22: La Guerra de los Dioses

Por Manuel Martínez

Autores: Manuel Martínez y Phyllis Barash - En esta emotiva novela descubriremos que el mundo fue creado por 22 Dioses, fundadores de las diferentes razas humanas para aumentar ¡su poder!
Seremos testigos de cómo esos Dioses utilizaron las 22 Cartas Arcanas Mayores del tarot egipcio, en un juego creado por la Luz y la Oscuridad para incrementar el control sobre la raza humana.
En el centro de esa lucha conoceremos al SCAN, grupo político-económico secreto que domina los recursos del poder en la Tierra. Cuando Denise Richards, una de las principales candidatas a la presidencia de los Estados Unidos, se enfrenta y desafía SCAN, a este solo le queda asesinarla.
En esta fascinante novela se entrelazan el pasado, el presente y el futuro. Los lectores descubrirán que Jesucristo, Pitágoras, Cleopatra, Napoleón, Hitler y Martin Luther King, entre otras figuras históricas influyentes, jugaron sus cartas del tarot para complacer a los Dioses en la larga guerra entre la Luz y la Oscuridad.

• Idioma: Español
• Editorial: Manuel Martínez
• Fecha de lanzamiento: 23 ago 2020
• ISBN: 9780463622711

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No temas que tu vida se acabe, sino más bien que nunca tenga un comienzo.

John Henry Cardinal Newman

Acudió una gran multitud a su funeral en Coral Gables, Florida. Después de todo, Denise Richards era una mujer muy controversial. Era altamente apreciada desde el punto de vista profesional y muy bien considerada por muchas personas gracias a su constante contribución a la defensa de los derechos humanos y la justicia social. No obstante, otros pensaban que era demasiado franca, manipuladora y desagradable. Denise poseía una enorme determinación y perseverancia en su objetivo de ayudar a que el mundo se convirtiera en un lugar mejor. Denise era muchas cosas para muchas personas: sus compañeros, sus estudiantes, sus clientes, sus seguidores, sus admiradores y por supuesto, sus amigos.

El grupo reunido para el servicio religioso era ecléctico: un encuentro inusual para este único momento en el tiempo porque de una forma u otra, Denise Richards los había tocado a todos de alguna manera especial. La concurrencia que allí presentaba sus respetos era muy diversa e incluía a dignatarios de alto rango e incluso al presidente de los Estados Unidos. ¿Cómo es posible que cada uno de ellos viera a la misma persona y aun así la viera de forma tan diferente? Así como cada persona desarrolla su propia visión del mundo que nos rodea, también nosotros desarrollamos nuestra propia visión de las personas con quienes nos conectamos.

Denise Richards merecía un servicio solemne. Había estado en el punto de mira del público por muchos años y estaba totalmente acostumbrada a ser el foco de atención. Era famosa y mayoritariamente admirada. Estaba acostumbrada a toda la atención que recibía, tanto positiva como negativa. Ese era el precio que pagaba a medida que iba ascendiendo los peldaños de su carrera política. Denise atribuía su determinación y ambición a sus padres. A la ética de trabajo y la energía de su padre, un médico cardiólogo, y a su madre, una jueza del tribunal del condado. Ellos fueron su inspiración. Era entrevistada con frecuencia y, por ende, era citada y tergiversada.

El pasado, el presente y el futuro están ocurriendo en este preciso momento y yo, Sebastián Stain Camote, estoy aquí porque conocí a Denise cuando ambos participábamos de un comité para recaudar fondos para la organización benéfica Amnistía Mundial y Libertad. Denise siempre me pareció directa y elocuente, y también siempre admiré su entusiasmo y su valentía.

Denise reconocía que había tenido una vida privilegiada y por esa razón, desde temprana edad siempre estuvo resuelta a ayudar a aquéllos menos afortunados que ella. Se interesó por la economía y las leyes. Se graduó en economía y posteriormente obtuvo una maestría en Economía Financiera. A partir de ahí comenzó a dar clases de Economía en la Universidad de Miami. Unos años después entró en la Escuela de Derecho de la misma universidad. Al finalizar sus estudios de Derecho entró a trabajar en una reconocida firma del centro de Miami, mientras al mismo tiempo continuaba dando clases en la universidad. No obstante su horario exigente, donaba tiempo y energía para recaudar fondos para causas que a ella le parecían importantes, sobre todo en tareas que beneficiaban a niños desafortunados y maltratados.

Finalmente, Denise se decidió e ingresó en el mundo de la política donde recibió elogios y críticas, pero sobre todo, atención. Sus esfuerzos y su arduo trabajo lograron que fuera elegida inicialmente para la Cámara de Representantes y luego para el Senado. Durante los dos últimos años, realizó una enérgica campaña y era claramente la favorita para ganar la presidencia de los Estados Unidos. Se oponía en forma vehemente al nuevo tipo de guerra que había comenzado en el año 2001 y que persiste hasta el día de hoy. Deseaba terminar con la guerra, pero para lograrlo debería primero haber ganado la presidencia de los Estados Unidos en el año 2024. Sin embargo, ahora, el sueño de Denise nunca será realidad, ya que fue asesinada hace dos días, el 5 de septiembre del año 2024. El FBI y las autoridades locales se encuentran investigando cientos de pistas. Desafortunadamente, existían muchas personas poderosas que deseaban su muerte, pero nadie sabe a ciencia cierta quién está detrás de su asesinato. Una cosa es cierta: Denise Richards puede estar muerta, pero su alma permanecerá con nosotros para siempre.

1 - Última Voluntad y Testamento

Hablemos de tumbas, de gusanos y de epitafios.

Hagamos del polvo nuestro papel, y con ojos llorosos

Escribamos la pena sobre el seno de la Tierra.

Elijamos albaceas, y hablemos de testamentos.

Shakespeare

Denise Richards fue enterrada ayer y uno de los titulares de primera plana del Miami Herald de hoy insinuaba que su asesinato tenía matices políticos muy ambiguos. Al leer el artículo, vi una fotografía de ella con su abogado, Dante Stromboli. La cara de Dante Stromboli disparó mi memoria, y en un instante aparté el periódico y estuve de nuevo en el año 2001.

Dante Stromboli era mi abogado y mi amigo. Lo conocía desde hacía más de veinte años y había ido a verlo a su oficina en muchas ocasiones. Mi última visita había sido alrededor de dos años antes, cuando volví para finalmente aprobar algunos de los cambios que había solicitado para mi testamento. Recuerdo haber revisado el nuevo documento cuidadosamente y haber firmado en el renglón designado, delante de las dos secretarias de Dante que actuaban como testigos. Nunca podemos predecir el futuro y yo estaba lejos de entender la importancia de poner mis asuntos en orden en ese momento. Gozaba de excelente salud, tanto mental como física, y no tenía forma de predecir los desastres que el futuro me tenía preparados.

Mucho ha ocurrido desde entonces y yo ya no soy el mismo Sebastián Stain Camote, el eminente psiquiatra del Sur de la Florida. Ahora hago las cosas de una manera diferente. Por ejemplo, hoy es el primer día en que llego a la oficina de mi abogado sin una cita previa. Pasé por el escritorio de recepción sin saludar y no esperé para ser anunciado. Simplemente caminé a través de la puerta de madera tallada hacia la lujosa oficina y fisgoneé dentro de la sala de conferencias. Vi a Dante encorvado, sentado a la cabecera de su enorme mesa de caoba, estudiando atentamente los papeles legales cuidadosamente apilados delante de él. Unas nubes ondulantes cambiaron rápidamente de forma y pasaron flotando por las ventanas del piso veintisiete que miraban hacia la Bahía de Biscayne.

La luz del sol arrojaba rayos de fulgor sobre los libros que estaban alineados meticulosamente sobre los estantes a la derecha del escritorio. Sabía que era temprano, pero preferí llegar antes que los demás (probablemente estaban en el elevador, ya en su camino hacia arriba). Hoy era 1 de febrero de 2001 y esta era una ocasión trascendental, ya que se trataba de la lectura de mi testamento. Me moví silenciosamente próximo a Dante, pero él no levantó la vista. Me paré a su lado y agité la mano enérgicamente, perturbando la quietud del aire. Había esperado que el movimiento hiciera crujir alguno de los papeles del escritorio, pero eso no ocurrió, y él permaneció ajeno a mi presencia. No me advirtió o no pudo advertirme debido a mi invisibilidad, ya que estoy muerto. Fallecí el 22 de diciembre de 2000, he venido desde otra dimensión y soy lo que muchos considerarían un «fantasma».

En mi vida pasada, fui una persona enigmática y controvertida. Era conocido como un soñador de sueños, un buscador de la Verdad y la Justicia, un filántropo, un autor distinguido, un tonto que pensaba que era la encarnación de Don Quijote, y siempre me hallaba persiguiendo sueños para mí y para otros, pero desgraciadamente la mayoría de las veces, sin recompensa final. También era un médico famoso y, al tiempo de mi muerte, un asesino convicto. Trataba de equilibrar realidad con ilusión e intentaba encontrar el sentido del bien y del mal que prevalece en el mundo. Cada persona que encontraba en mi camino me juzgaba según lo que llevara en su corazón, y con su propia y a la vez limitada percepción de la vida. Así y todo estábamos destinados a encontrarnos, porque eso era lo que nuestro Karma decretaba y aunque poseemos libre albedrío con muchos caminos disponibles, nuestros viajes individuales nos llevarán finalmente al lugar donde se supone que debemos estar a la hora señalada. Se dice que nuestros días sobre la Tierra están contados, y el reloj comienza su tictac justo en el momento de nuestro nacimiento.

Entonces, el teléfono sonó. Dante lo descolgó e indicó a su secretaria que hiciera pasar a Sara Goldstein, mi antigua psiquiatra y amiga cuando estaba en la Tierra, y a mi antiguo empleado y amigo Camotin, al que yo acostumbraba definir como mi escudero. La puerta se abrió y ellos entraron. Por un momento sentí una punzada de nostalgia, y deseé estar en forma humana una vez más para poder ser visto. Avancé hasta situarme delante de la doctora Goldstein y toqué su mano, pero ella no reaccionó y miró directamente a través de mí.

Cuando me moví hacia delante de Camotin tampoco recibí ninguna reacción. Entonces me pregunté cuántas veces habré estado rodeado de espíritus durante mi estancia en la Tierra y si esos seres habrían tratado de comunicarse conmigo en esos momentos, en la forma en que yo estaba tratando de hacerme notar ahora.

Dante invitó a sentarse a la doctora Goldstein y a Camotin. Les ofreció café, pero ninguno de los dos aceptó. Comenzó la reunión y les comunicó que se les había pedido estar presentes en la lectura de mi testamento, ya que estaban mencionados como beneficiarios e iban a recibir una porción de mi herencia. Dante explicó que él había sido elegido para actuar como albacea.

Camotin se mostró sorprendido. —¿Está seguro de que él quiso decir yo, señor Stromboli?— preguntó.

—Sí, estoy completamente seguro— respondió Dante.

—Sin duda existen personas más valiosas que yo— dijo Camotin. —Doctora Goldstein, ¿qué opina usted de que yo esté en el testamento?— añadió intrigado.

—Espera y verás. El doctor Camote tenía una forma de pensar muy peculiar. Estoy segura de que descubriremos la respuesta— respondió la doctora Goldstein.

—Sabía exactamente lo que estaba haciendo— insistí, pero por supuesto nadie me escuchó.

Dante comenzó a leer los detalles del testamento, y cuando leyó sobre mi plena capacidad de juicio, Camotin interrumpió:

—Apreciaba muchísimo al doctor Camote, pero era bastante incomprensible algunas veces. En ocasiones, su pensamiento era un poco demencial, especialmente cuando creía que era Don Quijote, presto a pelear contra molinos imaginarios, y pensaba que yo era su escudero y me pedía que ensillara su caballo— explicó Camotin.

—Solo confundía la realidad con los sueños algunas veces, pero sí tenía una mente creativa— replicó la doctora Goldstein en defensa.

—Gracias— dije.

Dante leyó el testamento y les informó que había dejado dos millones de dólares en una póliza de seguros a Amnistía Mundial y Libertad. Dante continuó y declaró que yo había dejado separada una póliza de seguros por un millón de dólares para la organización Salven a los Niños. Además, legaba mis pinturas y mi colección de obras escritas a la doctora Goldstein, y ella se mostró entusiasmada al escucharlo.

—Qué generoso, mi querido Sebastián. Atesoraré toda mi vida lo que me has obsequiado— exclamó la doctora Goldstein. —Aunque con gusto cambiaría todo lo que me ha dejado por tenerlo de nuevo aquí entre nosotros y poder hablar con él una vez más— añadió.

—Sara, yo estoy justo aquí, estoy hablándote— me frustré aún más, al saber que permanecería invisible, sin ser visto ni oído.

Dante continuó. —A Camotin le dejo mi apartamento en Coconut Grove, totalmente libre de deudas. He sido feliz allí, y espero que tú también lo seas. Quisiera que continúes mi trabajo, y sé que necesitarás una educación formal para poder hacerlo. Estoy creando un fideicomiso para ti de 500.000 dólares. Debido a que abandonaste la escuela secundaria, deberás solicitar un registro a tu escuela y rendir un examen para recibir un diploma de Educación General.

—Luego podrías calificar para rendir un examen de ingreso a la universidad. Deseo que asistas a la Universidad de Miami, dado que fui miembro de la junta, que ya conoce mi intención de que estudies allí. La junta hará un gran esfuerzo para ayudarte, y si eres aplicado, después de cuatro o cinco años tendrás una licenciatura en Economía. Luego de ese logro, ansío que continúes tu educación y obtengas una licenciatura en Derecho.

—Y cuando te conviertas en un abogado ejemplar, estarás en posición de ingresar a la política y ser un líder para todo el pueblo, para hacer realidad mi sueño de llevar la justicia a todos. Todas las personas están conectadas y todos por igual merecemos contar con una representación adecuada en cualquier corte de justicia. He depositado dos millones de dólares en un fondo especial para ti. Ésta será tu recompensa final por todo tu trabajo cuando recibas tu diploma de abogado. También añadí 150.000 adicionales para encargar un libro sobre mí, y que sea publicado y comercializado. Espero que tú, Camotin, encuentres un escritor creíble para trabajar contigo en los detalles de mi vida pasada en la Tierra.

—Te ofrezco esta oportunidad porque confío en que tienes la capacidad de continuar con mi causa y hacer realidad mi sueño. Si te niegas a cumplir mis deseos, este fondo será anulado y quedará vacante, y he dejado instrucciones para que ese dinero, en tal caso, vaya a Amnistía Mundial y Libertad. Reconozco que te estoy presionando para que aceptes estos términos, pero siento que debo imponerte estos requisitos.

—Cuando escuchen estas palabras leídas por mi abogado Dante, ya no estaré aquí, por lo que no podrán hacerme preguntas ni podré responder sus dudas. Mi querido Camotin, he intentado influir en tu vida cuando estaba vivo, y corresponde que continúe haciéndolo ahora que estoy muerto. Estamos conectados, y esa conexión no cesa cuando nuestros cuerpos se descartan. Nuestras almas permanecerán en comunicación. No te sorprendas si vuelvo de vez en cuando, y te envío mensajes de formas poco convencionales— Dante concluyó la lectura del testamento.

Camotin parecía abrumado por mis planes para su futuro. La doctora Goldstein lo felicitó por su herencia, y yo observé todo callado, pero a la vez expectante.

—Camotin, esto prueba que nunca sabemos qué cosas maravillosas puede estar planeando alguien para nosotros. Piensa solamente que hace pocos años probablemente te preguntabas qué hacer con el resto de tu vida, sin soñar jamás que el doctor Camote te daría la respuesta que llenaría de sentido y propósito tu tiempo en la Tierra. Él vio tu potencial y creyó en ti, y ahora tienes un benefactor que desea que continúes su misión. ¿Qué dices? — preguntó la doctora Goldstein.

—Ser un economista, abogado, político, que escriba y publique un libro. Debe haber estado totalmente fuera de juicio si pensó que yo podría hacer todo eso; estaré estudiando por el resto de mi vida— Camotin se volvió hacia Goldstein y le preguntó: —¿Cuántos años cree que me llevará?

—Generalmente son siete u ocho años. Cuatro para completar la parte de economía y tres años adicionales para el diploma en leyes— respondió ella.

—¡Eso es! Sé la respuesta. No hay modo de que pierda mi tiempo haciendo todo eso. Tengo cosas mejores que hacer que derrochar siete u ocho años en la universidad— dijo Camotin airadamente.

—¿Camotin, entiendes lo que son dos millones de dólares? Tienes la oportunidad de convertirte en una persona muy poderosa. Además de todo ese dinero, tendrás el poder de todo el conocimiento que acumularás en esos siete u ocho años. El tiempo pasa rápido, y al menos lo habrás empleado sabiamente, en lugar de desperdiciarlo. Creo que deberías aceptar este ofrecimiento del doctor Camote, puesto que es muy generoso— comentó Goldstein.

Me acerqué a Camotin y susurré en su oído: —Camotin, mi escudero, haz esta acción valiente y heroica. Creo en ti y sé que avanzarás y corregirás la maldad del mundo, llevando comida al sediento y bebida al hambriento.

Camotin reaccionó, y volvió su cabeza en mi dirección. —Señor Stromboli, doctora Goldstein, hubiera jurado que acabo de escuchar al doctor Camote diciéndome que puedo hacerlo. De acuerdo. ¡Sí! ¡La respuesta es SÍ! Si el doctor Camote quiere que lleve adelante su misión, lo haré. Pero no tengo ninguna intención de buscar un escudero, y en lugar de ello prefiero que me ayude con mis tareas. Entonces, doctora Goldstein, algún día usted me llamará «Don»— proclamó orgulloso.

—¿Notaste que dijiste «Don»? ¿Y por qué no doctor?— rio ella.

—Bueno, el doctor Camote realmente tenía un extraño sentido del humor. Probablemente ésta sea su forma de recordarme que siempre estaré trabajando para él, y que lo relevaré en sus batallas donde él las dejó. Sé que no estaba listo para dejarnos tan pronto, con tanto camino todavía por recorrer— asintió Camotin pensativamente.

Todo se estaba resolviendo exactamente como yo lo había planeado, y aplaudí apreciativamente. Por supuesto, nadie me escuchó. Me sentí satisfecho mientras salía del salón, sabiendo que Camotin estaba dispuesto a continuar mis misiones todavía inconclusas. Abandoné la sala de conferencias emocionado y con un sentimiento de esperanza y a continuación regresé a la dimensión que ahora llamo hogar.

2 - Vida en el Más Allá

«Este mundo es solo un puente; puedes atravesarlo, pero no deberías pensar en construir una morada sobre él»

Jesús

En tan solo un instante me encontré de nuevo en el Lugar del Aprendizaje. Mi visita a la Tierra me dejó en un estado de desconcierto. Deseé ser mortal de nuevo, con un cuerpo físico para poder interactuar con seres humanos. El círculo de la Vida continúa a través del nacimiento, la muerte y la reencarnación. Sabía que en cierto momento mi alma estaría lista para retornar a la Tierra en un nuevo cuerpo y una nueva identidad, pero estaba impaciente y no quería esperar. Antes de mi regreso sería necesario decidir quién y qué deseaba ser en mi próxima vida. Debería seleccionar a mis padres a partir de un grupo de posibilidades, escoger dónde nacería y qué desafíos tendría que superar fin de crear un buen karma.

Elegimos nuestras vidas antes de nacer y una vez que estamos dentro de un cuerpo humano olvidamos todo lo que nos acontecerá. Nos convertimos en actores, interpretando el papel que hemos escogido, dirigiendo nuestra propia película, eligiendo los personajes de nuestro guion pero sin tener seguridad del final en algunos casos (aunque no en la mayoría de ellos). No me podía concentrar en nada excepto en el deseo de regresar al mundo que había dejado. Mientras iba de un lado a otro contemplando las posibilidades futuras, advertí un hombre enérgico vestido con una túnica suelta que sonreía a todos los que pasaban. Sobre su hombro izquierdo tenía un broche de oro con el nombre Erato. Parecía ser alguien importante, por lo que me aproximé.

—Hola, buen hombre. Mi nombre es Sebastián. Quizás puedas ayudarme.

—Lo intentaré. Mi nombre es Erato. Estoy a cargo de la supervisión del Lugar del Aprendizaje. Ayudo a las almas en la transición desde la Tierra a esta dimensión celestial y explico los recursos que aquí están disponibles para ellos. Algunas almas están tan contentas aquí que no quieren apresurarse a tener una nueva reencarnación. También es mi responsabilidad responder a sus preguntas; siempre hay preguntas. Casi todos han estado aquí muchas veces, pero cuando vuelven ya se les ha olvidado y solicitan orientación. Entonces, ¿cómo podría ayudarte?

—¿Estoy en el Cielo?— pregunté.

—El Cielo es un estado mental. Para mí, en cualquier lugar donde estoy es el Cielo, y por esa misma razón es por la que tengo este puesto. Tengo la paciencia de un santo, pero por favor no preguntes cuántas reencarnaciones me llevó conseguirlo— me confió Erato.

—Deseo volver a la Tierra. He dejado tantas cosas sin hacer, y no estoy dispuesto a seguir aquí. He muerto demasiado pronto— imploré.

—Tú estás exactamente donde se supone que debes estar en este preciso momento, ya que no hay casualidades. Tu muerte ocurrió en la fecha y el momento correctos, pero no se esperaba que murieras en prisión como ocurrió. Existía un plan, una misión que tú no completaste y la echaste a perder. No has cumplido con lo que se te envió a hacer pero, de todas formas, te será dada otra oportunidad en otra vida. Discutiremos las alternativas para tu futuro y te explicaré tus opciones. Ahora, vayamos a mi oficina— dijo Erato. Yo lo seguí y entramos a una sala con grandes ordenadores alineados contra las paredes. La información apareció de manera rápida en las enormes pantallas y yo sentí la energía circulando, como rayos de electricidad.

—Toma asiento, por favor— dijo Erato. Se sentó en su escritorio y señaló la silla de enfrente. Luego abrió una carpeta que tenía mi nombre en la tapa y echó un vistazo rápido a las hojas, mirándome de vez en cuando. —A juzgar por los registros, las ilusiones te distraían fácilmente y perdiste la oportunidad de realizar tu propósito en la Tierra. Te desviaste de tu camino espiritual, y todavía tienes mucho que aprender.

—Entiendo lo que hice mal, y sé que lo puedo hacer mejor. Debo regresar ahora a la Tierra, ya que existe mucho caos y confusión, y yo creo que podría ayudar— manifesté.

Erato me miró. —Sebastián, justo aquí tengo toda la información del progreso de tu alma. Tus problemas no ocurrieron en tu última vida pasada. Fue en las reencarnaciones de otras vidas anteriores, cuando no cambiaste tu karma y seguiste repitiendo los mismos errores una y otra vez. Por supuesto, ves las cosas desde una perspectiva diferente cuando te encuentras en el Lugar del Aprendizaje.

—El Lugar del Aprendizaje es el cerebro del Universo. Cuando estás aquí, no existe un cuerpo físico que te distraiga, ya que eres espíritu puro. El problema ocurre cuando tu alma ingresa en un nuevo cuerpo al nacer. Existe un conflicto constante entre lo físico, el ego, el cual siempre demanda ser satisfecho, y el alma, que transmite mensajes de comunión y de amor. En el pasado estuviste muy obsesionado con tu ego y olvidaste por qué fuiste enviado a la Tierra en primer lugar. Deberías considerar el pasar más tiempo aquí— insistió Erato.

—No, debo regresar para llevar orden a la locura que ahora mismo azota al mundo— persistí.

—Tengo mis dudas sobre eso. En tu vida anterior, solo contribuiste a la confusión al vivir tus fantasías. Espera un momento, mientras reviso los Registros Akáshicos—dijo Erato.

—¿Qué es eso? —quise saber.

—Los Registros Akáshicos o «El libro de la Vida» es el sistema de computación para almas del Universo. Es el depósito de toda la información de cada individuo que vivió alguna vez en la Tierra. Sus entradas contienen la historia de cada alma desde el principio del tiempo y cada pensamiento, palabra, sentimiento, acto e intención que ha ocurrido a lo largo de la historia del mundo. Son una porción de la Mente Divina, y nos conecta a cada uno con el otro.

—Los registros son imparciales y no juzgan. Tienen una enorme influencia en las vidas, relaciones, sentimientos, creencias y relaciones potenciales de cada día. Intentan educar, guiar y transformar a todos los individuos para convertirse en lo mejor que pueden ser. Representan una variedad de futuros posibles que son potenciales mientras interactuamos y aprendemos de la información que se ha ido acumulando— explicó Erato.

A continuación, Erato presionó algunas teclas del ordenador y aparecieron imágenes mías como el doctor Camote, clavándole mi espada a Lucy Neal.

—Sebastián, tú alteraste el destino. Deseaste conocer los secretos del Universo cuando estabas en la Tierra. Eso está prohibido. Fuiste advertido, pero cruzaste una línea muy peligrosa. Te entrometiste con las leyes del cosmos. No hay ninguna forma posible para que yo pueda recomendarte como candidato para regresar a la Tierra en este momento, ya que no estás preparado. Aprovecha los tesoros del Lugar del Aprendizaje, donde se registra la inmensa sabiduría del Universo y donde los genios de los siglos pasados están todos aquí reunidos para que tú puedas conversar con ellos. Todo su conocimiento espera para serte revelado. Se te dará la oportunidad de discutir temas profundos con las mentes más grandes de todos los tiempos— destacó Erato.

—Yo no elegí participar en conversaciones con nadie. No puedo concentrarme en otra cosa excepto en mi anhelo abrumador por la vida en la Tierra. Seguramente alguien como tú, con todo tu poder, puede encontrar una forma de ayudarme a volver— persistí.

—Lo que yo puedo arreglar tiene sus límites. Justo ahora hay una escasez importante de cuerpos disponibles que permitirían cumplir tu misión si regresaras a la Tierra en este momento como un ser humano— replicó Erato.

—¿Qué quieres decir?— pregunté.

—Necesitarías el país correcto para nacer, la correcta conciencia corporal y las oportunidades correctas disponibles para ti a fin de tener éxito— insistió Erato.

—¿Qué puedo hacer?— indagué.

—No se me ocurre nada, pero Rafael puede tener una idea— mencionó Erato.

—¿Quién es Rafael?— pregunté.

—Rafael tiene jurisdicción sobre todo lo que ocurre en la Morada de los Ángeles; puedes hablar con él. Vayamos allá ahora mismo.

Erato y yo caminamos hacia otra oficina al final del pasillo. Al llegar Erato se marchó y yo quedé solo. Golpeé la puerta señalada como Morada de los Ángeles, y una voz me indicó que entrase. Un hombre alto y delgado con cabello rubio ondulado me estrechó la mano y se presentó.

—Hola, Sebastián. Mi nombre es Rafael. Bienvenido a la Morada de los Ángeles.

—Hola. Encantado de conocerte—repliqué mientras estrechaba su mano.

—¿Cómo puedo ayudarte?— inquirió Rafael.

—Quiero regresar a la Tierra lo antes posible, pero Erato me explicó que no existen cuerpos disponibles en este momento con las características que yo necesitaría para poder llevar a cabo mi misión. ¿Hay algo que puedas sugerir?

—Desafortunadamente, no puedo ayudarte con un cuerpo, ya que solo me especializo en ángeles— explicó Rafael.

—¿Puedo regresar a la Tierra como un ángel?

—¿Con tus antecedentes? Los ángeles son mensajeros de Dios y son seres celestiales supremos, superiores a los hombres en poder e inteligencia. Son altruistas y piensan solo en los demás. Realizan buenas acciones y no buscan nada a cambio, solo el privilegio de servir. Tú no has actuado como un ángel en el pasado— explicó Rafael.

—Sí, pero sé que puedo hacerlo. Solo dame una oportunidad— dije.

—Toda alma que desee convertirse en ángel debe aprender a abandonar todos los pensamientos egocéntricos y a concentrarse en una conducta virtuosa. La buena disposición lo es todo— continuó.

—Estoy listo— repliqué.

—No lo creo. Así como hay diferentes grados en la escuela en la Tierra, existen diferentes grupos de ángeles en la Morada de los Ángeles. No puedes pretender saltar al primer grado si nunca completaste el preescolar, y no puedes ir a la universidad si no completaste la escuela primaria y la secundaria. En base al karma de tu vida pasada y las lecciones que no aprendiste o dominaste durante tu vida en la Tierra, no estás preparado para entrar ni siquiera en el grupo más bajo de los ángeles.

—¿Ni siquiera en el más bajo? Fui un psiquiatra en mi vida pasada. ¿La experiencia de la vida anterior no cuenta para nada?

—No. Tu profesión en tu última vida no tiene importancia. Lo único que importa son las lecciones que aprendiste mientras permaneciste en la Tierra. Lo que cuenta es la forma en que te comportaste y cómo manejaste los desafíos a los que te enfrentaste. El hecho de que fueras un doctor es insignificante excepto para señalar que recibiste ventajas personales y financieras. Aun así, no siempre empleaste la conciencia correcta al lidiar con otros, incluso con algunos de los pacientes que confiaron en ti. Los ángeles deben tener un amor incondicional y deben ver la belleza de cada alma que habita en un cuerpo humano. No deben ser críticos, y tú nunca dominaste eso— dijo Rafael.

—Estoy dispuesto a intentar cualquier cosa si solo me das la oportunidad. Dime por favor si hay algo que puedas proponer— imploré.

—Tenemos una Fuerza de Operaciones Especiales que usa fantasmas en misiones de recuperación. Podrías ser apto para eso. Si aceptas, se te permitiría abandonar el Lugar del Aprendizaje y regresar a la Tierra. Serías un fantasma, pero al mismo tiempo serías un ángel en entrenamiento. Tengo una tarea que requiere de alguien con un coraje extraordinario, pero debo advertirte que es muy peligrosa. Sin embargo, si tienes éxito, tendrías una recompensa esperándote: se te permitiría estudiar como un ángel aprendiz. Con el tiempo, si estudias y avanzas, podrías adquirir las habilidades necesarias para unirte a otros grupos diversos de ángeles.

—¿Podrías explicarme los diferentes tipos de ángeles?

—Sí. Existen siete grupos inferiores y cuatro grupos superiores. Sumados igualan 11, que es el número de Dios.

—¿Qué quieres decir?— pregunté.

—Sebastián, la Luz ya te lo ha explicado, pero trataré de explicártelo una vez más. Dios, en inglés, es God. La G es la séptima letra del alfabeto, y la D es la cuarta. 7+4=11, el número de Dios.

—¿Y qué pasa con la letra O?

—El primer alfabeto que Dios dio a los humanos fue el alfabeto hebreo, y no tenía vocales, por lo que no había letra O. La letra O era equivalente al número 0. Ahora, permíteme continuar, por favor. Te explicaré las diferentes categorías de ángeles comenzando por la más inferior.

—Ya te he explicado el Ángelfantasma, en el cual tomas la forma de un fantasma, y te conviertes en un ángel en entrenamiento. El siguiente nivel de ángeles es el de Ángeles Aprendices. Aprenden mientras observan y ayudan a otros ángeles. En algunas ocasiones habitarán un cuerpo humano por un corto período de tiempo para realizar acciones extraordinarias. Algunas personas que poseen un sexto sentido podrán observar su aura divina y reconocer que acaban de encontrar un ángel. Los Ángeles Aprendices son evaluados por sus acciones. Luego de aprobar los requerimientos, están listos para convertirse en Ángeles Útiles. En esa etapa aprenderán cómo interactuar con humanos en la Tierra. Ellos susurrarán pensamientos nobles, justos y puros y ofrecerán apoyo.

—Cuando hayan avanzado lo suficiente, pasarán al siguiente nivel, el de los Ángeles Inspiracionales. Esos ángeles actúan como musas para las personas en la Tierra y les otorgan pensamientos etéreos para ayudarlos a crear obras de arte que toquen el alma de los seres humanos.

—El quinto nivel es el de los Ángeles Soñadores. Ellos traen mensajes del mundo del espíritu para recordar a los humanos que existe más en la vida de lo que ellos ven. Ellos muestran su esencia mágica en las fascinantes maravillas de la naturaleza, como la formación caprichosa de las nubes, los arco iris inesperados y los copos de nieve que se asemejan a diamantes centelleantes.

—El sexto es el de los Ángeles Independientes. De una forma cotidiana, ellos informan sobre sus breves tareas a la Morada de los Ángeles. Intervienen en momentos en los que un ser humano atraviesa una dificultad o una enfermedad, y ningún otro ser humano puede proveerle ayuda o consuelo. Ellos susurran bendiciones y otorgan consuelo espiritual.

—El séptimo es el de los Ángeles Guardianes, asignados a una persona en particular durante su vida en la Tierra. Generalmente la persona a la que ayudan es un individuo cuyas contribuciones benefician a muchas otras personas.

—Los cuatro grupos siguientes de ángeles son muy especiales. Ellos han desarrollado habilidades extraordinarias. Los primeros son los Ángeles Instructores, quienes entrenan a los ángeles novatos para su interacción en la Tierra.

—Los segundos son los Ángeles Célebres. Ellos son enviados como embajadores de buena voluntad, para hacernos entender que los ángeles son entidades reales que vienen de otra dimensión para traernos bondad y compasión. También llevan mensajes sobre el poder de la oración.

—El tercer grupo de ángeles son los Ángeles Brillantes. Existen muy pocos ángeles que alcanzan esta cima. Ayudan a personas dañadas por desastres, como inundaciones, tornados, terremotos o huracanes. Son quienes brindan misericordia, esperanza y fe a la humanidad. Convencen a las personas para que se conecten con la Luz, y diseminan buena energía kármica.

—Y los más poderosos y excepcionales de todos son los Ángeles Maestros. Ellos han acumulado conocimiento y experiencia de todas las fuentes desde que comenzó la Tierra. Regresan al Universo en ocasiones muy especiales, quizás solo una vez en cientos de años, luego de un reinado de terror, tragedias o guerra, cuando se pierden muchas vidas a la vez por actos de maldad consumados por aquéllos con almas malvadas. Ahora que entiendes las diferentes clases de ángeles, ¿estás listo para regresar como un ángel fantasma? — preguntó Rafael.

—¿Qué debo hacer?— le pregunté.

—Existen cientos de millones de almas perdidas que han estado errando en la oscuridad por cientos y cientos de años. Estas almas han perdido su conexión con la Luz, y como resultado permanecen en la oscuridad. No son necesariamente entidades malvadas por naturaleza, pero por perder su conexión con la Luz se tornan más susceptibles de unirse a las fuerzas del mal y finalmente pueden pasar a la Oscuridad.

—Se ocultan, y desean permanecer en un mundo al que no pertenecen. Por supuesto no admitirán que están muertos. En esto es donde puedes ayudar, Sebastián. Si aceptas regresar como fantasma, serás capaz de ayudarnos a encontrar algo que ha estado perdido por más de cuatrocientos años. Buscarás una parte de tu propia alma. Serás enviado a rescatar la parte del alma de Don Quijote que sigue vagando en la oscuridad. Es necesario para ti hacer esta conexión para que te vuelvas aún más fuerte. Mientras los estés enfrentando, tu propio pasado, tu presente y tu futuro se conectarán simultáneamente. Finalmente, Don Quijote volverá— explicó Rafael.

—Si efectivamente vuelvo a la Tierra como un fantasma, ¿podré comunicarme con alguien?— pregunté.

—Elegirás once personas. Todas tendrán un sexto sentido más desarrollado. Siete personas serán capaces de oírte, y cuatro personas podrán verte y oírte. Sebastián, ésta es tu oportunidad de avanzar en una misión extraordinaria. Si tienes éxito, esto constituirá tu primer paso para convertirte en un Ángel en Entrenamiento. ¿Estás listo para emprender esta tarea? — indagó Rafael.

—¡Estoy listo!— declaré.

En ese mismo momento golpearon la puerta y Rafael fue a atender. No pude ver quién era, pero alguien susurró algo a Rafael y partió. Rafael cerró la puerta y quedó frente a mí. —Sebastián, me han dicho que la Luz desea verte. Parece que algo importante va a ocurrir muy pronto y la misión que acabamos de discutir puede quedar demorada indefinidamente.

—¿Podrías contarme lo que está ocurriendo?— inquirí.

—Sabrás más cuando sea el momento apropiado— replicó Rafael y concluyó la conversación.

Se despidió y yo partí.

3 - El Juego

Recordarás todo en el instante en que realmente lo desees.

Un Curso en Milagros

Después de mi encuentro con Rafael, me dirigía a la Biblioteca del Lugar del Aprendizaje con el fin de poder investigar más acerca de los ángeles cuando me crucé en el camino con Koko. Me comunicó que la Luz me estaba buscando. Le pregunté si sabía cuál era la razón por la que la Luz me buscaba y él me dijo que no. La verdad es que yo estaba cada vez más intrigado. A continuación Koko me condujo hacia una puerta con el cartel de «Privado» y luego desapareció. Golpeé la puerta, y la Luz respondió.

—Entra, Sebastián.

Entré a la sala y no supe qué esperar esta vez. Había imaginado a la Luz como una forma radiante y resplandeciente, con luminosidad y fulgor. Sin embargo, la Luz se reveló ante mí en una forma humana como en nuestro último encuentro cuando llegué por primera vez al Lugar del Aprendizaje. Al tiempo que lo miré con reverencia y respeto, sus ojos amables y benévolos se fijaron en los míos. Me saludó con un apretón de manos e indicó que me sentara en una silla cercana a él.

—Sebastián, estoy al tanto de tus acciones desde que llegaste al Lugar del Aprendizaje y te he estado observado con mucho interés. Sé que Rafael te ha ofrecido una oportunidad por la que podrías convertirte en un Ángel‐Fantasma‐en‐Entrenamiento. Sin embargo, es muy posible que muy pronto yo tenga que requerir tu ayuda para una misión mucho más importante. Más adelante te daré los detalles de tu misión. En este momento no quiero comentar mucho— dijo la Luz.

—Estoy honrado de que usted me considere para una misión, pero a la vez también me preocupa. ¿Podría darme alguna pista?— pregunté.

—No me llames de usted, Sebastián. Aquí todos los espíritus somos iguales. La misión está relacionada con el conflicto existente entre el bien y el mal. En el comienzo, cuando yo creé el Cielo y la Tierra, decidí compartir mi poder con otras energías poderosas. De todos esos poderes combinados, emergieron otras fuerzas o entidades poderosas. Uno de los más poderosos fue Eway, que es Yawe al revés. Algunas personas lo llaman Lucifer, el Ángel Caído. Y entonces comenzó una lucha entre nosotros dos, la Luz y la Oscuridad.

—Es muy posible que Eway quiera reunirse contigo. Hablará de sí mismo y presumirá de sus conquistas y su poder. La Oscuridad se ha hecho mucho más fuerte a lo largo de los numerosos ciclos de evolución de los seres humanos. Atlantis y Lemuria eran continentes del Océano Atlántico, donde existieron civilizaciones avanzadas hace unos 14.000 años atrás. Fue la fuente principal en donde se originó el hombre actual, y a su vez, a través de ella se desarrolló el plan maestro que nos ha llevado a la civilización actual.

—Lemuria era el símbolo de una sociedad ideal que fue forzada a defenderse de las actitudes hostiles de los habitantes de Atlantis. La guerra entre los Lémures y los Atlantes fue una guerra entre la Luz y la Oscuridad, entre el bien y el mal. Esta guerra llevó a la destrucción de ambas sociedades. Luego de fracasar en la invasión a Lemuria, Atlantis se hundió bajo las olas del mar en un solo día. Los profetas y los defensores de la cultura Lemur fueron advertidos: iba a producirse un cambio. Ellos estaban en sintonía con la naturaleza, y comenzaron a recibir información de que la Tierra iba a atravesar un cambio dramático.

—Los Lémures estaban en contacto con la tierra, por lo que se prepararon para el gran cambio. Cuando recibieron las señales comenzaron a irse a vivir bajo tierra. Esto ocurrió aproximadamente un año antes de «La Inundación». Durante su estancia bajo tierra aprendieron a vivir allí y a usar su medio ambiente para sustentarse. Construyeron comunidades subterráneas, y cuando llegaron las inundaciones estuvieron a salvo de las aguas (a pesar de que la mayoría de las personas sobre la superficie de la Tierra perecieron). Como verás, los Lémures eran seres altamente evolucionados y muy espirituales.

—Aunque haya en la Tierra muy poca evidencia física concreta de que este continente antiguo existió, actualmente muchas personas sienten tener una conexión fuerte con Lemuria. Luego de ganar la batalla y triunfar por la desaparición de Atlantis y Lemuria (como resultado de la maldad humana), la Oscuridad se sintió muy confiada en salir nuevamente vencedora en una nueva confrontación con la Luz. Más tarde, al comienzo de una nueva civilización, la Oscuridad nos propuso un juego. Yo acepté su desafío porque creía y aún creo que eventualmente saldremos victoriosos.

—¿De qué se trata ese juego?— pregunté altamente interesado.

—El juego consiste en saber cómo usar y distribuir en seres humanos las 22 cartas de los Arcanos Mayores del Tarot Egipcio. Yo recibí 11 cartas y la Oscuridad recibió las otras 11— continuó la Luz.

—No entiendo— admití.

—Te explicaré las reglas del juego. Yo recibí 11 cartas y deberé elegir 11 almas que entrarán al nacer en cuerpos de personas que representen las características de esa carta y puedan llevar a cabo un cambio positivo en la humanidad, y en consecuencia muestren a la humanidad el camino hacia la honestidad y la virtud. Por otro lado, la Oscuridad deberá entregar sus 11 cartas a almas de personas que considere que podrían causar el mayor daño posible a la humanidad y como consecuencia de ello destruyan la bondad y la generosidad de la naturaleza humana. Debido a que perdí en nuestro último enfrentamiento, los dos, la Luz y la Oscuridad, compartiremos la carta de los Amantes. Serán las almas de dos personas que se han amado vida tras vida; sin embargo, su última misión será luchar el uno contra el otro con el fin de conseguir la victoria de la Luz o de la Oscuridad.

—Todo esto me resulta difícil de seguir— me lamenté.

—Sé paciente y escucha atentamente. Existen batallas por el poder en la Tierra y batallas por el poder en el Más Allá. La Oscuridad sostiene que es más fácil ser malvado, porque el amor requiere tiempo y esfuerzo. Ahora, Sebastián, déjame continuar con las reglas. El tiempo que establecimos para este juego consiste en 22 ciclos de 144 años cada uno. Existirán 22 períodos adicionales de 144 años cada uno. Estos veintidós períodos serán algo así como un «descanso», considerándolos períodos neutrales sin agresiones.

—Yo estoy seguro de que tú eres consciente del poder de los números, por lo cual te pido que escuches detenidamente, Sebastián. Se nos darán 11períodos de 144 años para la Luz y 11 períodos de 144 años para la Oscuridad. Durante todo este enfrentamiento existirán ciertos períodos adicionales en los cuales no ocurrirá nada. Durante estos períodos, la humanidad continuará su evolución.

—Los 22 ciclos de 144 años nos darán un total de 3.168 años, los cuales nos dan el número final de 18 (3+1+6+8=18). Los 22 períodos adicionales de 144 años, o 3.168 años, se agregarán a los otros 3.168 años, lo cual nos da 3.168+3168=6.336 años, que también da 18 (6+3+3+6=18). 1+8=9. El número 9 termina todos los ciclos. Todos esos números serán una parte muy importante del juego, en el cual los papeles principales serán interpretados por seres humanos, y tanto la Oscuridad como yo utilizaremos esos números. El objetivo final del juego será determinar si la naturaleza humana tal como ha sido creada está más inclinada hacia el bien o hacia la maldad— me informó la Luz.

—¿Cuál piensas que es la respuesta?— pregunté.

—Pudiera resultar que las fuerzas del mal sean más poderosas que las fuerzas del bien , o, por el contrario, que la bondad finalmente sea más poderosa que la maldad. Como ya te expliqué hace un momento, tanto Atlantis como Lemuria fueron destruidas por la maldad humana. Yo fui derrotado y eso hizo que se restablecieran los principios básicos de la existencia en el mundo. Ahora, deseo demostrar que aunque los seres humanos son libres, la bondad puede triunfar y triunfará al final sobre la maldad.

—Durante todo este juego, he tratado de hallar seres humanos que se identifiquen conmigo, y la Oscuridad ha tratado de encontrar seres humanos que se identifiquen con ella. Yo seré más fuerte en tanto más almas se alíen conmigo, y la Oscuridad será más fuerte en tanto más almas se alíen con ella. Siempre existe una batalla de poder— La Luz concluyó. Adiós por ahora, Sebastián. Volveremos a encontrarnos, y en esa nueva ocasión seguiré contándote más cosas.

Al finalizar nuestro encuentro, pensé que incluso en el Más Allá siempre se debe esperar lo inesperado. Más aún: un encuentro con la Luz puede cambiarlo todo.

4 - Tarot

«El alma del hombre es como el agua. Viene del Cielo, se eleva hacia el Cielo y vuelve después a la Tierra, en un eterno ciclo»

Wolfgang von Goethe

Después de mi encuentro con la Luz, yo seguía confundido y deseaba hablar una vez más con Rafael con el fin de obtener más información, ya que suponía que la Luz no me estaba contando todo.

Encontré a Rafael en su oficina.

—¿Tienes unos minutos para mí? Acabo de encontrarme con la Luz y tengo algunas preguntas—comencé abruptamente.

—No me sorprende. Podré decirte algunas cosas pero otras no. Deberás ser paciente. La Luz te revelará lo que necesites saber cuando lo estime oportuno— indicó.

—Este juego del que la Luz me habló es desconcertante. Sé que siempre existirá una lucha entre el bien y el mal, ¿no es un hecho ya conocido por todos? — pregunté.

—Sí, es cierto. Tanto el bien como el mal residen dentro de cada persona y entablan una batalla constante, no solo dentro de cada individuo sino también para todo el mundo— respondió Rafael.

—La Luz también se refirió a Atlantis — comenté.

—La guerra de Atlantis también fue la guerra de Armagedón, que fue narrada en el Libro de las Revelaciones. Todas las guerras no son más que repeticiones de las guerras entre la Luz y la Oscuridad. Siempre es un juego pero al final de cada batalla el vencedor recibe como premio el control y el poder— explicó.

—La Luz me contó que la Oscuridad lo desafió a enfrentarse en un juego de cartas de Tarot. ¿Podrías decirme algo de las cartas del Tarot?— pregunté.

—Las cartas del Tarot son el juego de naipes más antiguo que existe. Se usaban en la época de Atlantis y después también eran comunes en Egipto. El Tarot fue originalmente un libro de Sabiduría atribuido a Thoth, el Dios Egipcio de la Sabiduría. Thoth se representaba con cuerpo humano y cabeza de Ibis. Se dice que Thoth era el escriba de los Dioses y que su libro contenía toda la sabiduría del mundo. El Tarot se basó en el conocimiento de Thoth, y actualmente se correlaciona con el simbolismo masónico, la astrología, la Cábala y la numerología.

—El Tarot se originó en India y los cuatro símbolos representan las cuatro castas principales de la India. Las copas representan a los sacerdotes, las espadas a los gobernantes guerreros, las monedas, a los comerciantes y los bastos o bastones, a los agricultores. Los gitanos llevaron el Tarot en su travesía desde la India a Europa y desde allí viajaron a América. El Tarot sigue siendo muy popular en los tiempos actuales y existen innumerables versiones— declaró Rafael.

—¿Para qué se usan las cartas del Tarot? — pregunté con humildad.

—El Tarot es una guía para la transformación interior, revela mensajes ocultos y amplía la visión que se tiene de uno mismo y del cosmos. Las imágenes del Tarot describen condiciones espirituales. Son imágenes espontáneas de nuestra alma, y al final, el Tarot no es más que un mapa de nuestro camino interior hacia una mayor conciencia. Cada carta representa la energía de los símbolos que hay en ella y refleja esa misma energía sobre quien la usa. El Tarot se usa para predicciones del futuro y para entenderse a uno mismo.

—En la antigüedad, las personas consultaban a los Dioses, quienes eran conocidos como divinidades, y creían que las divinidades eran bondadosas hacia los humanos y les brindarían una guía útil y un consejo acertado cuando fueran consultados. El Tarot también se utiliza como un camino mágico en la búsqueda de conocimiento, armonía y crecimiento. Es un método para discernir las verdades esenciales de la Vida.

—En esencia, las cartas de Tarot son historias expresadas en ilustraciones. Son una historia de hechos simbólicos y, si son correctamente interpretadas, pueden ser útiles para lograr nuevas perspectivas sobre alguna situación confusa. Las cartas pueden vaticinar o predecir el futuro de un individuo. Los ocultistas asocian la palabra Tarot con la Torá, la denominación hebrea para los cinco libros de Moisés, que es la ley del pueblo Judío. Esta palabra Torá se ha convertido en sinónimo de la Ley Divina.

—La historia que cuentan las cartas de los 22 Arcanos Mayores es tan antigua que llega al amanecer de la conciencia humana. Las veintidós ilustraciones del Tarot más antiguo representan con imágenes simples la estructura básica de los mitos, las fábulas y las leyendas. El Viaje del Héroe es probablemente la historia más antigua de la humanidad. Las cartas, al igual que los sueños, le hablan al alma humana en su idioma a través de imágenes— me informó Rafael.

—Entonces, ¿las cartas de Tarot tienen un poder o magia especial?— quise saber.

—El poder no está en las cartas porque no son sagradas. La magia se produce a partir de la respuesta que evocan las cartas, al alcanzar la psiquis más profunda de la persona que las usa— afirmó Rafael.

—Tengo mucho que aprender — mascullé.

—No te preocupes por eso ahora. Como te dije antes, la Luz te explicará todo lo que quieras saber en su debido momento — afirmó Rafael.

—Solo una pregunta más, por favor. ¿Todas las religiones tienen conocimiento acerca del Tarot? — reflexioné.

—Como el Tarot es un sistema de conocimiento antiguo, ha sido enseñado a través de los siglos en escuelas de Misterio secretas. Debido a la dinámica de la reencarnación, en algún momento de nuestro pasado todos hemos sido judíos, musulmanes, cristianos, hindúes, budistas, ateos o agnósticos, y por lo tanto nuestras almas poseen la misma información. A pesar de haber vivido en diferentes países, todos estamos conectados por este conocimiento Universal.

—Finalmente, todas las almas tienen conciencia acerca de su individualidad y de su íntima unidad con Dios. Si tuviéramos que coordinar las enseñanzas del Tarot, tanto las antiguas como las nuevas, así como las filosofías de Oriente y Occidente, entonces reconoceríamos la importancia de que la vida no es tanto una cuestión de religiosidad individual, sino que es, ante todo, el potencial de profundizar la conciencia del espíritu viviente — explicó Rafael.

—Coincido plenamente contigo — interrumpí — pero tengo otra pregunta.

—Sebastián, espero que esta sea la última — replicó Rafael.

—Es sobre el bien y el mal. El tema es más complejo de lo que parece — murmuré.

—Debo concluir ahora nuestra reunión. Puedes hablar más tarde con Erato acerca de esos temas — dijo Rafael mientras se alejaba.

5 - El Ángel de la Luz y el Ángel de la Oscuridad

«Una disculpa para el diablo: hay que recordar que hemos oído solo un lado del caso. Dios ha escrito todos los libros»

Samuel Butler

Lucy Neal no esperaba que sus últimos momentos en la Tierra terminaran en la forma en que todo ocurrió. En la noche de Halloween ella había ido a Commodore Plaza en Coconut Grove, vestida con disfraz de ángel y una máscara blanca. Iba con la intención de asesinar a Luigi Escalante. Lo culpaba por la muerte de su hijo Michael y buscaba venganza. Michael había sido alcanzado unos años antes por una bala perdida justo delante de su casa, en un tiroteo entre traficantes de drogas, y murió instantáneamente.

Lucy sabía que Luigi Escalante era el narcotraficante responsable de la muerte de Michael y de muchas otras personas inocentes. También sabía que Luigi ocultaba su participación en el negocio de las drogas, asumiendo un papel de ciudadano respetable y de filántropo millonario. Ella empuñó el arma que había comprado para matar a Luigi Escalante; estaba lista para disparar, pero su plan se alteró cuando yo llegué a la escena. Lucy había sido mi paciente, y me había pedido ayuda para sobrellevar su dolor por la muerte de su hijo.

Yo tenía mi propio motivo para matar a Luigi, y por eso estaba en el mismo lugar que Lucy esa noche de Halloween. Yo creía que Luigi era en realidad el malvado Leo Lorenzo, a quien había conocido en una vida anterior cuando yo era Don Quijote. Luigi había insultado a la hermosa y pura Dulcinea, el amor de mi vida, y me imaginé a mí mismo como un Caballero Cósmico luchando por su honor, y por ello, me aproximé a Luigi con mi espada. En ese mismo instante él tomó a Lucy y usó su cuerpo como escudo. La sostuvo frente a él, y entonces mi espada atravesó a Lucy en su lugar. Yo no supe que había asesinado a Lucy hasta que le quitaron la máscara. Ella murió sin vengar la muerte de su hijo y yo fallecí en prisión como un asesino convicto.

Cuando la vida de Lucy terminó, su cuerpo desechado permaneció en la Tierra y su alma viajó a través de un túnel hacia la Luz. Cuando Lucy alcanzó el final del túnel había dos ángeles esperando en sitios opuestos. El Ángel de la Luz estaba de pie en el lado derecho y se aproximó primero a ella, mientras que el Ángel de la Oscuridad esperó del lado izquierdo.

—Hola, Lucy. Bienvenida al Más Allá. Yo soy tu Ángel Blanco y represento la Luz. Nos gustaría que te unieras a nosotros— dijo el Ángel de la Luz.

—¿Es que tengo alguna otra opción?— preguntó Lucy.

—Sí. Siempre hay opciones, en la Tierra y en el Más Allá. Ahora estás confundida, pero somos creados a imagen de Dios. La Luz es poderosa, y ofrece amor. Dentro de cada alma existe la necesidad de dar y recibir amor, y esto es común a cada criatura viviente y nos une a todos. Cuando te unes a la Luz estás eligiendo amor— explicó el Ángel de Luz.

El Ángel de la Oscuridad interrumpió: —Yo soy el Ángel de la Oscuridad y hablo por Eway, el Príncipe de la Oscuridad. Todas las acciones dan lugar a hechos y consecuencias. También existe una inclinación para el bien y para el mal tanto en Dios como en los humanos. Se ha dicho que existen dos ángeles sentados uno en cada hombro de todo ser humano. Uno representa el bien y el otro representa el mal. A cada momento es necesario elegir cuál opción seguir.

—Se cree que los niños menores de trece años son gobernados solamente por tendencias negativas. No reconocen la diferencia entre sus necesidades y las necesidades de los demás, y no son por lo tanto responsables de las consecuencias de sus actos. Cuando el juicio es insidioso y no contiene misericordia ni amor, una acción puede parecer malvada para el observador.

—Para entender la maldad, antes hay que examinar y entender el concepto de verdad, porque el concepto de Verdad de cada individuo es diferente— explicó el Ángel de Oscuridad.

—¿Qué quieres decir?— preguntó Lucy.

—El mundo de los humanos es el mejor de todos los mundos posibles, y todo lo que ocurre en él no es más que un mal necesario. Existe una leyenda que nos cuenta acerca de los ángeles caídos. Hace mucho, mucho tiempo, unos 200 ángeles, entre ellos los Ángeles Guardianes, desearon a las mujeres y bajaron a la Tierra a satisfacerse con ellas. De esas uniones nació una generación de gigantes. Estos ángeles caídos fueron vistos como héroes y se convirtieron en hombres de prestigio. Cada uno de los ángeles caídos enseñó a la humanidad un tipo particular de maldad, especialmente, el uso de armas. El mal es una parte de Dios, y parte de la Divina Creación. Así como no existe solo el blanco y el negro sino muchas variedades de gris, no existe solo el bien o el mal en cada ser humano, sino un porcentaje de ambos— aclaró el Ángel de la Oscuridad.

—¿Por qué alguien elegiría el mal en lugar del bien? ¿Por qué alguien elegiría ir al lado de la Oscuridad en lugar de ir hacia la Luz?— reflexionó Lucy.

—Cualquiera que venga a la Oscuridad es liberado de todas las deudas kármicas, y no tendría que pagar por ninguna acción cometida en vidas pasadas. Solo en la Luz el Karma es una deuda que debe ser pagada— alegó el Ángel de la Oscuridad.

El Ángel de la Luz se interpuso. —Si eliges permanecer con la Luz, habrá siete principios de reencarnación primarios y cuatro secundarios que deberás seguir. Esos son los once principios que crean nuestro destino, pero nunca tenemos que colmar las expectativas de nuestro destino, y la mayoría de las veces hallamos más fácil no hacerlo. El futuro ya existe, pero puede cambiarse constantemente, porque se nos ha dado una importante facultad de libre albedrío.

—¿Una importante facultad de libre albedrío?— preguntó Lucy extrañada.

—Nos ocuparemos de eso luego— respondió el Ángel de la Luz.

Lucy estaba desconcertada. —¿Cómo se puede cambiar algo?

El Ángel de la Luz continuó. —Puedes equiparar la vida de una persona con una película que ya ha sido producida, dirigida y a su vez proyectada. Según sea nuestra reacción a las circunstancias que ocurren, siendo proactivos o reactivos, nos puede ayudar a alcanzar un plano espiritual más alto y alterar el resultado. Cuando somos proactivos, y somos conscientes de los errores en nuestro comportamiento que pueden herir a otros, y elegimos corregir esos errores, podemos elevarnos a una dimensión paralela a esta en la cual estamos viviendo.

—El tiempo no existe en el Más Allá, porque cada acción provoca un resultado inmediato. La razón por la que existe el Tiempo en el mundo físico es para permitir una brecha entre una acción y el resultado de esa acción, de forma que tengamos una oportunidad para corregir nuestros errores. Si una persona roba un banco en el mundo físico, puede llevar Tiempo hasta que el robo es descubierto y entonces el ladrón es castigado.

—Durante ese intervalo, el ladrón tiene una oportunidad para reparar el daño y corregir su error. Si no lo hace, tendrá una deuda kármica que habrá de pagar en algún momento. Cada acción hostil que cometemos tiene un precio que pagar. Cuando actúas de una forma dañina hacia otros, estás tomando algo que no te pertenece. En el caso del robo, era dinero. Asimismo, a veces las personas no se percatan de que existen muchas otras formas de robar a otros. Cuando envías pensamientos negativos a alguien, debido a tus propios celos, codicia o ambición de poder, también estás robando.

—De alguna manera tendrás que devolver la energía de la que te apropiaste. Algunas veces, la sanción requerida para la restitución de un robo puede ser un tipo diferente de reintegro, más importante que devolver un monto equivalente del dinero que fue robado. La compensación puede tomar otra forma de castigo, como la pérdida de salud, el fracaso en los negocios o el fin de una relación amorosa. A veces las deudas kármicas se extienden a muchas vidas, y la reencarnación les da a las personas la oportunidad de hacer una retribución a través de buenas acciones y limpiar el camino para vidas futuras.

—¿Cuáles son los once principios de la reencarnación?— preguntó Lucy.

—Existen muchos factores que determinan cómo elegimos una nueva vida. Uno, nuestra alma es atraída hacia nuestros padres y familia. Queremos continuar nuestro viaje con las personas con las que nos encontramos cercanas.

—Dos, nuestra alma es atraída hacia nuestro ADN y nuestros ancestros. Podemos mantener nuestras capacidades mentales y nuestros talentos de nuestras vidas anteriores. Recibimos nuevos atributos físicos, talentos y capacidades mentales a través de nuestro ADN. Este ADN que heredamos de nuestros padres también lo heredamos de nuestros ancestros. Siempre es más fácil reaprender que aprender.

—Tres, nuestra alma es atraída hacia el entorno que incluye religión, ideas políticas, opiniones paternas y nuestros amigos y escolaridad.

—Cuatro, nuestra alma es atraída a la fecha de nuestro nacimiento y la estación de nuestro comienzo. Nuestra fecha de nacimiento es muy importante. Los números y las estaciones gobiernan el Universo, y aunque esto nos influencia, no nos obliga o es determinante para aceptarlo.

—Todo comienza en un nivel espiritual, y luego se convierte en físico. Piensa en la reencarnación como en un árbol. Se planta una semilla, crece y se hace árbol. Luego de un tiempo, las hojas se caen, el árbol muere y se descompone, vuelve a la Tierra, rejuvenece y nace nuevamente. Así ocurre con los seres humanos. Sin embargo, no queremos perdernos el momento oportuno de regresar a la Tierra— le informó el Ángel de la