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La Conspiración del Ángel Gabriel
La Conspiración del Ángel Gabriel
La Conspiración del Ángel Gabriel
Libro electrónico73 páginas1 hora

La Conspiración del Ángel Gabriel

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Estamos en la Era de Acuario y se están entregando todas las llaves de la ciencia sagrada. Pero solamente los iniciados, los Hijos de Luz, sabían que el comandante iniciador de estos procesos era el Ángel Gabriel. Con esta obra hemos entregado las llaves del cielo en sus manos. Ahora usted puede abrir, entrar y morar voluntariamente en el paraíso, edén y mundos internos. Sabemos que el laberinto de las teorías es enorme, también sabemos que la bestialidad humana está dominando a todo el planeta, sin embargo tenemos la confianza que las personas que reciban la llave del agua de la vida eterna sabrán entrar al misterio que está esperando por los seres más afortunados del mundo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 sept 2014
ISBN9781311261670
La Conspiración del Ángel Gabriel
Autor

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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    La Conspiración del Ángel Gabriel - Adolfo Sagastume

    Índice

    Introducción

    Conspiración de Gabriel

    Estrategia de Gabriel

    El Arma de Gabriel

    Organización dela Resistencia

    Detractores de la Conspiración de Gabriel

    Los Conspiradores Ingenuos

    Los Desinformadores de la Conspiración

    La Era de Acuario

    Conclusión

    Introducción

    Uno de los actos más crueles e inhumanos que encontramos en los inicios del Antiguo Testamento está relacionado con la debilidad de Abraham. Como toda la humanidad cristiana sabe, Abraham procedía de la vieja Ur, un lugar perdido de Caldea y salió a recorrer el desierto llevado por la idea que Dios le hablaba. Y en uno de sus encuentros le dijo que abandonara la tierra de sus padres y que se fuera como nómada a recorrer los lugares más solitarios del desierto. Entre una de las promesas que Abraham oyó de Dios estaba la que le indicaba que con el tiempo le daría una gran descendencia humana y espiritual y, si permanecía fiel a su mandato, le daría una tierra para morar él y para que después morara toda su descendencia.

    Así encontramos a Abraham ya viejo viviendo en el desierto acompañado de su hermana Sara una señora muy hermosa pero estéril, es decir, no tenían hijos. En aquellos tiempos había costumbres que ahora consideramos ridículas y, por qué no decirlo, estúpidas. En este rango estaba la costumbre de que la esposa legítima acostumbraba escogerle mujeres a su marido para que tuviera hijos con ellas. A la hora del parto la esposa recibía el producto en sus piernas y se consideraba suyo el niño que naciera en esas condiciones.

    En el caso de Sara, cuentan las leyendas de la biblia que tenía una esclava egipcia llamada Agar. Y fue a esta mujer que Sara entregó a Abraham para que la tomara como mujer y le proporcionara hijos. Abraham durmió con Agar y la embarazó y cuando el niño nació le puso por nombre Ismael. Y aquí comienza la historia de occidente. Y todo hubiera estado bien si no fuera que se aparecieron a Abraham dos científicos genetistas a quienes él confundió con ángeles. Estos inseminaron a Sara, la embarazaron y nació su hijo Isaac. Cuando Sara vio a su hijo se llenó de celos contra el hijo de la esclava Agar y los lanzó al desierto, los corrió de la casa.

    Por una parte, Sara conocía la promesa hecha por Dios a Abraham; y por otra, tomemos en cuenta que la vida en el desierto no es nada fácil. Compartir los bienes, el agua, la comida y las joyas con otra mujer es fácil si ella está en indefensión con relación al amo, jefe o patrón. Pero tener que compartir todos esos bienes en condiciones de igualdad no es lo mismo. El corazón de Sara se llenó de celos, envidia y odio.

    Tratar mal a la egipcia y a su hijo era necesario para seguir conservando todas las condiciones privilegiadas de su vida.. Ismael ya no sería coheredero con Isaac, la sulución más que fácil que se le ocurrió a Sara fue la de tratar mal a Agar. Y si quería irse dela casa que se fuera, al fin que eso era precisamente lo que ella deseaba.

    En esas condiciones Agar fue expulsada de la casa y comenzó a deambular por el desierto. Iba como una sonámbula para cualquier parte sin saber a dónde con su hijo en los brazos. Pero las energías humanas tienen un límite. Agar cayó agotada sobre las ardientes arenas del desierto. Tenía sed y su hijo agonizaba en su regazo. Pero su historia no podía terminar allí porque apenas estaba comenzando, eran los tiempos iniciales de la promesa divina. Dios se compadeció de Agar y envió a uno de sus mensajeros, el ángel Gabriel para que la auxiliare en su doloroso percance.

    Gabriel encontró a Agar y a Ismael cuando ya habían llegado al poso de agua que estaba entre Cades y Bered y ella le cambió el nombre al poso y le llamó El viviente que me ve, porque ahí la vio dios, a través de Gabriel.

    En ese encuentro Gabriel le ordenó a Agar que se regresara con Sara y se mantuviera sumisa bajo su protección, pero yo no conozco y no tengo ningún texto que me de más información del resultado. No se dice si Agar regresó o no.

    Sin embargo, lo que si se dice con claridad es la extensión de la promesa hecha a Abraham. Gabriel le dijo a Agar con claridad estas palabras: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además, le confirmó el carácter de su hijo Israel: Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. Génesis 16:1-16

    De Ismael, el hebreo egipcio, proceden los pueblos del desierto conocidos actualmente como árabes. Estos son los pueblos que se reunieron a las faldas del Sinaí para conversar con Moisés cuando se dio el acontecimiento del éxodo. Moisés conducía a muchos pueblos que se mezclaron con el pueblo de Israel y salieron de Egipto huyendo de la esclavitud

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