Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

TODO VA A ESTAR BIEN: Mi corazón latirá por ti
TODO VA A ESTAR BIEN: Mi corazón latirá por ti
TODO VA A ESTAR BIEN: Mi corazón latirá por ti
Libro electrónico296 páginas3 horas

TODO VA A ESTAR BIEN: Mi corazón latirá por ti

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Con frecuencia escuchamos o mencionamos la frase Todo va a estar bien, con la intención de animar a quien enfrenta una situación difícil. Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos detenido a pensar en quién estamos depositando nuestra confianza?
La frase se vuelve mucho más significativa cuando nos la dice un niño de dos años. Luis Pablo, con tan solo un
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 ene 2022
ISBN9786078738014
TODO VA A ESTAR BIEN: Mi corazón latirá por ti
Autor

Nayeli Pereznegrón Galindo

Esposa y mamá de tres, abogada con especialidad en derecho internacional y activista social defensora de los derechos humanos. Nayeli ha trabajado en diferentes publicaciones como escritora, ha sido consejera editorial de diferentes medios de comunicación y su columna: “Todo va a estar bien” ha sido publicada en periódicos de su localidad con participaciones nacionales e internacionales. Cuando su hijo Luis Pablo se fue al cielo, ella y su esposo iniciaron “Luchando Por ángeles pequeños A.C”. fundación que ayuda a familias y niños de bajos recursos que estan pelando contra el cáncer en México. Como presidenta de esta fundación, ha dictado charlas nacionales e internacionales, ha sido consejera local y estatal en diferentes instituciones gubernamentales y ha recibido varios reconocimientos. Actualmente vive en Saltillo México con su esposo y sus dos hijos mientras continúan creciendo el legado que les dejo su primer hijo.

Autores relacionados

Relacionado con TODO VA A ESTAR BIEN

Libros electrónicos relacionados

Biografías y memorias para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para TODO VA A ESTAR BIEN

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    TODO VA A ESTAR BIEN - Nayeli Pereznegrón Galindo

    nayper-1.jpgnayper-1.jpg

    Primera edición: Todo va a estar bien. Mi corazón latirá por ti.

    Dibujo cuarta de forros: Nubia Lizette Chávez Martínez.

    D.R. © Nayeli Pereznegrón Galindo, 2019.

    Todos los derechos reservados.

    ISBN: 978-607-8738-01-4

    Conversión gestionada por:

    Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2020

    +52 (55) 52 54 38 52

    contacto@ink-it.ink

    www.ink-it.ink

    Esta publicación no puede ser reproducida total ni parcialmente, ni registrada o transmitida por un sistema de reproducción de información o cualquier otro medio, sea éste electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier medio conocido o por conocerse, sin permiso por escrito de la autora.

    Con todo cariño para Luis Pablo.

    AGRADECIMIENTOS

    A Dios, quien me ha regalado lo más bello.

    A Luis Pablo, mi Pavito, mi pedazo de angelito, mi amor eterno. Tú mejor que nadie conocías y conoces mi corazón. Gracias por venir a cambiarlo y ayudarme a descubrir de qué estoy hecha y de qué está hecha la vida.

    A Luis, mi partner, por siempre creer en mí y recordarme que yo puedo; por apoyar siempre mis sueños, ser parte de ellos y adoptarlos como propios. Por esa enorme fe que me contagias día a día. Por tu paciencia e infinito amor, el cual es totalmente correspondido.

    A mis padres, por fabricar con tanta paciencia y amor estas alas firmes que me ayudaron a volar y a no caer, porque a pesar de ser tan diferente me ayudaron a aceptarme, a quererme, a valorarme y a jamás sentirme mal. Por eso, gracias por ayudarme a explotar al máximo y para bien ese deseo tan profundo de no ser igual a los demás, de ir contracorriente y de cambiar mi entorno. Por enseñarme con su ejemplo a levantar la voz ante las injusticias y a decir siempre lo que pienso.

    A mis hermanas, por su infinito amor hacia mí y nuestros hijos, por su entrega, prudencia y paciencia en mis momentos más difíciles. Por siempre conquistar a los pretextos encontrando la manera de hacerse presentes.

    Gracias a Ale, Sofy, Ro y Lau por turnarse para ir a Houston a ayudarme. Lore, ahora comadre, quien hacía que el libro tuviera otras cien hojas, gracias, por tanto. Chio, gracias por hacerte cargo de lo más doloroso para mí, no me equivoque al pedírtelo.

    Gracias a todas las personas que rezaron por nuestra familia, por sus oraciones hoy estamos de pie.

    Gracias a todas las personas que forman y han formado parte de LPAP A.C. por hacer de puritito corazón lo que yo hago por un hijo. Las admiro.

    Gracias a tantas personas que por razones editoriales no aparecen en el libro, pero que no por ello, les resta importancia en mi corazón. Por su amor, hermandad, amistad, respaldo, cariño, entrega y donaciones.

    A las involucradas en hacer este libro realidad. Goga, gracias por tan hermosas fotos, por tus consejos y buena vibra siempre. Ariadna, ha sido un placer conocerte y aprender de ti, gracias por tu paciencia. Sé que no fue nada fácil la edición de un libro con tantos sentimientos involucrados. Anita, mi ex roomate y juevesita, gracias por poner todo tu empeño para plasmar en un libro tantas ideas y tanto amor. Maryjose, gracias por ser parte del libro, del prólogo y de tantos momentos juntas.

    Gracias a ti que empiezas a leer este libro por poner tu granito para cooperar con la fundación de Luis Pablo ayudando a niños de bajos recursos enfermos de cáncer, estoy segura de que te llevarás a cambio grandes lecciones de vida y amor. ¡Disfrútalo!

    PRÓLOGO

    Existen seres que con solo pisar la tierra generan luz. Son almas que, por destino, vienen elegidas para una misión especial y espacial, pues en su unicidad y capacidad de amar no solo vienen a aportar luz, sino también vienen con la misión de ayudar a generar un cambio en la consciencia de otros seres y sirven de apoyo constante para una transformación profunda en su vida.

    Luis Pablo contó con el privilegio de poseer un alma así y de ser inmensamente amado por sus padres, sus abuelos y sus tías desde el momento de su concepción. Lo sé y me consta porque Dios me concedió el regalo de coincidir y convivir con él y su familia.

    El alma de Luis Pablo encarnó el cuerpo de un superhéroe, quien nos demostró que el dolor se calma con abrazos; que el mejor estímulo de fuerza es entender que Todo va a estar bien; que el mayor soporte espiritual y afectivo radica en el apapacho de mamá con una amorosa pregunta: ¿Cómo late mi corazón por ti? Y que cada acto de amor entre los seres que amamos se queda grabado por siempre en el alma de quienes lo comparten.

    Luis Pablo fue un milagro y vive en todos los corazones que tocó. Sí, hay un antes y un después, por lo que su misión sigue viva y presente en el corazón de quienes lo conocimos y queremos, así como en cada una de las almas que se acercaron a donar sus células blancas; y en las más de 30 mil personas que se conmovieron y siguieron su historia gracias a que su mamá la compartió en las redes sociales. Lo mismo sucede en las más de 15 ciudades que se unieron en oración; y en los miles de personas que se hicieron presentes de alguna forma en su lucha contra el cáncer.

    Nunca será posible conocer la cantidad de corazones que ha tocado y que a través de esta historia seguirá haciéndolo, pero sabemos que el récord solo lo conocerá Dios.

    Luis Pablo luchó, y más que luchar, aprendió a amar en vida junto con la enfermedad. Nos enseñó a buscar la luz del sol al lado de sus papás; a maravillarnos con la alegría de una canción; a buscar ser felices, aunque el panorama no sea alentador y a llevar el dolor con una sonrisa. Nos mostró que la esperanza no se acaba nunca y que el amor es lo que reina siempre en esta vida y en la vida eterna. Naye, gracias por enseñarnos a amar tanto, con tantas fuerzas y con tanto detalle. No solo acondicionaste cada cuarto de hospital con amor, sino también cada espacio de su alma, cada rincón de su vida. Adornaste de luces, de juguetes, de alegrías, de esperanza, de fuerza no solo su lucha, sino a todos los que te rodeamos.

    Gracias por mostrarnos lo que es un amor entregado y sin medida. Siempre tengo presentes tus palabras: Después de todo somos una sola persona, respiro a través de ti, respiro por ti y para ti... Así como Jesús está todo en María, está María toda en Jesús. Por lo tanto, nunca una madre esta separada de su hijo y estoy convencida que Luis Pablo en todo momento te rodea con sus grandes y hermosas alas. Por lo que Dios te dio un corazón de carne como el de Él, que se entrega más allá de sí mismo, más allá de sus propias fuerzas, más allá de todo.

    Gracias, amiga por advertirnos que los seres humanos no necesitamos tanto como pensamos para ser felices y que debemos utilizar las herramientas de nuestra vida para adaptarnos al mundo que nos rodea.

    Le ruego a Dios que jamás olvidemos tantas lecciones que nos compartes en este libro, que se nos tatúen en el alma y nos recuerden que Dios es el único que nos puede llenar de fuerza para atravesarlo todo y que el amor es la mayor carga de baterías.

    Le pido también que, en las dificultades, caminemos siempre como tú lo hiciste en la lucha con Luis Pablo, buscando esa luz del sol aún en cada mañana difícil y agradeciendo las maravillas que Dios nos regala; que en los momentos de prueba repitamos esa oración de abandono que hiciste desde tu corazón y en Él depositemos toda nuestra carga, diciendo como tú:

    Dios yo ya no puedo más, mi corazón, mi mente y mi cuerpo ya no pueden cargar con tanto, te pido desde lo más profundo de mi corazón que me ayudes a sobrellevar, te entrego la enfermedad de mi hijo, ya no puedo cargarla. Te pido que solo me des la fuerza que necesito y la claridad para ver las cosas, proveeme de lo que una madre necesita en estos momentos, enséñame a confiar en ti plenamente, llena de amor mi corazón y consuélalo porque últimamente solo siento soledad y tristeza. Te lo suplico, estoy desesperada.

    Gracias por ser una inspiración tanto para mí como para muchas madres que recordamos que cada hijo es un regalo prestado y que nuestra misión radica en acompañarlos en cada lucha y hacerlos felices hasta el último suspiro de nuestra vida. Y que aun cuando sintamos que ya no podamos más, repitamos como tú: Jesús, en ti confío.

    Luis Pablo, Naye y Luis nos han enseñado a amar en vida, a nunca vencerse ni desconfiar, porque Dios hace milagros todos los días y cambia las situaciones. Y también es Dios quien cambia nuestra mirada y nuestros corazones. Gracias por compartir con nosotros y a través de este libro, su lucha, su fuerza, su entrega desmedida. Gracias por darse hasta el cansancio, más allá de los límites, siempre regidos por el amor. Gracias por enseñarnos a ver las cosas buenas en las dificultades; a valorar y agradecer la presencia de Dios; a buscar lo positivo en las situaciones; a solidarizarnos con los que viven una prueba, a estar presentes en las personas que necesitan amor y fuerza, a tender la mano al necesitado y ser profundamente agradecido con las bendiciones que Dios nos da diariamente, las pequeñas y grandes. Siempre nos brindaron una mirada llena de fe, dándonos una luz y enseñándonos que Dios jamás manda el mal, sino que la vida misma nos tiene preparadas experiencias para crecer, transformarnos, evolucionar, aportar y es Él quien nos sostiene en estas pruebas.

    Luis Pablo, gracias por tocar mi vida y tantas más. Gracias por enseñarnos que la vida es tan simple y lo simple es una bendición. Gracias por soportar ese dolor con alegría y enseñarnos que el amor y la familia son lo más importante y el triunfo a la gloria eterna. Gracias por enseñarnos a mirarnos a los ojos todos los días, a amarnos con el corazón y a entregarnos desmedidamente todos los días. Has tocado y seguirás tocando corazones, porque tu misión de vida sigue y seguirá trascendiendo... porque tanto amor siempre dará frutos.

    Pavito de nuestro corazón, tu misión sigue y tu corazón sigue latiendo junto al nuestro. Te queremos hasta el cielo y la vida.

    María José César

    Contenido

    LUIS PABLO

    HOUSTON

    DE REGRESO A CASA

    RECAÍDA

    HONGO

    NEUROCIRUGÍA

    ÉPOCA NAVIDEÑA

    AÑO NUEVO, ESPERANZAS NUEVAS

    TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA

    NUESTROS ÚLTIMOS DÍAS

    LA VIDA DESPUÉS DE TI

    LUIS PABLO

    Marzo 2014

    Hola, mi amor:

    Alguien me aconsejó escribirte y se me hizo buena idea platicarte lo que estamos pasando porque sé que algún día estarás sano y podrás leer el milagro que Dios nos ha concedido: TU VIDA POR SEGUNDA VEZ. No quiero omitir nada de lo que estamos viviendo en este hospital. Es muy fácil desconocer los malos momentos cuando llegan los buenos y no quiero olvidarme de tanto sufrimiento, sabía que existía, pero jamás imaginé lo difícil que es enfrentar la enfermedad de un hijo, ni la cantidad de familias que diariamente sufren en los hospitales; no entiendo cómo pude estar tantos años pensando en que a mí o a mi familia nunca nos pasaría algo tan horrible como lo que estamos viviendo, me sentía intocable y hasta hoy me doy cuenta de lo equivocada que estaba.

    Soy una mamá muy feliz, cuando supe que estaba embarazada mi vida cambió por completo, ya no era solo yo, éramos nosotros y esa indescriptible fuerza de amor que sentía al saberte dentro de mí, siendo uno, cada movimiento, cada patadita, cada latido de tu corazón sincronizado con el mío fue creando una conexión que solo una madre y un hijo pueden llegar a tener. Eres un bebé muy deseado y querido, mi primogénito, el primer varón de mi familia, todas estábamos locas por ti.

    Tu nacimiento no fue fácil, después de 23 horas de trabajo de parto, presenté fiebre y los doctores decidieron hacer una cesárea, pero cuando te tuve entre mis brazos supe que serías un luchador, formamos un buen equipo y tu papá siempre estuvo a nuestro lado, somos una familia llena de amor y me siento muy afortunada por ello.

    Los meses pasaron y cada día me sorprendías más. Mi vida cambió, decidí acercarme más a Dios, estaba sumamente agradecida por tenerte en mi vida. Eres un niño inteligente, lleno de paz y de alegría, que solo quiere mandar besos y motivar la risa en las personas. Tu Tita no dejaba de decirme que eres un niño especial.

    —Mamá, es tu nieto. —No, no es por eso, de verdad es un niño místico.

    Disfrutaba cada instante contigo cuando estábamos en casa, cuando te llevaba al trabajo, cuando pasábamos horas con tu papá jugando, eres mi vida entera y no puedo siquiera imaginar vivir sin ti. Estaba próximo el día de tu cumpleaños, ¡tu primer año de vida! y mi primer año como madre. Me sentía especial y agradecida por tener un hijo lleno de luz conmigo, con todo mi amor preparé tu piñata, decidí hacerla de espantapájaros y calabazas, nada que provocara miedo como se acostumbra por estas fechas. Naciste el 29 de octubre, cerca de Halloween, festividad que se acostumbra en el norte de México, por ser frontera con Estados Unidos. La fiesta se celebró el viernes 1 de noviembre para que tu abuelita y tus tíos pudieran venir desde León, Guanajuato. Me encargué de absolutamente todo y cuidé cada detalle; tu Tita me decía que para qué hacía tanto si no te ibas a acordar y tenía razón, pero el recuerdo de todos los preparativos y la fiesta también quedarían plasmados en fotos, para después enseñártelos y te dieras cuenta del amor y empeño con los que organicé tu primer cumpleaños.

    Dos días antes de tu piñata y empezaste a presentar fiebre, pensé que algún virus debió haberte atacado por la época de frío, pues curiosamente también yo enfermé. El gran día llegó y ambos amanecimos ardiendo en fiebre, me preparé para irnos al pediatra y pedirle que nos diera una solución casi mágica para sentirnos mejor, por nada del mundo quería cancelar tu fiesta, nos inyectaron y milagrosamente nos pusimos de pie, sin más fiebre y con mucho ánimo de celebrar, ¡misión cumplida!

    Supiste que el festejo era para ti, te subiste a todos los juegos de estimulación temprana, comiste pastel, le pegaste a la piñata y te reíste de todos los disfraces, incluido el tuyo, fue una fiesta hecha con el corazón, todos los asistentes percibieron el amor y empeño de cada detalle.

    Los días pasaron y la fiebre siguió presentándose. En la víspera del año nuevo 2014, reunidos con toda la familia en la Ciudad de México, tú empezaste a temblar y a quejarte de dolor, tu papá inmediatamente sugirió irnos, imaginé que era una fiebre más que iba a ceder con ibuprofeno, pero no fue así. Conseguimos que una prima, nos diera un ride al hotel, pero algo pasó que nos perdimos y de pronto nos tocó recibir el año nuevo dentro del carro.

    —¡Feliz año nuevo! —Dijo mi prima.

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1