Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El dolor es amor retenido: Diálogos entre Daniel Gabarró y Daniel Lumera
El dolor es amor retenido: Diálogos entre Daniel Gabarró y Daniel Lumera
El dolor es amor retenido: Diálogos entre Daniel Gabarró y Daniel Lumera
Libro electrónico77 páginas1 hora

El dolor es amor retenido: Diálogos entre Daniel Gabarró y Daniel Lumera

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El frenesí del día a día nos empuja a vivir la vida de forma acelerada, haciéndonos olvidar de nosotros mismos y de nuestras necesidades. Es como si estuviésemos conduciendo un coche y no tuviésemos tiempo para parar y repostar combustible.
Pero, ¿qué sucederá si no paramos?
Este libro nos recuerda la importancia de hacer una pausa en el camino y reflexionar sobre temas que son fundamentales en nuestra Vida como el perdón; el amor; la creación del pensamiento o el valor del agradecimiento.
Además, en cada capítulo se incluyen propuestas prácticas para cuidar nuestro bienestar emocional.
Hace unos meses, Daniel Lumera y Daniel Gabarró decidieron compartir su experiencia y sabiduría en una serie de charlas online. En cada una de ellas, se abordaba un tema desde dos puntos de vista, desde dos perspectivas, pero desde una misma filosofía de Vida.
Esas reflexiones online fueron el origen de este libro que se ha convertido, a su vez, en una oportunidad para profundizar más e incluir ejercicios y propuestas de verificación.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 nov 2018
ISBN9788416680559
El dolor es amor retenido: Diálogos entre Daniel Gabarró y Daniel Lumera

Lee más de Daniel Gabarró

Relacionado con El dolor es amor retenido

Libros electrónicos relacionados

Meditación y manejo del estrés para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El dolor es amor retenido

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El dolor es amor retenido - Daniel Gabarró

    personal

    El perdón

    El perdón educa al cerebro para la felicidad. Ayuda a quien lo practica a tener, incluso, una mejor salud física. Y, además, permite tener relaciones más sanas y felices. Pero... ¿qué significa realmente perdonar?

    En nuestro día a día, ¿necesitamos perdonar?, ¿qué implica perdonar? Realmente, ¿hay algo que debamos perdonar? Y, en tal caso, ¿el amor nos ayuda?

    El amor y el perdón son dos conceptos que se fusionan entre sí, están vinculados y conectados. Desgraciadamente, la sociedad los ha concebido desde una visión incorrecta. En la mayoría de casos, se asocia el perdón al ámbito religioso o a la debilidad y, el amor, a la esfera de los sentimientos.

    Nada más lejos de la verdad, estos términos guardan entre sí un poder profundo y, por ello, es necesario revisarlos. Porque solo cuando entendemos el significado real de las palabras, las podemos vivir conscientemente.

    Etimológicamente, perdón significa per- y -don, para donar, para dar. Perdono para darme, para transformarlo todo en un don, sin principio ni final. Este significado podemos vincularlo con el amor; pues, etimológicamente, amor significa ausencia de muerte; por lo tanto, el amor tampoco tiene ni principio ni final.

    En más de una ocasión, te habrás encontrado en una situación en la que sientes que debes perdonar o que te perdonen. Quizás, para eximirte de lo que tú has hecho mal o de lo que otro ha hecho mal y liberarte de la culpa. Sin embargo, el perdón no cumple únicamente con esa función asignada de restaurar el daño ocasionado.

    El perdón es un estilo de vida, un caminar en plena gratitud, aceptación y amor. Comprender el perdón es comprender el sentido de la vida y entender una forma concreta de vivirla.

    Perdonar no es, ni mucho menos, sinónimo de debilidad. De hecho, solo podemos perdonar si tenemos valentía en nuestro corazón, si nos sentimos amados/as y seguros/as. Los que viven con conciencia y confían en la vida pueden perdonar, puesto que no dependen de los demás para dar sentido a su propia existencia.

    Así pues, perdonar significa actuar desde el corazón, renunciando a la rabia y a la frustración. Y, como hemos dicho, eso solo puede hacerse desde la valentía, desde la fuerza, todo lo contrario a la idea de debilidad.

    Imagínate, por ejemplo, una situación de tensión con alguien: con una persona de tu oficina; un amigo; un familiar; en un comercio, etc. En este tipo de situaciones, no solo se dispara la frecuencia cardíaca, sino que experimentamos un cambio que afecta a nuestro estado de ánimo. Esa alteración provoca que nuestro juicio se nuble y que seamos incapaces de ponernos en el lugar del otro.

    Sin embargo, en este tipo de situaciones, el perdón nos permite mantener nuestro estado de paz inalterable. Porque perdonar implica comprender al otro/a, sin juzgarlo ni criticarlo, entendiendo que todo el mundo hace lo que puede. Y, si todo el mundo hace lo que puede, es absurdo juzgar las razones, las actitudes o las acciones de los demás. Cuando eres capaz de integrar esto, quien se llena de amor eres TÚ.

    De lo contrario, pretender que sean los demás quienes cambien de conducta es un error inmenso. Con esa actitud, estarás pidiendo a los otros que se adapten a ti; estarás diciendo a los demás que resuelvan tus propios conflictos internos, y eso es una forma de violencia.

    Así pues, ante cualquier situación de tensión, la responsabilidad reside en la habilidad de responder ante una circunstancia que te produce malestar desde la comprensión y el amor. Si eliges el perdón, estarás asumiendo tu propia vida; porque, cuando alguien se equivoca, su dolor, su rabia y su error es suyo. La forma en cómo TÚ lo vives es TUYA.

    Por lo tanto, deja a los demás aprender de sus errores, déjales crecer. Eso significa no protegerlos ni evitarles las consecuencias de sus propios actos. Y, en lo que a ti te concierne, focalízate en tu realidad; es decir, céntrate en aquellas áreas donde sí puedes influir y deja de querer cambiar a los demás.

    Cuando eres consciente de cuáles son esos ámbitos, dejarás de perder el tiempo intentando cambiar otras realidades que no son la tuya y, como consecuencia, detendrás el sufrimiento.

    Recuerda, además, que el exterior siempre es una proyección de uno mismo. Para verificar lo que decimos, mira a tu alrededor y observa, ¿qué ves? Si ves amor, significa que estás ofreciendo comprensión a tu alrededor; si ves confusión, significa que ésta habita en tu interior. Posiblemente, no estés siendo suficientemente claro con tus acciones, con tus palabras o con tus sentimientos; posiblemente, pienses una cosa, sientas otra o, quizás, hagas una distinta; esa disonancia interna te provoca la confusión externa.

    Así que, pregúntate qué quieres ver a tu alrededor y trabájatelo dentro de ti. Entender el perdón de esta manera, te ayudará a entender y acoger la vida en su completa integridad. Te

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1