Estados Des/Unidos de América: Entre el Secesionismo y el Gobierno Mundial

Por Julio Camino

Generalmente, en los Estados Unidos, al oír la palabra “secesionismo”, la mayoría piensa en Abraham Lincoln, el “Sur profundo” y la Guerra Civil.


Pero actualmente hay otro movimiento secesionista ganando fuerza en EE.UU., y no sólo en el Sur sino en todo el territorio, debido a que ese mismo “Gran Gobierno” federal emergido de la Guerra de Secesión, se ha salido de control, generando en muchos Estados enorme frustración y descontento. El nuevo secesionismo propone que los condados, más que los Estados, reasuman la soberanía territorial que por Derecho les corresponde como primer nivel del gobierno civil, declaren su independencia por segunda vez, y rehagan el mapa político e institucional del país. Acaso, no acabó así la Unión Soviética y Yugoslavia.

• Idioma: Español
• Editorial: XinXii
• Fecha de lanzamiento: 10 oct 2015
• ISBN: 9783959266031

Julio Camino

Julio Camino comes from a political family and since his youth was a member of a major political party in Venezuela. Julio Camino was a member of the Venezuelan Congress and a leader in the International Parliamentarian Organization. He has Executive Branch and private sector experience in Venezuela. In journalism he has worked for major mass media outlets in Venezuela and abroad. The author has been focusing on the American issues for a long time. Julio Camino (1950), venezolano nacido en Maturín, edo. Monagas. Internacionalista, periodista y columnista, ex Congresista y militante del Partido Acción Democrática desde su juventud.

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Estados Des/Unidos de América

Entre el Secesionismo y el Gobierno Mundia

Julio Camino

Investigación y Prólogo

Alberto Mansueti

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Estados Des/Unidos de América

Entre el Secesionismo y el Gobierno Mundia

Julio Camino

Investigación y Prólogo

Alberto Mansueti

Texto Julio Camino

Investigación y prólogo Alberto Mansueti

Ilustración Laura Liberatore

Fotografía Anirays Bolívar

Diseño gráfico Olga Kelbic

Published by The Little French eBooks

E-Book ISBN: 978-3-95926-603-1

GD Publishing Ltd. & Co KG, Berlin

E-Book Distribution: XinXii

www.xinxii.com

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License Notes

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Dedicatoria

A mis nietos:

Maximilian Julio y Dimitri Alberto

Indice

Prólogo ‒ NUEVO SIGLO, NUEVOS SOCIALISMOS

Latinoamérica: cuando éramos felices

Desinterés general por la política

Hiperinflaciones, recesiones, guerrillas y dictaduras

¿Y qué pasó en los ‘90?

Existencialismo e ignorancia

Neo-liberales y neo-conservadores

Las izquierdas otra vez nos toman de sorpresa y sin preparación

Yo tengo derecho a expresarme

El valor de este libro

Capítulo 1 ‒ DETROIT: EL FRACASO DEL SOCIALISMO

¿Qué es una quiebra?

Detroit: inmenso gasto fiscal y caída demográfica

La bancarrota del progresismo

¿Cómo era Detroit antes del desastre?

Algunas cifras

¿Hay algo que Washington debe aprender de Detroit?

El fracaso es del socialismo

Otras 20 ciudades en riesgo

¿Podemos aprender de Detroit?

Una cascada desinformativa en dos niveles

Capítulo 2 ‒ KARL MARX EN MI CAMPUS

Neo Marxismo = Marxismo y algo más

Marxismo, feminismo, racismo y Posmodernismo

Radicales Inamovibles

Marxismo clásico

Sorpresa: ¡la profecía no se cumple!

Marxismo cultural

La Revolución cultural

Dialéctica = oposición, enfrentamiento, antagonismo, odio

¿Y qué es por fin el comunismo real?

La Escuela de Frankfurt se muda a EEUU

La tiranía a través del lenguaje: la Política Correcta

Capítulo 3 ‒ DESTRUIR LA EDUCACIÓN

Funciona en la teoría pero no en la práctica

Rebelión contra la madurez

Los adultecentes

Educación centrada en el alumno

Tecnologías en la educación

No al esfuerzo, sí a la Psicología popular y a la libertad de escoger

Guerra a la clase magistral y a la memoria

Cómo interpretar los Informes PISA

Multiculturalismo

La Nueva Educación ha sido una política

El remedio: retorno a la Educación Clásica

Gramática, Dialéctica y Retórica

Desarmados frente a la sofística de los demagogos

Capítulo 4 ‒ ECONOMÍA, SALUD Y EDUCACIÓN: LOS PROBLEMAS

Lo primero: dejar las ilusiones

Cómo fue que nos metimos en esto

Quebrar o imprimir

Unión o Secesión

Una digresión sobre la entrevista forjada de Chris Matthews a Bergoglio,el Papa

Bancos y depósitos: el Gobierno es el problema, no la solución

La montaña de la deuda

¿Hasta cuándo el dólar será moneda de reserva?

Otra digresión: el maquillaje del Índice de Precios al Consumidor (IPC)

El oro es dinero, lo demás es papel

El papel es dinero sólo por obligación

Colapso (Meltdown America)

El oro no miente, por eso quieren callarle

El London Gold Pool y su quiebra en 1968

El dólar y el oro en 2013

Capítulo 5 ‒ LA ECONOMÍA, LA SALUD Y LA EDUCACIÓN: LAS SOLUCIONES

Privatizar y desreglamentar

El caso del Export-Import Bank

La industria financiera

Salario Mínimo y Leyes Anti-Discriminación

Reforma Tributaria

Patrón Oro: convertibilidad del dólar

Los locos años 20 y la crisis del 29

Atención médica

El problema es la ideología: desigualdad y pobreza

Desreglamentar y reducir costos

La Educación

Vales, vouchers o cupones para los más pobres

Las Universidades

¿La Universidad es para todos?

El inseguro social

El gasto militar

¿Y cuáles son las funciones del Estado?

Localización del Gobierno

Capítulo 6 ‒ SECESIÓN: UNA TRADICIÓN AMERICANA

La guerra civil fue de Secesión, no de Abolición

¿Es esto revisionismo?

La secesión es un principio profundamente americano

Jefferson y los Padres de la Patria

Segunda generación de secesionistas

Tercera generación de secesionistas

El verdadero Lincoln

Otro mito: el excepcional estadounidense

Dinero barato

La guerra innecesaria

El derecho de secesión

¿Y qué tiene que ver Lincoln con el capitalismo?

Las culpas y delitos que se atribuyen al capitalismo

El capitalismo salvó a Estados Unidos. No sabemos si habrá otra oportunidad.

Los mitos en contra del capitalismo

Frankiln D. Roosevelt y el socialismo en EEUU

No la Guerra, si no la vuelta al capitalismo sacó a Estados Unidos de la Gran Depresión

Capítulo 7 ‒ SECESIONISMO: UNA DEVOLUCIÓN

Starobin, James Bond y el separatismo caucasiano

No una Revolución: mejor una Devolución

La tripartición de California

La fragmentación de los imperios y las naciones

El Imperio de Bruselas

Las naciones europeas no son tan naciones

EEUU no es una nación como las demás

El pluralismo americano

El centralismo es muy costoso y no respeta la diversidad

Abusos y usurpaciones en el Siglo XVIII

América devuelta

¿Y la izquierda?

Anti-federalistas, antecesores de los devolucionistas.

George F. Kennan: Míster X

Capítulo 8 ‒ OLIMPISMO Y GUERRA CIVIL IDEOLÓGICA

El Proyecto de la Ilustración y la idea de Progreso

Rebelión contra Occidente: el comunismo

El Olimpismo y los Derechos Humanos

La educación en el Gobierno Mundial

Judicialización de la política

Humildad masoquista y Welfarismo global

Capacitación y Gobernanza

Estado-nación y nacionalismo

La Guerra Civil ideológica en Occidente

Progresismo Transnacional

La base social del progresismo transnacional: una intelectualidad posnacional

Activistas de Derechos Humanos versus soberanía

Anti-asimilación en el frente interno

La Guerra es contra Occidente

El mundo homogéneo de la Corrección Política

CAPITULO 9 ‒ LO BUENO, LO MALO Y LO FEO DE NADAR CONTRA LA CORRIENTE

Claro mandato para reducir el Gobierno Federal

¿Por qué no se hizo? ¿Hay esperanza todavía?

Los éxitos en confrontar la corriente, y detenerla

El segundo mandato del Presidente Reagan

Lecciones para aprender

Límites de la reforma

1982: el Seguro Social y el Principio de la Unidad del Tesoro

Más gasto, más deuda pública

El Nuevo Federalismo

La tiranía del status quo

¿Qué se requiere para hacer grandes cambios?

El segundo intento: Newt Gingrich

Clinton y el fin del Contrato con América

No todo salió mal

El cambio en el espíritu republicano

La crisis que viene

Epílogo ‒ REUNIENDO HILOS SUELTOS Y SACANDO CONCLUSIONES

Estados Unidos ¿es un país excepcional?

América latina: una valiosa lección para Estados Unidos.

Laissez faire: doble ataque del mercantilismo por la derecha y el socialismo por la izquierda.

El libre mercado sustituido por el Pacto social-mercantilista

El capitalismo bajo fuego combinado de todas las fuerzas del marxismo cultural

Socialismo del Siglo XXI: la Política Correcta

El Islam, otra fuerza global contra Occidente

Contradicciones del socialismo

Sobredosis de autoestima y resistencia a la verdad

Anti-intelectualismo y pensamiento mágico: la guerra contra la razón

El Cristianismo histórico reemplazado por sustitutos

EEUU con dos problemas: el free lunch y la inmigración

Los condados, sus derechos y la secesión

La batalla de la opinión publica

¡La película!

La solución es de la misma naturaleza que el problema

Prólogo

NUEVO SIGLO, NUEVOS SOCIALISMOS

Alberto Mansueti

DEDICATORIA: Si sobre el desmadre político-económico del Siglo XXI crees que sabes lo que pasa, este nuevo libro de Julio Camino no es para ti. Si al contrario, tienes dudas, preguntas e inquietudes, más que opiniones muy formadas, o no estás muy seguro de ellas, el libro sí es para ti. Sobre todo si tienes ganas de aprender acerca de lo que pasa, en EEUU y en Latinoamérica. ¿Qué pasa y por qué?

A lo largo de estas páginas vas a encontrar algo que necesitas, aunque no seas muy consciente de la falta: información. Y muy buena. Tomada de autores no muy conocidos, pero muy veraces y confiables.

Latinoamérica: cuando éramos felices

Tranquilo fue el siglo XX para nosotros, comparado con lo que llevamos del XXI. Aquí no hubo trincheras ni gas mostaza durante la Primera Guerra mundial, ni bombas atómicas en la Segunda; lo que tuvimos, las dos veces, fueron exportaciones de materias primas, incluso con alzas en precios. Al Holocausto y al Gulag les conocimos casi que sólo de nombre, o en fotos. Después, en los ‘50, a la guerra de Corea la oímos por radio, y en los ‘70 vimos la de Vietnam por la tele.

Durante casi todo el s. XX, sobre todo en su primera mitad, llegaron a nuestras costas abundantes y muy generosos flujos de inmigraciones y capitales, procedentes de todas partes, atraídos por la relativa calma y bonanza que teníamos en comparación con Europa, apenas interrumpidas por algún que otro coletazo de la Crisis del ’29.

En contraste con las sangrientas guerras independentistas y civiles del Siglo XIX, la política del Siglo XX para nosotros, a lo menos hasta los ’70, fue un alternarse de gobiernos civiles con militares, tan pintorescos e inútiles los unos como los otros. ¿Revoluciones? ¡Ah sí!, tuvimos muchas, a montones, a cada rato, pero sólo cambiaban algunas de las figuras gobernantes por otras, ni siquiera todas, y mudaban la Constitución, ¡pero casi nadie la leía! Y los revolucionarios, calmaban sus ardores tan pronto eran admitidos en el Club Social y alternaban con lindas chicas de buenos apellidos y/o padres adinerados.

Desinterés general por la política

En estas condiciones relativamente desahogadas y días más calmos, había en nuestros países un extendido desinterés por la actividad política y las elecciones. La gran mayoría de la gente no se involucraba en política ni tenía interés, por tanto no se informaba. ¿Para qué? ¿Qué necesidad había?

Cada quien se dedicaba a lo suyo. La política se reservaba para los interesados, ocupados en develar sus intríngulis, militar en grupos y partidos, oír los chismes regados en los mentideros más notorios, leer incluso libros sobre esos temas, y asistir a interminables reuniones. Se postulaban a algún cargo electivo con amigos influyentes, y salían a la calle para ver las tan frecuentes revoluciones, y se involucraban en alguna conspiración cívico-militar con vistas a un golpe de Estado.

El grueso de la gente en cambio no se informaba del tema político; se quedaba al margen, dedicada a su trabajo, estudios o negocios, a su familia, iglesias, deportes, arte, divertirse o lo que sea… menos política, que se veía cosa muy aburrida.

Hiperinflaciones, recesiones, guerrillas y dictaduras

Ustedes va a leer que recién, hacia el último cuarto del Siglo XX las cosas se agitaron, con guerrillas subversivas urbanas y rurales, dictaduras militares, y economías en franco deterioro. Los cambios llegados en los ’70 y ‘80 fueron malos.

En aquella Guerra Fría aunque no tan Fría, sí entramos nosotros, cuando la guerrilla marxista dirigida desde La Habana, y de manera más o menos encubierta apoyada desde Moscú, desafió y enfrentó a unas Fuerzas Armadas que no estaban preparadas para una guerra, mucho menos una guerra ideológica y tan poco convencional.

En esos años, los disparates del cepalismo en la economía comenzaron a surtir sus catastróficos efectos, golpeando muy duro a la gran mayoría, y por primera vez muy fuerte a la clase media. Sufrimos en carne propia las hiperinflaciones como las de Alemania y Austria a comienzos de los ’20, y las crisis y recesiones económicas como las de 1929 y años subsecuentes. Todo eso nos afectó a todos, y mucho, tanto a los interesados en la política como a los que no lo estaban.

¿Y qué pasó en los ‘90?

Para 1989, cuando el fin del Muro de Berlín y el colapso de la URSS, los militares habían ganado a duras penas y con muy altos costos la guerra antisubversiva; pero no estaban informados de que en una guerra ideológica, el frente decisivo es el cultural. No imaginaron que los sobrevivientes y vencidos en el frente militar, se iban a rehacer y recuperar con creces, y a volver tras dos décadas, a ganar las elecciones, y a gobernar, a su modo claro está. Los militares terminaron siendo subordinados constitucionales de quienes habían sido sus perseguidos y prisioneros; tampoco imaginaron que les someterían a toda clase de juicios, mediáticos y judiciales, y linchamientos.

No mucho mejor les fue a los economistas en los ‘90: trataron de batirse a la vez contra la estanflación y contra la pobreza endémica, pero el Consenso de Washington fue insuficiente ya entonces; y con mayor razón después. Tampoco ellos estaban equipados, ni ellos ni los políticos populistas que les contrataron. Porque no estaban informados sobre las realidades del libre mercado auténtico, sus teorías o sus políticas. Nada les habían enseñado a los Chicago Boys sobre la Escuela Austríaca de Economía.

Los militares derrotaron al marxismo armado, para luego ser vencidos por el marxismo cultural en la enseñanza, en los periódicos y revistas, en las canciones y espectáculos populares, en la radio, la TV, y en el púlpito de las iglesias. Y los Gobiernos de los ‘90 aplicaron un Consenso de Washington interpretado a la criolla, para corregir los desequilibrios macro (con muy altos costos), privatizando para los amigotes, y dejando las reformas micro a futuro. Pero el futuro llegó, hace rato: las políticas del Consenso, que ahora se llaman Neo liberalismo, están agotadas, y no pueden con las necesidades apremiantes que generan inconformidad y crispación, propicio caldo de cultivo al Socialismo del s. XXI.

De las reformas micro, llamadas de segunda generación (o tercera), hasta hoy sin noticias, o con noticias muy confusas. Ni idea parecen tener los economistas Neo-liberales, menos los políticos, muchos de los cuales dejaron la izquierda, pero todavía no han encontrado la derecha; están en una especie de limbo ideológico, muy despistados. Menos aún la gente, que aborrece cualquier cosa que huela a libre mercado o se parezca al Neo liberalismo. Lo cual impide a los políticos siquiera hablar del tema; en consecuencia no se informan bien a sí mismos, ni pueden informar bien al resto.

Existencialismo e ignorancia

Muchos de ustedes van a sorprenderse durante la lectura que viene, que hay un predominio de la filosofía existencialista, que nadie conoce pero sus conclusiones y derivaciones tienen gran influencia. Nos ha impuesto el prejuicio de que si no tienes o has tenido experiencia directa de algo, no puedes hablar de ese tema. O sea: que si no has estado en Cuba o en África, no puedes hablar de esos países. Esto nos limita mucho. Un profesor de Astronomía no podría hablar de Marte o Júpiter, porque no ha estado allí. Con esa filosofía nadie vivo podría hablar de la muerte.

Y la pobreza es un mal muy extendido, al cual los políticos debemos respuesta y remedio, pero se ha decretado que no puedes hablar del tema si no eres pobre, o al menos has nacido pobre. Por eso en las elecciones la mayoría rechaza candidatos estirados, sospechosos de haber nacido en la clase media, y culpables de haber tenido educación. Se quieren candidatos que se parezcan al pueblo, y que hablen como habla el pueblo. Los asesores de campañas y publicistas hacen mucho esfuerzo con el maquillaje, pero el más genuino ¡es un auténtico burro ignorante! Y a ese elegimos en las votaciones.

Neo-liberales y neo-conservadores

También este libro te informará, como en Latinoamérica hay una confusión con el Neo-liberalismo, en EEUU hay otra confusión, de igual naturaleza, con el Neo-conservadurismo.

El prefijo Neo antepuesto a cualquier ismo, significa que en el ismo en cuestión algo se corrige, o al menos se actualiza. Así un Neo-kantismo hallará en el kantismo algo equivocado, o al menos anticuado, que va a cambiar. E igual un Neo-cristianismo, o un Neo-marxismo. Será algo distinto.

Incluso puede ser una deformación, muy grande, hasta llegar a ser lo opuesto o contrario. Y eso pasa con el Neo-liberalismo aquí, y con el Neo-conservatismo en EEUU. ¿Qué cambió? Que el Liberalismo y el Conservatismo son rigurosamente anti estatistas, y el Neo-liberalismo y el Neo-conservatismo ¡son estatistas!

(1) El Liberalismo de Adam Smith, Frederic Bastiat, Cobden y Bright, es la doctrina de la libertad económica y la prescindencia del Estado en las empresas, la industria y el comercio: el Gobierno no está para hacer buenos negocios ni para apoyarlos; sólo se requiere que no interfiera, por ejemplo, promoviendo empresas estatales.

En cambio el Neo-liberalismo, expresado en el Consenso de Washington, sostiene que el libre comercio es tan bueno, ¡que merece apoyo del Gobierno! Y dicen apoyarle con todo lo opuesto al libre mercado: más deuda para sostener burocracia y más reglamentos para justificarla, más impuestos para pagar la deuda, banco central emitiendo dinero de puro papel, y privatización para los amigotes. Eso nada tiene que ver con el liberalismo, pese a lo que digan los socialistas para desacreditar el concepto. Y por eso es que las prescripciones del Consenso de Washington, que fueron adoptadas por dictaduras militares, son seguidas también por algunos gobiernos de izquierda, con mucha naturalidad.

(2) El Conservadurismo de Edmund Burke, Russell Kirk y Barry Goldwater, apoya la libertad religiosa, con base en análogo principio de prescindencia del Estado en religión y moral, y en