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Admirador Secreto Odiado
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Libro electrónico248 páginas3 horas

Admirador Secreto Odiado

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Información de este libro electrónico

Paulinha está loca para que ya termine el año y finalmente pueda terminar la escuela, lo que ella no esperaba era que cosas raras comenzaran a ocurrirle. Rosas comienzan a aparecer donde quiera que ella vaya. Ella vá a comer y aparece una rosa en el tenedor, ella vá a cambiarse y tiene una rosa en su armario, ella vá a leer un libro y allí estan las rosas nuevamente, ahora ni siquiera puede ir al baño en paz porque las rosas también aparecen dentro del inodoro. ¡Sólo hay un pequeño detalle, Paula odia las rosas! ¿Quién será esa persona desagradable que acecha a Paulinha en todas partes con las malditas rosas? Algunos dicen que es un admirador secreto, pero Paulinha cree que es su odiado admirador secreto. La pregunta es: ¿cómo deshacerse de él?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 dic 2019
ISBN9781393488514
Admirador Secreto Odiado

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    Admirador Secreto Odiado - Vanessa Sueroz

    A todos aquellos que me ayudaron a dar más un paso en busca de un sueño.

    Índice

    Cap 1: El peor día de mi vida

    Cap 2: Rosas

    Cap 3: Tengo una cita

    Cap 4: Lo descubrí

    Cap 5: Lucas

    Cap 6: Perdida en pensamientos

    Cap 7: ¿Bailamos?

    Cap 8: Cara de tonta

    Cap 9: Mi admirador nada secreto

    Cap 10: De vuelta al início

    Epílogo

    La autora

    Cap. 1: El peor día de mi vida

    Todo comenzó ese hermoso y maravilloso día. Un día soleado. Los pájaros cantaban, el viento sacudía los árboles, las nubes en el cielo eran blancas como el algodón, y yo estaba increíblemente feliz...

    Bueno, ahora, volviendo a la realidad. ¡Toda esta historia sucedió ese día increíblemente horrible, horrible en serio! Bien... No llamemos al maldito día de día terrible o el peor día de mi vida, simplemente lo llamaremos de día t, t de terrible, obviamente.

    En primer lugar, el día no estaba lindo, por cierto, hacía mucho frío, y yo odio el frío: mi nariz se enrojece y a todo el mundo le encanta llamarme por el nombre de aquel reno de Santa.

    Está bien... Lo confieso, el frío es muy bueno, especialmente cuando puedes permanecer debajo del edredón sin hacer nada, pero al tener amigos como los míos, lo mínimo que puedes esperar de un día frío son sus bromas sobre mi nariz roja y mi piel blanca como papel.

    En fin, en un día terriblemente frío todos estábamos acurrucados en el sofá. Cuando digo nosotros, me refiero a mí, Andressa, Ana y los chicos, Fernando, Vitor y Lucas.

    No me pregunten cómo me hice amiga de estos dementes, eso sólo sucedió porque mi amiga linda, maravillosa y completamente despistada se enamoró de Fernando. Y, por supuesto, por fuerza mayor Lucas se convirtió en un monitor conmigo a principios de este año y, desafortunadamente, tuvimos que forzar nuestra convivencia hasta que uno de nosotros tiró la toalla blanca y se rindió.

    No creo que nadie sepa lo que hace un monitor, y mucho menos dónde estoy. Vivía en São Paulo con mis padres, pero infelizmente hace dos años mi padre enfermó y perdió su trabajo. Mi madre, que se convirtió en su enfermera trabajaba el doble, y no podía cuidarme, así que decidimos que estudiaría en un internado aquí en Santo Antonio do Pinhal – para quienes no lo saben se encuentra en São Paulo, pero lejos de la ciudad y los centros comerciales.

    Al principio la idea me pareció aterradora, lo primero que pensé fue que mis padres no me querían y cosas por el estilo, pero por el contrario, ellos están más presentes de lo que creía posible, y todavía hice amigos para toda la vida.

    Casi se me olvida, aquí las habitaciones están separadas por edad y género. Yo, como Lucas, somos responsables de delatar a las personas que no cumplen con el reglamento, por ejemplo, si encontramos a chicos en la habitación de las chicas o gente deambulando por la escuela entre semana después de las diez de la noche.

    Pero dejemos las presentaciones a un lado. No creo que nadie entienda de inmediato por qué aquel día fue tan terrible, quizás me entiendan cuando termine mi historia. ¡O tal vez ni así! De todos modos, generalmente no actúo de forma tan confusa, pero es que aquel día acabó con mi pensamiento lógico y todo lo que pensé que era correcto e incorrecto. ¿Acaso me estoy volviendo loca?

    Si alguien entiende algo de lo que estoy relatando antes de que termine mi historia... Felicidades, eres un genio, porque, como dice Vitor, esta Lord Sith quién les habla sólo se enteró de todo después de mucho tiempo.

    Lord Sith es como Vitor me llama a veces... No entendía el por qué y ni siquiera desconfiaba que él supiera algo sobre Star Wars, pero en la cabeza hueca de Vitor, los que hacen parte del Lado de la Luz son ellos, los chicos, siempre divirtiéndose y faltando a clases, y el Lado Oscuro seríamos el resto de nosotros, los nerds. Según la mente enferma de mi amigo, Fernando es Darth Vader, porque es el tipo malvado que intenta llevarlo a él y a Lucas al mundo nerd, y como él dice que soy la mayor nerd de esta escuela, soy Lord Sith... En fin, es imposible entender la cabeza de Vitor, especialmente si no eres un fanático de Star Wars.

    No es que me considerara una nerd, por cierto, no soy para nada como una nerd, no soy tan bajita, y mi pelo es todo rizado de un color rubio extraño. Los nerds son como Fernando, de pelo oscuro, con gafas en el rostro y libros pesados ​​en la mochila. Está bien que me gusta leer, pero sólo cosas interesantes.

    Pero olvidémonos de las locuras de Vitor y centrémonos en mi historia. Para que todos comprendan por qué ese día fue tan horrible, tendré que empezar a contar mi historia un poco antes, desde el día anterior o, mejor aún, la noche anterior, que también estaba muy fría. Todos estábamos sentados frente a la chimenea, aprovechando que Vitor había expulsado a todos los estudiantes más jóvenes de allí.

    – Les dije que conseguiría el mejor lugar en la sala de televisión sin problemas – comentó Vitor con su mejor sonrisa cínica.

    – Tampoco era necesario expulsar a todos de aquí – comentó Andressa, increíblemente avergonzada, ya que todos los estudiantes nos miraban de reojo y con el ceño fruncido.

    – Yo no eché a todos. Dejé que ustedes se quedaran – él comentó, sonriendo aún más.

    – Vitor, cállate o seremos obligados a encerrarte en el armario – comentó Ana, poniendo los ojos en blanco, molesta.

    – Ustedes no serían capaces de algo así. ¡Soy el alma de la fiesta! –

    dijo con aire de suficiencia y una gran sonrisa.

    – ¡Pobrecito! ¡Tan joven y ya alucinando! – comentó maliciosamente Aninha.

    – Paula, tu amiga se está burlando de mí – se quejó Vitor, con un enorme puchero, tirándose en mi regazo casi aplastándome.

    – Aninha, ¡no seas mala con tu hermano y deja de hablar tonterías! Nadie vá a encerrar a mi bebé en el armario – respondí seriamente, siguiendo con la broma.

    – Papá... A mamá le gusta más el idiota de Vitor que a mí.

    – Qué mala eres, Ana – comentó Andressa, conteniendo la risa.

    – A tu madre le gustan ambos por igual, hija – contestó Lucas, sonriendo.

    – Lucas, creo que tendrás que meter a tu hijo en un internado – comentó Fernando, señalando discretamente a Vitor.

    – No comenten esto con él, ¡pero él es adoptado! – dijo Lucas, pretendiendo bajar la voz.

    – Te dije que no eras mi verdadero hermano – comentó a Ana victoriosamente.

    – ¡Lucas! ¡Deja de contarles mentiras a los niños! – dije, enojada.

    – Lo siento, cariño, pero no pude contenerme – él respondió antes de que todos nos echáramos a reír.

    – ¿Qué clases tienes mañana, rubia? – me preguntó Vitor después que dejamos de reír.

    ¿Alguien además de mí se ha dado cuenta de que Vitor ama darles apodos a todos? Solía ​​pensar que era sólo yo, pero descubrí que la cosa sólo es peor conmigo que con los demás, pero todos, repito, todos tienen apodos y obviamente tuvimos que inventar uno para Vitor. Los chicos lo llaman Vitinho. No es un apodo muy bueno, ya que muchas personas deducen el motivo, pero fue el único que encontramos.

    Vitor le dio apodos a todos. Lucas, además de Lu, que es como lo llamamos las chicas, es llamado de Luks por Vitor. No me pregunten por qué... Está bien que suena con su nombre, pero no exageremos. Vitor dice que Lu es muy gay, ya que él es totalmente hetero.

    Ana tiene un apodo muy simple... ¡Aninha! No puede ser más obvio.

    Fernando, además de Darth Vader, también es llamado de Fe, Nandinho – Andressa es quien lo llama así, otro apodo muy simple y fácil...

    Cuando queremos molestar a Andressa, llamamos a la pobre chica de Dessa, pero ella lo odia.

    En mi caso, las cosas siempre son un poco peores, no estoy siendo dramática ni nada, pero creo que soy la que tiene los apodos más sosos en esta escuela.

    Red es como los chicos me llaman muchas veces. Este es bastante fácil de explicar, aunque lo odio, porque mi nariz siempre está roja debido a mis alergias. Está el apodo de Lord Sith, Enana, otro del que no necesito hablar, ¿no? Ni siquiera soy tan bajita, tengo un metro y sesenta y cinco. Y tengo muchos otros como Paulinha, cabello de ángel, cabeza de resorte, rubia, rubia insípida y ángel, ese fue Lucas quien lo inventó, no sé de dónde el infeliz sacó que los ángeles tienen un cabello similar al mío...

    – No recuerdo bien el orden, pero tengo matemáticas, historia, portugués y filosofía – comenté encogiéndome de hombros.

    – Odio la mayoría de esas clases. Creo que mañana fingiré estar enfermo – esbozó Vitor, pensativo.

    – Ni siquiera lo pienses Vitor, la semana pasada ya inventaste estar enfermo. No te funcionará muy bien esta vez – comentó Andressa.

    – Tal vez Luks pueda fingir estar enfermo y yo tendré que faltar para cuidarlo – sugirió Vitor nuevamente.

    – ¿En serio vas a disfrutar quedarte a cuidar de Lucas? Que amigo dedicado eres – comentó Andressa maliciosamente.

    – ¡Okay! Ustedes ganan. Una de las dos tendrá que estar enferma mañana – dijo, mirándonos a Andressa y a mí.

    – No voy a faltar a clase – respondí enseguida.

    – Yo no voy a mentir sólo para que puedas faltar – comentó Ana encogiéndose de hombros.

    – ¡Las dos son unas aburridas! – se quejó Vitor malhumorado.

    – Sólo están siendo responsables, Vitor – aclaró sabiamente Fernando.

    Es por estos tiernos comentarios que amo a Fernando; de hecho, no adoro a Fernando sólo por eso. Él es lindo y esto lo puede ver cualquiera, amable con todos y extremadamente responsable. Está bien que a veces creo que le viene la regla, ya que hay días en que tiene un humor de perros.

    Fernando es lo que calificarían de chico perfecto, guapo, cariñoso y educado, un típico nerd. ¿Sabes el tipo de chico que tu madre pide a Dios como yerno? Ese es Fernando, pero es la madre de Andressa la que tiene suerte porque lo tendrá como su yerno, al menos espero que sea así. Al menos lo será así que Andressa se arme de valor y hable con él, porque, seamos sinceros, Fernando es un perfecto caballero y nunca tomaría la iniciativa si no estuviera completamente seguro que es correspondido.

    Bien, quizá toda la escuela sepa que Andressa está loca por él, pero al parecer tengo que agregarle otra característica: él es totalmente ciego cuando se trata de mujeres. ¡Es en serio! Claro que he visto a Fernando con algunas chicas, pero nada fue tan serio y por lo general eran ellas las que lo invitaban a salir; en las otras ocasiones los chicos lo ayudaban. Definitivamente tengo que añadir que él es tímido, tiene sus momentos de descaro, pero la mayoría de las veces es tímido.

    – ¿Escuchaste lo que dijo, Vitor? Escucha la voz de la razón – comentó Ana.

    – Aninha, eres tan ingenua, cariño. Fernando sólo dice esas cosas para impresionarlas a ustedes las mujeres – replicó Vitor encogiéndose de hombros.

    – No esperas que quisiera impresionar a la audiencia masculina, ¿cierto? – increpó Fernando.

    Creo que esta es una frase en que la gente se detiene y piensa: Paula dijo que él era perfecto, pero personas así no hablan de ese modo con sus amigos.

    Estoy de acuerdo, pero Fernando no es un vago, ¿verdad? Y debo decir que creo que todos los chicos, incluso los más tímidos, son locos y descarados.

    No se equivoquen, él es todo lo que dije y un poco más, y además, Fernando tiene grandes maestros. Es imposible andar con Lucas y Vitor y no ser un alborotador a veces, o tener buenas respuestas a preguntas y comentarios críticos como el que hizo Vitor antes.

    – No me importa que seas gay, Fernandinho. Sólo creo que es feo que engañes así a las chicas. Y claro, recuerda que mi preferencia son las mujeres – replicó Vitor, sonriendo.

    – No es mi culpa si tú y Lucas tienen una aventura secreta y usan a las chicas como fachada para que nadie se dé cuenta – respondió Fernando con una sonrisa maliciosa en el rostro.

    – Lucas, nunca pensé que estabas en mi equipo – comentó Andressa, perpleja.

    – ¿Cómo es que siempre termino en sus discusiones? – Lucas preguntó enfurruñado.

    – Las parejas a menudo son consideradas una sola persona – comentó Andressa seriamente.

    – ¿Y eso qué tiene que ver? – pregunté sin entender a lo que ella iba.

    – Lu preguntó por qué su nombre siempre aparece cuando Vitor está peleando con alguien – ella respondió encogiéndose de hombros.

    – No es mi culpa si Vitor está enamorado de mí, como todas las chicas en esta escuela – él respondió también encogiendo los hombros. – Lo siento, Vitinho, pero tus sentimientos no son correspondidos.

    ¡Y ese fue Lucas y su gigantesco ego! ¿Realmente necesito señalar su obvia arrogancia? No sé cómo fue educado ese chico, pero tengo la ligera impresión de que su madre vivía repitiéndole lo guapo que es, pero creo que alguien se olvidó de informarle a Lucas que las madres siempre mienten cuando se trata de sus hijos.

    No estoy diciendo que mi madre sea una mentirosa o algo así. Sólo digo que ella mentía cuando decía que si salía de casa sin paraguas, llovería, si dejaba la tarea para último momento no la haría, que si mentía me crecería la nariz y cosas por el estilo.

    Siempre he hecho esas cosas y nunca he tenido problemas, especialmente cuando conocí a Bruno, él siempre está tranquilo con ese tipo de cosas.

    ¿Y cómo podría olvidarme de él? Bruno es, o mejor dicho, fue mi mejor amigo desde los diez años hasta hace poco tiempo atrás, cuando finalmente tuve que tomar una decisión y alejarme de él, después de todo, habíamos escogido caminos distintos y hecho amigos totalmente diferentes...

    Bruno es un chico muy tímido y tiene muchos problemas en casa: llegó a nuestra escuela por la insistencia de sus padres, quienes no lo querían cerca, por lo que terminó escogiendo el camino equivocado. Realmente intenté llevarlo al camino correcto nuevamente, o lo que yo veo como el camino correcto, pero desafortunadamente no tuve éxito.

    Cuando digo camino equivocado, quiero decir que cuando llegué a esta escuela, que por cierto fue por la indicación de Bruno, descubrí que él fumaba cigarrillos, pero aún así no me alejé de él de inmediato – me alejé de él cuando descubrí que también fumaba hierba. ¡Fue terrible!

    Nos conocimos en el parque cerca de casa cuando intentaba hacer un castillo de arena. Nos hicimos grandes amigos en la escuela, incluso si él iba a otra clase y todos mis amigos lo odiaban a él y a sus amigos, y debo agregar que el sentimiento era recíproco de parte de sus amigos, ya que ellos también me detestaban y detestaban aún más a mis amigos.

    Mis amigos vivían molestando a Bruno hasta el año pasado cuando Lucas lo forzó a hablar sobre su problema. Le dije que si él quería seguir siendo mi amigo dejaría atrás sus malas costumbres, pero desafortunadamente él no me escuchó. Después de ese día, charlamos con los chicos y ellos gradualmente dejaron a Bruno en paz.

    – ¿Qué quieres decir? – preguntó Vitor actuando dramáticamente. – Pensé que realmente me amaras. ¿Así que mentías todo este tiempo?

    – Tenía miedo de lastimarte, pero ya no puedo seguir ocultándolo. Estoy teniendo una aventura con Andressa – comentó Lucas, haciendo que todos voltearan a ver a la chica en cuestión.

    – Luks cariño, no tendrías que haberlo dicho de esa forma. Habíamos quedado en contárselo poco a poco – ella dijo, sonriendo amablemente.

    – ¡No puedo creer que me estés engañando con esta loca de cabello rosa! – argumenta Vitor al borde de las lágrimas.

    Olvidé comentar que Andressa todas las semanas se tiñe el cabello de un color diferente. Ella está loca, lo sé... Qué puedo decirles.

    Tampoco creo necesario señalarles lo cuán obvio es que ellos aman montar un espectáculo, ¿cierto?

    – ¿Entonces de qué color prefieres mi cabello? ¿Azul, tal vez? – preguntó Andressa, señalando la camisa azul de otro estudiante.

    Andressa está loca y eso es un hecho, pero la verdad es que ella odia su cabello negro. Ella dice que el negro es un color muy aburrido y desde que aprendió a teñirse el cabello, siempre está cambiando el color para que coincida con su atuendo, y siempre son colores locos como el rosa, morado, azul, verde, etc. Nunca se tiñe de un color normal como el rubio o el pelirojo, o incluso el marrón.

    – ¡Prefiero el verde! – comentó Lucas.

    – ¡Creo que el morado se te veía mejor! – comentó Vitor pensativo, olvidando toda la escena de antes.

    – Creo que el rubio se te vería muy bien – comentó Ana.

    – Ni siquiera lo pienses, Aninha. Siempre tratas de convencerme a escoger el rubio – se quejó Andressa.

    – Por supuesto. ¡Me gusta! – ella respondió encogiéndose de hombros. 

    Aninha, a pesar de tener el pelo castaño, quería ser rubia. Yo con mucho gusto me ofrecería a intercambiar mi cabello por el suyo cualquier día de estos.

    – Creo que tu cabello natural se te ve mucho mejor – comenté encogiéndome de hombros.

    – ¡Ustedes dos son tan aburridas! – ella dijo, exhalando frustración.

    Continuamos allí, charlando hasta que todos se aburrieron. Bien... hasta que yo me aburrí. Simplemente tomé mi libro y me puse a leer. Ya sabes... Las personas adictas a los libros como yo no pueden mantenerse alejadas de ellos durante mucho tiempo. Por cierto, soy el tipo de persona que lleva un libro a todas partes, incluso si sé que no

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