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Jenaro Amezcua Amezcua.: Un Protagonista Olvidado De La Revolución Agraria Zapatista
Jenaro Amezcua Amezcua.: Un Protagonista Olvidado De La Revolución Agraria Zapatista
Jenaro Amezcua Amezcua.: Un Protagonista Olvidado De La Revolución Agraria Zapatista
Libro electrónico193 páginas2 horas

Jenaro Amezcua Amezcua.: Un Protagonista Olvidado De La Revolución Agraria Zapatista

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Pocos historiadores se han dedicado a estudiar a protagonistas cuasi annimos que, por su empeo, idealismo y luchas, arriesgaron sus vidas. Al paso del tiempo fueron olvidados por las historiografas, oficializadas por los poderes surgidos de esas luchas, pero no por familiares cercanos e investigadores serios que no fueron cooptadas por El sistema. Hay infinidad de esas historias marginadas de los textos escolares, esta es slo una de ellas.
El personaje biografiado, Jenaro Amezcua Amezcua, fue partcipe muy importante en la etapa revolucionaria del Mxico del siglo XX (1910-1920) y posrevolucionaria (1921-1946). Incluso antes, a fines del Porfiriato, y de acuerdo a las enseanzas de sus abuelos y su madre, se inquiet por los ideales libertarios de los campesinos y obreros explotados por las elites dominantes. Se enter del anarquismo difundido por los hermanos Flores Magn y se inici polticamente en el movimiento reyista. Movimiento ste que impulsaba al general Bernardo Reyes para suceder a Porfirio Daz. Movimiento que nunca fue abiertamente apoyado por el inspirador del que naci. Al conocer a Francisco I. Madero, se identific con sus proyectos y form uno de los primeros clubes antirreeleccionistas. Luch por l hasta su triunfo y despus se decepcion por el trato dado a los campesinos del sur, Madero nunca entendi a Zapata. Jenaro entonces, aplic todo su esfuerzo militar e intelectual a la causa del Ejrcito Libertador del Sur. Lugarteniente importante del Caudillo del Sur, representante del zapatismo en la Convencin de Aguas Calientes, embajador de esa revolucin agraria en la Habana, Cuba. Impulsor de las cooperativas de campesinos Balnearios de aguas termales- en el estado de Morelos, fundador del Partido Nacional Revolucionario (1929) y despus cooptado por ste para beneficio del callismo y la revolucin institucionalizada. Nunca reconocido su grado de militar, ganado a pulso en la revolucin zapatista, por ningn gobierno emanado de la Revolucin, muri decepcionado, de ver en lo que se haba convertido esa lucha, en el olvido en una pequea habitacin de una calle de la Ciudad de Mxico. No tiene tumba, mucho menos monumento, nombre de calle o colonia en ningn lugar del Mxico moderno. Este es un pequeo homenaje a este hombre que nunca claudic a sus ideales de lucha por el bienestar del campesinado mexicano.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 nov 2012
ISBN9781463341183
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    Jenaro Amezcua Amezcua. - Roberto Hernández

    JENARO AMEZCUA AMEZCUA

    Un protagonista olvidado de la revolución agraria zapatista

    Prologado por: Lic. María Trinidad Herrera Zapata.

    Roberto Hernández

    Copyright © 2012 por Roberto Hernández.

    Diseño de portada: Arturo Hernández Alcázar.

    Número de Control de la Biblioteca del

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    429444

    Índice

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    El Reencuentro

    Los Antecedentes

    Los Orígenes

    La Trayectoria Pre-Revolucionaria

    La Participación Popular

    Jenaro, Su Inicio En La Política

    La Revolución Maderista

    Jenaro Y El Ejército Libertador Del Sur

    Las Causas

    Los Campesinos Toman Las Armas

    La Toma De Cuautla, Principio Del Fin De Una Dictadura

    La Renuncia

    El Cuartelazo

    La Ocupación De Veracruz

    Convencionistas Y Constitucionalistas

    Carranza En Veracruz

    Zapata Y Villa En La Capital

    Jenaro Amezcua Y El Gobierno Convencionista

    Jenaro En Cuba

    La Traición De Chinameca

    El Obregonismo, Tlaxcalantongo Y La Rebelión Sin Cabeza

    Los Exilios

    El Maximato

    La Muerte De Una Genuina Luchadora

    La Sucesión Y El Asesinato De La Bombilla

    Jenaro Regresa A La Política

    El Cardenismo

    Jenaro Amezcua, El Idealista

    Jorge Cerdán Lara Se Sube Al Tren De La Revolución

    El Fin De Un Idealista

    Bibliografía

    Endnotes

    A la memoria de mi madre.

    AGRADECIMIENTOS

    Este libro estaría incompleto sin la mención de quienes participaron, de una u otra manera, en su construcción. Las memorias que guardó en su memoria, y me las participó en amenas charlas de tequila a medio día y café en las tardes, mi madre Celina Amezcua Huerta, las cuales me inspiraron para desarrollar esta historia. Mis hermanos, José Antonio y Carmelita, que con sus muchos consejos y observaciones me ayudaron en la parte literaria. A mis hijos, Enrique y Arturo que tanto me impulsaron en mi investigación, el primero, y el diseño artístico de la portada y contraportada el segundo. Por último a quién me tuvo la paciencia de aguantar mis encierros de horas en mi estudio y animarme en el trabajo de escribir, mi esposa Edith. Por ella fue que tuve la fortuna de conocer a un personaje importante, la abogada María Trinidad Herrera Zapata, bisnieta del Caudillo del Sur, Emiliano, a quien también quiero agradecer su entusiasta participación por prologar esta biografía. A todas las personas que me facilitaron el acceso al Archivo del Gral. Genaro Amezcua en esa bella casona de Chimalistac, San Ángel, que aloja el Centro de Estudios de Historia de México-CARSO, archivo imprescindible para mi investigación.

    Vaya pues un reconocimiento a todos ellos y a los que por mis muchos olvidos me ayudaron en mi proyecto.

    Roberto Hernández Amezcua

    México, D. F., octubre de 2012.

    PRÓLOGO

    Distinguido lector, es para mi un verdadero orgullo poder compartir con usted el presente trabajo elaborado por el autor con especial esmero y sentimiento, ya que más allá de ser una biografía del general Jenaro Amezcua Amezcua, es toda una ilustración de vida, emociones, sitios, momentos, ideologías, creencias, costumbres, personajes ilustres y bien reconocidos hoy por hoy en nuestra historia, mismas que formaron parte de la vida misma del general Jenaro Amezcua, y que se destaca por las vivencias y pericias de sobrevivencia que compartió dentro de una época importante de la historia de México, como lo fue la Revolución Mexicana, siendo por ello, que lejos de ser este libro una obra literaria compuesta por una recopilación de datos históricos, remembranzas aportadas por su propia descendencia, así como por historiadores interesados por la investigación de una forma de vida social y cotidiana de esa época, es también un tributo y homenaje a un destacado e importante personaje llamado Jenaro Amezcua Amezcua, que dedicó su vida fielmente a sus principios y más aún a sus convicciones de rectitud para la causa de la Revolución Mexicana.

    Cabe destacar la importancia de esta obra, que nos conduce por senderos de ilusión al recrear en su literatura los pasajes históricos de vida cotidiana del gremio agrario, siendo por el contrario, una realidad social su extrema pobreza, necesidades, pasiones y emociones que provocaron el valor civil de cada uno de los llamados revolucionarios, mismos que al parecer sólo concebían la vida para servir a nuestra patria, sin importar su condición social, ya que el único requisito necesario para tener un grado de reconocimiento dentro de las proezas de esa Revolución, era ser pobre y carecer de todo derecho tanto humano como social, siendo esto también apreciado en su momento por algún otro gremio integrado por gente que, con la misma situación social, pero que se distinguió por algo más que un gesto de sensibilidad y criterio, supo liderar a los más necesitados, incitándolos a defender sus derechos más humanos, a través del lema, TIERRA Y LIBERTAD y SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCION, temas defendidos con sangre en batallas innumerables, pero que dieron gloria y libertad al gremio campesino.

    Siendo así, su intervención directa y protagónica con el personaje histórico más reconocido en defensa del campesino, mi bisabuelo, el general Emiliano Zapata Salazar, quien brindó no sólo su confianza al general Jenaro Amezcua Amezcua, sino que fue él mismo, quien reconoció su valor y capacidad para hacer frente a importantes batallas que concluyeron en la toma de haciendas y hasta poblaciones enteras, otorgándole el grado de General de Brigada, nombramiento ganado, dadas sus proezas de las cuales no sólo salió victorioso, sino que salvó la propia vida, para posteriormente transmitir tales vivencias a través de familiares y gente más cercana, lo cual ahora nos brinda la oportunidad de poder compartir con usted, amable lector, la vida intensa de nuestro personaje protagónico de esta obra. Destacando su interés por la política, teniendo su primer encuentro con don Francisco I. Madero, siendo este personaje histórico, quien sembró en el entonces simple civil Jenaro Amezcua, su interés por participar en la defensa de los principios políticos hasta entonces propuestos por el candidato presidencial en mención, y teniendo Jenaro Amezcua, por educación inculcada por sus abuelos, los principios de una ideología liberal, misma que ya en su adolescencia defendía con su propia vida y convicción, es lo que facilita su entendimiento de defensa política, lo cual, con posterioridad se vuelve la causa noble por la que luchó en pro de la justicia y la libertad, compartiendo vivencias con los mismos hermanos Flores Magón, con quienes también participó en la difusión de sus principios liberales, los cuales, los condujeron al presidio y a la propia muerte.

    Sin embargo, Jenaro Amezcua, siguió fiel a sus propósitos, máxime, al percatarse en sus andanzas de juventud, de la injusticia agraria que prevalecía y que hacía la vida del campesino, la más miserable de todas, carente de todo derecho y gobernada por los que ostentaban el poder de la riqueza, pero que rayaban en una total ignorancia y actuaban con tal prepotencia, que los hacía incapaces de comprender lo que significaban los términos Justicia y Equidad, lo cual, originó a su vez, la admiración y acercamiento inevitable con el ya reconocido Emiliano Zapata Salazar, para quien antes de cualquier ideología política estaba la defensa de la tierra y la lucha contra el hambre, mismas que se convirtieron en su eslogan dentro de su lucha por la defensa del pobre y oprimido campesino, la clase rural.

    Dando así inicio a la valiosa e histórica intervención de Jenaro Amezcua dentro de la Revolución Mexicana al mando del general Emiliano Zapata, viviendo muy de cerca la adrenalina misma de la muerte, al participar como se ha dicho en diversas batallas que ahora son motivos de esta historia que el autor me honra compartir a detalle en esta obra literaria.

    Haciendo destacar la traición de la que fuera objeto injustamente el general Emiliano Zapata, la cual, como consecuencia vino a trastornar el motivo común que se tenía con Francisco I. Madero, en esta lucha de reivindicación agrarista, la cual tuvo su auge entre 1910 y 1914, y que se extendió por toda la parte sur de la República Mexicana.

    Así también, y como consecuencia del movimiento zapatista, se obtuvo la renuncia del dictador Porfirio Díaz, mas sin embargo, esto ocasionó otra traición, esta vez, al presidente Francisco I. Madero, resultado de sus equivocadas e inocentes estrategias políticas, regresando nuevamente a la lucha armada las tropas dirigidas por Emiliano Zapata. Es así que el general Jenaro Amezcua vuelve a tener una gran injerencia e importante papel dentro de nuestra historia, al retomar las armas y volver a dirigir a su brigada dentro del Ejército Libertador, actuando en posteriores batallas, dignas de mención en esta obra.

    Surgiendo así también el Plan de Ayala, mismo que de igual manera es motivo de narración en el presente libro, así como los acontecimientos de la llamada Decena Trágica, el origen del Plan de Guadalupe, y por supuesto la intervención e importancia que ya distinguía al propio general Jenaro Amezcua, no sólo como uno de los dirigentes del Ejército Libertador, sino también como representante del movimiento zapatista en la Convención de Aguascalientes e incluso en el extranjero, actuando así con la venia del propio general Emiliano Zapata, con gran tristeza se asume que nunca obtuvo reconocimiento alguno del propio ejército surgido de la Revolución, quedando en total anonimato para la oficialidad su valiosa, oportuna e invaluable participación dentro de la Revolución Mexicana.

    Siendo por lo cual que invito a usted, apreciable y paciente lector, a escudriñar y vivir con el mismo sentimiento con que el autor, Roberto Hernández, realizó esta obra, de cada uno de los pasajes aún palpables, de nuestra historia, tal como si estuviese narrada por su mismo protagonista que en carne propia vivió todo lo aquí expresado, y que aún y a pesar de su muerte incógnita, nos conduce al hablar de él, a los lugares de batalla, al acercamiento de cada uno de los personajes destacados en la historia y que nos hace participar de los eventos más importantes que al día de hoy, nos hace merecedores de un orgullo mexicano, y que por supuesto es mayor el privilegio, si hablamos de la vida de un protagonista aún olvidado de la Revolución agraria zapatista, tal y como lo fue en vida el GENERAL BRIGADIER JENARO AMEZCUA AMEZCUA, de quien se hace referencia y a quien le invitamos cordialmente a conocer en esta obra, realizada con un lenguaje sencillo, ameno y grato, con un narración precisa, detallada y bien estructurada, que nos involucra y recrea en cada una de las vivencias antes expresadas.

    Esperando sea este libro un instrumento más de ilustración y cultura a todos aquellos que persiguen la verdad de nuestra historia de México, deseando sembrar así mismo, la inquietud de conocer y dar el valor que merece el recuerdo del incondicional revolucionario agrarista zapatista, el recordado GENERAL BRIGADIER JENARO AMEZCUA AMEZCUA, uno de los más importantes colaboradores de mi bisabuelo, el general Emiliano Zapata.

    Lic. María Trinidad Herrera Zapata.

    INTRODUCCIÓN

    Esta es la historia de un idealista desconocido por la oficialidad mexicana surgida de la Revolución, y también de los gobiernos emanados de ella, la época priísta. Como muchos de esos luchadores sociales su recuerdo existe solamente en la memoria de algunos de sus descendientes, sus contemporáneos ya están muertos. Pero la obra de este hombre no se ha perdido del todo.

    Empecé a escuchar los relatos familiares sobre su existencia, charlas amenas de mi madre tomando café después de la comida, sabrosas sobremesas en que surgían los recuerdos de su infancia, de su madre, padre, de sus tíos, de las apasionantes historias ligadas a esa etapa tan difícil de asonadas y cuartelazos, de traiciones políticas e intrigas, de asesinatos y de misteriosas desapariciones nunca, o casi nunca, aclaradas. Mi curiosidad me llevó a buscar en varios textos relacionados con esa etapa de la vida de México. Escudriñar hasta donde mis alcances me lo permitieron, pues yo no soy historiador de profesión, los detalles, minuciosidades y anécdotas, muchas de ellas poco conocidas. Estudios de especialistas altamente reconocidos en sus ensayos políticos donde apareciera el nombre de esos personajes desconocidos sobre todo el de Jenaro Amezcua. En unos de esos textos, sobre todo en las obras de Adolfo Gilly y John Womack, Jr., me enteré, por las citas, que existía un archivo de mi biografiado. Acudí entonces a su cede, una hermosa casona en el antes pueblo de Chimalistac en San Ángel, el mismísimo lugar en que imaginó el escritor Federico Gamboa como el lugar primario de su personaje Santa para la novela del mismo nombre. Maravilloso lugar para la meditación y el estudio. Lugar que recuerda el antiguo México, con sus callejuelas empedradas sin seguir la aburrida cuadrícula de una ciudad. Sin los altos edificios, paralelepípedos acristalados que le restan la armonía estética a un lugar para ser considerado como una delicia el disfrute de vivir. Frondosos árboles y jardines llenos de plantas donde todavía se ven corretear ardillas. Lugar mágico para la inspiración. Allí en esa casona me encerré varios días a examinar y tomar notas del Archivo del General Jenaro Amezcua.

    Su historia la cuento como la comprendí, desde un punto de vista personal, incluso las historias de sus contemporáneos, sobre todos familiares y lo que estos vivieron y sufrieron en esos difíciles momentos. Quise reflejar a través de ellos como la gente común del pueblo fue afectada en sus vidas, algunos muy directamente, por los vaivenes de la Revolución Mexicana. Se cambiaron vidas, se exiliaron, perdieron hijos, hermanos, hermanas, regresaron a la patria a empezar de nuevo. Algunos triunfaron otros no, pero todos tuvieron que ver en esos días. Hasta la invasión extranjera yanqui al orgulloso puerto de Veracruz. Los reconocimientos sencillos que obtuvieron unos, así como los que se alcanzaron a subir en el tren de la revolución por un momento y los que, aunque lucharon denodadamente por sus ideales, nunca lo alcanzaron, nada más lo vieron partir y desviarse por caminos equivocados y se murieron de tristeza.

    Este trabajo, que lo hice entusiastamente, lo dedico a todos ellos, esos héroes desconocidos que hace cien años lucharon con las armas, las

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