El día antes del fin del mundo: Diez relatos apocalípticos

Por Salomón Wilson, Bego Guerrero, Aurora Aguilella y 7 más

¿Cómo sería el día antes del fin del mundo? Diez autores responden a esta pregunta con enfoques muy diferentes: desde la política, desde las pesadillas, desde el estoicismo, desde el pasado, desde el dolor y, sobre todo, desde esa habilidad humana de reírse de (¿o con?) nuestros miedos más primitivos.

• Idioma: Español
• Editorial: Antonio Tombolini Editore
• Fecha de lanzamiento: 29 nov 2018
• ISBN: 9788829562459

Vista previa del libro

Salomón Wilson, Bego Guerrero, Aurora Aguilella, Vanessa Ruggiero, Luis Zaragoza, Mari Carmen Asensi, Ana María Miñarro, Antonio Quintanilla, Emiliano Bruno, Marta de la Aldea

El día antes del fin del mundo

Diez relatos apocalípticos

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Este libro se ha creado con StreetLib Write

http://write.streetlib.com

Índice

Prólogo 〰 Escribir para conectar

1 💥 Romper en caso de guerra

2 💔 Julieta y el fin del mundo

3 🌍 This Bitter Earth

4 🌊 Ley de gravedad

5 🌑 Tal y como sucedió

6 🌅 ¡A la mierda todo!

7 📅 Mañana será viernes

8 🌄 A vida o muerte

9 🌟 Siete números. Sin prisas

10 🍲 Hasta aquí hemos llegado

Prólogo 〰 Escribir para conectar

Antonio Aguilella Asensi

Leemos para saber que no estamos solos. Esta frase aparece dos veces en Tierras de penumbra (1993), película que se centra en un episodio particularmente intenso de la vida de C. S. Lewis, el autor de Las crónicas de Narnia. Recuerdo haber pensado mucho sobre ella antes de decidir si estaba de acuerdo o no. Hay algo tan íntimo, tan intrínsecamente privado, en la relación que tenemos con un libro que resultaría razonable pensar que la lectura es más bien un acto de soledad. Pero no lo es: da igual si nunca hablamos de lo que leemos o si, por el contrario, lo pregonamos a los cuatro vientos en Goodreads, porque en ambos casos leer nos conecta con el mundo.

Y si esto es cierto cuando leemos, no es menos cierto cuando escribimos literatura. Puede que incluso sea más cierto. Tecleamos nuestras historias con el afán de que lleguen a alguien y de que, de un modo u otro, aporten algo a su perspectiva mediante la sorpresa, el conflicto, la risa o la reflexión. Además, con esas historias dejamos un testimonio de cómo es nuestra sociedad hoy, de cómo es el eje espacio-tiempo desde el que las creamos. ¿Puede haber algo más social que esto?

En StreetLib creemos firmemente en que leer y escribir libros es, ante todo, una forma de conectar. Y esta creencia fue la que nos llevó hace unos meses a lanzar un proyecto de creación literaria para nuestra división de España y América Latina: StreetLib Series.

La idea era muy sencilla: proponíamos un tema a nuestros usuarios para que escribieran un relato y lo subieran a nuestro foro en StreetLib Connect. Una vez finalizado el plazo de presentación, nuestra comunidad decidiría cuáles eran los mejores diez relatos por votación y esa selección se publicaría en formato eBook y se distribuiría en nuestra red internacional de librerías online. Y, por supuesto, los autores recibirían sus regalías correspondientes.

En cuanto al tema de esta primera edición, quisimos escoger uno que funcionara como una especie de escenario lo suficientemente amplio como para que los participantes volcaran en él sus esperanzas y sus preocupaciones. ¿Qué podría ocurrir el día antes del fin del mundo? Esta es la pregunta que nuestros usuarios tenían que responder, y lo han hecho con enfoques muy diferentes: desde la política, desde las pesadillas, desde el estoicismo, desde el pasado, desde el dolor y, sobre todo, desde esa habilidad humana de reírse de (¿o con?) nuestros miedos más primitivos.

Esperamos que disfrutes de este intenso viaje apocalíptico repleto de finales y, si se lee con atención, también de nuevos comienzos. En este mundo o en cualquier otro.

1 💥 Romper en caso de guerra

Salomón Wilson

In case of war break glass.

La inscripción estaba grabada sobre el cristal que protegía el pulsador rojo, justo al lado del hueco dejado por el pequeño martillo de cabeza metálica con el que ahora jugueteaba Ronald Crumb.

Mientras contemplaba embelesado el célebre botón del apocalipsis nuclear, el cuadragésimo cuarto y medio presidente de los Estados Reunidos de Arcadia trató de pensar una frase con la que ser recordado tras su audaz acción, la cita que se incluiría en sus numerosas biografías futuras y que quedaría inmortalizada junto a su retrato en la Casa Pálida.

Tras descartar varias por su excesiva afectación y escasa originalidad y dada la premura que le imprimían las circunstancias, sólo se le ocurrió un contundente Fuck you!. Satisfecho con la expresión, perfecto resumen del talante de su mandato, decidió compartir la frase a través de su cuenta oficial de Buzzer. Justo cuando empezaron a llegar los primeros zumbidos de sus seguidores, Crumb empleó el martillo para romper el cristal que protegía el temible dispositivo.

El reloj del juicio final acababa de marcar las 00:00.

* * * * *

Levantia, una semana antes

La visita del máximo mandatario mundial había sido estudiada hasta el mínimo detalle. Las relaciones comerciales entre Europía y el imperio arcadiano vivían momentos de gran tensión debido a la instauración unilateral de las medidas proteccionistas de Crumb sobre los productos foráneos, situación agravada por las vehementes declaraciones que habían acompañado al anuncio de las polémicas políticas comerciales. Levantia no escapaba a esta situación y, por ello, su gobierno decidió aprovechar la visita oficial del presidente de Arcadia para rebajar las tensiones celebrando una cena de gala en su honor. Pretendían los promotores de la idea aprovechar el ágape para evidenciar las bondades de los productos patrios mediante su degustación en distintos platos elaborados por cocineros galardonados con una constelación de estrellas, mostrando así a su ilustrísima la variedad y excelencia de los alimentos injustamente afectados por los altos aranceles incluidos en la guerra comercial en curso.

La cena, por desgracia, estaba transcurriendo con algunos altibajos que ponían en serios aprietos a los representantes levantinos. Así, durante los aperitivos, los invitados habían presenciado horrorizados cómo el presidente arcadiano se había introducido en la boca un puñado de clóchinas y trataba de deglutirlas, concha incluida, con gesto de cowboy mascando tabaco. Por fortuna, el jamón ibérico fue recibido con grandes muestras de alegría, así como la selección de quesos y los vinos empleados para acompañarlos. Las aceitunas sirvieron de excusa al inefable líder para mostrar a los invitados los conocimientos acerca de la cultura levantina adquiridos durante su visita, disparando con una potencia envidiable para un mandatario de su rango y edad un hueso de oliva que cruzó la sala completa y tumbó a uno de los camareros del impacto. Tras el incidente, que fue acompañado por risas y alabanzas ante la potencia y precisión del tiro, la tensión fue rebajándose.

Finalizados los postres y llegada la hora del café, el amo del