El Viraje Hacia La Luz: Reflexiones Para Despertar Conciencias

Por Elvira G.

El Viraje Hacia la Luz son una serie de reflexiones cuya intencin es el cobrar consciencia en estos tiempos de intensa penumbra social, incertidumbre colectiva, crisis de valores, conflictos polticos, etc. Que olvidemos que somos tan slo un cuerpo y recordemos nuestro verdadero origen como seres espirituales, viviendo temporalmente una experiencia fsica. Contribuir a que, como humanidad, viremos la mirada ms bien al interior de nosotros mismos en busca de respuestas. Comprender que vamos de Regreso a Casa y, para ello, nos es preciso un cambio interior que nos permita reencontrar el camino de retorno a nuestra verdadera esencia: la Luz

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 10 oct 2011
• ISBN: 9781463308674

Elvira G.

Elvira G. (Ma. Elvira González Hernández) nació en Tamazunchale, San Luis Potosí, México. Publicista, “copy-writer” desde siempre, con el tiempo convirtió su oficio de escribir en vía de expresión interna para encontrar respuesta a sus constantes interrogantes: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy? Su estancia en Inglaterra y, posteriormente, en Francia, le permitieron descubrir un lenguaje aún más importante: el del espíritu. Infinidad de lecturas y la asociación con diversos grupos de “buscadores”, le han inspirado estas reflexiones cuyo esperanzador cometido es el despertar de la conciencia.

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Copyright © 2011 por Elvira G.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso

de EE. UU.:          2011915288

ISBN:       Tapa Dura       978-1-4633-0869-8

Tapa Blanda              978-1-4633-0868-1

Libro Electrónico     978-1-4633-0867-4

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356251

ÍNDICE

Prólogo

El Viraje En Marcha

De La Oscuridad A La Luz…

Despierta… ¿Aún Duermes? ¡Despierta!

Lluvia Luminosa…

Orando En Acción…

Demasiado Ruido Exterior…

El Mundial Del Espíritu

No Soy La Madre Teresa…

Regresando A Casa…

Independencia… Y Re-Evolución

¿Reconocimiento? ¡Envuélvelo Con Un Abrazo!

Luz En El Silencio…

El Viraje Bajo Mi Lente

El Túnel Hacia La Luz

¿Cómo Abrir La Mirada Interior?

¿Qué Marca Te Marca?

Todo Contribuye Al Equilibrio…

¿Dónde Está Él? . . .

¿Qué Vehículo Manejas?

¿Quién Conduce Tu Vehículo?

El Real Tripulante De Tu Vehículo…

¡Libérate Del Ego!

No Te Apegues…

Príncipes Sobre La Tierra

Japón: ¡Asombrosa Lección!

¡Rompe Con El Miedo!

Nada Es Verdad… Nada Es Mentira

Tiempo De Navidad

El Viraje Interior

No Contribuyas…

Mi Hermandad…

No Pierdas Más El Tiempo

Sigue Tu Camino

Que Haya Luz

Tu Antorcha Encendida

Venimos Al Mundo

Yo Tu Padre, Siempre Estoy Contigo

Me Refugio…

Eternamente Mirando Estrellas

Semillas De Conciencia

Recién Llegado

Sueño…

Esfera Luminosa

Bebiendo De Aguas Profundas

Por El Camino

Guardianes Del Fuego

Séllalo Con Hechos

Iluminar Al Mundo…

Mi Amigo El Silencio…

Da Lo Que Eres

Peregrinos En La Luz…

DEDICATORIA

A mis padres, por su guía, y por haberme traído nuevamente a escena en este plano.

A mis hermanos amigos… y a mis amigos hermanos de toda la vida.

A Cecilia, ejemplo de entereza, y respaldo infalible en cada escollo del camino…

Y a ti, lector, peregrino igualmente en este mundo, dedico estas reflexiones con la esperanza de que encuentres en estas páginas una chispa extra de entendimiento, comprendiendo que, a pesar de la aparente oscuridad actual, viviremos el amanecer de una nueva era si, unidos, logramos por fin lo que tanto anhelamos: El Viraje Hacia la Luz…

AGRADECIMIENTO

A Dios mi Padre,

por procurarme siempre

la Luz de la Esperanza.

Por la gracia de existir,

la oportunidad de comunicar

y la certeza del Retorno a Casa.

PRÓLOGO

Salir a escena. Subir al foro. Estar ante el micrófono. ¡Sentarse en el banquillo de los acusados! Así me siento ahora. Envuelta en una mezcla de sentimientos: emoción, alegría y, al mismo tiempo, compromiso por presentar algo digno a mis lectores porque, por primera vez, publico más profesionalmente mis escritos.

Hace años ya (1984), se hizo una edición muy austera de mi primera colección de textos: La Danza de las Ilusiones. Por aquél entonces, mi absorbente trabajo como creativa en publicidad, con el diario ajetreo de juntas, presentaciones de campaña, revisión de textos y demás, no me dejaba tiempo para otros intereses.

Ese mi primer y humilde libro llegó a engrosar el archivo de los recuerdos. Lo más relevante que logró entonces, fue convertirse en especial regalo navideño para mi familia. Tal vez algún día los reedite, fueron textos muy significativos para mí, en esa primera etapa de mi propio despertar.

Lo que ahora presento son una serie de reflexiones surgidas últimamente de mi eterna búsqueda por salir de la oscuridad hacia la luz, sobre todo en estos tiempos en los que vivimos, innegablemente, días de gran penumbra y falta de valores. Me parece que si logramos sacudir y despertar consciencias, recobraremos la esperanza para la humanidad.

Estos son algunos de los mensajes personales publicados en el blog que, con este mismo título, inicié en noviembre del 2009. Decido recopilarlos en este proyecto, a sugerencia de algunas personas quienes no teniendo fácil acceso a Internet, me han pedido publicar un libro impreso que les permita llevarlo consigo a todas partes, hacer ahí sus propias anotaciones e, incluso, guardarlo en algún sitio especial de su biblioteca.

Complemento estas reflexiones con algunos de mis dibujos, firmados por Veralig, anagrama de mi nombre y apellido. Representan también, gráficamente, mi búsqueda de la luz. Cuando escribo, me parece que es como si yo hablara con Dios… Cuando dibujo, siento que Dios me habla a mí…

El dibujo a lápiz me motiva mucho y, quizás porque soy Virgo -con elemento Tierra-, me identifico especialmente con los árboles. Algún día escribí: Como el Hombre, así es el Árbol, ligado a la Madre Tierra, ligado a la Eternidad . . .

Me parece que, al igual que el ser humano, el árbol puede estremecerse ante el rigor de la tormenta pero, una vez pasado el vendaval, redobla su entereza, levanta nuevamente el tronco y lanza sus brazos al viento, como queriendo recuperar su vocación de cielo…

¡Es sorprendente lo que podemos aprender de un árbol! De manera que no te extrañe si encuentras en estas páginas varias representaciones de ellos, producto de mis clases de Dibujo Zen, con mi querido Maestro Edgardo Kerlegand.

He dividido las presentes reflexiones, en tres secciones:

El Viraje en Marcha:

Temas que de alguna manera atañen a todo ser humano, y los comportamientos o actitudes que podríamos cambiar a fin de virar, como sociedad y humanidad, hacia la luz.

El Viraje bajo mi Lente:

Situaciones analizadas bajo mi personal punto de vista. Confío en que más de algún lector hará conexión con ellas ya que, como dijeran los Mayas: In-Lakesh, yo soy otro tú… y tú eres otro yo, es decir, somos reflejo y espejo los unos de los otros.

El Viraje Interior:

Mensajes que promueven el cambio interno. No puedo pretender que cambie mi entorno, si primero no modifico yo misma ciertas actitudes. Mahatma Gandhi lo dijo sabiamente: Sé tú mismo el cambio que deseas ver en el mundo.

Van aquí, en estas páginas, ideas, expresiones y reflexiones cuyo cometido es contribuir a tu propio despertar. Puedes imaginarlas como piezas de un rompecabezas. No necesitas leerlas de corridito, sino hacerlo de forma aleatoria, ¡como gustes!

Lo importante es que, al llegar al último de estos escritos, pueda quedar en tu corazón la esencia del mensaje: eres Luz, materializada y condensada temporalmente en un cuerpo físico. Eres peregrino que llegó a pasar la prueba: estar en este mundo, reconociendo que no eres de este mundo… Vas de regreso a la Casa del Padre.

Para ello necesitamos sacudirnos la inercia de la ceguera y practicar el amor, el perdón, el respeto y la tolerancia hacia nuestros hermanos, nuestros semejantes. Sólo así lograremos, como humanidad, El Viraje Hacia la Luz…

Elvira G.

EL VIRAJE EN MARCHA

DE LA OSCURIDAD A LA LUZ…

La noche del 21 de diciembre 2010 fue mágica para el mundo y para México, país privilegiado en donde bastaron nuestros benditos y cotidianos ojos, para observar un Eclipse Total de Luna extraordinario, que se daba ante la conjunción de un eclipse lunar con el solsticio de invierno.

Un evento que no se había visto desde hacía 456 años, en lo que fue la noche más obscura desde 1554, según declaró la NASA.

Creo que había esa noche una magia especial sobre el planeta. La sombra en forma de cono de la Tierra, en plena luna llena, cubrió a nuestro satélite por unas cuantas horas.

A las 00.30 a.m., comenzó a manifestarse el eclipse en México. El reloj marcaba 0l.40 a.m., cuando la luna quedó completamente cubierta. Sin embargo, ésta nunca quedó totalmente oscura.

La luz solar de todos los amaneceres y atardeceres en ese momento sobre la Tierra, proyectó sobre ella la magia de unos tonos dorados y cobrizos maravillosos que revelaron, a pesar de todo, la innegable e intensa luz de nuestro satélite.

Ahí estaba la Luna, eterna compañera celeste, musa de tantos poetas, protagonista y propiciadora también de tantas aparentes desgracias para la humanidad, sufriendo ella misma el paso de la oscuridad…

El hecho me resultó muy significativo. Según las escrituras sagradas de varias tradiciones, la Tierra, nuestro planeta, está saliendo de una época de oscuridad -Kali Yuga de los hindúes-, que se ha prolongado ya por incontables años. Hemos pasado un muy largo eclipse a nivel planetario, del que por fortuna estamos saliendo ahora.

Durante esa plena oscuridad, casi olvidamos nuestros orígenes. Llegamos a creernos cuerpos. Surgió el ego. Nos sentimos separados e indefensos y, por miedo, comenzamos a retener y acaparar objetos y bienes materiales. Creímos que, entre más teníamos, más seguros podríamos estar… y más felices seríamos.

En medio de esa larga noche oscura, con sus guerras de poder y ambición humanas, hubo quienes se lanzaron a la conquista de otros continentes; se suscitaron invasiones a territorios ajenos y lejanos, con el pretexto de salvaguardar los derechos de aquellos seres desvalidos, hechos -estos últimos- que escondían más bien la ambición y codicia de esos protectores.

Sin embargo, tras ese eclipse planetario, la Luz siempre estuvo ahí. Oculta. Luchando por salir a la superficie. Manifestándose a través de seres que, de una u otra forma, lograban desgarrar ese velo de tinieblas para traer -aunque no fuese más que en intermitencias-, ráfagas fugaces de luminosidad