Las Grandes Incógnitas: La Verdad Maya Del 2012

Por Miguel González

La armona, la paz y la felicidad, solo se logran por una gracia especial que resulta de buenos propsitos, de los buenos proyectos, del trabajo; y de acciones honestas, y humildes que tengan un toque de misericordia, de razn y de justicia.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 9 may 2012
• ISBN: 9781463324612

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Las Grandes

Incógnitas

La verdad MAYA del 2012

Miguel González

Copyright © 2012 por Miguel González.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2012906561

ISBN:           Tapa Dura                    978-1-4633-2460-5

                     Tapa Blanda                 978-1-4633-2462-9

                     Libro Electrónico         978-1-4633-2461-2

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Fecha de revisión: 20/02/2013

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Contents

PROLOGO

INTRODUCCIÓN

CAPITULO UNO

El Más Grande Acontecimiento

CAPITULO DOS

El Fin Del Mundo

(Versiones)

El Privilegio De Varificar

CAPITULO TRES

Discusión Y Controversias Primer Caso

(Los Descendientes De José)

Discusión Y Controversias Segundo Caso

(La Peregrinación)

Discusión Y Controversias Tercer Caso

(Quetzalcóatl)

Discusión Y Controversias Cuarto Caso

((El Plan Supremo)

CAPITULO CUATRO

Profecias Mayas

(Interpretación)

Principios Fundamentales De Sociabilidad

Desconectándose Del Más Grande Sistema

Las Grandes Incógnitas

Juicios Personajes Y Sentencias

A Mi Excelentísimo Señor Y Maestro

EPÍLOGO

Y conocerán la verdad,

y la verdad los hará libres.

(Juan 8: 32).

Porque no hay nada encubierto

que no llegue a revelarse,

ni nada escondido

que no llegue a conocerse.

(Mateo 10: 26)

PROLOGO

Los primeros pasos de aprendizaje, cultura, disciplina y educación, suelen ser decisivos en la formación y desarrollo humano. Y en este aspecto, el núcleo familiar, las escuelas, los vecinos y las amistades cercanas, juegan un papel importante.

El hecho de compartir las novedades, opiniones e ideas, ha sido un aspecto común en la sociedad; esto es como la esencia de la comunicación humana; pero para generar el digno ambiente que merece el ser humano como la especie más importante y especial de la Creación es necesaria la mejor calidad al actuar, al decir y al hacer.

Las Grandes Incógnitas, (La Verdad Maya del 2012), es un libro veraz, que muestra las bases a cerca de la realidad en la confundida aplicación, e interpretación de ciertos relatos, historias, leyendas, hipótesis y teorías del mundo; y principalmente de las conocidas civilizaciones antiguas de México y Mesoamérica, para ilustrar y aclarar diversos misterios y dudas que encierran: la Historia de México; la (hipótesis) llamada Teoría de la Evolución, y las Profecías Mayas.

Esto, con el propósito de contribuir en la educación y la cultura general, y resguardar la dignidad que merece México, su historia y su preciosa cultura.

Pesa más una pequeña necedad

que la sabiduría y la honra juntas

(Eclesiastés 10: 1)

INTRODUCCIÓN

Desde su origen, el ser humano se ha visto envuelto y atraído por misterios y fantasías que activan su imaginación, empujándolo a compartir mensajes y opiniones confusas.

Los grandes temas sociales como el que se refiere al fin del mundo, son y han sido atractivos para una sociedad que siempre ha estado sedienta de novedades y emociones.

Este ambiente social de comunicación se agudiza cuando es generado y promovido por ciertos líderes civiles, gubernamentales y religiosos.

Es indispensable la responsabilidad, y la conciencia al decir, al escuchar, al escribir y al hacer cuando se sea percibido por otros ya que la acción y la expresión, participan, e interfieren en el aspecto psicológico humano individual y colectivo.

Con la modernidad actual y los medios tan sofisticados de la comunicación es fácil conocer cosas para la superación personal y para la cultura general. Pero también es fácil dejarse influenciar por los inciertos mensajes y los temas que con frecuencia aparecen en libros, periódicos, revistas, e Internet; o en las voces de quienes promueven opiniones, ideas, hipótesis y conjeturas, emanadas de experiencias personales y de la imaginación.

La percepción, la libertad,

la dignidad y la autenticidad

son sinónimos de la existencia;

donde la sonrisa y el afecto,

son los reactivos principales

CAPITULO UNO

Un notorio aspecto que interfiere y modifica la percepción y el criterio que se requiere para razonar y emitir juicios a cerca de las cosas que nos rodean, ha sido la influencia que ejerce la sociedad en base a sus normas civiles de urbanidad y conducta.

En realidad resulta increíble que dentro de lo que se conoce como la libertad de ser y existir, persista una férrea, e indestructible cárcel social que es fingida y justificada individualmente por quines viven sometidos a ella en determinada sociedad.

El propósito, el razonamiento, el sentido común, la disciplina, la teoría, el ensayo, la investigación y la experimentación, permiten conocer la esencia, como única verdad que caracteriza a cada cosa y detalle que existe. Pero ha sido común que el conocimiento se inhiba por sumisión, apatía, negligencia, por una iniciativa propia, o por la influencia que ejercen los demás.

La sabiduría permite alcanzar el más alto nivel de vida, de paz y armonía; pero para conseguirla, se requiere que además de la tenacidad, el trabajo, esfuerzo y la voluntad, practicar también la humildad la misericordia y el indispensable respeto al derecho ajeno; teniendo presente el hecho que: hacer, o no hacer, conlleva sus efectos y consecuencias.

Tener talentos y virtudes es privilegio;

y compartirlos con placer y regocijo,

es estar en gracia del Dios

EL MÁS GRANDE ACONTECIMIENTO

En mi infancia solía meditar sobre cosas del mundo y de la misma existencia; y a veces mi mente la sentía como entre un laberinto, al no saber explicar lo que analizaba.

En aquel medio social se acostumbraba competir en casi todo lo que se hacía para así lograr honra y prestigio, principalmente en las actividades de trabajo y deporte.

Y por supuesto que también se discutían los puntos de vista en cualquier tema para tratar de someter y transformar el ambiente psicológico a favor de sí mismo.

Pero por la clara falta de preparación, de educación y de cultura general, a veces lo que se comenzaba como una charla amable, fraternal, amistosa y muy cordial, terminaba en una discusión acalorada.

El competir y charlar de esa forma era una buena manera de pasar ameno el día entre mis hermanos y amigos, mientras que se realizaba algún trabajo; ya que siempre, al final volvía la calma y la fraternidad.

En mi adolescencia me agradaba revisar los detalles de la Naturaleza, como: la forma de las ramas en los árboles, las diferentes tipos de hojas y flores, así como las formas caprichosas de los paisajes naturales.

Cuando miraba las rocas, los árboles, el pasto, las aves, los animales domésticos y los insectos, deseaba palpar a cada uno para comprobar y experimentar su autenticidad y sus características.

Al estar trabajando con mis hermanos solía aportar mis opiniones; pero me llenaba de vergüenza cuando por mi poca facilidad de palabras, al querer explicar algo resultaba envuelto en un complicado enredo del que no era muy fácil salirme.

Sucedía que una fuerza intima extraña, me hacía estar en silencio, soportando así las ásperas miradas de quines estaban cerca de mí esperando que concluyera la intención en mi expresivo intento de hablar.

Este, mi tan estresante comportamiento también lo he notado en otras personas. Y he concluido que esa inseguridad individual se genera tal vez en parte por la ambición, o por la miseria cultural y económica que se viva en determinados casos; ya que se le da un enorme valor a lo que tal vez genere algo de honra, dignidad y beneficios personales.

Así la mente se transporta con rapidez al futuro próximo, y dibuja un posible sendero de honor y de prestigio enorme que hace incierto, e inseguro al presente, bloqueando momentáneamente ciertas habilidades como el auto control y el sentido común.

Con frecuencia sucede que al pensar en lograr algo muy importante que proporcione honra y prestigio, se sufre una sorpresiva y gran emoción que bloquea el razonamiento y la expresión, empujando a permanecer en silencio, o a expresar con actitud persuasiva cualquier intrépida idea que parezca útil para fama, para prestigio personal, y para opacar cualquier indicio de frustración.

Por eso en aquella época, al contemplar unos objetos alargados, o redondos similares como: una pequeña roca esférica, una tuna, una guayaba, un elote, o una hoja de árbol, les captaba extraños razonamientos que no sabía cómo explicar. Y esto se refiere a que: cada objeto es distinto, y existe de acuerdo a sus características, a su autenticidad, a su dimensión, y a su lugar en el espacio.

Sin saber cómo explicar eso solamente les dije, a mi manera, algo como esto:

Todas las cosas que hay en la Tierra, y que están alrededor de nosotros, son como ellas ahora son; pero no pueden ser distinto; porque aquello que ya es; solamente es así como es.

Al decir eso algunos se rieron, mientras movían su cabeza diciendo: ¡Oye lo que dice este!

La explicación de la existencia del mundo y de las cosas se basa en que cada Ente, y elemento que ya existe, es tan real como su propio peso, como su propio color, su propio sabor, su propia textura, su propio material, su propia causa, su propio efecto, y por el espacio que ocupa.

Si tomamos una pequeña roca esférica, una naranja, o una manzana para pintarla, o para fraccionarla, sí resultará algo distinto a su origen inicial; pero a partir de eso, cada fracción será otro Ente diferente y único en base a sus propias nuevas características.

Cada objeto y elemento físico, o químico está en el mundo en la medida de sus límites y de sus características; pero su autenticidad suele ser ultrajada y modificada de acuerdo al uso y la interpretación que se le adjudique en determinado lugar y época.

La conclusión en base a esto es: que la verdad y la realidad en todo lo que existe y que sucede en la Tierra y en el Universo es justa, precisa, e insustituible; pero suele ser cambiada y desplazada por confusión, o por un propósitos de interés personal y colectivo.

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Cierto día me sentí sorprendido al mirar un grupo numeroso de personas que platicaban temas que parecían importantes para ellos.

Me acerqué más para enterarme, y con grata sorpresa descubrí que ninguno de ellos estaba difamando, ni criticando.

Eso parecía como un algo extraordinario ya que lo normal en aquella comunidad era hablar cosas graciosas y misteriosas a cerca de cualquier persona. Pero ahora parecía que ellos habían acordado una tregua de honor y de dignidad.

Yo me acomodé entre ellos, y me sentí sorprendido al escuchar sus puntos de vista y sus comentarios.

Estas personas que conformaban aquella improvisada y sorprendente reunión parecían muy complacidos, e interesados por lo que se comentaba.

Y hasta capté que la mayoría frenaba sus impulsos de hablar para expresar sus puntos de vista y sus opiniones, por no interrumpir a quien había tomado antes la palabra.

Me propuse estar allí sin intervenir.

Al estar escuchando sus temas descubrí entre ese grupo, a otros individuos, quienes permanecían también con aparente respeto; pero se miraban con discreción entre ellos.

Estos eran como siete personas adultas que permanecían pasivos y atentos a lo que hablaban los demás.

Al observarlos con detenimiento noté en sus semblantes cierto enfado, e ironía.

Supuse que tal vez lo que se comentaba ahí ese día no era de su completo agrado.

La reunión se fue desintegrando poco a poco, y los que ya se alejaban se despedían con una sonrisa de satisfacción y cortesía.

Después solamente se quedaron en esa reunión como quince personas, y supuse que deseaban seguir escuchando, o participando en temas similares.

Yo me decidí en comentar algo común con el simple propósito de apoyar, elogiar y promover ese tipo de reuniones amistosas. Y cuando me prestaron atención comencé a expresar mis mensajes y opiniones.

Esto fue a cerca de lo importante que es apreciar los detalles de la vida en cualquiera de sus manifestaciones. Y respetar, y valorar en todos los seres humanos, los derechos de existir, de no ser perfecto, de pensar distinto y de percibir las cosas en forma diferente a los demás.

Es necesario aceptarse como cada quien sea para saber comprender a los demás con sus particularidades, cualidades y defectos, con el pleno entendimiento de que nadie es perfecto, y que nadie podrá ser idéntico a otro en su manera de ser, y de percibir al mundo; para que así la existencia sea más positiva y cordial.

Al terminar esa corta intervención, di por terminada mi participación, y me despedí de ellos con un breve saludo. Pero sucedió que al dar la vuelta para retirarme se escuchó atrás de mí una voz que dijo:

-   ¡Pos cada cabeza es un mundo; ¿o qué no?!

Y como en coro; otras voces añadieron:

-   ¡Sí, sí, sí; cada cabeza es un mundo; cada cabeza es un mundo!   

Al voltear me enteré que quienes hablaban eran unos de los siete individuos que antes ya había visto de mal humor entre aquellas personas.

Y sonreí con discreción al suponer que esas afirmaciones tal vez serían frecuentes entre los pequeños bichos que suelen vivir como parásitos en algunas cabezas peludas, y desaseadas de personas, perros y gatos.

Continué caminando, mientras mi mente repetía aquellas expresiones que escuché al final. Y jugueteando, les comencé a incrustar otras ideas.

Cada uno piensa y proyecta diferente.

Cada persona tiene sus