Celos Que Matan!!!: ¿Estarás Tú Sintiendo Celos?

Por Dr. José R. Reyes

En ste libro vas a encontrar la medicina para los ataques de ansiedad y celotipia. Cuando la sulamita del libro de cantar de los cantares, deca que estaba enferma de amor, es porque estaba llena de ansiedad. Su mente, su espritu y su cuerpo, estaban desequilibrados. La celotipia es una enfermedad que afecta todo tu ser; espritu, alma y cuerpo, creando un profundo pesar y un desequilibrio interno con repercusiones externas. Todo nuestro ser est compuesto por un conjunto de entidades que estn interconectadas.
Mi corazn se enferm de amor, y no s cmo curarlo!
El celo lo visito, y NO s cmo sacarlo! Te acaricio sin tocarte y te odio en vez de amarte.
Mi corazn se enferm, solo T puedes sanarlo. Ven que te estoy esperando! Eres T quien me enfermaste y solo t podrs sanarme. Por qu viniste? Y Por qu te fuiste?
Esta enfermedad me enloquece. Si no eres para m, jams podrs ser de nadie. Con el celo me enfermaste y no s cmo sanarme. Mi corazn desfallece y la angustia me enloquece..! As habla el corazn cuando est enfermo de celotipia

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 8 jun 2015
• ISBN: 9781506503691

Dr. José R. Reyes

El Dr. José R. Reyes, es pastor de una de las iglesias de mayor crecimiento en el estado de Ohio. La Iglesia Nueva Vida con sede en la ciudad de Cleveland, oh en los estados unidos de América. Es presidente y fundador del ministerio mundial Nueva Vida, con iglesias en Estados Unidos, Guatemala y República Dominicana. Ha cursado estudios teológicos y profesionales en varias universidades en su país y en Estados Unidos. Ha sido ejecutivo de las más prestigiosas compañías de seguros de los Estados Unidos. Ha sido reconocido como hispano del año (1999) por el senado de los Estados Unidos, por el estado de Ohio y por la ciudad de Cleveland. Además de ser un luchador incansable por los derechos de los inmigrantes en todo el mundo, es miembro permanente del panel de nominaciones para la junta de educación de la ciudad de Cleveland nombrado por el honorable alcalde. Fundador y presidente de la asociación hispana de ministros evangélicos de Ohio. En la actualidad reside en la ciudad de Cleveland, Ohio, con su esposa Vanessa, su compañera de 37 años, sus hijos y sus nietos.

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Copyright © 2015 por Dr. José R. Reyes.

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Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

Fecha de revisión: 01/06/2015

El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

ÍNDICE

DEDICATORIA

DEDICACIÓN ESPECIAL

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I

CAPÍTULO II

CAPÍTULO III

CAPÍTULO IV

CAPÍTULO V

CAPÍTULO VI

CAPÍTULO VII

CAPÍTULO VIII

EPÍLOGO

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

DEDICATORIA

Dedico este libro al Espíritu Santo, EL INSPIRADOR Y AUTOR DE TODO LO QUE EXISTE, quien ha sido mi guía y mi fortaleza en todo el trayecto de mi vida personal y ministerial. A cada instante, Él anhela celosamente que tú y yo vivamos una vida a plenitud. El Espíritu Santo intercede constantemente por nosotros con gemidos indecibles para ayudarnos en todas nuestras debilidades. Nos da su mano y nos levanta cuando estamos caídos. Cada día, podemos recibir de Él las fuerzas necesarias para consolar, fortalecer y orientar a todos aquellos que atraviesan el valle de sombra y de muerte. En el Calvario, Jesús abrió un camino más excelente para nosotros los creyentes y para toda nuestra generación.

¡GRACIAS, BENDITO ESPÍRITU SANTO!

DEDICACIÓN ESPECIAL

Este libro, también es dedicado de homenaje póstumo a seis héroes de la fe cristiana, cuya labor pastoral adornada con integridad, santidad y dedicación deberá ser recordada por generaciones. Cada uno de estos ministros, después de honrar al Espíritu Santo y servir al eterno Dios por más de 50 años, ha sido exaltado al Salón de la Fama de la Fe.

¡Dios honra a los que le honran!

Evangelista: José Joaquín (Yiye) Ávila, El Evangelista de América Latina

Pastor: Francisco (Panchito) Rodríguez, Iglesia Discípulos de Cristo, de Puerto Rico

Pastor: Luis M. King, Iglesia Metodista Libre, de República Dominicana

Pastor: Andrés Brito, Iglesia Metodista Libre, de República Dominicana

Pastor: José de Jesús Duarte, Iglesia Metodista Libre, de República Dominicana

Pastor: Israel Brito, Iglesia Metodista Libre, de República Dominicana

Y oí una voz del Cielo que decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, porque descansarán de sus trabajos; pero sus obras con ellos continúan (Apocalipsis 14:13 (RVG)).

AGRADECIMIENTOS

A mi esposa Vanessa:

Gracias, por tu paciencia y comprensión, por las noches de espera, y por compartir tu tiempo con todas aquellas personas que serán consoladas y sanadas con la lectura de este libro. ¡Te amo!

A mis hijos: José Jr., Vanilda, Wesley y Delia. Ustedes son la inspiración de todo lo que realizo. Gracias, por ser mis mejores y más fieles amigos. ¡Los amo!

A mis nietos y nietas: Ustedes llegaron a mi vida en el momento más decisivo para enseñarme cómo empezar a vivir una segunda y hermosa juventud. Ustedes son la inspiración de mi existencia. ¡Los amo!

A mi amada Iglesia Nueva Vida, de Cleveland, Ohio: Gracias, por ser los facilitadores de mi vida ministerial.

Reconocimiento especial

Quiero reconocer la grandiosa aportación de la Doctora Loida E. Rodríguez Sánchez, PH.D en la redacción de esta obra. Gracias en nombre de las almas que serán confortadas a través de la lectura de este libro.

PRÓLOGO

¡Celos! Es una palabra simple, pero con mucho efecto. Cuando se usa correctamente puede ser de beneficio, cuando se usa inadecuadamente puede ser de maldición. El Diccionario Webster define el término celos como intolerante hacia un rival. Otra definición de la palabra celos es vigilante hacia una posesión. Los hijos de Dios debemos cuidarnos de los celos. Satán, quien demostró celos contra el Creador al querer ser como este, recibió las consecuencias de sus actos: fue expulsado y arrojado del Cielo a la Tierra. Parte del propósito destructivo de Satán ha sido incitar a que surjan celos entre los hermanos cristianos.

Pienso que los celos son una falta de identidad de quiénes somos en el reino de Dios. El Creador diseñó a cada individuo con personalidad y habilidades distintas. El Apóstol Pablo lo declaró de esta manera: A algunos llamó apóstoles, a otros profetas, otros evangelistas, otros maestros y pastores. Estas distinciones cumplen con un propósito: que se realice un crecimiento en el cuerpo de Cristo. Cada cristiano debe ejercer una función, un trabajo en la iglesia; algunos serán manos; otros, pies; pero siempre con Cristo como la cabeza de ese cuerpo ministerial.

Todos nos necesitamos los unos a los otros. Sin embargo, cuando no conocemos a cabalidad el propósito de nuestra función, trabajo o ministerio, Satán comienza a incitar en nosotros celos y envidia. Mientras no entendamos que todos trabajamos para un Señor, podríamos interpretar el éxito de otro como competencia y no como parte del crecimiento del cuerpo de Cristo. Satán, el enemigo, es experto en confundir a los miembros cristianos débiles para que se destruyan los unos a los otros. Uno de los mecanismos de aniquilación que utiliza es los celos.

Los celos destruyen ministerios, matrimonios y amistades. Los celos provocan desconfianza e impiden la expresión plena hacia los seres queridos más cercanos. Los celos destruyen interna y externamente a los individuos. Son semejantes a la enfermedad del cáncer: si no se detectan y se tratan a tiempo, pueden destruir a ministros, evangelistas, líderes y familias. La Biblia contiene ejemplos de hombres que por los celos nunca lograron alcanzar el potencial de su ministerio.

En este tiempo, Dios ha levantado a un hombre para detectar el cáncer de los celos que ha destruido a muchos ministerios. Dios le ha concedido una revelación al Dr. José Reyes, quien es mi gran amigo y pastor. Dios sembró esta revelación en su corazón. De su corazón, la pasó a las páginas de este libro en el cual él describe los celos que matan.

Obispo Moisés Santana.

INTRODUCCIÓN

Cuando el apóstol Santiago escribió su carta, la humanidad se encontraba en uno de los momentos más decisivos de la historia. Los vientos de división amenazaban por todas partes. La atmósfera espiritual estaba saturada de celos amargos que intentaban detener el avance uniforme del evangelio transformador de vidas, pueblos y naciones.

Santiago tenía mucho que expresar respecto a los problemas de la iglesia, sin embargo, el Espíritu Santo le concedió sabiduría para sintetizarlo en una sola epístola. Los vientos contrarios que soplaban impetuosos para destruir la unidad de la iglesia encontraron en la doctrina apostólica una pared que los detuvo por muchos siglos.

En estos últimos tiempos, cuando las huestes espirituales de maldad están lanzando su embestida final con vientos de envidia, celos obsesivos, y todo espíritu de segmentación para confundir la iglesia y paralizarla, es necesario levantar murallas de contención capaces de paralizar la furia del enemigo.

Conocemos a Pablo como el apóstol de los gentiles. Conocemos a Juan como el apóstol del amor, y a Pedro, como el apóstol intrépido; sin embargo, presentaré a Santiago como el apóstol de la sinceridad. Es necesario un corazón lleno de amor y sinceridad para comunicarle a la iglesia lo que nadie se atrevió expresarle:

• Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? (Santiago 3:9-11 (NVI))

• ¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones (Santiago 4:1-3 (NVI)).

• Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? (Santiago 2:14 (NVI))

Cuando se estaban seleccionando los libros que conformarían el canon del Nuevo Testamento, la epístola de Santiago fue la que ocasionó la mayor controversia. Algunos exégetas consideran que la principal razón de aquella fuerte resistencia fue que, en la epístola, Santiago confrontaba las nacientes discrepancias eclesiásticas. El apóstol consideraba que no eran compatibles o apropiadas para todo aquel que se consideraba seguidor de Jesucristo, el Príncipe de paz.

Gracias a Dios que, por el espíritu diferente de hombres como Jerónimo y Agustín, hoy disfrutamos en el canon sagrado de un mensaje que nos confronta con nuestra realidad y nos abre el camino para buscar vías de solución en medio de los conflictos.

Como líder de la iglesia en Jerusalén, Santiago desarrolló su ministerio en medio de un ambiente hermoso y lleno de armonía donde nadie alegaba ser su dueño. Allí todos poseían un mismo corazón y los demonios celotípicos no conseguían puertas por donde penetrar al corazón de la iglesia.

Existe una antigua leyenda en la cual las generaciones de creyentes han identificado una fuente de inspiración para cerrarles las puertas a todo espíritu de egoísmo y resentimiento. La hermosa y reveladora tradición dice que dos hermanos compartían un campo y un molino que habían heredado. Cada noche después del trabajo, dividían equitativamente el producto del grano que habían molido juntos durante la gran faena del día. Un hermano vivía solo, y el otro se había casado y tenía una familia grande y hermosa. Un día el hermano soltero pensó: No está bien que dividamos el grano de manera equitativa, yo soy soltero y solo tengo que cuidarme a mí mismo, pero mi hermano tiene niños que alimentar. Así que cada noche, secretamente llevaba una porción de harina a la bodega de su hermano. Sin embargo, el hermano casado pensaba de igual manera en la situación de su querido hermano y decía: No está bien que dividamos el grano equitativamente porque yo tengo hijos que me proveerán cuando ya esté anciano, pero mi hermano no tiene a nadie, ¿Qué hará cuando esté viejo"? Entonces, cada noche tomaba secretamente parte de su harina y la colocaba en la bodega de su hermano.

Misteriosamente, cada mañana, ambos hermanos encontraban sus provisiones con la misma cantidad de harina que el día anterior. Hasta que una noche, mientras se disponían a realizar su hermosa obra de amor filial, se encontraron en medio del camino entre sus casas; se dieron cuenta de lo que cada uno estaba haciendo y se confundieron en un