Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Dulce Misterio de la Vida
Dulce Misterio de la Vida
Dulce Misterio de la Vida
Libro electrónico467 páginas4 horas

Dulce Misterio de la Vida

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

PRESENTACIÓN
Rubén Cedeño Buenos Aires, 19-6-2018 “Dulce Misterio de la Vida”, del Señor Maitreya, es un libro que reúne todas las pláticas reveladas por este magnánimo Ser, miembro del Triunvirato de Shamballa. Esta obra, de una gran sensibilidad, sumamente profunda y hermosa por demás, es un tratado y manual para el logro de la percepción consciente o el despertar de la Consciencia del Ser Interno, que no es otra cosa que la Iluminación. El Señor Maitreya, como Buddha de la Tierra, tiene especial participación en el proceso interno planetario durante este ciclo, pues está a cargo de conducir hacia la Iluminación –o el Buddhado– a todo aquel miembro de la raza humana que así se lo proponga en su proceso de lograr la autoconsciencia. Se le agradece plenamente y se colma de bendiciones a la Corriente de Vida que trabaje por el extraordinario servicio de expandir esta Enseñanza del Señor Maitreya en la Era Actual. ESTE NO ES UN LIBRO DE LECTURA, ES UNA OBRA PARA DESARROLLAR EL SER INTERNO. Gracias al esfuerzo de un grupo de estudiantes, traductores, editores y correctores, este libro sale a la luz pública en América, la Copa de Luz donde la Jerarquía Espiritual está derramando la égida de las enseñanzas de la Nueva Era, y de allí se proyecta en expansión a todos los países del mundo en sus diferentes idiomas. Que el Bendito Buddha Maitreya cubra con Su Radiación de Amor a todo aquel que estudie estas páginas, y bendiga más aún a aquellos que tomen la iniciativa de enseñarle a los demás lo aquí expuesto, o regalar un ejemplar de este libro para difundir su enseñanza. Gracias.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 abr 2020
ISBN9789874973436
Dulce Misterio de la Vida

Relacionado con Dulce Misterio de la Vida

Libros electrónicos relacionados

Cuerpo, mente y espíritu para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Dulce Misterio de la Vida

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Dulce Misterio de la Vida - Maitreya

    Moscoso

    PRESENTACIÓN

    Rubén Cedeño

    Buenos Aires, 19-6-2018

    Dulce Misterio de la Vida, del Señor Maitreya, es un libro que reúne todas las pláticas reveladas por este magnánimo Ser, miembro del Triunvirato de Shamballa. Esta obra, de una gran sensibilidad, sumamente profunda y hermosa por demás, es un tratado y manual para el logro de la percepción consciente o el despertar de la Consciencia del Ser Interno, que no es otra cosa que la Iluminación.

    El Señor Maitreya, como Buddha de la Tierra, tiene especial participación en el proceso interno planetario durante este ciclo, pues está a cargo de conducir hacia la Iluminación –o el Buddhado– a todo aquel miembro de la raza humana que así se lo proponga en su proceso de lograr la autoconsciencia.

    Se le agradece plenamente y se colma de bendiciones a la Corriente de Vida que trabaje por el extraordinario servicio de expandir esta Enseñanza del Señor Maitreya en la Era Actual. ESTE NO ES UN LIBRO DE LECTURA, ES UNA OBRA PARA DESARROLLAR EL SER INTERNO.

    Gracias al esfuerzo de un grupo de estudiantes, traductores, editores y correctores, este libro sale a la luz pública en América, la Copa de Luz donde la Jerarquía Espiritual está derramando la égida de las enseñanzas de la Nueva Era, y de allí se proyecta en expansión a todos los países del mundo en sus diferentes idiomas.

    Que el Bendito Buddha Maitreya cubra con Su Radiación de Amor a todo aquel que estudie estas páginas, y bendiga más aún a aquellos que tomen la iniciativa de enseñarle a los demás lo aquí expuesto, o regalar un ejemplar de este libro para difundir su enseñanza.

    Gracias.

    PRÓLOGO

    Este libro está dedicado, con el más profundo Amor y Gratitud, al Amado Señor Maitreya. Él también es conocido como El Gran Señor del Amor. Durante muchos siglos ocupó el cargo de Cristo de la Tierra e Instructor Mundial. Fue Él quien trabajó a través del Amado Maestro Jesús durante Su Ministerio en la Tierra.

    En 1956, después de millones de años de servicio a la Tierra como Señor del Mundo, el Gran Sanat Kumara fue liberado de Su exilio por Amor. Lord Gautama, quien en ese entonces desempeñaba el cargo de Buddha de la Tierra, fue elevado al de Señor del Mundo, reemplazando a Sanat Kumara. El Señor Maitreya asumió el puesto de Buddha, y su cargo previo de Instructor Mundial fue gozosamente ocupado por el Amado Koot Hoomi, quien anteriormente servía como Chohán del Segundo Rayo.

    Nosotros le pedimos a este gran Maestro, el Señor Maitreya, que le dé a cada lector de esta obra, el SENTIMIENTO de AMOR POR DIOS y todas sus creaciones, que Él ha encarnado durante tanto tiempo, junto con la Iluminación acerca de cómo convertirse en Señor del Amor, para ayudar a ¡LIBERAR A TODA VIDA POR MEDIO DEL AMOR!

    ¡Que todo el que lea este libro se convierta en un canal a través del cual el Señor Maitreya pueda despertar la Llama del Corazón de cada uno de los hijos de Dios, hasta que la Tierra y toda vida, en todas partes, sean Felices, Alegres y LIBRES!

    1

    EL SEÑOR MAITREYA RECUERDA SU VIDA

    ¡Benditos sean sus corazones! ¿Saben ustedes cuánto los amo?, ¿por cuánto tiempo he observado la delicada y sensible Luz de la aspiración espiritual expandirse dentro de sus conciencias? ¡Por cuántos largos siglos los ha envuelto Mi Amor y cuán fuerte es el deseo de Mi corazón de ver a cada uno de ustedes desarrollarse hasta la completa maestría del poder de su Santo Cristo Propio!

    HE VENIDO

    He venido, amados amigos de la Luz, para que ustedes puedan usar mejor y tener un mayor entendimiento de la Vida. Yo solo vivo para manifestar, a través de cualquier consciencia receptiva, la Presencia de Dios; para expresar la totalidad de Su Perfección, el poder de Su Amor, el infinito Confortamiento de Su camino, la dignidad de Su Presencia, la Maestría de Su energía y Su ministerio a través de la humanidad que elige convertirse en Mí mismo (El Cristo) en acción, sanando las heridas de la humanidad, las de los miembros del Reino Elemental y las Fuerzas de la Naturaleza.

    He venido para hacer que la humanidad regrese a su Estado Divino; para darles luz, vida y belleza, una vez más, a los Ángeles aprisionados; para devolverles el brillo a sus ojos y espíritus vitales, y restaurar la libertad que es la Herencia Divina de la Hueste Angélica.

    He venido a velar para que los elementales vuelvan a ser los mensajeros del más alto Dios viviente, y cumplan así con la misión para la que fueron creados, que es servir a los centros de pensamiento y sentimiento de la humanidad, la que, a su vez, vino a la Tierra con el único propósito de expandir las fronteras del Reino Universal del Padre.

    He venido a la atmósfera del planeta Tierra, a las mentes conscientes de las personas que están reunidas en la cámara superior (la consciencia espiritual), cuyos sentimientos y pensamientos combinados han magnetizado mi Presencia.

    He venido para que puedan probar la dulzura del Amor de Dios por todo lo que existe, ese Amor que lo abarca todo, que es fuerte, lo suficientemente fuerte como para que permanezcan solos con Dios, atrayendo la luz universal necesaria para transmutar la Tierra, sin ser tocados por las creaciones humanas, negándose a aceptar las sombras proyectadas en la pantalla de la vida por aquellos que han perdido la maestría y el control sobre sus energías, esas sombras que persiguen a la gente, sumiéndola en el temor y la confusión.

    He venido para ser una Luz en el mundo, en los corazones de hombres y mujeres que desean llegar a ser Portadores de la Luz, quienes, a través de sus propios cuerpos, pueden emitir la radiación de sus Santos Cristos Propios en la forma de Amor radiante y sublime; esta radiación de Amor es un agente sanador y purificador, es la Iluminación y la Libertad que demanda esta Era en la que han entrado.

    He venido para todos los hijos e hijas de los hombres que me reciban y abran el cáliz de sus corazones, apartando la piedra de la razón humana, para darme la bienvenida con sencillez y entrega de sí mismos. Allí permaneceré, dentro de la cámara de sus corazones, en ese cáliz viviente, para que el Cristo se manifieste en los muchos yos, para que los milagros y la Maestría del Amado Jesús puedan manifestarse a través de muchos cuerpos.

    ¡Cuánto tiempo he esperado recibir esta invitación! Durante mucho tiempo he renunciado a la oportunidad de entrar en las actividades de la conciencia de los hombres y mujeres que habitan sobre una estrella cuyo brillo se ha atenuado, cuyas sombras han invadido la luz del sistema solar, cuya música –como parte de la Música de las Esferas– se ha convertido en un grito de dolor y angustia, una estrella que busca redención no solo para sí misma, sino también para los elementos que componen su cuerpo vivo y respirante, para sus espíritus guardianes y para todas las evoluciones que ella alimenta.

    ¡Soy un invitado y, al mismo tiempo, un humilde servidor de ustedes! ¡He venido en respuesta al llamado de la vida que palpita en ustedes! He venido con sencillez, con mansedumbre de espíritu, con gratitud por la oportunidad de encontrar un anclaje en la conciencia de al menos un puñado de seres humanos!

    ESPÍRITU DE LA RESURRECCIÓN

    He venido para traerles de nuevo la remembranza del Poder del Espíritu Cósmico de la Resurrección, ¡ese Espíritu de la Resurrección que es usado tan libremente por el Reino de la Naturaleza y tan poco por la humanidad!

    En la atmósfera de la Tierra, irradiando sobre ustedes como un corazón de fuego vivo, se encuentra el Espíritu de la Resurrección, a la espera de una oportunidad para resucitar el poder inmortal de la eterna memoria divina, la vista y el oído internos, la dignidad divina y la maestría en todos ustedes. Si puede hacer esto por el Lirio de Pascua, cuyo bulbo permanece dormido bajo tierra hasta que el gran espíritu a cargo de esa especie atrae la Llama de la Resurrección en la primavera, y entonces se manifiesta en los primeros brotes verdes, en la belleza prístina de la flor y en su perfume, ¡ciertamente puede hacerlo por la humanidad!

    ¿Cuál es el misterio, cuando el Espíritu de la Resurrección se manifiesta ante ustedes en cada árbol que florece, en cada flor que viste hermosos colores de luz y emana perfume? En cada arbusto que nace del suelo, la tierra cumple su destino divino, se inclina ante el Espíritu de la Primavera y, a través del poder de la Resurrección, le dice al ser humano: ¡No existe la muerte. Solo existe vida eterna, plena, hermosa!. Oh, amados hijos de mi corazón, ¿por qué duermen sus almas, como lo hace el bulbo debajo de la tierra en invierno, cuando en ellas vive el Espíritu de la Resurrección, que no es una fantasía efímera, sino una prueba viviente que se manifiesta cada año, en la naturaleza, ante sus ojos físicos, ante sus sentidos del olfato y del tacto?

    Creen que el Dios de la Vida, la Luz y el Amor, que eligió darle la inmortalidad al Reino de la Naturaleza, le negaría esa inmortalidad a su más grande creación: el ser humano, cuando las hierbas y los arbustos fueron creados para complacerlo y sostenerlo? ¡Piensen eso!

    Cada mañana de Resurrección, por medio de cantos y de la lectura de los evangelios, se repite la historia de un ser que no creía que la muerte fuera el objetivo último del ser humano; que la desintegración, la decadencia, la senilidad y la ignominiosa eliminación de la conciencia a través de la llamada muerte fueran el objetivo por el cual Dios se había esforzado durante millones de años para crear a cada hombre.

    DIOS ES AMOR

    ¿Durante cuánto tiempo ha estado creando Dios, para ustedes, después de la destrucción de cada cuerpo físico, una nueva y delicada vestidura terrenal a través de la cual pueden intentarlo nuevamente? ¿Durante cuánto tiempo ha estado atrayendo, del espacio interestelar, Seres Angelicales cuyo dosel de luz (Tubo de Luz) los protege de la radiación producida por los efluvios psíquicos y astrales, que son aquello que la humanidad devuelve a cambio de los dones que recibe del gran Padre Celestial? ¿Cuánto tiempo piensan ustedes que tardó Dios en darle forma a esos Cuerpos Electrónicos de Luz resplandeciente, en los que surgieron por primera vez como el SER, en los que sintieron la primera pulsación de consciencia y exclamaron, mental y emocionalmente: ¡Dios mío, Yo Soy!.

    ¿Durante cuántas eras fueron pacientemente guiados a través de las Esferas, y se les dio la oportunidad de explorar todas las bellezas de la Creación, todos los Templos y todas las gloriosas actividades de la Vida que tienen lugar allí? Todo esto fue desarrollado y establecido por Inteligencias que los precedieron, de modo que ustedes pudieran recibir inspiración y ejemplo?

    ¿Durante cuánto tiempo la amorosa Amarillis ha creado, un año tras otro, los jardines más hermosos, cubriendo de verde las profanaciones que los seres humanos han cometido con el Reino de la Naturaleza, incluso haciendo que el bosque o la selva crezcan lo más rápidamente posible sobre las grietas creadas, en la superficie de la Tierra, por la avaricia y el egoísmo humano en su búsqueda de riquezas?

    ¿Durante cuánto tiempo el gran Reino del Agua, de Neptuno, los ha refrescado y purificado? ¿Cuántas mañanas el Sol ha elegido brillar, vertiendo su luz a través de sus ventanas y dándoles la bienvenida cuando abren los ojos, brindándoles el calor del hogar, comodidad y seguridad? ¿Cuánto dióxido de carbono, cuánto de los efluvios que la humanidad emana, individualmente y en masa, han purificado los elementales del aire, dándoles, a cambio, aire fresco para animar sus cuerpos?

    Cuán a menudo los Señores del Karma los han escuchado mientras ustedes permanecen de pie ante Ellos, sin el cuerpo físico que han acariciado y cuidado, y al que le han confiado el destino de sus almas; y por bondad, Ellos les han dado otra oportunidad, diseñando un plan por medio del cual algún Ser Libre en Dios pueda prepararlos, en los niveles internos, para venir al aula de la Tierra otra vez.

    Amados, creen que saben que Dios es Amor. ¡Creen que lo saben! Solo cuando se pongan de pie con los ojos abiertos, en la plena gloria del Estado Divino al que aspiran, ¡podrán ver el largo camino, los senderos que han transitado! Solo entonces se darán cuenta de que Dios es Amor; solo entonces, al igual que el Padre, derramarán su Amor sobre sus semejantes, y se convertirán en Dios en acción.

    CRISIS PLANETARIA

    En este momento del curso evolutivo de la Tierra, nos encontramos en otra crisis planetaria. Este planeta ha tenido más crisis que ningún otro perteneciente a este Sistema; pero siempre, por Amor, alguien ha venido a abogar por la Tierra, para que pueda ser sostenida como un planeta honorable y respetado, que participa de nuestro Sistema Solar. El Señor de la Vida, Sanat Kumara, vino de esta manera, y con Él, muchos bellos Seres, todos con Sus propios Cuerpos de Luz llenos de una magnífica Perfección; algunos de Ellos escogiendo aceptar la vestidura de los elementos que componen la atmósfera de la Tierra, donde entraron gradualmente para ser absorbidos por la conciencia de la masa, hasta que también a Ellos se les pidió conocer el nacimiento y la muerte.

    YO VINE DE VENUS

    Yo Soy uno de los que vino de Venus; el Señor Gautama también vino de allí. Él alcanzó gran Luz e Iluminación en la Lemuria. Era una tierra de gran Paz; una tierra de exquisita Belleza y Plenitud. El Poder de la Precipitación era algo natural para cada corriente de vida; no se conocía el trabajo con el sudor de la frente. Muchos de los Maestros orientales que alcanzaron la Iluminación antes de que la Tierra entrara en la oscuridad del alma que precedió a la llegada de Sanat Kumara, nunca supieron de privaciones o limitaciones. A pesar de que Ellos usaban ropajes de carne, aún así, Sus conciencias permanecieron libres de las sombras que parecían tan reales en las experiencias de otros en el mundo de la forma. Yo conocí mi mayor Luz con el Amado Himalaya, en Oriente. Allí, también logré un sentimiento de Paz y Liberación de las apariencias.

    LLAMADO DE SANAT KUMARA

    Después de Su venida, Nuestro Señor Sanat Kumara –quien ocupó el lugar de Shri Magra, anterior Señor del Mundo– lanzó un Llamado al Corazón de los voluntarios, de entre los Espíritus Guardianes de otras Estrellas y Planetas, para ayudar a la inocente evolución de la Tierra, que había sido atrapada en el sueño del alma de los sentidos. Mientras nuestros cuerpos dormían, mi Hermano Gautama Buddha y Yo respondimos al llamado en los Niveles Internos. Recuerdo muy bien estar parado ante la Presencia de Sanat Kumara, y reconocer al Ser magnificente a quien no veía desde que dejáramos Venus, mucho tiempo antes de Su venida a la Tierra.

    NECESIDAD DE UN BUDDHA

    Recuerdo bien la hora, cuando el Concilio Cósmico le informó a aquellos de Nosotros que quizás estábamos un poquito más avanzados que las masas a las que nos habíamos esforzado por servir, pero que se habían enredado, como otros, con el karma de la gente, que se le iba a pedir a la Tierra que proveyese un Buddha, ya sea de entre los Guardianes que habían encarnado, o de la evolución de los espíritus pertenecientes al planeta mismo.

    El Señor Gautama Buddha y Yo estábamos casi en un mismo nivel de desarrollo espiritual cuando Sanat Kumara nos convocó ante su presencia y dijo que el Buddha que estaba sosteniendo en ese momento el espíritu de la evolución de la Tierra dentro de su Aura, le había pedido ser liberado de su Cargo para retornar a su propia Cadena de Evolución. Por este motivo, era necesario que, de entre los Espíritus Guardianes de la Tierra, alguien se desarrollara hasta el nivel de Buddha, para reemplazarlo y tomar su lugar.

    Recuerdo muy bien cuando acepté la oportunidad de preparar Mi corriente de vida para prestar el servicio requerido de un Buddha. Tanto Gautama como Yo nos ofrecimos a trabajar para convertirnos en la Naturaleza de Dios. Recuerdo bien al Señor Gautama y me recuerdo a Mí mismo parándonos frente al Trono de Sanat Kumara, a medida que se exteriorizaban en, a través y alrededor de Nosotros, los registros de Nuestras corrientes de vida. Esto fue bien sopesado, pero fuimos encontrados deficientes. Nosotros, que habíamos vivido y respirado solo por Dios, o al menos eso pensábamos. El Gran Señor del Mundo, cuyo Amor puedo apenas describir, pero cuya Presencia y Ser me esfuerzo por encarnar, Nos dijo que se Nos iba a dar un tiempo de preparación para esa Iniciación Búddhica.

    GRAN SACRIFICIO

    Mi Ilustre Hermano y Yo avanzamos, ambos con el mismo voto o promesa, el mismo amor por la Vida, el mismo deseo de sacrificarnos. Nos paramos en el Salón y pusimos Nuestras manos en los hombros del otro, deseándonos suerte mutuamente, y nos sumergimos en un ciclo de encarnaciones que duraría siglos, durante las cuales la autodisciplina fue voluntariamente asumida, para que, a la hora señalada, uno de Nosotros pudiera pararse frente a Sanat Kumara y escuchar sus palabras de bienvenida: ¡Estás listo para servir, Hermano. Acepta la responsabilidad del Buddhado!.

    El Gran Sacrificio del que se habla en la literatura oculta es apenas un pálido relato de nuestros siglos de esfuerzo hacia el logro de ese objetivo. Es extraño cómo una frase puede ser pronunciada con ligereza por los labios de otro, cuando solo aquel que ha pasado por los siglos de autodisciplina, purificación, abstinencia, devoción, desesperación y deleite, sabe lo que está implícito en esas palabras.

    No se nos dio ningún curso por escrito. Nuestra única guía fue la Luz de nuestros corazones. Al final de cada encarnación, cuando habíamos pasado por los Salones del Karma, nos presentábamos ante Sanat Kumara nuevamente para que Él midiera nuestra Luz. A veces, uno de Nosotros estaba a la delantera, otras veces, el otro, pero cada uno se regocijaba siempre con el desarrollo del otro, no existía un sentimiento de competencia sino la más maravillosa camaradería.

    Después de recibir la bendición de Sanat Kumara, nos retirábamos tomados del brazo, juntos, por el gran puente que conduce a la Ciudad del Sol. Pasábamos horas interminables discutiendo sobre nuestras experiencias previas en la vida terrenal, sopesando los métodos y prácticas de cada uno, comunicándonos el uno al otro cómo nos sentíamos y cómo podíamos mejorar nuestros esfuerzos para encarnar ese Amor, esa radiación necesaria para sostener dentro de nuestras auras a cada pequeña Llama de las almas menos evolucionadas, de manera que no se apagara con los vientos de la adversidad.

    Así vivimos muchas encarnaciones de manera amorosa, amando a aquellos que estaban en nuestro entorno, tratando de mantener y sostener en silencio, en el núcleo central de nuestras auras, un estímulo espiritual que elevara a cada ser que contactábamos, a su más elevado potencial. En el curso de la vida cotidiana, el radio del aura de un individuo no afecta más que a unos pocos cientos de personas. Incluso nuestro hijo Jesús influyó espiritualmente sobre menos de 500 corrientes de vida durante toda su encarnación.

    Largos años transcurrieron. Durante esos siglos, cada uno prosiguió Su camino individual, hasta que llegó el momento en que mi hermano Gautama alcanzó su victoria y me precedió en Gracia. Una gloriosa noche, Nos arrodillamos delante de los Congregados, y Sanat Kumara puso Sus manos sobre la cabeza del Señor Gautama, ungiéndolo con la Gracia Espiritual del Buddhado. Él fue escogido como el Buddha, y a Mí se me asignó el cargo inmediatamente inferior, el de Instructor Mundial. El Buddha anterior, quien estaba esperando, cedió agradecido la responsabilidad que había sostenido durante edades. ¿Saben ustedes quién era el más feliz entre todos los Congregados? Era Yo, ¡porque Mi Hermano lo había logrado! ¡Me paré con Mi Corazón rebosante de Gratitud por Su Coronación!

    Después de que Sanat Kumara fue liberado de su Servicio en la Tierra, Gautama Buddha se convirtió en Señor del Mundo, Yo pasé a ser el nuevo Buddha, y mi puesto como Instructor del Mundo fue ocupado por mi sucesor. Así es como son ocupados los Cargos Cósmicos.

    DESARROLLAR LA NATURALEZA DEL CRISTO CÓSMICO

    Cada uno de ustedes está siendo preparado diariamente, y ninguno sabe hasta dónde llegará su capacidad. La oportunidad de estimular los poderes espirituales dentro del aura de todos aquellos que contactan, desarrolla dentro de ustedes la Naturaleza del Cristo Cósmico, y esa es la forma en la que Yo conseguí mi propia Victoria.

    Puedo hablarles con convicción, porque uno siempre habla de su propia experiencia de vida con mayor vibración que la que puede ponerle otro al hacerlo.

    ¡Ustedes también tienen un aura! Ustedes también tienen una energía de vida que puede elevar hacia el Cielo a las corrientes de vida que forman su entorno y convertirse, de ese modo, en Mí mismo en acción.

    Les doy la bendición de Gautama Buddha, la bendición del Cristo a quien represento y la bendición de sus Santos Cristos Propios, a través de los cuales ustedes pueden desenvolver una consciencia radiante que transmitirá luz aun cuando no pronuncien una palabra a partir de este momento.

    En muchas encarnaciones, durante este período de preparación y entrenamiento bajo la dirección de Sanat Kumara, ni Gautama ni Yo pronunciamos una sola palabra; conservamos nuestro poder, sublimamos nuestras energías, pero, al mismo tiempo, fuimos extremadamente positivos en el desarrollo de la actitud de escuchar esas delicadas inspiraciones espirituales que vibran en los éteres y que solo el oído escuchante que se sintoniza puede detectar.

    ELEVAR LA ORACIÓN DE LA HUMANIDAD

    Aunque existen ocasiones, mientras caminan por el sendero de la Tierra, en las que

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1