Geografia Militar de Colombia

Por Pedro Sicard Briceño

No obstante ser un componente de primer orden en la concepción de la Defensa Nacional, y en la cultura general de las personas de cada país, la Geografía Militar es un asunto casi desconocido para todos los ciudadanos.

Con el ánimo de aportar luces a la solución de esta sentida limitación académica de diferentes disciplinas profesionales, en 1922 el general del Ejército colombiano Pedro Sicard Briceño, escribió y publicó un libro de trascendental importancia, acerca del aprovechamiento de la topografía, la orografía y la hidrografía del territorio nacional, en la preparación de planes estratégicos de defensa nacional, tanto en las fronteras con las fuerzas de cobertura, como en el interior del país, con las fuerzas estratégicas.

El libro Geografía Militar de Colombia, fue escrito con base en el aprovechamiento del terreno para las campañas y maniobras de la Primera Guerra Mundial, enfocadas al concepto colombiano, razón por la cual fue texto de estudio en las academias militares colombianas en 1932 cuando se produjo la guerra con el Perú y la geografía militar, poer por error institucional no se fue actualizando y pasó al olvido, entre otras razones, debido a las nuevas dinámicasoperacionales de las tropas,, comprometidas en operaciones de contraguierrillas.

En su obra el general Briceño Sicard articula los fundamentos básicos de la goepolítica que en la décadad de 1920, nacía como ciencia interdependiente con la estrategia, la historia militar y las nuevas técnicas de guerra de esa época, a partir de la inteligencia estratégica sobre los factores operacional misión, enemigo potencial, terreno y tiempo atmosférico.

Aunque las vías de comunicación, los medios de comunicación y los equipos técnicos han cambiado dramáticamente durante un siglo, el terreno, el clima y los accidentes geográficos son los mismos y afectan las operaciones militares pasadas, presentes y futuras.

Dadas las anteriores razones, esta obra es un texto recomendado para todo tipo de lectores interesados en ciencias sociales, la geopolítica, la defensa nacional, la potencialidad geoeconómica y geoestratégica de Colombia.

• Idioma: Español
• Editorial: Luis Alberto Villamarin Pulido
• Fecha de lanzamiento: 16 abr 2018
• ISBN: 9781370698615

Pedro Sicard Briceño

El general Pedro Sicard Briceño fue un distinguido y estudioso oficial que alcanzó las mas altas distinciones de la carrera militar en Colombia, hasta ocupar el cargo de Comandante del Ejercito Nacional durante cuatro anos entre 1924 y 1928.Hombre de sólida formación académica, investigador, estudioso y autor de varios escritos relacionados con la geopolítica, la geografía, la estrategia y el desarrollo tecnológico de las unidades militares. Sus libros y artículos especializados han sido referente de estudio para oficailes en diversas épocas de la historia de Colombia.

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A MIS LECTORES:

Después de muchos años de viajes a través del territorio colombiano en todas sus regiones y de constante observación y estudios relacionados con mi profesión, he reunido todos mis apuntes de cartera, informes oficiales y particulares, y trayendo en auxilio de mis pocas capacidades las obras de geografía escritas por sabios y hombres eminentes como Humboldt, Boussingault, Caldas, Mosquera, Codazzi y otros, he formado esta obrita que he titulado GEOGRAFIA MILITAR DE COLOMBIA, pues está destinada a mostrar las relaciones que existen entre las formas geográficas del terreno y las operaciones de las tropas.

Tenemos en Colombia muchos y buenos textos de geografía general, muy útiles, por cierto, para el conocimiento del país, pero hasta hoy no hay ninguno que se relacione con nuestra profesión directamente, y llenar este vacío, que es una necesidad profesional, es el objeto que me propongo con este humilde trabajo que ofrezco a mis conciudadanos y dedico a mis camaradas del Ejército, en cuya benevolencia confío para que tomen de él lo que encuentren útil y disculpen errores u omisiones, hijos de mi incompetencia.

No se me acuse de presuntuoso si aseguro en la segunda parte de este libro, referente a Colombia, he procurado rectificar los errores que contienen textos, folletos y artículos sobre nuestra geografía física, escritos, la mayor parte de ellos, por referencias o calcados en los estudios y cartas geográficas publicados hace ya una centuria, en una época en que los sabios exploradores de nuestras vastas y ricas regiones carecían no tan sólo de instrumentos precisos, sino de caminos y barcos que navegaran sus grandes ríos; en una palabra, de todos los elementos de que se dispone hoy para dar completo desarrollo a estas empresas científicas que están abriendo ancho campo a la civilización y al progreso de los países suramericanos.

Mas, si aquellos estudios antiguos adolecen de defectos inherentes a la falta de medios, ponen de relieve el heroísmo de quienes los ejecutaron luchando con la naturaleza virgen de nuestras montañas y selvas, desafiando unas veces la inclemencia del cielo bajo nevadas espantosas en los lindes de las nieves perpetuas; soportando otras el sol abrasador de nuestras pampas orientales y profundos valles, amenazados siempre de muerte por fieras y reptiles.

En aquellos tiempos los viajes a la costa Atlántica se hacían por el río Magdalena en champanes que gastaban de Honda a la Costa cerca de un mes de bajada y dos de subida; los demás ríos no eran navegados, excepto el Dagua, que lo era con enormes peligros; sobre esta navegación dice el barón de Humboldt: cada boga es un santo, y cada palancazo un milagro.

Hoy un viaje de Bogotá a la Costa Atlántica se hace en cinco días cómodamente y a la inversa en ocho días en confortables barcos de vapor; de Cali y de otras ciudades del Valle del Cauca se va al Puerto de Buenaventura en ocho o veinticuatro horas en ferrocarril; y es muy fácil el viaje para visitar las regiones de Mocoa y Putumayo que eran hasta hace poco tiempo el terror de las gentes.

Nuestras antiguas tarabitas o cabuyas, medios coloniales para pasar los ríos caudalosos en el país, han sido reemplazadas por magníficos puentes de hierro, mampostería o madera y aquellas regiones en las que se viajaba a lomo de mula, bajo un sol abrasador durante días enteros, están cruzadas hoy por líneas férreas que impulsan las industrias y el comercio.

Todos estos factores de civilización, frutos de la paz de que goza nuestro país hace veinte años, unidos al enorme aumento de la población, han producido un gran desarrollo agrícola y comercial incitando el espíritu de colonización que ha invadido las montañas, las selvas y los valles, hasta hace poco tiempo desiertos, siendo estas las causas que facilitan hoy la rectificación de los antiguos errores geográficos de algunas publicaciones que hasta hace poco tiempo eran las únicas fuentes de información con que contábamos.

Si el estudio de la Historia Militar es esencial para los profesionales, no lo es menos el de la Geografía, razón por la cual la he calificado como su hermana gemela; porque no pueden estudiarse ni analizarse las marchas· y batallas de los Ejércitos, haciendo abstracción del terreno en que éstas han tenido lugar.

En la primera parte de esta obra se encuentra el análisis militar de todos y cada uno de los accidentes geográficos del terreno como factores que deben tenerse en cuenta en las operaciones de los ejércitos.

Este análisis enseña la manera como aquellos accidentes obran según su forma, situación y dirección en un teatro de operaciones cualquiera, y como complemento de este estudio indispensable viene la segunda parte que describe pormenorizadamente aquellos accidentes en las distintas regiones del país y sus fronteras, hasta donde la necesaria discreción y conveniencia lo permiten, tratándose de estos trascendentales asuntos.

Habrá entre mis lectores muchos que conozcan bien todo el territorio del país o al menos ciertas regiones de él y quizá encuentren deficiencias en algunas descripciones u omisiones respecto de lugares de verdadera importancia militar; a ellos me permito hacerles presente que en una geografía militar tienen necesariamente que quedar en reserva muchos asuntos que sólo deben ser conocidos por el Estado Mayor General del Ejército, Instituto al cual se le envía un suplemento de este libro que contiene aquellos datos, que tienen el carácter de reservado

EL AUTOR

INTRODUCCIÓN

Geografía Militar es la rama de la geografía general que muestra y analiza, bajo el punto de vista militar, los accidentes de la superficie terrestre, los que se dividen en naturales y artificiales. Los primeros son constantes o permanentes como los mares, montañas, ríos, lagos, lagunas, etc. Los segundos son, como su nombre lo indica, hechos por la mano del hombre, como canales, diques, viaductos, calzadas, ciudades y plazas fuertes.

Así como todas las profesiones estudian y analizan el terreno, para sus fines particulares, así lo hace también la militar para los fines de la guerra, pues el terreno es en ella un factor muy importante como que sobre él se mueven los ejércitos.

Por esta razón, la Geografía Militar tiene íntima relación con la estrategia y con la táctica, lo mismo que con las geografías físicas y política de tuyos caracteres participa aquélla, resultando que la Geografía Militar es hoy un estudio importante y nuevo entre nosotros.

El estudio de la Geografía Militar debe hacerse en la misma forma que el de la Historia Militar, su hermana gemela; los principios fundamentales de la estrategia se aplican al terreno en sus diversas formas geográficas, así como en la historia, aquellos principios sirven para analizar las operaciones de dos ejércitos contendores.

Haremos, pues, un estudio geográfico militar de nuestro país y de las fronteras de nuestros vecinos para aplicar a ellos los principios generales que estudiemos ya que los ejemplos del continente europeo, que muy útiles bajo el punto de vista histórico, nos son de utilidad práctica porque nuestra situación geográfica, nuestros variados climas, nuestras escasas vías de comunicación y otros tan-tos factores hacen imposible la adaptación de principios que rigen en países situados en otras zonas y cuyos recursos de todo género, los hacen muy diferentes al nuestro.

Las operaciones militares, grandes o pequeñas, se desarrollan sobre el terreno; desde una patrulla que espía y reconoce al enemigo, hasta el ejército que se concentra, se despliega y combate, todos dependen del terreno en que se mueven, cuyo carácter cambia con el número de tropas, con el clima, la noche o el día, las lluvias o el verano.

En los tiempos remotos de las guerras de maniobras en que el objetivo principal de los ejércitos era la ocupación de ciertos puntos estratégicos, se suspendían las operaciones para tomar cuarteles de invierno. Aquel principio pasó a la historia y hoy hemos visto que a pesar de la crudeza de los inviernos en otras zonas, las operaciones militares entre los beligerantes del continente europeo, en la pasada guerra, se prosiguieron en obedecimiento al nuevo principio: el objetivo principal de la guerra es la destrucción del enemigo.

El terreno imprime a la guerra carácter especial. Así la guerra en montañas es muy diferente de aquella que se desarrolla en las llanuras y en cada una de ellas el terreno muestra su influencia poderosa de la cual ningún ejército puede independizarse. La invasión alemana en Bélgica, territorio plano, dista mucho de asemejarse a la ofensiva italiana, en su frontera con Austria; la ofensiva alemana avanzó fácil y rápidamente en la Polonia y en cambio la ofensiva rusa, tenida por formidable fue detenida en los Cárpatos.

De aquí que todo militar, y en especial aquellos que mandan Unidades de operaciones deben conocer perfectamente el terreno donde probablemente deben operar sus tropas; es por esta razón que los Estados Mayores, desde el tiempo de paz, levantan las cartas y planos que dan a conocer el territorio del país con todos los pormenores de su cubierta natural, clima, recursos alimenticios para hombres y ganados su temperatura, salubridad, recursos comerciales, caminos, su suelo quebrado o plano, montañoso o despejado, sus aguas, etc.

En el curso de este trabajo estudiaremos uno por uno todos estos factores geográficos, para establecer claramente la influencia que ejercen en las operaciones militares; pero antes de esto veamos, algunas definiciones de carácter militar que son indispensables para el estudio de esta geografía.

Estrategia, es la ciencia que concibe y forma el plan de operaciones de la guerra, abarcando su conjunto y determinando su marcha y desarrollo; es, hablando con propiedad, la ciencia del general en Jefe.

Táctica, es el arte indispensable a todo comandante de tropas; enseña las maniobras de un ejército sobre el campo de batalla o del combate y las diversas formaciones para conducir las tropas al ataque.

Las dos definiciones anteriores se condensan de un modo gráfico en esta fórmula. La estrategia hace la guerra sobre el mapa. La táctica, la hace sobre el terreno mismo.

Teatro de Guerra es el conjunto de comarcas don-de las fuerzas de dos o más Estados, en hostilidades, pue-den encontrarse. Nuestras fronteras son, pues, nuestros probables teatros de guerra.

Teatro de Operaciones es la parte del teatro de la guerra en la que operan dos ejércitos enemigos. Así en nuestros teatros de guerra fronterizos con. Venezuela y Ecuador, diremos: teatro de operaciones del Táchira, de la Guajira, de los Llanos, tratándose de la primera y del Car-chi, refiriéndose a la segunda.

Para uno de estos dos ejércitos contendores, el teatro de operaciones es la porción de territorio que pretende invadir; para el otro, la que trata de defender y conservar.

El teatro de operaciones es generalmente una ex-tensa superficie geográfica, la cuenca de un gran río, o una vertiente marítima, limitada por grandes obstáculos o por fronteras de Estados neutrales.

El teatro de guerra se descompone ordinariamente en cierto número de teatros de operaciones que son principales o secundarios, según su importancia militar.

Puntos estratégicos. Todo lugar cuya ocupación aumente la potencia de acción de un ejército y le procure ventajas para sus operaciones ulteriores, es un punto estratégico.

Hay tres clases de éstos:

1. Los puntos estratégico-geográficos;

2. Los políticos; y

3. Los de maniobra o eventuales.

A los primeros les da importancia especial su situación en el teatro de operaciones; son los pasos en las montañas, los desfiladeros, los nudos en los valles, los cruces de caminos y de las vías férreas, los puentes, puertos, las plazas fuertes y posiciones militares y los vados en los ríos.

Los segundos son ordinariamente las capitales y grandes centros de población, en los cuales, además de los recursos de todo género que pueden suministrar, tienen asiento el gobierno y sus autoridades que ejercen influencia más o menos considerable sobre el país vecino.

Los terceros tienen solamente valor por la relación que guardan con el emplazamiento o situación de los ejércitos beligerantes.

Objetivos. Cuando los puntos estratégicos sirven de blanco a los intentos de los ejércitos, reciben el nombre de objetivos. Los hay de dos clases:

a) Los geográficos, que son puntos materiales de que se desea apoderarse tras una serie de operacion.es; por ejemplo: una plaza que se quiere sitiar o una capital cuya ocupación debe traer consigo el fin de la guerra; y

b) Los de maniobra, que se aplican a las tropas enemigas, como por ejemplo: romper su centro o envolverlas por sus alas, etc.

Hay una subdivisión en estos objetivos, que son: los definitivos, cuya ocupación entraña el fin de la guerra y los secundarios que no proporcionan sino resultados secundarios y sólo aseguran el éxito de una maniobra.

Líneas de defensa, son los obstáculos continuos o en sucesión detrás de los cuales encuentran las tropas ventajas para establecerse y resistir a fuerzas superiores.

Son naturales o artificiales.

Los naturales son:

1) Las cadenas de montañas, cordilleras o sierras;

2) Los grandes cursos fluviales;

3) Las selvas espesas;

4) Los desiertos.

Ejemplos: cadenas de montañas, cordilleras o sierras, como nuestros Andes en la frontera N. y S.; los grandes cursos fluviales, como los ríos Arauca, Orinoco, Magdalena, Putumayo y Caquetá; las selvas espesas, como las de las hoyas de los ríos Catatumbo, Sardinata, Zulia, Putumayo, Mira y Caquetá.

Respecto de los desiertos no los tenemos en Colombia; y si es verdad que el extremo norte de nuestra Península de la Goajira, posee algunos de los caracteres de estos accidentes geográficos, no puede calificarse como tal por su poca extensión.

Las líneas de defensa artificiales, se componen de obras de fortificación más o menos permanentes según las circunstancias. La antigua frontera de Francia con Alemania nos ofrece un ejemplo de estas líneas artificiales con sus plazas fuertes de Verdun, Toul, Epínal y Belfort.

Las líneas estratégicas, son de dos clases: naturales y artificiales. Las primeras son formadas por los obstáculos naturales (montañas, ríos, selvas, desiertos) y se llaman líneas estratégicas territoriales.

Las segundas son constituidas por la red de comunicaciones del país y se llaman líneas estratégicas de maniobra.

Líneas de comunicación: sirven para enlazar entre dos o más líneas de operaciones, o también las diversas columnas de una sola línea de operaciones. Se emplean para los movimientos diarios de las tropas y de los convoyes sobre las bases secundarias.

Cuando unen dos líneas de operaciones distantes entre sí y, permiten llevar una reserva alternativamente una u otra de dichas líneas. Las líneas de comunicación deben satisfacer, aunque en menor escala, las mismas condiciones que las, de operaciones constituyéndolas con arreglo a principios análogos por medio de puntos de etapa escalonados a distancias convenientes y cubriéndolos, en lo posible, del lado del enemigo, por líneas de defensa.

Bases de operaciones. Se llama base de operaciones a la parte del teatro de guerra de un país, con la cual el ejército debe permanecer en comunicación para sacar de ella sus recursos y refuerzos, emplear la como punto de partida para una expedición ofensiva y de refugio en caso de revés, utilizándola como apoyo en la defensiva.

Cuando un ejército avanza en un país enemigo necesita crearse una nueva base y entonces ésta se llama secundaria.

Frente estratégico y de operaciones. La extensión de terreno que abarca un ejército delante de su base, esperando las últimas órdenes, para dar principio a la lucha, recibe el nombre de frente estratégico.

Una vez iniciadas las operaciones, el frente se torna movible, tomando direcciones e inclinaciones, diversas, sea con relación a la frontera o con respecto al frente enemigo. La expresión frente estratégico cuadra mejor a la Geografía Militar, pues el frente de operaciones se refiere ya a un ejército en acción, sea esta efectiva o supuesta.

Líneas de operaciones. Así se llama a un haz o conjunto de vías de comunicaciones por las cuales las columnas de un ejército se trasladan desde la base al teatro de operaciones. Esta línea de operaciones, sirve también para la retirada.

Las líneas de operaciones tienen muchas denominaciones, pero su clasificación corresponde al estudio de Historia Militar.

Tablero estratégico. Los puntos y las líneas estratégicas, forman en el teatro de operaciones una especie de triangulación, una red, una serie de casillas que han dado lugar a que se les dé el nombre de tablero estratégico.

Orden de batalla: El conjunto de posiciones que los diversos cuerpos ocupan en una frontera o en cualquier otro lugar, para comenzar operaciones, sean ofensivas o defensivas, recibe el n0mbre de orden de batalla estratégico.

PRIMERA PARTE

I

F ACTORES GEOGRÁFICOS Y TOPOGRÁFICOS

Límites. Todos los países tienen sus límites demarcados a virtud de tratados y convenios mutuos, los cuales señalan las fronteras que los separan. Estas fronteras hay que estudiarlas bajo tres puntos de vista, a saber:

1) Su naturaleza;

2) Su forma; y

3) Su extensión.

Respecto de la naturaleza de las fronteras diremos primero algo sobre el valor que tienen con relación a las operaciones.

Si la frontera es una línea imaginaria solamente, y desprovista de obstáculos, presenta fácil acceso al invasor, y si se quiere estar a cubierto de tal peligro, sobre todo durante la movilización, hay necesidad de fortificarla y por consiguiente estudiarla bajo este punto de vista.

La frontera de Bélgica al Este no estaba defendida por ningún obstáculo natural; sus militares tuvieron que fortificarla, buscando detrás de ella una línea de defensa (la hoya del río Masa) constituyendo así su frontera militar, en tanto que su frontera política es otra.

El mismo ejemplo podemos tomar de Francia, que formó su frontera militar detrás de su frontera política, con su formidable campo atrincherado de que ya hicimos mención.

La naturaleza abierta o cerrada de las fronteras influye tan grandemente en la concepción de un plan de operaciones, que hemos visto que Alemania en 1914 prefirió invadir a Bélgica, violando el Derecho Internacional y echándose encima el odio de esta nación neutral, en cambio de estrellarse contra el campo atrincherado de los franceses. Ahora; si la frontera de un país está apoyada en grandes obstáculos naturales, como montañas, selvas y ríos,