiada a nivel mundial y única en Latinoamérica que ofrece una maestría y un doctorado especializados en Estudios de Asia y África). En esta institución de estudios humanísticos y sociales tuve la fortuna de estudiar lengua, cultura y literatura sánscritas, especialmente poesía y lírica sánscritas, con uno de los investigadores más reconocidos en el ámbito de la indología en todo el orbe, el doctor Benjamín Preciado Solís.

    Uno de mis intereses desde que comencé a inmiscuirme en el mundo de las letras fue siempre la poesía. Así que, en la clase del doctor Preciado, conocí muchos poetas y poemas en sánscrito que me transportaron a un mundo tan alejado de mi realidad. Leímos mucho, pero de todo aquel acervo poético me llamaron la atención tres breves poemas extremadamente bellos: el Ṛtusaṃhāra o El ciclo de las estaciones, el Śṛṅgāratilaka o El ornamento del erotismo, y el Ghaṭakarpara o El cántaro roto, atribuidos al poeta Kālidāsa. Durante el curso estudiamos estos poemas por largo tiempo y, por encargo del doctor Benjamín, tradujimos algunos versos del sánscrito al español. Su riqueza métrica, la delicadeza en su estilo, su cadencia y su delicia verso a verso incrementaron cada vez más mi interés por estas obras.

    Conforme fue avanzado el curso de poesía sánscrita, el doctor Benjamín y yo encontramos mucha bibliografía sobre poesía y poética y su conformación en la lírica sánscrita. Un día, en la biblioteca de El Colegio de México, hallamos dos folletos sucintos con el título "Glosas y adiciones a una versión de los primeros tres cantos del Ṛtusaṃhāra de Kālidāsa", de don Pedro Urbano González de la Calle, publicados en 1961, en el Anuario de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En su introducción, don Pedro Urbano habla de la historia de la llegada de Kālidāsa a México y la importancia de esta obra. A este respecto, comenta que, en el diario Excélsior, en su suplemento dominical Diorama de la Cultura, se publicó el 12 de agosto de 1956 una sección dedicada al poeta Kālidāsa en la que se divulgaron segmentos de sus obras por primera vez en México. En este suplemento salió a la luz una selección de poemas del Ṛtusaṃhāra que se tradujeron anónimamente del sánscrito al español. Años después, don Pedro Urbano publicó la traducción íntegra de los seis cantos con comentarios y adiciones al Ṛtusaṃhāra en aquellos folletos. También hallamos una edición crítica del Śṛṅgāratilaka en sánscrito publicada por el doctor Kapil Dev Giri en Chaukhamba Orientalia de Varanasi, la cual conservaba el texto completo, y además contaba con un comentario en hindi y en sánscrito. Finalmente, encontramos el Ghaṭakarpara en sánscrito, el cual estaba en una colección de lírica sánscrita publicada en Cachemira en 1945 por el Pandit Madhusudan Kaul Shastri, comentada por el poeta cachemiro Abhinavagupta.

    Siguiendo con la tradición y después de más de cincuenta años, realizo y presento una nueva traducción de los seis cantos del Ṛtusaṃhāra, de los treinta y un versos del Śṛṅgāratilaka y de los veintiún versos del Ghaṭakarpara. Preparé las traducciones, junto con el estudio preliminar de estas tres obras, a partir de las siguientes ediciones críticas. Para el Ṛtusaṃhāra utilicé la edición crítica del profesor Rewā Prasāda Dwivedi, publicada en Nueva Delhi en 1990 por la Sahitya Akademi. Para el Śṛṅgāratilaka empleé la edición crítica de Chaukhamba Orientalia publicada en 1985, y para el Ghaṭakarpara usé la edición de Cachemira publicada en 1945. Además, para tener un mejor entendimiento de los versos, tomé los comentarios de Moreshwar Ramchandra Kale para el Ṛtusaṃhāra; para el Śṛṅgāratilaka tomé los comentarios de Kapil Dev Giri, y para el Ghaṭakarpara, los de Abhinavagupta. Estas ediciones me ayudaron no sólo a tener una mejor lectura del texto sino también a conformar una traducción con las ideas esenciales del texto sánscrito y con una serie de notas que me han permitido explicar estas obras con más claridad.

    ESTUDIO PRELIMINAR

    Un pasado áureo y la grandeza de los clásicos sánscritos

    En este primer apartado presento el contexto literario e intelectual de Kālidāsa, orientándonos hacia la grandeza de los clásicos sánscritos. Resulta interesante hablar de un periodo histórico en el cual haya brillado el nombre de varios individuos. Para ello, tal periodo debe mantenerse sin turbaciones visibles: artísticas, literarias y científicas; debe contar con el tiempo suficiente para permitir el desarrollo de una generación y, finalmente, debe explicar por sí mismo la escasez, en distintas culturas, de las grandes épocas de oro.

    Estos grandes periodos han marcado el destino de la humanidad por medio de la literatura, tanto poética como científica. En este sentido, un solo periodo puede encarnar a una o más personas, pero es preciso que éstas lo hayan dominado de distintas maneras, incluso que hayan permanecido dominantes en los acontecimientos políticos y militares. Además, que hayan impreso su sello personal en la fisonomía espiritual de esa época, inscrita en los anales de la historia como época áurea o periodo clásico.

    Con el relato de sucesos la historia se esfuerza por comprender el pasado y le pide al presente que intente, por distintos medios, captar los pensamientos vivos de lo que fue aquel momento de oro. Así, Pericles no hubiera querido el Partenón si se hubiese limitado a consolidar la confederación ateniense y aceptar la guerra del Peloponeso, o a nadie se le hubiera ocurrido llamar a ese periodo La época de oro de Pericles si Luis XIV no se hubiera rodeado de Le Nôtre, de Molière y de Racine. Esto se debe a la gran importancia que Pericles dio a la literatura y que consolidó a partir de ese momento las grandes corrientes filosóficas, la poética, el teatro, la retórica, las ciencias y la historia en la Grecia antigua. Algo similar pasó con Roma en el periodo denominado La época de oro en Roma o Siglo de Augusto, cuando se consolidaron la filosofía, la poética, el teatro, la sátira, la retórica, la historia y las ciencias. En esos momentos áureos florecieron grandes literatos en Roma, Grecia y el mundo. Sin embargo, éstas no son las únicas civilizaciones que gozan de tener un periodo áureo, también lo tiene la India, una de las más importantes civilizaciones que nacieron en Asia. La India se ha caracterizado por tener un gran acervo literario tanto poético como científico en distintas lenguas, sobre todo a partir del periodo Gupta. El momento áureo del que goza se debió a la proyección de la literatura que hizo la dinastía Gupta (Singh, 2009, p. 473).

    Durante el periodo 300-600 e. c., la India vio el ascenso de esa dinastía, que tomó el nombre de su fundador. Su nieto Candragupta extendió sus dominios más allá de los límites de Magadha, su región de origen, y preparó el camino para la literatura poética, científica y la permanencia de su dinastía por medio del poder militar y económico (Embree y Wilhelm, 2006, p. 110). La era de los Gupta no habría sido llamada época de oro de la India si no hubiera entrado en la historia por la gran producción literaria y los grandes avances científicos que caracterizaron ese momento histórico (Singh, 2009, pp. 509-510). Sobre tal denominación, muchos historiadores se han pronunciado en favor y en contra, apoyados más en la conformación política y social de la época de los Gupta (Lorenzen, 1990, pp. 30-46) que en la conformación de la literatura como medio de comunicación y, en consecuencia, la transmisión poética y científica mediante la lengua sánscrita (Singh, 2009, p. 526). En este sentido, mi objetivo principal es dar a conocer testimonios literarios que, con la ayuda de la historia, la historia de la literatura y la ciencia de la época Gupta, permitan entender la importancia de los clásicos indios y este periodo de florecimiento literario. Por ello, trato de enmarcar literariamente esta época con ayuda del análisis literario y la proyección de su acervo cultural manifestado en la literatura. Sin embargo, no quiero involucrar cuestiones políticas ni sociales que también caracterizaron a esta dinastía tan importante para el desarrollo de la historia de la India y del sánscrito,1 sino que sólo me voy a abocar a las cuestiones literarias. Para ello, esta parte del estudio preliminar contiene dos ejes importantes: el primero, la conformación del sánscrito como lengua literaria, y el segundo se enfoca en los autores, tanto en la poesía como en la ciencia, que engrandecieron y desarrollaron las obras clásicas de la India. A este respecto, los desarrollos intelectuales más importantes dentro del terreno de la literatura sánscrita durante el periodo 300-600 e. c. se hallan en la épica y en los textos políticos, filosóficos y líricos (Pollock, 2006, pp. 75 y ss., y Singh, 2009, p. 474).

    De acuerdo con lo anterior, durante esa época el desarrollo literario de la India comenzó a centrarse en sus propias raíces: en la historia, en la filosofía, en la épica, en la poesía, en el teatro y en la ciencia (Pollock, 2006, p. 83). Para ello fue necesario que el sánscrito se sometiera a una sistematización gramatical. Para el siglo IV a. e. c., la lengua sánscrita se cuenta como una lengua clásica y como punto de partida obligatorio para el desarrollo de la literatura clásica de la India. El sánscrito alcanzó su máximo esplendor gramatical y estilístico tras incrementarse el proceso de sistematización dentro de la gramática paniniana denominada Aṣṭādhyāyī o Los ocho libros. Esta gramática está constituida por más de cuatro mil sūtra o versos cortos divididos, a su vez, en ocho libros que tratan términos técnicos y reglas de interpretación que determinan la concepción gramatical del sánscrito (Keith, 2017, pp. 423-424). A partir de este momento la lengua sánscrita y otras lenguas que crecieron literariamente a la par del sánscrito, denominadas bajo el nombre genérico de prácritos,2 se convirtieron en el medio comunicativo-literario, y han brillado dentro de la historia literaria de la India bajo el concepto kāvya o literatura dispuesta en forma de arte, donde se hallan la poesía, la prosa y la prosa poética (Singh, 2009, p. 536). En este sentido, me surge la siguiente interrogante para determinar el uso del sánscrito como lengua transmisora de la poesía y las ciencias: ¿por qué el sánscrito fue la lengua privilegiada de muchos literatos y científicos de la época Gupta, quienes utilizaron ésta como medio de creación, y no otras lenguas, como los prácritos, que en esa época también estaban en un proceso de sistematización literaria? Para poder responder hay que tener en cuenta que el sánscrito ya no era una lengua hablada en la época Gupta.3 En este sentido, durante el reinado de los Gupta, el sánscrito se preservó en la filosofía, la poesía, el teatro, la ciencia, las matemáticas y la astronomía, y retomó la tradición literaria que desde tiempo atrás se venía desarrollando. Para los doctos humanistas indios, filósofos y científicos del mecenazgo Gupta, fue una lengua literaria como lo eran el griego y el latín para muchos literatos de la Edad Media y del Renacimiento.

    Fuera del alcance popular, el sánscrito literario fue el modelo del escolasticismo y refinamiento. Se formó con palabras nuevas no propiciadas por la evolución del habla común, sino por las necesidades de la disertación técnica de las escuelas, en consecuencia, de las necesidades literarias; hasta que, finalmente, perdió su fuerza en el ámbito popular y se convirtió en un vehículo artificial literario, cuyas palabras retórico-poéticas se plasmaron en diferentes materiales y en la palma hoja por hoja (Durant, 1952, p. 223).

    Las inscripciones de los Gupta muestran una lengua sánscrita literaria, puesto que mandaron esculpir epígrafes donde forjan una conformación literaria a partir de su

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