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El golden retriever: Orígenes - estándar - elección del cachorro - cría y normas elementales de educación - alimentación higiene
El golden retriever: Orígenes - estándar - elección del cachorro - cría y normas elementales de educación - alimentación higiene
El golden retriever: Orígenes - estándar - elección del cachorro - cría y normas elementales de educación - alimentación higiene
Libro electrónico278 páginas2 horas

El golden retriever: Orígenes - estándar - elección del cachorro - cría y normas elementales de educación - alimentación higiene

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Dócil, fiel, inteligente, muy cariñoso y bello: así es el golden retriever. Hasta hace unos años prácticamente era un desconocido, y hoy en día es uno de los perros más populares y solicitados. El golden retriever es uno de los perros más apreciados en el mundo; de hecho, es una de las cinco razas más difundidas en muchos países europeos y en Australia. Es un magnífico perro de compañía y, si se lo propone, un perro de cobro excepcional, un nadador formidable y un inteligentísimo alumno para aprender a cazar. Leyendo la apasionante historia de la raza y el estándar descubrirá las virtudes y los defectos de su ejemplar y aprenderá a elegir un buen cachorro. En esta obra se explica cómo hay que instalar un cachorro de golden retriever en casa, cómo se cría y cuáles son sus características psicológicas y de carácter. Además, es importante conocer las normas para adiestrarlo debidamente, mantenerlo sano, curarlo si es necesario y, si lo desea, prepararlo para las exposiciones. Sobre todo, no debe olvidar que un golden retriever necesita básicamente dos cosas para ser feliz: una familia a su alrededor y la posibilidad de hacer ejercicio.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 nov 2017
ISBN9781683255130
El golden retriever: Orígenes - estándar - elección del cachorro - cría y normas elementales de educación - alimentación higiene

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    El golden retriever - Andrea Pandolfi

    exposiciones

    Prólogo

    El golden retriever es un perro de talla mediana con un manto elegante de pelo ligeramente ondulado y dorado en distintas tonalidades. Es fuerte, dotado de una musculatura bien desarrollada, y al mismo tiempo es elegante y armonioso, ágil y activo; posee una expresión dulce y una mirada vivaz que denota inteligencia.

    Pertenece a la familia de los retriever, perros seleccionados para la caza y especializados en el cobro de la pieza, aunque hoy en día se ha adaptado a utilidades muy variadas y también como perro de compañía.

    Esta raza, poco conocida en España hasta hace pocos años, hoy en día está muy difundida. Sin embargo, en Gran Bretaña y Estados Unidos es desde siempre una de las más apreciadas por sus características comportamentales, su elegancia y su físico robusto.

    El autor es un gran conocedor de la raza y, conjuntamente con su esposa, se dedica a la cría con gran pasión. Ha sido el introductor en Italia de ejemplares de gran pedigrí y ha producido varios campeones con el afijo «Chiaroscuro». En esta obra trata los distintos aspectos del golden: sus orígenes, su difusión y sus características morfológicas, la cría, la educación, el acicalamiento y el adiestramiento.

    Los capítulos referentes a morfología, reproducción, salud e higiene han sido elaboradas por Cesare Belviglieri, veterinario y aficionado a la raza.

    En definitiva, se trata de un libro completo a la par que ameno, conciso y fácil de consultar, ilustrado con fotografías cedidas por gentileza de criadores y propietarios y con dibujos explicativos de Alberto Marengoni que contribuyen a hacer agradable la lectura.

    El director de la colección

    LUIGI GUIDOBONO CAVALCHINI

    Introducción

    Hasta hace pocos años el golden retriever era una raza prácticamente desconocida en Italia, España y otros países del sur de Europa. Los escasos propietarios de ejemplares de esta raza debían resignarse a que sólo en contadas ocasiones alguien fuera capaz de reconocer el tipo de perro que llevaban de la traílla.

    En el caso de Italia, en 1985 fueron inscritos cinco ejemplares en el Libro de Orígenes Italiano. En las exposiciones, incluso en las más importantes, una raza se consideraba numerosa cuando por lo menos había cuatro ejemplares inscritos. Una buena muestra de ello es que en la exposición del Club Italiano del Retriever de 1987 (prácticamente ya desde entonces el certamen más importante del año) hubo once ejemplares inscritos, incluyendo cinco perros extranjeros.

    Pero a principios de los noventa, la popularidad y la difusión de esta raza experimentaron un fuerte y repentino aumento.

    En 1995 hubo 568 ejemplares inscritos en Italia, en tanto que el número de inscritos en 1996 en la muestra citada anteriormente fue de 130.

    Por lo que respecta a España, esta raza se introdujo en el país aproximadamente en fechas similares a las de Italia, y también se desarrolló de una manera muy parecida. Hoy en día, el golden posee un gran prestigio.

    ¿Qué es lo que puede justificar este incremento de popularidad que bien puede calificarse como espectacular y que en términos de progresión es incluso superior al que conoció su «primo» el labrador?

    Según nuestro parecer, la anomalía era precisamente la escasa difusión de esta raza hace unos años, y no la merecida popularidad de la que goza hoy en día. De hecho, actualmente comparten el prestigio de otras razas que consolidaron su presencia mucho antes.

    Grupo de campeones del criadero Stanroph: de izquierda a derecha, Stanroph Soldier Boy, Stanroph Spring Fantasy, Stanroph Steal a Glance, Stanroph Sailor Boy (cría y fotografía: Woodcock)

    El golden figura desde hace algunos años entre las cinco razas caninas más populares en muchos países occidentales, incluyendo los países escandinavos, Norteamérica y Australia.

    Los motivos de ello guardan una clara relación con la imagen de compañero ideal que ha sabido ganarse y que los hechos han corroborado siempre: es un perro activo y fácil de adiestrar, con un temperamento equilibrado y lleno de vida, sin problemas comportamentales, en absoluto agresivo, muy adecuado para los niños y con una imagen cautivadora.

    Sin embargo, este conjunto de cualidades debe invitarnos a considerar la otra cara de la moneda, que no es otra que los efectos de la creciente popularidad de la raza, tal vez demasiado repentina.

    En efecto, este fenómeno puede despertar el interés de alguien, más deseoso de facturar cachorros a precios exorbitantes que de criar con competencia, corrección y afición.

    Esperemos que la aventura de este raza no tenga que recorrer el triste camino que no hace demasiados años tuvieron que afrontar otras muchas que sufrieron repentina popularidad.

    A ello debemos añadir el hecho que el golden retriever, al igual que las otras razas, no está exento de enfermedades hereditarias y de otros posibles problemas que sólo una selección controlada en la cría puede contribuir, si no a eliminar, sí por lo menos a intentar mantener a niveles fisiológicos.

    Por otro lado, aunque el golden presente muchísimos aspectos positivos, no significa que sea un perro apto para cualquiera.

    Es preciso tener en cuenta que se trata un perro nacido para la caza y, por lo tanto, su necesidad diaria de movimiento, su tamaño (bastante considerable) y su necesidad de contacto con el ser humano no lo hacen aconsejable para las personas que aman la vida sedentaria o para quien tenga la intención de dejarlo todo el día en el jardín o, peor aún, en el interior de un piso.

    Si no se tienen en cuenta todos estos aspectos que hemos mencionado, con el tiempo se acabaría por soportar un perro neurótico o enfermizo que nada tendría que ver con el amigo siempre alegre y feliz que cabe esperar de un ejemplar sano.

    Esperemos que la cría del golden en España, que hasta el momento ha sido determinante para que este perro se difunda por nuestro país, mantenga siempre la atención y vele por los intereses de la raza.

    Este mismo deseo lo dirigimos a los criadores y los clubes españoles, que sin lugar a dudas son los artífices del merecido auge de esta raza.

    Grupo de campeones del criadero Dewmist: de izquierda a derecha, Dewmist Shardonnay, Dewmist Sonatina, Dewmist Santinella, Dewmist Siretta, Dewmist Solitaire (cría y fotografía: Frickstrand)

    Historia de la raza

    Los orígenes

    El origen del golden es relativamente reciente, comparándolo con otras razas, ya que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX.

    Pese a ello, durante muchos años los orígenes reales de la raza han permanecido extrañamente envueltos en el misterio o, mejor dicho, escondidos en las páginas de una versión novelesca que ha perdurado hasta una época relativamente reciente.

    El protagonista es el mismo en ambas versiones: el noble inglés sir Dudley Coutts Marjoribanks, que más tarde se convirtió en lord Tweedmouth.

    Lord Tweedmouth, que según las crónicas representa el prototipo de lord que habitaba en la campiña inglesa, era criador de varias especies de animales, y de perros en particular, pasión que cultivaba en su hacienda de Guisachan en Escocia.

    Archie Marjoribanks, el hijo más joven de lord Tweedmouth, con la perra yellow retriever Lady, en 1891 (del libro The golden retriever second book of champions, cedido amablemente por Mrs. Valerie Foss)

    Antes de proseguir, veamos los motivos que, en la segunda mitad del siglo pasado, podían inducir a un cazador y criador a buscar un tipo de perro diferente de los que se habían utilizado hasta el momento. Hasta entonces se había cazado con fusiles con carga frontal que requerían un tiempo de recarga largo y con los que se obtenían muy pocas piezas por batida.

    Con la llegada de los fusiles con cartuchos, el cazador necesitó un auxiliar que fuera capaz de cobrar con rapidez un gran número de animales.

    Por otro lado, la caza se iba convirtiendo en una actividad deportiva y de ocio que practicaba un número creciente de aficionados, hasta el punto que a menudo las partidas se convertían en celebraciones sofisticadas (obviamente para los pocos elegidos que se lo podían permitir) que suponían un buen negocio para los propietarios de las fincas en donde tenían lugar.

    Esto dio lugar a una selección de perros con una particular aptitud para el cobro que se procuró fijar en los descendientes.

    Se cuenta que lord Tweedmouth tuvo la oportunidad de admirar un grupo de perros procedentes de Inglaterra que formaban parte de un circo ruso. Impresionado por su aspecto y su aptitud para el adiestramiento, habría decidido comprarlos todos para dedicarlos a la cacería en su hacienda. Esta versión, corroborada por criadores famosos, perduró hasta 1952, año en que finalmente se obtuvo la prueba de lo que había sucedido en Guisachan.

    En aquel año, el bisnieto de lord Tweedmouth, lord Ilchister, revelaba en un artículo publicado en la revista inglesa Country Life que la historia del origen ruso de los golden retriever era inverosímil, tal como demostraban los registros de cría llevados a cabo por su bisabuelo, en donde quedaba claramente demostrado que la primera camada de estos perros fue obtenida por él mismo en junio de 1868, y con un origen muy distinto del que se había creído hasta entonces.

    Panorámica de la mansión de Guisachan, Escocia

    Este hallazgo no hubiera tenido la credibilidad y la posterior confirmación oficial sin la intervención de Elma Stonex, que fue también presidente del Golden Retriever Club y que, gracias a la colaboración de lord Ilchister, pudo consultar los registros de cría en donde lord Tweedmouth había anotado escrupulosamente apareamientos y camadas, para poder reconstruir los primeros años de la raza.

    De esta forma se pudo saber que el cabeza de estirpe de la raza fue un retriever amarillo de pelo ondulado llamado Nous, que un zapatero dio a lord Tweedmouth, y que a su vez le había dado un montero de lord Chichester. De vuelta a Guisachan, lord Tweedmouth hizo que Nous tuviera descendencia con una perra tweed water spaniel llamada Belle, y de esta camada obtuvo los primeros golden retriever.

    El tweed water spaniel es una raza hoy en día extinguida, de la que únicamente se conservan algunas ilustraciones y noticias más o menos fidedignas. Con toda seguridad, como ocurría antes de formarse un concepto claro, este término abarcaba varias tipologías de perros con algunos rasgos comunes. Se cree que eran perros originarios de las montañas de la zona de Tweed, con colores entre el hígado y el amarillo, y con el pelo rizado e impermeable.

    Probablemente estos perros a su vez descendían de unos perros de aguas, los northumbrian water-dog, procedentes de Northumberland, una región costera inglesa, y que guardaban cierto parecido con otras razas, desaparecidas o todavía presentes, originarias de regiones bañadas por el mar, generalmente destinadas a actividades relacionadas con la pesca.

    Volviendo a lord Tweedmouth, hay que reconocerle el mérito de ser un precursor del concepto moderno de cría, ya que anotó minuciosamente todas las montas relacionadas con la nueva raza durante un periodo que va desde 1868, fecha de la primera camada de Nous y Belle, hasta 1889. Además, en los apareamientos siguientes respetó siempre el concepto de linebreeding, salvo en raros en los que recurrió al outcross.

    De la camada de Nous y Belle, lord Tweedmouth obtuvo dos hembras, Cowslip y Primrose. Una tercera hembra, Ada, fue entregada al conde de Ilchester, con lo que se dio origen a la línea que llevaba este nombre, más tarde identificada con el prefijo Melbury.

    El único macho de la camada, Crocus, fue entregado al hijo mayor de lord Tweedmouth, Edward.

    Cowslip fue emparejada con Tweed, otro tweed water spaniel, hijo a su vez de la misma madre de Belle, y de esta camada se obtuvo una hembra, Topsy.

    Topsy tuvo descendencia con Sambo, que se cree que fue un flat o wavy coated retriever de color negro, y de esta camada se obtuvo la hembra Zoe.

    Cowslip fue montada por un setter rojo propiedad del hijo de lord Tweedmouth, y de esta camada, nacida en 1875, nacieron Jack, un macho, y Hill, una hembra.

    En 1884 se obtiene una camada de Jack y Zoe, formada por cuatro retriever de color amarillo, entre los cuales hay un macho, Nous II y una hembra, Gill II.

    De la unión de Gill II con un flat o wavy coated retriever de color negro, llamado Tracer, nacieron diez cachorros, pero todos ellos de color negro.

    Uno de estos cachorros, la hembra llamada Queenie, se quedó en el criadero y más tarde fue apareada con Nous II, y dio a luz, en 1889, a dos hembras retriever de color amarillo, Prim y Rose.

    Estos dos perros son los últimos registrados en los libros de cría de lord Tweedmouth. Basándose en el resultado de las indagaciones de Elma Stonex, en 1960 el Kennel Club inglés reconoció esta como la versión oficial del origen de la raza, igual que hizo el American Kennel Club dos años después.

    Nous II con un montero de Guisachan (año 1885)

    La evolución posterior

    Hasta 1913 los golden retriever no tuvieron un registro propio en el Kennel Club inglés, puesto que se consideraban una variante de color del flat o wavy coated retriever.

    A partir de aquel año, por obra de un grupo de expertos, los golden dispusieron de un registro separado y la raza fue identificada con el nombre de golden or yellow retriever. En 1920 se adoptó la denominación definitiva de golden retriever.

    También en el año 1913 tuvo lugar la fundación del Golden Retriever Club, al cual se debe la elaboración del estándar.

    En este periodo se forman y se consolidan los primeros criaderos, que tendrán una importancia fundamental en la posterior evolución de la raza.

    Culham Brass (nacido en 1904) efectuando un cobro. (del libro The golden retriever second book of champions, cedido amablemente por Mrs. Valerie Foss)

    Los criaderos que pueden considerarse pioneros son tres: Culham, Ingestre y Noramby.

    Del Culham Kennel, propiedad de lord Hartcourt, se recuerdan de forma especial los perros que fueron los primeros en participar en exposiciones de belleza, además de desempeñar un importante papel en la evolución de la raza. Culham Copper venció en 1911 un primer premio en el Cruft’s, y también obtuvieron otros triunfos Culham Brass, Culham Tip, Culham Rossa y Culham Flame.

    Del criadero Ingestre debemos recordar a Ingestre Scamp y a Ingestre Tyne, de cuya unión nacieron Yellow Nell, Beena (que tras aparearse con Culham Copper tuvo a Culham Tip), Noramby Dandelion, Ingestre Luna, Ingestre Dred, Ingestre Tweed e Ingestre Dolly.

    De la unión de la perra Noramby Beauty, propiedad de Mrs. Charlesworth, de pedigrí incierto, con Culham Brass, se obtuvo Noramby Balfour, y del cruce posterior con el hijo de Culham Brass, Copper, apareció el primer campeón de la raza, Noramby Campfire. También fue propiedad de Mrs. Charlesworth el hijo de Yellow Nell, Noramby Sandy, que fue el primer golden en conseguir un premio en una prueba de trabajo (field trial). Cabe destacar que los primeros descendientes de Mrs. Charlesworth se registraban durante los primeros años como Normanby, y no fue hasta 1912 que lo hizo con el nombre que le dio la fama.

    Ch. Camrose Fantango. Cría y propiedad: Tudor (fotografía: Fall)

    Es importante recalcar que todos los perros de estos criaderos eran descendientes de los yellow retriever de lord Tweedmouth.

    Otros criaderos importantes surgidos antes de los años veinte fueron Ottersaw, Abbots y Heydown.

    En la década de los treinta fueron importantes los criaderos Wooley, Speedweel, Yelme, Sundawn, Torrdale, Aldgrove, Stubbing y finalmente Dorcas, de Mrs. Stonex.

    La descripción detallada de la evolución del golden durante el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales es larga y complicada, y por consiguiente es preferible dejarla para los historiadores de la raza, que han escrito sobre este tema obras minuciosas y exhaustivas.

    Ya en épocas más próximas a nuestros días, la situación de la raza después de la segunda guerra mundial se caracterizó por la multiplicidad de tipos debida a las viscisitudes de aquellos

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