En los planos superiores, donde antes de encarnar las almas, a través de sus guías espirituales, eligen los desafíos que deberán atravesar, para la evolución que les queda por experimentar, trazan y aceptan caminos a los que se deberán enfrentar en la humanidad.
El gran problema es que, al nacer, el velo del olvido, que es un regalo que nos proporciona la divinidad, para no recordar las vivencias traumáticas de vidas anteriores, nos hace olvidar todo eso, pero el alma guarda registro, de la evolución de las vidas pasadas, y también, recuerda de forma silenciosa, los desafíos que estuvimos de acuerdo en atravesar para evolucionar. 
Mi alma saluda a tu alma...