Juan Pablo II...¡Nunca te abandonarè! (Novela basada en las enseñanzas del papa Juan Pablo II)
()
Información de este libro electrónico
El pequeño Karol Josef Woytila (Juan Pablo II) se ha extraviado y en su búsqueda por volverá su hogar conocerá a un solitario y extraño niño quien ha perdido su fe en la vida, de esta forma ellos decidirán realizar juntos el viaje que los llevará de regreso a casa, no sin antes afrontar diversos obstáculos donde el pequeño Karol Josef brindará hermosas enseñanzas, de amor, compresión y perdón.
Rocio Hernando Orihuela
Rocio Hernando Orihuela en nació en la ciudad de Lima,Perú. A sus cortos seis años de edad escribiò su primeros cuentos.su inclinación temprana por literatura delataba un "don" al esbozar con cada palabra un talento que al paso de los años fue desarrollando a base de entrega y el profundo amor que solamente los escritores pueden ostentar. Las vìas que condujo su voz fueron atravès del cuento,el relato y la poesìa Haber nacido en un hogar con unos padres que se desempeñaron durante muchos años en la docencia,contribuyó a su apetencia por la literatura y la filosofía. Estudió Diseño Gráfico en el "Instituto Superior Diseño"y Ciencias de la comunicación,Escuela de Publicidad en "la Universidad Inca Garcilaso de la Vega
Lee más de Rocio Hernando Orihuela
Juan Pablo II -El papa peregrino: TOTUS TUUS - Reflexiones, Anécdotas y Oraciones. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Madre Teresa: Aliento de Vida: Reflexiones,anécdotas y Oraciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Macabra...¡Verdad! (Novela de terror) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Juan Pablo II...¡Nunca te abandonarè! (Novela basada en las enseñanzas del papa Juan Pablo II)
Libros electrónicos relacionados
Papa Guadalupano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibro de la vida: I. Relato autobiográfico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe sedujiste, Señor: Experiencias y convicciones de un seglar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Vida Privada de la Virgen María Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRecibiendo a Jesús: El Camino del Amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLiturgia de las Horas Breviario romano: En español, en orden, todos los días de enero, febrero y marzo 2021 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEL SUFRIMIENTO Y LA TESIS DEL PURGATORIO: CON ADVERTENCIAS PROFÉTICAS PARA NUESTRO MUNDO Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTiempo de preguntar II. 150 cuestiones sobre la fe católica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi Parroquia, Cristo Vecino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Por qué sigo siendo católica? Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La caja de los hilos: Tejiendo evangelio en red Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo los primeros Doce: Vocación, santidad y apostolado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTestigos de la verdad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSan Vicente de Paúl. Entre príncipes y mendigos: Colección Santos, #4 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Francisco de Asís y el Papa Francisco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl camino de la fe: Meditaciones a la luz (y las sombras) del misterio pascual Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFrancisco: El primer papa latinoamericano Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los cuatro signos de un Catolico dinamico: ¿Como envolviendo al 1% de los catolicos podria cambiar el mundo? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una amiga santa: Concepción Cabrera: mujer, laica y mística Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPan de Vida Eterna y Caliz de Eterna Salvacion Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSanta Cecilia, patrona de la música Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCon Jesús de Nazaret, ser otros Cristos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJuan Pablo II - La huella Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Id y curad enfermos: 16 lecciones para la Pastoral de la Salud Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Cristo del camino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa distancia entre los dedos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa revolución pacífica: Los cambios que el papa Francisco ha comenzado en la Iglesia Católica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jesús, nuestra alegría Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe María de Nazareth a la mujer vestida de sol: Carla Ortíz Petersen Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEs El Papa El Sucesor De San Pedro? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El metodo de la domadora de mamuts Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orgullo y Prejuicio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La riqueza de las naciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El retrato de Dorian Gray: Edición sin censura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 cartas suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Edipo Rey Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Rebelión en la Granja (Traducido) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Leviatán - Espanol Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Diario de un seductor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mitología Inca: El pilar del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El concepto de la angustia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fortuna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Alicia en el País de las Maravillas & A través del espejo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las Confesiones de San Agustín: El desaparecido - El fogonero Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La llamada de Cthulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Juan Pablo II...¡Nunca te abandonarè! (Novela basada en las enseñanzas del papa Juan Pablo II)
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Juan Pablo II...¡Nunca te abandonarè! (Novela basada en las enseñanzas del papa Juan Pablo II) - Rocio Hernando Orihuela
Juan Pablo II…
¡Nunca te abandonaré!
Copyright © 2014
Por Rocío Hernando Orihuela
SMASHWORDS EDITION
* * * * *
Juan Pablo II…
¡Nunca te abandonaré!
Copyright © 2014
Por Rocío Hernando Orihuela
http://www.facebook.com/RocioHernandoKlidleEbook
versosdeagua@gmail.com
www.etereatransfiguracion.blogspot.com
www.rociohernando.redtienda.net
* * * * *
Smashwords Edition License Notes
This ebook is licensed for your personal enjoyment only. This ebook may not be re—sold or given away to other people. If you would like to share this book with another person, please purchase an additional copy for each person you share it with. If you're reading this book and did not purchase it, or it was not purchased for your use only, then you should return to Smashwords.com and purchase your own copy. Thank you for respecting the author's work.
La espiral de la violencia solo la frena
el milagro del perdón.
Juan Pablo II
ÍNDICE
CAPITULO I EL ENCUENTRO.
CAPÍTULO III LAS BESTIAS.
CAPÍTULO III TAN SOLO… ¡PIEDRAS!
CAPÍTULO IV EL VIEJO Y LA CANTERA.
CAPÍTULO V EL GITANO Y LA CORONA DE ESPINAS.
CAPITULO VI ¡NÙNCA TE ABANDONARÈ!
Juan Pablo II…
¡Nunca te abandonaré!
CAPITULO I
EL ENCUENTRO.
En ese preciso instante, en algún lugar de Polonia, la neblina como la persistente lluvia que caía sobre mí debilitado cuerpo, se disipaban poco a poco dando paso a un tímido brillo solar, alentando la esperanza de que el duro invierno de 1,929 se desvanecería pronto.
Había caminando por varios días y no recordaba en qué momento me había alejado de mi hogar, sobre todo me sobrecogía el temor de no saber cómo regresar. Si no fuera por algunos frutos que había recogido en el camino hubiera perecido de hambre. Sumido a este confuso instante, solo venía a mi memoria las palabras de mi madre suplicándome antes de ir a la escuela.
– ¡Vuelve temprano hijo, te estaré esperando!
Así como también recordaba la firme voz de mi padre, diciéndome:
– ¡Cuida con tu vida ese dinero y no adquieras nada diferente de lo que te pido!
Observé con detenimiento el lugar donde me encontraba y aprecié una extensa y hermosa campiña donde discurría en medio de ella un estrecho río, cuya corriente había perdido sus fuerzas al descender sus inquietas aguas, permitiendo e ciertas zonas ver su lecho.
– ¡Será fácil cruzarlo! –dije animándome a continuar mi marcha, pues en ese instante había avistado una pequeña casita en el otro extremo del río, cuya abandonada fachada contrastaba con el hermoso y verde paisaje.
Al instante me acerqué a su orilla y contemplé en su juguetona corriente mi redondo rostro de mejillas rojizas, enmarcadas con un corte de cabello de tipo militar. Llevaba puesto un polo de color verde agua por dentro y un grueso abrigo de color gris que hacía juego con mi pantalón de lana negro. De pronto sentí la necesidad de sumergir mi mano en la fría y apacible corriente borrando mi imagen por un instante de ella, mientras expresaba en voz alta.
– ¡Es tiempo de seguir mi camino!
De inmediato me incorporé y comencé a cruzar el río, pisando las piedras que encontraba sobre su lecho con sumo cuidado y estando a punto de llegar al otro extremo de la orilla cuando me resbalé, en segundos cerré mis ojos presagiando el inevitable dolor que sufriría al caer sobre esas angulosas piedras de disforzadas formas, es entonces cuando sentí cómo unas suaves manos sostuvieron mi espalda, enderezando mi cuerpo con delicadeza.
– ¡Ten cuidado muchacho, te has podido dar un buen golpe! – dijo la desconocida voz.
Al girar mi cuerpo me encontré a una mujer mayor de ondulado cabello negros y de tez clara, quien me sonreía, mientras clavaba su mirada en la mía con ternura y arreglaba delicadeza el gris abrigo que llevaba puesto.
– Gracias señora –dije con timidez.
– De nada niño, sólo ten cuidado – contestó con serenidad, mientras terminaba de cruzar el río junto conmigo tomándome de la mano.
– Señora disculpe, me he perdido, y quisiera saber si usted conoce la ruta para llegar aún pueblo llamado Wadowice.
– Pues para llegar allí tienes que hacer lo siguiente, pero será mejor que tomes nota de ello –– Indicó con alegría la mujer de grandes ojos castaños, de inmediato y con rapidez extraje de mi alforja color marrón que llevaba cruzada sobre mi hombro, un cuaderno, entonces con un lápiz, apunté con cuidado las indicaciones de la amable mujer, al cabo de unos minutos ella se despidió con amabilidad y se fue bordeando la orilla del rio en sentido contrario.
Encontrándome de nuevo tan solo en este paraje, opté por sentarme en el suelo cayendo sobre mí un sentimiento de desconsuelo, entonces de manera inesperada observe pasar a una bella mariposa agitando sus alas, para luego posarse en una flor, de inmediato tuve la imperiosa necesidad de escribir en el sencillo cuaderno lo siguiente:
En contacto con la naturaleza, nosotros asumimos el misterio mismo de la creación, que se abre ante nosotros con inaudita riqueza y variedad de seres visibles, y al mismo tiempo invita constantemente hacia lo que está escondido, que es invisible.
No bien había terminado de plasmar estas líneas, cuando vi pasar a unos cuantos metros de mí, aún andrajoso hombre quien se dirigía río abajo husmeando entre los árboles algún fruto que pudiera comer, entonces un nuevo pensamiento vino a mi mente y con rapidez escribí en la blanca hoja:
Con dolor la pobreza de muchos, en contraste con la opulencia de algunos… debemos sentir la pobreza ajena como propia... Los pobres no pueden esperar.
Después de anotar esto, me levanté enseguida dirigiéndome a la vetusta casa, que yacía en silencio a algunos metros de distancia, cuando llegué a ella a pesar de su ruinoso aspecto, sentí la necesidad de rodearla varias veces con la esperanza de encontrar algún campesino que me diera cobijo, pero fue en vano; en los alrededores ni en su interior no se veía indicios de encontrar a otro ser vivo.
–Baah, sí que está todo esto… ¡desolado! – murmuré con desconsuelo.
Luego me senté debajo de una de la ventana dispuesta en la parte lateral de la vivienda, de inmediato comencé a quitarme el zapato de color negro y su correspondiente calcetín que exprimí hasta sacarle la última gota de agua, para luego colocármelos con premura, estaba a punto de realizar esta misma acción con el zapato izquierdo, cuando escuché el crujir de unas maderas en el interior de la casa me sobresaltaron, entonces con cautela me levanté a observar a través de la polvorienta ventana a pesar que se encontraba clavada en medio de ella dos maderos dispuestos en forma de equis, pasé mi mano sobre un pedazo de la superficie del vidrio quitándole el polvo y las telarañas que la cubrían, logrando