Puntero

Por Javier Gautier

Una desaparición, un crimen, lejos. Puntero es un relato en primera persona de una serie de eventos que nos encauzan a ser quienes somos. Nuestra vida cotidiana puede verse sacudida sin previo aviso, pero es entonces, como cuando un animal se ve reflejado en un charco por primera vez, entonces sabemos, si somos lobos o corderos.

• Idioma: Español
• Editorial: Javier Gautier
• Fecha de lanzamiento: 28 mar 2019
• ISBN: 9780463821602

Javier Gautier

I'm just a guy from Argentina. I love books, that's why I read and write, I love food, hence I cook, I love music, hence I play guitar. I was born in January 1984 to a middle class family. I'm an Aquarius, and like every Aquarius, I think astrology is bollocks. Went to school, went abroad, studied International Relations and am enrolled in a Master's Course. I play rugby for fun, and for the very same reason, drink tequila and ride a bike (although not at the same time) I have a day job, a night job, a weekend job and a summer job. I'm single and live with my fiancee, Julieta.

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Puntero

Capítulo I

Lacalle se quedó sin dinero y decidió ensuciarse las manos. Su clienta era la esposa de un bodeguero. Un tipo que le ponía su nombre a botellas de vino blanco. Tal vez era la segunda esposa, o tal vez la amante. Quien fuera, manejaba un Audi A6, un hermoso auto, grande como un yate, tal vez igual de cómodo, gris metálico y detalles negros. Vidrios polarizados para que el bodeguero no fuera descubierto con su primera esposa, ni con la segunda, ni con la amante.

No es que Lacalle no tuviera ingresos. Es que sus deudas crecían demasiado rápido. Malas decisiones financieras, como pagar el mínimo en el resumen de la tarjeta, una mala inversión en terrenos que fueron usurpados, una artritis en avanzada y una visión en retroceso que limitaban sus horas de trabajo, eliminando las primeras de la mañana y la última de la tarde, pero sobre todo, el abrupto final a su doble vida. La segunda familia había salido a la luz ante la primera hacía menos de dos años y viceversa. Nadie puede sufrir dos divorcios a la vez, porque nuestro código civil prohíbe la bigamia, pero si puede sufrir demandas de alimentos de dos hijos por un lado y un hijo por el otro. Así, el flujo de utilidades que el taller de estética vehicular daba se redujo a un cuarenta por ciento.

¿Iba Lacalle a seguir trabajando con aseguradoras? Por un lado, eran clientes importantes, con buenos volúmenes de encargos de trabajo. Por otro, pagaban al cliente al menos seis meses después del accidente y al taller varios meses después de terminado el trabajo. Ya fuera que el cliente llevaba su auto accidentado a reparar con el dinero del seguro o que el remolque del seguro llevara el auto del cliente, entre entregar el primer presupuesto y recibir la totalidad del pago pasaba mucho tiempo, y Lacalle no estaba en condiciones de financiarse siquiera a sí mismo. Tuvo que prescindir de dos empleados y de uno de ellos