Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Armadura Del Guerrero Invencible
La Armadura Del Guerrero Invencible
La Armadura Del Guerrero Invencible
Libro electrónico70 páginas43 minutos

La Armadura Del Guerrero Invencible

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En una época de magia, de dragones y caballeros, los días de un buen rey han terminado. Su reino lo ha heredado la esposa de su hijo, la princesa Kassandra.

Ella, la nueva reina, es sabia, fuerte y gobierna con carácter y sensatez.

El príncipe, afligido por su pasado poco digno, siente no estar a la altura de su esposa, ni a la altura de lo que fue su padre, el rey.

El príncipe necesita demostrar a sus súbditos y demostrarse así mismo que es digno de ser llamado rey. Para lograrlo deberá reunir las piezas de la armadura de un mítico guerrero que jamás fue vencido por rival alguno.

Extraordinarias aventuras pondrán a prueba al príncipe, y él tendrá que dar lo mejor de sí para alcanzar la victoria y así ser llamado: rey.

“La armadura del guerrero invencible” es una historia fantástica, narrada en un lenguaje sencillo, que lleva nuestras mentes a un mundo de fantasía que atrapa a grandes y a chicos por igual.

IdiomaEspañol
EditorialEmooby
Fecha de lanzamiento25 jun 2011
ISBN9789897140525
La Armadura Del Guerrero Invencible
Autor

Édgar Jaimes

Édgar O. Jaimes Gómez nació en Bucaramanga, Colombia, el primero de diciembre de 1978. Cursó estudios en Administración de Empresas. Es autor de los cuentos “El hombre frente a la tumba”, “el santuario perdido”, “la noche en que se extravío Rodolfo”, “la armadura del guerrero invencible”, entre otros. En el 2010 publicó su primera novela “El Cristo en la pared”.

Relacionado con La Armadura Del Guerrero Invencible

Libros electrónicos relacionados

Fantasía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La Armadura Del Guerrero Invencible

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Armadura Del Guerrero Invencible - Édgar Jaimes

    Dos años habían pasado ya desde la lamentable muerte del rey Ramuz. Su pueblo, al que el Rey tanto amó, aún lloraba su partida. Extrañaba su presencia entre ellos.

    La princesa Kassandra, hija del rey Inoz, había heredado el trono del rey Ramuz. Athos, el Príncipe que había luchado y vencido a las tres bestias antes de la muerte de su padre, esposo de la ahora Reina, se había convertido en su principal consejero.

    En las mañanas, todas las mañanas, desde la muerte de su padre, el Príncipe despertaba y daba un beso en la frente a su esposa la Reina. Ella, correspondiendo al infinito amor que el Príncipe le entregaba, abría sus brillantes ojos y le sonreía. Después, el Príncipe se levantaba de la cama real, caminaba hasta la ventana y abría las cortinas permitiendo que la habitación se llenara del calor de la mañana, del nuevo día.

    —Es una hermosa mañana —le decía la Reina al Príncipe—. Hoy será un gran día para nosotros, mi Príncipe.

    El Príncipe escuchaba a la Reina y volteaba a mirarla. La veía tan hermosa, llena de felicidad, y se sentía el más afortunado de los hombres. La luz del sol se reflejaba majestuosamente en el rostro de su esposa iluminando completamente la habitación. Entonces el Príncipe regresaba al lado de la Reina y la abrazaba.

    —Eres tú, mi Reina, quien hace hermosas mis mañanas, mis tardes y mis noches —le susurraba el Príncipe al oído.

    Unos minutos más tarde, cuando la Reina debía asumir su rol de gobernante y sus edecanes la esperaban en la habitación conjunta a la habitación real, el Príncipe salía al balcón a contemplar la obra de su padre: el reino del rey Ramuz.

    —No soy digno de gobernar tan magnífico reino, padre —decía el Príncipe mientras observaba anonadado la grandiosa ciudad que su padre había construido—. Hiciste bien al dejar tu reino en manos de Kassandra. Ella nunca te va a defraudar —se afligía el Príncipe al no sentirse a la altura de su esposa, la Reina.

    La Reina se acercó al Príncipe sin que él la sintiera. Lo abrazó. Se apoyó en él.

    —¿Habías visto un lugar más maravilloso que este, mi Rey? —preguntó la Reina—, ¿existe en el mundo otro lugar que iguale en grandeza la obra de tu padre?

    El Príncipe entristeció.

    —Cada mañana, desde la muerte de mi padre, he venido sin falta a este lugar a contemplar el amanecer, mi Reina —respondió el Príncipe tratando de ocultar su tristeza—. He visto el sol salir a diario en el horizonte iluminando las montañas y los campos. Cada amanecer a tu lado es más hermoso que el anterior. No existe en el mundo un lugar como este, mi Reina.

    —Es verdad, mi Rey. Somos afortunados, nuestro pueblo es afortunado.

    —Es gracias a ti,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1