Segunda Iniciación

Por Rubén Cedeño y Fernando Candiotto

PRESENTACIÓN
“Segunda Iniciación”, de Rubén Cedeño, es una obra profunda, seria y comprometedora; reúne los comentarios que el autor ha realizado sobre cada uno de los preceptos del “Libro de los Preceptos de Oro”, transcriptos por Helena Petrovna Blavastky y contenidos en “La Voz del Silencio”; los mismos han sido vertidos totalmente al castellano y tematizados, sin acotaciones en sánscrito ni ningún otro idioma oriental, lo que facilita su lectura y comprensión; si estos preceptos son practicados, conducen al logro de la Segunda Iniciación. La obra es extensa y abarca aproximadamente unas trescientas ochenta páginas; fue escrita entre Argentina, Bolivia y Uruguay durante una gira de conferencias realizada por el autor en el año 2010; el texto fue revisado y actualizado en el año 2015. Editado por Fernando Candiotto en Editorial Señora Porteña, Buenos Aires, Argentina. www.lametafisica.com OM VAJRAPÂNI HUM

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Señora Porteña
• Fecha de lanzamiento: 24 ago 2020
• ISBN: 9789878390215

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Moscoso

COMENTARIOS SOBRE LA OBRA

Segunda Iniciación, de Rubén Cedeño, es una obra profunda, seria y comprometedora; reúne los comentarios que el autor ha realizado sobre cada uno de los preceptos del Libro de los Preceptos de Oro, transcriptos por Helena Petrovna Blavastky y contenidos en La Voz del Silencio; los mismos han sido vertidos totalmente al castellano y tematizados, sin acotaciones en sánscrito ni ningún otro idioma oriental, lo que facilita su lectura y comprensión; si estos preceptos son practicados, conducen al logro de la Segunda Iniciación. La obra es extensa y abarca aproximadamente unas trescientas ochenta páginas; fue escrita entre Argentina, Bolivia y Uruguay durante una gira de conferencias realizada por el autor en el año 2010; el texto fue revisado y actualizado en el año 2015. Editado por Fernando Candiotto en Editorial Señora Porteña, Buenos Aires, Argentina. www.lametafisica.com

OM VAJRAPÂNI HUM

LUZ DEL ALMA

La Luz del Cristo elimina cada vórtice de la mente

y hace reflejar y ver la Luz del Alma.

Ninguna facultad ni poder psíquico del bajo astral tiene

poder; solo la Luz del Alma rige y guía.

La Luz del Alma desbarata todo castillo de ilusión astral

y hace ver la Verdad.

Todo obstáculo de deseo y apego desaparece ahora

a la Luz del Alma.

Cada deseo egoísta es consumido ante la Luz del Alma.

La Luz del Alma conduce a la otra orilla.

La Divina Igualación me hace uno con la Luz del Alma.

El no-yo desaparece ante la Luz del Alma.

La Luz del Maestro hace desaparecer las sombras.

La Voz del Silencio se percibe en la Luz del Alma.

La Luz del Alma inviste con la Vestidura Sublime

del Renunciante Celestial.

La Luz del Alma dicta la Doctrina del Corazón,

que hace desaparecer todo falso saber.

La Luz del Alma conduce por el Camino del Medio.

La Luz del Alma hace vivir para el Bien de la Humanidad.

La Luz del Alma es la Estrella fija en el más alto cielo,

en las profundidades del espacio,

el astro refulgente que brilla y da Luz para todos.

MEDITACIÓN

PERMANEZCO

El Tibetano

Permanezco en el Ser Espiritual y, como Alma, sirvo.

Permanezco dentro del círculo de la Voluntad de Dios.

Ocupo mi lugar fuera del radio del espejismo del mundo,

y allí permanezco.

Permanezco en la Luz y, a medida que esa Luz brilla a través de toda mi forma, irradio esa luz.

Permanezco en el Amor de Dios y, a medida que ese Amor afluye desde el corazón y a través del mismo, magnetizo a quienes trato de ayudar.

Ante la puerta abierta que solo revela un camino distinto

e iluminado, Yo permanezco.

Ante la presencia ocuparé mi lugar y allí permaneceré firme,

y permaneciendo, veré.

INVOCACIÓN

OM VAJRAPÂNI HUM. En el Nombre de la Ságrada Mónada, invoco al Amado Dhyâni Boddhisattwa Vajrapâni, del Rayo Azul, protector invencible, victorioso, y consumidor del bajo astral, las emociones, sentimientos, deseos y apegos; y convoco al Maestro El Tibetano, del Rayo Dorado de la Sabiduría, para que venga con toda su Inteligencia, haciéndome comprender, realizar y proyectarle a los demás seres humanos el Libro de los Preceptos de Oro. Que esta invocación y la difusión de estas enseñanzas transformen a la gente en Iluminados de Amor Compasivo. Por el más sagrado Nombre de Dios que Yo Soy lo que Yo Soy. OM TAT SAT.

Vajrapâni

Maestro El Tibetano

1

SEGUNDA INICIACIÓN

El Sendero de las Iniciaciones es el próximo paso evolutivo que tiene que dar la humanidad, y todo el que lo toma está a la vanguardia espiritual del planeta.

OBJETIVOS DE LAS INICIACIONES

1. Comprender y aplicar positivamente la Fuerza.

2. Conducir hacia la realización del Cristo Interno.

3. Absorber la personalidad dentro del Alma.

4. Ser un Servidor Mundial activo.

5. Trabajar en el Grupo de un Maestro de Sabiduría.

6. Difundir la Bendición de la Jerarquía.

7. Expandir la conciencia del Logos.

OBJETIVOS DE LA SEGUNDA INICIACIÓN MAYOR

1. Conocimiento, control y purificación del cuerpo astral, y su alineación con el Cristo Interno.

2. Activación de la Llama Crística del cuerpo emocional.

3. Vencer los cinco obstáculos.

4. Desenvolver las Siete Virtudes Trascendentales.

5. Entrenamiento para ser un Nirmânakâya.

6. Percibir la Voz del Silencio.

CARACTERÍSTICAS DE LA SEGUNDA INICIACIÓN

La Segunda Iniciación es el desenvolvimiento de un estado de conciencia superior conocido como el Bautismo; en esta Iniciación se desenvuelve el Amor Inegoísta, el Amor Compasivo, la Inteligencia Emocional, la Consagración a Dios, renunciando al Cielo, y además, la desaparición de las emociones negativas, ilusiones y engaños.

En el desenvolvimiento de la Segunda Iniciación se acepta, por decisión propia, cumplir a cabalidad con los requisitos del Libro de los Preceptos de Oro que aparecen en el libro La Voz del Silencio.

La Segunda Iniciación está bajo la radiación del Sexto Rayo Oro-Rubí de la Devoción, el Idealismo Superior, la Mística y la Paz; por eso, en su ejercicio, el estudiante trabaja por controlar el cuerpo y el plano astral, que están bajo la influencia de este Rayo.

Acota Alice Bailey: Cuando el segundo aspecto del yo personal inferior, el cuerpo emocional, haya sido subyugado o transmutado, entonces, se verá la luz del Cristo, el segundo aspecto egoico. Posteriormente, en Su luz, la Mónada, el Padre, el Uno, será revelado.

La pasión, la rabia, los deseos y la violencia propios del cuerpo astral tienen que ser transmutados en las virtudes del Sexto Rayo Oro-Rubí que rige este plano y la Segunda Iniciación: devoción, misticismo, idealismo abstracto.

Yo Soy transmutando toda pasión, rabia y violencia dentro de mí, en paz, misticismo y devoción.

El Buddha Protector de esta Iniciación es Vajrapâni; el Maestro Tutor es Djwal Khul; el elemento a dominar es el agua; los Directores Elementales Neptuno y Lunara asisten al estudiante en el cumplimiento de su asignatura.

La Segunda Iniciación connota la purificación y limpieza de todo residuo emocional, con todas sus implicaciones, como los sentimientos influyentes de la sociedad, la familia, la religión, la política, y los auto-inculcados. Es la limpieza emocional del juicio y la calificación hacia los demás y hacia las situaciones. Es llevar a la vida práctica el Bautismo de Jesús en el río Jordán, donde, desnudo de emociones y sentimientos, hay que quedarse sin posesiones emocionales para que el Sagrado Espíritu de la Divina Presencia de Dios, del Maestro y toda la Jerarquía Espiritual pueda posarse sobre nuestra cabeza y decirnos: Este es mi hijo amado, sobre quien derramo todos mis dones.

El pensamiento forma de la Segunda Iniciación se encuentra en el mosaico que se observa en la cúpula del Baptisterio de la Iglesia del Espíritu Santo, en Ravenna, Italia; su sonido, en el Auf dem Wasser zu Singen, de Franz Schubert, y en la Sinfonía Nº 1 de Vaughan Williams.

AMOR COMPASIVO

El desenvolvimiento de la Segunda Iniciación conduce a desarrollar, en su máxima capacidad, la sensibilidad del cuerpo emocional, para percibir lo que los demás seres humanos sienten y padecen, tanto lo constructivo como lo doloroso, asunto que desenvuelve el Amor Compasivo. Esto fue lo que percibió el Señor Gautama el primer día que salió de su palacio en Kapilavistu, cuando conoció y padeció el dolor del mundo.

YO SOY UN SER SENSIBLE

Yo Soy un ser sensible, que siente, padece y reacciona positivamente ante:

La Bondad, la maldad y el terrorismo;

El Saber, la ignorancia y el atraso;

El Amor, el odio, el rechazo y la indiferencia;

La Belleza, la fealdad y el mal gusto;

La Salud y la enfermedad;

La Riqueza, la pobreza, el hambre y la corrupción;

La Paz, el conflicto y la angustia;

El Perdón, la opresión y la condenación.

Todo lo negativo puede ser transmutado, para no quedarse en casa, en el trabajo y en el mundo sin hacer nada, contemplando los sufrimientos de los demás por televisión o internet. Es posible auxiliar a la humanidad:

1. Instruyéndola para que aplique la Enseñanza Espiritual.

2. Adiestrándola en el uso consciente del Séptimo Rayo.

3. Activando el Cristo Interno.

4. Entrenándola para que viva de acuerdo a los Siete Principios Universales.

5. Accionando las Virtudes de los Siete Rayos.

6. Haciendo uso de decretos, invocaciones y mántrams.

Hay que salir a la calle a solucionar las situaciones de la humanidad, bien sea facilitando la Enseñanza Espiritual, o auxiliando en un hospital, cárcel o villa miseria.

En el adiestramiento de la Segunda Iniciación, también se comienza a percibir que los triunfos, glorias, alegrías, éxitos y felicidades de los demás son nuestros. No sentimos envidia por ellos y desaparece la competencia, porque un regalo, premio, elogio o viaje de otro, es también nuestro.

En la Segunda Iniciación se desarrolla la sensibilidad por todo lo más sutil, como percibir la textura y aroma del pétalo de una flor; el esfuerzo de la hormiga que va camino a su agujero; el movimiento de la hoja seca que se desprende del árbol; la caída del copo de nieve que se pega al abrigo y es una hermosa estrella que se deshace; la atención del camarero que trae el plato a la mesa; la intensidad y timbre de cada uno de los instrumentos que suenan en una orquesta; la practicidad y rapidez del ordenador; la humildad del que pide limosnas en los semáforos; la elegancia de la reina de belleza. Para esto, es necesario observar con una mente silenciosa que no juzga, no califica, que no daña con su juicio. Observar la vida de las demás personas, las tramas de las óperas, de las películas, las novelas y series televisivas, ayuda a sensibilizarse, y sin darse cuenta, hace que se desenvuelva la capacidad de sentirse uno con los demás, al reír, llorar y emocionarse con los protagonistas.

DESENCASILLAMIENTO

En la Segunda Iniciación no se puede permanecer encasillado dentro de los encumbrados muros de una casa, una sociedad espiritual, un grupo cerrado y elitista, un monasterio retirado en las montañas, un convento, o viviendo con un supuesto maestro en un Áshram. Se permanece en los centros poblados, llenos de gente, donde se perciben las situaciones de la humanidad y lo que esta requiere, para poder prestarle servicio.

Con el entrenamiento de la Segunda Iniciación, tomamos la decisión de no vivir en el Cielo, que tal vez nos merecemos; damos la vuelta y miramos hacia donde está el necesitado, aquel que padece una de las Siete Pobrezas, y nos convertimos en Facilitadores de los Pobres.

YO SOY INFUNDIENDO

Yo Soy infundiéndole

Buena Voluntad a los malintencionados;

Sabiduría, a los ignorantes;

Amor, a los antipáticos;

Belleza, a los no agraciados;

Salud, a los enfermos;

Suministro, a los necesitados;

Perdón, a los rencorosos.

Esto, dicho en otras palabras, es facilitar las Virtudes de Dios contenidas dentro de las cualidades de los Siete Rayos.

En la Segunda Iniciación se trasciende el conocimiento conceptual de las cosas, la información fría e intelectual. Algunos estudiantes creen, falsamente, que recibiendo información en libros o por internet, pasivamente, están en un sendero espiritual, pero no es así; lo que hacen es llenarse de información y más nada. Algún día comprenderán que no pueden seguir llenándose de teorías, y que deben salir a la calle a vivir, poner en práctica y transmitir lo que los Maestros de Sabiduría comunican. No es difícil comprender esto; el asunto es vivenciarlo.

Es irrelevante saber y decir en qué iniciación está determinado Ser de Luz o cierta persona; esos son asuntos de la personalidad, que tiene que desaparecer, y el manejar esos datos, también. Lo que sí es relevante es suministrar ayuda a los seres humanos. El servicio lo debemos prestar desde lo más cercano a lo más lejano, en la comunidad donde vivimos, en nuestra ciudad; luego, a nivel nacional; para seguir con los países vecinos, e ir cubriendo todo nuestro continente; pasando luego a otro continente, y así sucesivamente. Es falso ese que dice querer ir a un país a fundar un grupo espiritual, cuando tiene el lugar donde vive y a sus provincias, desprovistos de la Enseñanza.

PRUEBA DEL AGUA

Después de pasar la Prueba de la Tierra, que corresponde a la Primera Iniciación, viene la del Agua, que concierne a la Segunda Iniciación. La Prueba del Agua y la Segunda Iniciación tienen como objetivo conseguir el control y purificación de las emociones. Las emociones, sentimientos, apegos, deseos y ambiciones propios y ajenos, a veces atacan negativamente a la gente y la hacen llorar, renegar y desesperarse.

Cuando se está atravesando la Segunda Iniciación, suceden enamoramientos ilusorios que intentan sacar al estudiante del Sendero; la familia se puede oponer, y suele suceder que, por amor a la pareja o a los padres, el estudiante abandona la Vivencia Espiritual; las amistades protestan injustamente que han sido abandonadas y relegadas; es posible que el estudiante se disguste con el facilitador porque este lo retó y regañó, y lo acuse de indolencia o de llamarle la atención.

La Segunda Iniciación trata de disolver el asunto de llorar por decepciones, reclamar, apegarse o quejarse, y de controlar los sentimientos, viendo solo el bien en cada cosa, aunque las apariencias demuestren lo contrario. Esto induce a la felicidad. Es decir: Aunque me enamore, mi familia se oponga, la sociedad me critique, los amigos me condenen, no me entorpecerán ni me sacarán de la Vivencia Espiritual. Entonces, nos graduaremos en la Prueba de las emociones o del Agua.

Yo Soy asumiendo el perfecto control de mis emociones. Nada justifica el rabiar, deprimirse ni llorar, porque Dios, el Maestro, la Jerarquía Espiritual y el Servicio a la humanidad son lo único de lo que me debo ocupar.

En la Segunda Iniciación se activa el chakra umbilical, que pertenece al Rayo Oro-Rubí y está conectado con el plano astral. Este chakra concede la vitalidad, y permite que la energía proveniente de nuestros Padres Soles, Helios y Vesta, penetre para darle vida al cuerpo físico y al etérico, del que depende la salud. Por este chakra se absorbe el prana.

EN BASE A COMENTARIOS DE EL TIBETANO SOBRE LA SEGUNDA INICIACIÓN

Muchas vidas transcurren entre la Primera y Segunda Iniciación; aunque ahora, con la aceleración planetaria que existe, se puede recortar este proceso a una sola vida. Puede transcurrir un largo período de tiempo antes de que el Iniciado perfeccione el control del cuerpo astral y esté preparado para el próximo paso. Esta analogía se observa en la vida del Maestro Jesús, en la que pasaron muchos años entre el Nacimiento y el Bautismo, pero en tres años dio los tres pasos restantes: Transfiguración, Crucifixión y Ascensión.

Una vez atravesada la Segunda Iniciación, el progreso es rápido; las Iniciaciones Tercera y Cuarta seguirán probablemente en la misma vida o en la siguiente. Antes de la Segunda Iniciación, la Gran Presencia Yo Soy y el Cristo Interno se fusionan en una sola conciencia, y el estudiante se hace uno con Ella, a fin de que en el plano físico, mediante el yo personal, esa Vida sea una Unidad. Cuando los estudiantes consiguen alinear la Presencia Yo Soy con el Cristo Interno y la personalidad, y precipitan las energías del Yo Soy por intermedio del Antashkárana, entonces, la Primera y Segunda Iniciaciones son una realidad.

COMENTARIO DE ANNIE BESANT SOBRE LA SEGUNDA INICIACIÓN

"Las tres trabas de las que debe librarse el discípulo antes de ser admitido a la Segunda Iniciación, son: la ilusión del ‘yo personal’, la duda y la superstición. El ‘yo personal’ debe conscientemente sentirse como una ilusión, perdiendo para siempre la facultad de imponerse al Alma como realidad. El discípulo debe sentirse uno con los demás; todos los seres deben vivir y alentar en él, así como él vive y alienta en ellos.

"La duda debe desaparecer de su corazón, desvanecida por el conocimiento y no por ciega repulsión. Debe conocer la reencarnación, el karma y la existencia de los Maestros como hechos no solo intelectualmente necesarios, sino como realidades de la naturaleza, comprobadas por él mismo, de suerte que, en estos puntos, no pueda en adelante turbar su espíritu duda alguna.

"La superstición, por último, se desvanece por sí misma, a medida que el hombre progresa en el conocimiento de las realidades y a medida que comprende el papel desempeñado en la economía de la naturaleza por los ritos y las ceremonias. También aprende entonces a utilizar estos diversos medios sin que ninguno lo ligue.

"Quebrantadas estas tres ligaduras –tarea que requiere, a veces, una labor de muchas encarnaciones, pero que puede reducirse, para algunos, a los límites de una sola vida–, ve el chela abrirse ante él la Segunda Iniciación con nueva ‘clave del saber’ y más amplios horizontes. Ve disminuir rápidamente el período de existencia obligatoria que aún le espera sobre la Tierra; porque al llegar a este punto, franqueará la Tercera y la Cuarta Iniciación en su encarnación actual o en la inmediata. El chela que se encuentra en el segundo grado del Sendero es, para el hindú, el Kutîchaka: ‘El hombre que construye una cabaña y alcanza un lugar de paz’. El buddhista lo denomina Sakridâgâmin: ‘El que solo renacerá una vez más’.

En este grado, el discípulo debe desarrollar y hacer más activas las facultades internas, aquellas que pertenecen a los cuerpos sutiles, porque en adelante necesitará de ellas para prestar servicio en las regiones más elevadas del universo. Si las ha desenvuelto anteriormente, este estado puede ser entonces brevísimo. No obstante, el alma puede verse obligada a franquear una vez más las puertas de la muerte antes de pasar al siguiente grado.

LIBRO LA VOZ DEL SILENCIO

Caracas, 23-04-92

La Voz del Silencio es el libro con el que practican los más adelantados estudiantes espirituales que aspiran a la Segunda Iniciación.

La Voz del Silencio es un fragmento del Libro de los Preceptos de Oro. En su extracción y elaboración intervinieron el Maestro El Tibetano, una encarnación de Krishnamurti y Helena Petrovna Blavatsky.

LOS MAESTROS NO OBLIGAN

A los Maestros de Sabiduría no hay que obedecerlos ni hacerles caso, y Ellos tampoco piden obediencia, pero para trabajar con Ellos hay un plan, preceptos, reglas estrictas, lineamientos, consejos y directrices que se pueden agrupar en una sola acción: seguir el Discipulado. Los Maestros de Sabiduría no lo promocionan, mucho menos obligan a seguirlo, pero el que lo desea, lo acepta, y solo así se puede llegar adonde Ellos han llegado; no existe ninguna otra manera. Si alguien no los acata, no pasa nada, simplemente no llegará adonde Ellos; pero eso no es nada malo para el que no quiere tener un Maestro. Así de sencillo.

LIBRO DE LOS PRECEPTOS DE ORO

El Libro de los Preceptos de Oro es el Texto Sagrado por excelencia, con el que estudian y por el que se guían los Maestros Ascendidos, quienes se lo facilitan a los estudiantes que aspiran ser miembros de la Hermandad Blanca por el sistema de estudio de las Iniciaciones Mayores.

El conocimiento y práctica del Libro de los Preceptos de Oro es infaltable para los Maestros y sus estudiantes. Debido a ello es admitido, y su estudio y práctica son sugeridos como pensum de estudio en la Metafísica. Es el libro más antiguo de la humanidad, ya que existía antes de que nuestro mundo fuera creado y produjera el ruido contaminador de la mente, emitiendo conceptos, ideas irreales sobre la espiritualidad, su vivencia, y la relación facilitador-estudiante, como expresan por allí, lo que no tiene que ver con una real vida religiosa.

Al estudiar este texto, podemos decir que lo que cultivamos en la Metafísica es tan antiguo como la humanidad misma, y tan arcaico como toda la Sabiduría Antigua. No es invento nuestro, tampoco es solo para principiantes, sino para Maestros Ascendidos; fue escrito para los que se van a graduar en el Sendero de la Ascensión. Hay que ver lo importante que es. Esto da la seguridad de tener una Enseñanza certera, con respaldo suficiente como para ir por el mundo comunicándola, procurando la activación del Dios Interior en cada quien. Si les dicen: Dejen de engañar a la gente con sus enseñanzas, ya saben que eso es falso. En lo más oculto de nuestra mente y corazón, y el de los Maestros, sabemos que lo que estamos comunicando es para el bien de la evolución humana.

En el Libro de los Preceptos de Oro se revela el origen del Cosmos, nuestro universo, las Chispas Divinas que somos, y se expone la forma de retornar al origen sagrado de nuestro Ser Divino. El original de esta obra es custodiado por el Señor del Mundo, Gautama, la máxima autoridad sobre el planeta Tierra, bajo la protección de los miembros de la Jerarquía Espiritual de Shamballa.

El Libro de los Preceptos de Oro transcripto en idiomas modernos es más largo que el original, que está escrito en una lenguaje simbólico tan condensado, que develarlo y explicarlo requiere de muchas páginas. La humanidad no posee este libro, sino fragmentos del mismo que han sido hechos públicos por algunos de los Maestros de la Jerarquía Espiritual que revelaremos a continuación.

1) Gracias al Maestro El Morya y al Maestro Koot Hoomi, por medio de Helena Petrovna Blavatsky, aparecen fragmentos del Libro de los Preceptos de Oro en la Doctrina Secreta, bajo el nombre de las Estancias de Dzyan, donde se narra sobre el origen del Universo y las Jerarquías Creadoras. Gracias a Djwal Khul, por medio de Alice Bailey, aparece otra gran parte en el libro Tratado sobre Fuego Cósmico.

2) Una porción de los preceptos que le dio el Maestro Koot Hoomi a Krishnamurti como requisitos para la Primera Iniciación, que se encuentran en la obra A los Pies del Maestro, fueron extraídos del Libro de los Preceptos de Oro.

3) El Maestro Djwal Khul, cuando fue Aryasanga, hizo una selección de los aforismos del Libro de los Preceptos de Oro, y junto a unos apuntes escritos por Krishnamurti en una encarnación pasada, se han hecho públicos bajo la autoría de Blavatsky, quien los transcribió como La Voz del Silencio. Puestos en práctica, estos aforismos pueden conducir a la Segunda Iniciación.

4) Gracias al Maestro Pablo el Veneciano, quien se los dio a su discípulo, el Maestro Hilarión, quien a su vez agregó unos comentarios, otros fragmentos del Libro de los Preceptos de Oro fueron publicados por medio de Mabel Collins en el libro Luz en el Sendero. Esta selección de aforismos son los aptos para poner en práctica cuando se aspira a la Tercera Iniciación.

5) Partes del Libro de los Preceptos de Oro aparecen transcriptas en las obras más sublimes de la espiritualidad oriental, como los Vedas, el Guita, los Upanishads y los Yoga Sutras de Patanjali; por eso es tan recomendable dedicarse al estudio de estos textos, tal vez los más confiables para guiar la espiritualidad de una persona.

En vista de que la mayoría de estas transcripciones aparecen en un lenguaje enrevesado, con agregados en sánscrito y otros idiomas antiguos, se han redactado versiones en palabras sencillas, para el estudiantado de Metafísica, que aparecen en los libros Estancias de Dzyan, Primera Iniciación, Segunda Iniciación y Tercera Iniciación.

A pesar de lo preciso que son todos los Maestros que han trabajado en la