Muchacho frente al mar
Por Abilio Suárez
()
Información de este libro electrónico
No hay dudas, este libro está escrito sobre un terreno sagrado.
Abilio Suárez
Abilio Suárez (Matanzas, 1986). Escritor, asesor y director teatral. Ha cursado Dramaturgia en la Universidad de las Artes en Cuba. Ha sido profesor de Francés y Dramaturgia en diferentes escuelas de arte. Ha participado en disímiles talleres de experimentación teatral y de creación literaria. Lleva una investigación sobre el poeta cubano exiliado Gastón Baquero, con el horizonte de una pieza teatral. Es un autor inédito. Y ahora deja de serlo.
Relacionado con Muchacho frente al mar
Libros electrónicos relacionados
Magari Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObelisco del Hereje Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl movimiento de las sombras Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Dilemas en el aire Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEspíritu cromático Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Noche interior noche ciudad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEste lugar que soy Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLira póstuma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMás allá del horizonte: Poesía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMuelle negro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa gran Luna amarilla Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPaseos y latidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHijo del viento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cábala dentro y la mofa fuera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPalabras de amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNoventa y nueve sonetos del sentir: 978-84-09-32569-6 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstupores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre las aguas: Ópera en dos actos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos italianos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos poetas malditos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMalgenio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl aire del círculo polar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTardes de estío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAzotacalles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodos los poemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPáginas escogidas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOjo de agua: Obra poética 2001-2021 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos Negros ó 12 Gramos De Té Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los árboles sin bosque Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Poesía para usted
Valentía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La divina Comedia: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Valentía II Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mero Cristianismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Kamasutra (texto completo, con índice activo) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las cosas que dije en silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Huellas del Amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crea Tu Mejor Año Un Día a La Vez: Una Guía Poética Para Inspirar Paz Y Conseguir Este Año Lo Que Mas Quieres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSabines a la mano: Poesía escogida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El pequeño libro de la vida de Rumi. El jardín del alma, el corazón y el espíritu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro de oro frases celebres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 Maneras distintas de decir te quiero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Emocionario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Paraíso Perdido: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Colección de Gustavo Adolfo Bécquer: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Corazón de miel. Poemas de amor. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mariposas rotas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hojas de hierba Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Podría estar hablando de ti Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cantar de los cantares. (Anotado): Traducción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa belleza oculta de las palabras cotidianas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAforismos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cantar de mío Cid: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de amar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rumi esencial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Muchacho frente al mar
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Muchacho frente al mar - Abilio Suárez
esté
Levántate ave de hierro
para Mila,
que siempre tuvo miedo a volar
Uno se sube a un avión y se olvida del mundo
vuela con el corazón latiendo y los oídos aturdidos
escapa, huye, se refugia en la partida
sueña con volver la cabeza y pregunta si el destino está cerca
Uno respira suave
bajo los pies hay luces que simulan otro cielo, otras estrellas
es la ciudad angustiada
Atrás van quedando las nubes, las despedidas, el amor
los versos de los conspiradores
Uno se piensa libre y se miente
porque el avión no es un ave
porque las despedidas, el amor, las nubes se resisten
porque nunca se abandonan los recuerdos
Triste ver al ave de hierro levantarse
Contra la gravedad
ligero como un cisne
apartando el deseo de habitar un mejor sitio
Nos sabemos solos contra el mundo cuando despegamos
la lejanía se adentra al cuerpo en el impulso de levantarnos de la tierra
dejándonos con mucho miedo por las miradas de los que dicen adiós
en la ciudad a ratos iluminada
Se sueña con el no retorno,
con la velocidad del ave de hierro
con el ascenso para sostenerse ingrávido donde es posible la libertad
late la esperanza
la nostalgia se acerca y susurra muy dócil
tanteando la indecente soledad con la que se evade el usado lugar, o calle, o ciudad, o provincia, o país, o isla, que es decir encierro
aunque se retome la complicidad de estar vivos
El avión es como los barcos, la incisiva luz del camino
Un pájaro destinado a una finalidad, a un adiós inalterable,
La familia, los amigos, el beso al amante quedan en una fotografía, una libreta de Notas, un objeto que se guarda para la soledad
donde resistimos el canto del pájaro azul de Bukowsky
también uno lo encierra, y lo hace callar
Tierra, mar por medio, nubes temporales,
¡Levántate ave de hierro!
Deja el vacío suspendido a los pies de los que parten
Deja la soledad para el silencio agudo de las despedidas
Indefensos,
dejando que la vida vuele hasta el destino
Impredecible, deseable, feroz.
Muchachos frente al mar
A otras tierras escapa una barca.
La isla despide a mi generación a lejanas costas,
aquí un estrecho muro nos separa del mar.
El muro es solo una ilusión, una pausa que incita al descubrimiento.
Sumergir el cuerpo para nadar, nadar sin volver la cabeza.
Generación del caos,
muchachos que harán a la tierra infértil o llena de frutos podridos.
¿Habrá suerte, habrá vida? ¿Cómo saberlo?
Cuando paseo las calles y veo mi cuerpo como un cuerpo ajeno
–uno que quizás no recuerde que ha sido amado-,
imagino los torsos desnudos sobre las olas: ahogados o jugando.
Uno sobre otros, dos, tres sobre uno.
Cuerpos como mariposas se hacen eternos, inatrapables.
Qué importa si los que van delante los maldicen.
Volar, volar sin detenerse. Volar a cualquier otro sitio.
Yo también soy un muchacho del caos.
Uno más de los que avanzan sin comprender
la distancia entre la Isla y el mundo.
Uno más de los que quieren nadar, volar, morir.
Quiero encontrar la vara que abre los mares
y caminar entre sus paredes.
Quiero también morir en Paris con aguacero
y columpiarme en las ramas de un abedul.
Visitar las tumbas de los poetas muertos bajo otros soles.
Sentarme en el Central Park y gritar una frase vedada.
Llegará el día en que abandonemos el vientre tan pobre, tan triste, tan solo.
Otros una vez desearon lo mismo,
es el tiempo el culpable de las derrotas y de las partidas.
Los años huyen, como la presa que escapa del tigre,
ese animal suprimido en estos años frente al mar.
El príncipe del
Bosque de Bohemia
A las alturas del bosque de Bohemia
en la oscuridad cubierta por hojas del rojo abedul
respira un ciervo
Se puede imaginar un silvestre paraje checo
o más bien kafkiano
donde los espíritus y transformaciones
acechan a la intromisión humana
El bosque guarda los secretos otoñales de venturosos cisnes
Guarda el aliento de la manada de lobos
y el olor del tigre siberiano
El bosque de Šumava posee un príncipe
alejado hoy a mis manos
Lo oculta en los días que es permitida la matanza
donde le cazador se enamora del trofeo y lleva
la cabeza para el recordatorio- abominable morbosidad de caza
A veces después del silencio que deja la luna
se le ve llegar, tardo
tocado por el don de la supervivencia
previsto de leyendas mitológicas
y pictóricas señales de su imagen
Sea cual sea su origen es un príncipe
coronado por Dios
esculpido de la cera vegetal que dejaron los
Dvergar
Criado por raíces del único